Lo conocí desde que era un cachorrito. Desde entonces ya pintaba para lo que iba a ser. Creció grande,inmenso, como de un metro y quince de alzada. Eso sí, tenía la verga, grande y gorda. Una vez, mientras me estaba bañando, llegó el mentado perro, era un gran danés. En una de esas agachadas que di para juntar el jabón, que se va prendiendo de mi culo y me coje. No pude soltarme, o no quise, porque me gusta la verga desde hace muchos años y entonces, el perro continuó cogiéndome porque no encontró ninguna resistencia. La verdad me gustó mucho, y lo malo estuvo cuando le gran danés terminó o tuvo su orgasmo, que empieza a ladrar y a correr. Yo aterrado no supe qué hacer, puesto que el perro empezó a correr y conmigo jalándome detrás de él. Nos quedamos pegados como vil perros. La vergüenza que pasé, me sacó arrastrándome del baño y todos los vecinos viéndome el culo y yo adolorido por las piedras que me pegaban donde sea. El perro siguió su carrera y yo pegado aún a él. Qué pena me dio cuando llegamos a la calle y en plena avenida Insurgentes, que me suelta, ya se le había bajado la verga. Y yo desnudo con tanta gente rodeándome. Vino la policía y no me creyó que el perro me había cogido por accidente. Me pasé tres meses en la cárcel y lo peor de todo, es que esos días extrañe al gran danés. No me importó la arrastrada que me dio, me gustó la cogida y debo confesar que si me agarra de nuevo, aguanto otra arrastrada peor que la anterior, soy capaz de recorrer hasta dos kilómetros con tal de que me vuelva a coger.
En mi próxima aventura les platicaré del sexo que tuve con un pájaro, sí, con un pájaro. No se lo pierda.
NO SÉ PORQUE ME GUSTAN TANTO TUS CUENTOS; SERÁ QUIZA PORQUE ME HACEN REIR MUCHO. GRACIAS POR ESO. BESOS .