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Categoría: Lésbicos

Dominique

Dominique

Mi nombre es Estrella, tengo diecinueve años, vivo con mis padres y dos de mis cuatro hermanos, este año empecé a estudiar sicología en la universidad, ahí fue donde conocí a una chica muy particular que me ayudó a encontrarme conmigo misma, la conocí en la clase de filosofía cuando el profesor pidió que nos agrupáramos para responder un cuestionario sobre lo que él había explicado la clase anterior, yo estaba con dos chicas que había conocido al hacer los cursillos de ingreso, ella se acercó, muy segura de sí misma, lo cual me llamó mucho la atención, porque en general los de primer año somos muy tímidos e inseguros, ya que todavía no hemos establecido lazos, luego me enteraría que esta seguridad se debía a que ésta era una estudiante de tercer año y que estaba recursando la materia, se presentó:
_Hola, puedo estar con ustedes en el grupo, me llamo Dominique.
Y sin esperar respuesta por parte nuestra, arrimó un silla y se sentó formando una rueda con nosotras. Se notaba que era muy inteligente y sabía desenvolverse muy bien, como ya lo dí a entender anteriormente, era alta, morena, de ojos rasgados color miel, tenía una mirada muy penetrante que por momentos me incomodaba, ya que la tenía justo enfrente mío, tenía una sonrisa con la que podía hacer caer al mundo a sus pies, era delgada y muy fina a la hora de escoger su atuendo, se notaba que era muy detallista en este sentido.
Respondimos las preguntas del cuestionario, a decir verdad las respondió casi todas ella, es la única que daba un punto de vista, parecía como si no hubiéramos asistido a la misma clase, a decir verdad hizo un poco de tutora nuestra, porque nos explicó muchas cosas que no habíamos comprendido del todo. El profesor pidió que un representante de cada grupo expusiera las respuestas, y ella, muy perra, me miraba muy fijamente, yo lo había notado pero me hacía la indiferente porque me daba mucha vergüenza hablar delante de toda la clase, hasta que no pude evitar mirarla a los ojos, que a esta altura mas que ojos parecían puñales que se clavaban en mí, cuando la miré me sonrió levantando una de sus cejas, tomé coraje y le dije (frunciendo la nariz y torciendo la cabeza hacia un costado):
_¿No podrías leer vos las respuestas?
Sin dejar de mirarme y sonreírme me contestó dulcemente:
_No hay problema.
Noté que Dominique tenía mas conexión conmigo que con las otras dos chicas del equipo, porque siempre que hablaba me miraba a mí, pero en ese momento no le dí importancia, cuando salimos de la facultad las dos chicas se quedaron en la primera esquina y nosotras seguimos, yo tomaba el colectivo a cinco cuadras y ella también, nos pusimos a hablar, me contó que estaba en tercero, que tenía veintidós años, que era de un pueblito cercano y que vivía con la hermana en un departamentito. Asimismo yo le conté algunas cosas mías, me dijo que le caía muy bien, y que esperaba que sigamos trabando juntas en el futuro, quedamos en vernos a la siguiente semana.
A los dos días me la crucé en uno de los pasillos de la facu, yo estaba re-apurada por que faltaban cinco minutos para que empiece una clase y no encontraba el salón, comunmente esa clase era en la sala cinco, pero estaban dando una conferencia ahí, por lo que la habían mudado a otro salón que no conocía. De repente siento que me llaman por mi nombre, me doy vuelta y era ella, se notaba que había corrido porque estaba agitada:
_¿Cómo estás?_ y me dió un beso en la mejilla.
_Estoy apurada, porque ya está por empezar mi clase, de casualidad no sabés donde está el aula magna _yo hablaba rápido como si estuviera diciendo un trabalenguas, pero ella me entendió, me agarró de la mano, y me llevó corriendo hacia un pasillo, llegamos a un salón que estaba todo oscuro, y me dijo:
_Me parece que llegaste tarde a tu clase.
Yo me empecé a reir, en eso viene una chica y nos avisa que la clase se suspendió porque el profesor estaba enfermo.
_Bueno, gracias de todos modos, nos estamos viendo.
_Esperá _me dijo _¿te tenés que encontrar con tu novio que estás tan apurada? _ Y me agarró de una mano porque yo ya estaba dando media vuelta para irme. _No te quedarías media horita conmigo haciéndome compañía hasta que empiece mi clase.
_Bueno, querés que vayamos a tomar un café _le respondí
_ Sí, dale.
Cuando estábamos sentadas en el bar de la facultad sentí que Dominique estudiaba cada movimiento y cada palabra mía, hablamos un poco de todo, dio la casualidad que ella, al igual que yo nunca había tenido novio, me dijo que no podía creer como una mujer tan linda como yo estaba sola, yo le respondí que tampoco lo podía creer de ella.
Le dije que sentía que tenía un problema conmigo misma y que por eso me aislaba de los hombres y los alejaba, pero que era un tema largo y delicado como para hablarlo en esas circunstancias, me dijo que a lo mejor podía ayudarme con un concejo o simplemente escuchándome, que si quería podíamos ir a su departamento para hablar mas tranquilas, y le dije que sí.
El departamento era muy confortable, apenas entramos había como una salita de estar, con un juego de sillones y un equipo de música sobre una estantería, a través de una puerta cancel se pasaba a la cocina comedor, que estaba bárbara, porque tenía una mesada muy grande que ocupaba todo el largo de la pared, al igual que la despensa, la mesa diaria era de roble, y las sillas también, se notaba que les gustaba el arte porque habían muchos cuadros en las paredes, nos sentamos, poniéndonos cómodas, y me ofreció unas galletitas y refresco para tomar, yo no tenía hambre pero acepté un par de galletas por cortesía, sin querer le rocé la mano con que sostenía la bandeja, y se le cayó, no sin antes dar un pequeño gritito, estábamos las dos agachadas recogiendo lo que se había caído:
_Estoy re torpe, perdón _me dijo y me tomó la mano _estás helada, dame un segundo que prendo el calefactor.
Fui a ayudarla y le pregunté:_ ¿por eso se te cayó la bandeja?
_No, no fue por eso _ me respondió y se quedó mirándome fijo a los ojos como si fuera a seguir hablando, pero sólo sonrió.
Nos sentamos nuevamente y me dijo “Soy toda oídos”. No se porqué, pero esa chica que había conocido hace apenas una semana atrás me inspiraba mas confianza que muchas de mis amigas de años como para hablarle de mi problema, así que me descargué como nunca antes y le conté que me sentía muy, pero muy mal porque tenía diecinueve años y nunca había tenido novio, muchas veces se me habían acercado chicos, inclusive en la facultad, pero no me atraían, a pesar que eran lindos... para colmo de males, la mayoría de mis primas estaban de novia y mis tíos siempre me preguntaban “¿y vos para cuando?...”
Ella me escuchaba atentamente, se notaba que realmente le interesaban y le llegaban cada una de mis palabras, a otra persona le habría parecido una tontería lo que a mi tanto me preocupaba, pero para ella no lo era. Me encantaba la sensación de tener toda su atención fija en mi, era la primera vez que estábamos literalmente solas. En eso llega la hermana, me la presenta y le pregunta si necesitaba la cocina, la hermana le responde que sí, pero que no le molestaba que nos quedáramos, total ella comía algo y se iba, pero Domi prefirió que fuéramos a otro lugar, a su habitación.
Me abrió la puerta, me hizo entrar y me dijo que me pusiera cómoda que ella ya venía. Así que empecé a husmear, el cuarto era pequeño, pero tenía todas las comodidades, un televisor empotrado en la pared, una mesita con una computadora, un pequeño librero, la cama con su mesita de luz y un par de portarretratos sobre la misma, y un guarda ropas enorme.
Entró a los dos minutos, se quitó los zapatos y se recostó sobre la cama. Mientras yo le decía que era su turno de hablar, le pregunté si se llevaba bien con la hermana, me dijo que sí, que eran muy unidas y confidentes, y que también tenían sus discusiones, lo cual era normal. Me contó sobre su familia, sobre su pueblo, sobre cómo le cambió la vida cuando se vino a vivir a Rosario con la hermana, le encantaba el hecho de que acá cada uno hacía su vida sin preocuparse de lo que hacía el de al lado, en tanto que en un pueblo es sabido que todos saben todo de todos, traté de escucharla tan atentamente como lo había hecho ella conmigo, no se si lo logré, pero me di cuenta a lo largo de todo su discurso, que a los hombres casi no los nombraba, y cuando lo hacía era para hablar mal de ellos, como ya teníamos bastante confianza se lo hice saber, pero creo que no tuve demasiado tacto porque enseguida le cambió el semblante, se puso seria. Me dijo que era una larga historia, yo la interrumpí y le dije que si la hacía sentir mal no importaba, que no me lo cuente, que lo dejáramos para otro día, pero me dijo que me pusiera cómoda.
_Antes de que sigas, ¿puedo llamar a mi casa para decirle a mi mamá que voy a ir tarde?
_Sí, no hay problema _ me acompañó al teléfono que estaba en la primer salita del departamento y hablé a casa para que mi madre no se preocupara.
Otra vez en la pieza, me saqué los zapatos e imité su postura, estaba sentada con las piernas sobre la cama y su espalda contra el respaldar de la misma, una vez recostadas las dos en la cama me empezó a contar de su padre
_ Un militar retirado, muy estricto y poco demostrativo _ ¡Vaya manera de describir a un padre! Pero la entendí cuando me hizo saber que golpeaba a su madre. Había fallecido cuando ella tenía doce años, tres años mas tarde la madre se volvió a casar, se hizo un silencio muy profundo en la habitación, me mantuve callada para no presionarla, pero sabía que algo malo estaba por venir, giré mi cabeza y noté que trataba de ocultarme que estaba llorando.
_ ¡No seas tonta!_ Pasé mi brazo por detrás de ella hasta llegar a su hombro mas lejano, y acerqué su cuerpo junto al mío, apoyó su cabeza en mi hombro _No pienses más en eso, hablemos de otra cosa ¿sí?
Pero ella seguía llorando y a mí se me partía el corazón por no poder ayudarla. Habrá estado dos minutos así, pero a mí me parecieron dos horas, cuando se repuso un poco me contó entre sollozos lo que yo ya suponía, que el padrastro había abusado de ella, ¡y no sólo de ella sino también de su hermana!. Pobrecita, no podía parar de llorar, yo no sabía que hacer, para colmo se me estaba acalambrando el brazo, pero no la quería soltar, así que la acosté sobre la cama boca arriba, y me puse de costado al lado de ella abrazándola. Preferí no hablarle, tenía miedo de que se pusiera peor...
Como a la media hora me desperté, ella todavía dormía, parecía haber recobrado la tranquilidad, eso me reconfortó, lentamente retiré los cabellos de su rostro para observarla mejor, nunca me había fijado lo hermosa que era de cara, recordé el día en que la conocí, se empezaron a cruzar en mi mente expresiones suyas que me agradaban mucho y me hacían sonreir, por ejemplo cuando levantaba una ceja como preguntándote algo, o cuando sonreía de manera desafiante, o cuando te miraba fijo como queriendo leer tus pensamientos...
No pude evitar rozarle las mejillas con la punta de mis dedos, tal como lo supuse su piel era muy suave, no sabía exactamente qué estaba haciendo pero sabía que no podía dejar de hacerlo, que lo necesitaba, recorrí con mis dedos cada centímetro de su rostro, nunca había reparado en sus labios carnosos, tan rojos que parecían siempre pintados, pero viéndolos de cerca y tocándolos me di cuenta de que es su color natural, recorrí su nariz tan perfecta.
_Mmm... ¿Estás acá todavía? _Mi cabeza estaba apoyada sobre su hombro, quise retirarla pero ella me la retuvo con la mano _Quedate..., no te vayas...y perdoname por... _puse dos de mis dedos sobre su boca para que no pudiera hablar.
_No digas nada, perdoname vos a mí por no poder ayudarte.
_Sí que me ayudaste, ahora me siento mejor, de verdad. Gracias.
Sentí muchas ganas de abrazarla fuerte a mí y protegerla de sus miedos, y así lo hice, y me sentí tan a gusto que no lo podía creer, su cuerpo calzaba justo con el mío, como si hubiesen sido hechos a medida.
Al rato nos separamos suavemente, y nos quedamos de frente, acostadas de lado, mirándonos, sin hablar. De repente me dijo:
_Tus manos son muy suaves.
_¿Estabas despierta?
_Sí _respondió sonriéndome, me dí cuenta que desde que la conocí cada vez que me sonreía de esa forma yo me enamoraba mas y mas de ella, sólo que hasta ese día no me había dado cuenta.
Casi al unísono nos entrelazamos, sentí que sus labios rozaban los míos, y tuve mil sensaciones maravillosas ante ese, que fue nuestro primer beso, acerqué más aún mi cuerpo al suyo y la besé despacio, luego recorrí sus labios con mi lengua suavemente, y cuando entré a su boca era tan cálida que hubiera deseado permanecer ahí por siempre, nuestras lenguas se encontraron, y ese beso que en un principio fue pura ternura era cada vez mas pasión, mientras nos besábamos metí mi mano debajo de su ropa y recorrí su espalda dulcemente, era perfecta, con mucha tranquilidad me fue dando vuelta en la cama hasta que casi sin darme cuenta ella estaba sobre mí, la estreché fuerte y le dije al oído que la deseaba, ella me respondió a media voz “yo también”.
Poco a poco nos fuimos quedando desnudas, y nos adoramos una a otra, ella no dejaba de decirme que era la mujer mas hermosa del mundo, y yo no dejaba de decirle que no me mienta, que seguro que a todas les decía lo mismo, y ella me respondía con una sonrisa.
Su boca recorrió cada uno de mis rincones, y mis manos estaban ávidas de encontrar los suyos. Nunca voy a olvidar el momento en que por primera vez llegó a mi vagina, sentí que estallaba de placer, me daba un poco de vergüenza porque no podía dejar de gemir, luego de sentir el máximo placer la hice subir para acariciar con mi lengua sus senos, que eran bastante prominentes, e introduje mi mano en su sexo, estaba húmedo, yo quería recorrerlo suavemente pero ella estaba demasiado ansiosa y me pidió con la voz entrecortada por los suspiros, “mas profundidad”, me dí cuenta que estaba experimentando un orgasmo porque su cuerpo empezó a temblar. Nos abrazamos y me dijo que me amaba, le dije que yo también, y agregué que lo que habíamos vivido había sido inolvidable, me respondió con un enorme beso.
Le pedí que nos metiéramos bajo las sábanas porque me estaba dando frío, al rato noté que se estaba quedando dormida.
_ Me tengo que ir, ya son casi las tres de la madrugada.
_!Por favor no me dejes! _A mí también me dolía mucho dejarla, pero mi familia se iba a preocupar si veía que no había ido a dormir, _Porqué no llamás a tu casa a primera hora de la mañana así dormimos juntitas _me lo pidió con una carita de ternura que no pude, y no quise negarme.
Dormí como una princesa toda la noche abrazada a ella, a la mañana me encantó despertarme y ver el rostro feliz de la mujer que amaba a mi lado, la desperté con un beso en la boca y un “te amo” al oído.
Mientras nos vestíamos le pregunté por su hermana, si no le preocupaba que haya oído “algo”, me dijo que no había problema, que a la hermana ya le había contado que le gustaba una chica de la facultad, que se llamaba Estrella.
_¿Te habías acostado alguna vez con una mujer? _le pregunté con un poco de miedo a la respuesta.
_Noooo, y supongo que vos tampoco _
Ella también tenía miedo de la respuesta, pero le dije que no.
Estábamos desayunando en la cocina cuando pasó la hermana como una flecha hacia la puerta de salida, con un montón de carpetas en la mano, cuando nos vió a través de la puerta de la cocina se vuelvió sobre sus pasos y nos dijo sonriendo:
_Se nota que la pasaron bien anoche.
Datos del Relato
  • Autor: daniela
  • Código: 3028
  • Fecha: 13-06-2003
  • Categoría: Lésbicos
  • Media: 6.04
  • Votos: 215
  • Envios: 24
  • Lecturas: 5031
  • Valoración:
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Comentarios


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15 comentarios. Página 1 de 3
Andrea
invitado-Andrea 27-10-2005 00:00:00

Me encanto la historia, muy natural, creo que es una forma muy distinta y pura de sentir y expresar el amor por un ser humano!

Karina
invitado-Karina 24-12-2004 00:00:00

DE TODOS LOS RELATOS QUE HE LEIDO ESTE ES EL MEJOR..... DESDE EL COMIENZO SE DEJA ENTRE VER EL AMOR Y LA TERNURA DE DOS MUJERES ES LO MAS PURO QUE EXISTE .... ESPERO QUE SIGAN JUNTAS Y QUE SU AMOR SE FORTALEZCA MAS AUN .....QUE NADA NI NADIE LO ESTROPEE..... BESOSO, SUERTE Y MUCHAS PERO MUCHAS FELICIDADES.........

paola namuncura
invitado-paola namuncura 13-08-2004 00:00:00

es tierno no soy ni lesbiana ni bisexual pero si soy una creyente del amor sincero y tb creo q para eso no hay limites , ni de edad ni sexo , ni destancia..... muy hermoso el cuento felicitaciones p

katty
invitado-katty 18-06-2004 00:00:00

la verdad que este relato me gusto mucho, se siente tanto amor en él y cautiva desde el primer momento. esta relindo,y de ser una historia verdadera espero que sigan juntas, mucha suerte.

luly
invitado-luly 27-05-2004 00:00:00

que tierno, se siente un relato real, sinvero vivido y transmite mucha ternura.....

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