Con mi prima Marcela nos llevamos 8 años de diferencia, siempre que nos veíamos en casa de nuestros abuelos, siendo chicos, recordábamos que la abuela no nos dejaba estar solos, a pesar de ser niños.

Siempre hemos tenido una relación muy buena entre nostros, pero nunca se dió la oportunidad de ver que pasaba, hasta que la hice entrar a mi trabajo, contaba con 18 años recien cumplidos y estaba muy buena y tenía actitud de Lolita, siempore de chica me llamaba la atención el modo de vestirse y habalr, ronroneando y seduciendo como gata en celo.

Siempre como decía anteriormente nos mirábamos con mucho deseo y morbosidad, hasta que se nos dió la primer oportunidad, que fue con motivo que tenía que acompañarla a realizar sus primeras experiencias como vendedora, para ver como se desempeñaba y ayudarla en el acto hasta que fuese tomando confianza y estuviese en condiciones de salir sola.

Nomás salimos de la empresa en mi auto, al sentarse con su minifaldita, quedó practicamente todas sus piernas al descubierto hasta casi la bombachita, ibamos charlando boberas, pero mi cabeza y mi pija pensaban en otra cosa, hasta que saqué el tema de los prejuicios de nuestra abuela, y comenzamos a reirnos y hacer chistes sobre el tema, en un momento que debía estacionar, para ir al primer cliente, al colocar la marcha atrás toqué la rodilla y sentí una electricidad que corria por mi cuerpo, no pude detener el impulso y puse toda mi mano sobre su pierna, mirándola fijamente a los ojos, ella me contestó con una sonrisa pícara y mojándose los labios con la lenguita lentamente, ocasión que aproveché para partirle la boca, con un profundo chupon, que ella recibió con sumo agrado.

Después de unos escarceos en el auto, decidimnos bajar, para ir al primer objetivo del entrenamiento laboral.

Una vez realizada la visita al cliente, nos fuimos y al subir al auto nos fundimos en otro profundo beso, ya acompañado de manoseos varios y entrecruzados, diendome Marcela ...no sabés como estuve esperando este momento, siempre tuve deseos de vos... Nos fuimos directamentea un Hotel alojamiento y ahí comenzño una relación de amantes por casi cinco años inolvidables.

Con ella compartí mi primer matrimonio, sin saber aunque siempre sospecho Susana sobre nuestro vínculo, que al final fue una de las causas  de mi primer separación en Enero de 1.980, después cuando formalice mi nueva pareja con Patricia, ahí no hubo inconvenientes, pués Patrica aparte de ser doce años mayor que yo, llevaba una vida sexual amplia y abierta y seguía manteniendo a su amante de practicamente toda la vida, situación que significó la incorporación de Marcela a nuestra cama, y ese será motivo de otro relato.