Bueno, parece que ninguno de los lectores que tantos e-mail me envían se anima a enviarme temas para crear los cuentos, una vez más les ruego que cualquier idea, situación, experiencia que hayan tenido, algún sueño, etc., etc., etc, me lo hagan llegar a mi correo para escribir sobre eso, así me ayudan a no explotar tanto mi joven cabecita…. Gracias a tod@s y un beso de Plastilina…. Mi correo es mayipf@yahoo.es.

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Esta historia que hoy les cuento es mucho más corta que las demás, pero aunque algunos no la creerán sucedió a una chica de mi escuela, que por demás hasta me resulta un poco cómica.
Annysia era una de las chicas aventajadas de nuestra clase, sus abundantes senos, sus prominentes caderas y sus empinadas nalgas, aparte del contoneo que siempre llevaba al caminar, hacia que todos los chicos quisieran poseerla en alguna oportunidad, pero ni modo, ella siempre se vanagloriaba diciendo que no estaba para cosas infantiles, que le gustaba y lo hacía con chicos de mucha más edad que ella, lo cual no daba oportunidad a ninguno. No era extraño escuchar que alguno se encontrase en el baño haciéndose una paja invocándola a ella y sus buenas dotes, alguno que otro resultó más osado y le tocaban las nalgas o las tetas, recibiendo sus buenas cachetadas a cambio.
Después, al cabo del tiempo supimos que la idea surgió de Dayron, uno de los chicos de nuestra clase y el que más interés siempre demostró por ella en el aspecto sexual.
Puestos de acuerdo con otra chica que fingiría una trifulca con ella en las duchas del gimnasio, era el momento oportuno para entrar a desapartarlas y llevar a cabo su plan. Junto a Dayron había cuatro chicos más involucrados en la malévola idea.
Solamente quedaban tres chicas en las duchas del gimnasio cuando comenzó la discusión planeada, el argumento fue que Annysia quería quitarle el novio, poco tardo en que se fuesen a las manos y comenzaran hasta halarse los pelos, las consecuencias no fueron trascendentes, pues de inmediato entraron Dayron y el resto de los chicos con la intención de separarlas. Una vez separadas las dos chicas restantes salieron corriendo de las duchas a medio vestir, incluyendo la que estaba liándose con Annysia, quedaba allí solamente ella totalmente desnuda y mojada. Los chicos comenzaron a observarla y proferirle frases y palabras bastante fuertes por las partes que observaban de su cuerpo, por mucho que ella quería con las manos cubrir sus partes, no lo lograba, tapaba una y descubría otras, trató de salir corriendo pero le cortaban el paso. Cuando intentó gritar Dayron se abalanzó sobre ella y le tapó la boca con sus manos, en esos instantes cayeron los dos al piso por el forcejeo y el resto de los chicos se les vinieron encima.
Unos trataban de tocar sus partes, otros de cogerla, pero decididamente ninguno lograba hacer nada por el desorden que formaron, Dayron al tener ocupadas sus manos en cerrarle la boca, tampoco podía hacerle nada. Dentro de toda aquella confusión que se formó, Annysia acertó darle una mordida en la mano a Dayron que dando un grito de dolor la tuvo que soltar. –¡YAAAAAAAAA!— fueron las primeras palabras que brotaron de la garganta de la chica, un grito que estremeció a todos y casi salen corriendo de aquel lugar. –¿por lo que veo ustedes lo que quieren es violarme?—, -dijo con un tono de voz bastante agresivo-… --¡pues hasta para eso son unos perfectos chiquillos estúpidos—, --está bien, si eso es lo que desean yo los voy a ayudar, nunca imaginé de enseñar a alguien de cómo debe violarme—, --síganme—, -les dijo con voz bastante autoritaria-… y muy resueltamente emprendió a caminar seguida por los chicos rumbo a los guardarropas, al llegar frente a su taquilla sacó sus zapatillas y quitándole los cordones se los entregó a Dayron, después extrajo una pañoleta que casi siempre llevaba rodeándole su cintura para hacerla más provocativa y se la entregó a otro chico, se acostó de espaldas en el banco y uniendo las manos sobre su cabeza le dio indicaciones a Dayron para que la atase bien fuerte… lo mismo indicó al otro chico pero con relación a sus piernas, que quedaban perfectamente abiertas.
Era verdaderamente impresionante la sangre fría que mostraba Annysia ante aquella situación. Allí, atada fuertemente de pies y manos, tendida sobre aquel banco, quedaba totalmente indefensa…Sus posteriores instrucciones fueron de que se pusiesen de acuerdo entre ellos en que turno lo haría cada cual y le introdujesen un pañuelo en la boca que estuviese bien limpio.
Sin haber estado allí presente puedo imaginar la cara de espanto que tendrían aquellos chicos… Después de haber cumplido todo lo indicado por ella, comenzando Dayron la faena, a cada uno le llegó su turno de follársela, algunos hasta lo hicieron en más de una oportunidad, mientras uno follaba los otros le acariciaban las tetas y todo su cuerpo, le daban besos por todo el cuerpo y Annysia con la mayor tranquilidad y aceptación se encargó de dejar satisfechos a todos. Una vez terminado y con sus pequeñas vergas ya flácidas, desataron a la chica y se marcharon. Annysia regresó a las duchas y después de tomar un buen baño se vistió y salió como si nada hubiese ocurrido.
Al día siguiente no hubo comentario alguno de lo sucedido en espera de la reacción de Annysia… esta solamente llamó a un lugar aparte a Dayron y le informó que cada uno de los que allí habían estado tenían que traerle al siguiente día, sin excusas ni pretextos $50.00 o de lo contrario se lo comunicaría al director de la escuela y los acusaría ante la policía por violación de una menor.
Todos cumplieron lo pactado y Annysia obtuvo una compensación de $300.00, que repartió entre todas nosotras, pero la venganza mayor vino después, cada vez que una chica pasaba junto a alguno de los chicos que participación en aquella supuesta violación, con una risa sarcástica les decían bajito --¡el violador….huyyyy, que miedo!—... y les sacaban la lengua, terminando con una amplia carcajada.
Nunca más se escucharon comentarios impropios sobre Annysia ni ninguna otra chica en nuestra clase. Una lección muy merecida a quienes se creen muy machitos y no son otra cosa que unos pobres y infelices mocosos.