Soy una mujer de 21 años, blanca de cabello largo ondulado y teñido de rubio, mis medidas son extraordinarias y creo que muy apetecibles para muchos hombres y por lo que narraré para mujeres también, tengo 90 cms. de busto, 58 cms. de cintura y 102 cms. de caderas, unas piernas gruesas, motivo por el cual siempre tengo problemas cuando me pongo minifalda, mido 1.68 cms. y todos hasta mi gente en casa, dicen que se me ve un "mujerón", a mi no me gusta mucho que me lo digan porque pienso que me lo dicen porque aparento (eso creo) más edad desde que tuve 16 años. Tengo mucha suerte con los hombres, soy una mujer muy codiciada, a los 16 años edad en la que tuve mi primera experiencia con una lesbiana madura, que no le importó mi edad y lo único que quería era conquistarme hasta que tuviera una relación con ella... A mi me encanta desde muy pequeña contemplar los cuerpos bellos de las mujeres desnudas, me encantaba ver tetas al descubierto sin importarme que fueran pequeñas o grandes, mirar "conchitas" al desnudo, afeitaditas o a medio afeitar el asunto que el gusto no quedó allí, luego sentí la atracción de poder tocarlas e introducir mis dedos en alguna conchita jugosa y si era inexperta mucho mejor... Alucinaba tocar a mi prima, que era una chica de 15 años pero muy linda y fina..., no sé porqué a ella le gustaba jugar conmigo más que con nadie... cuando nos visitaba en casa. Cuando jugábamos a las escondidas ella siempre me jalaba y se metía al baño (ducha) conmigo y una vez me besó... fue un beso delicioso..., su boca la pego a la mía y después con suavidad la abrió y succiónó dentro de ella, yo correspondí con avidez e hice lo propio con esa boquita tan deliciosa y de labios rosaditos y carnosos, tenía una dentadura perfecta y no fue díficil decidir meter la lengua y sentir sus dientes y su saliva caliente..., cuando nos besábamos (beso que duró un minuto, a lo mucho), ella muy osadamente intentó tocarme la conchita, pero yo llevaba un jean que no le permitía, pero se apresuró a tocar uno de mis senos, asunto que fue muy fácil pues yo no llevaba sostén (estábamos en verano), esto fue una invitación a que yo también la tocara, para mí esta situación resultó más fácil, pues ella llevaba un vestidito de seda muy pequeño y sólo lo levanté unos centímetros y urgue entre sus piernas con desesperación..., tenía puesto un calzoncito formado por un triángulo y unas tiritas a los costados, la muy pendenciera, se metía la pequeña truza en la parte de adelante y deja hacia fuera sus labios, seguro para estar excitada en todo momento... cuando me encontré con esto, no retiré el calzoncito de su lugar, me desesperé y lo jalé aún más metiéndolo más a aquella conchita tan rica y jugosita... Cuando recuerdo esto me arrepiento el no haberla tocado, pues fue la única vez que pudimos jugar así...
El asunto es que con ella, todo quedó allí, se la llevaron a estudiar a Piura y no la volví a ver más, ¿qué será de esa deliciosa niña?
Luego, comencé a estudiar en una Academia donde me enseñaban Secretariado, terminé el colegio a los 15 años y ya podía estudiar una carrera técnica y así fué, dejé de pensar en niñas y aún no tenía encuentro con algún niño guapo y sobretodo, como yo quería con una verga grandota y gruesa y por supuesto muy caliente y que saciara la pasión por amar que yo llevaba dentro. Un día cuando me iba a la Academia, tomé una movilidad que me dejo a cinco cuadras del lugar y tuve que caminar hasta allí, en el camino ví que me seguía en un auto, una mujer de 25 años (luego me enteré que era esa su edad) me pasó la voz y me preguntó el nombre de una calle. La primera impresión cuando la ví fue extraordinaria, era una chica rubia de cabello largo, con ojitos verdes, una nariz muy bonita y unos dientes muy bellos, estaba bronceada por el sol y los vellos de sus brazos eran casi blancos (o es lo que parecía). Tenía puesta una blusa pequeñita, anudada al cuello, color azul pastel, con un escote bastante revelador, con grandes pechos, redondos y muy bien dispuestos (pude ver a través de la fina tela sus pezones). Acompañaba a su atuendo un pequeño pantaloncito de jean, por lo que pude observar la belleza de sus piernas, torneadas y muy bien cuidadas. Pues, me preguntó por una calle, retirando sus lentes de sol muy coquetamente, le dije que no conocía esa dirección y me dijo muy amigablemente: "Hasta donde vas...? ¿Si gustas te doy un "aventón"? ¿Sube linda...? ".
Yo no lo dudé ni un instante, me atrajo mucho, era muy linda... Ella empezó a conversar conmigo mientras avanza muy lentamente con el auto, me preguntó inicialmente, que edad tenía, si tenía hermanos, si vivía en la casa de mis padres y algunas cosas más que me hicieron tomar confianza con ella, hasta tuve la oportunidad de decirle que era una chica muy guapa y ella respondió: "Tu también... ¿a qué hora empieza tu clase...? le dije que tenía cuarenta y cinco minutos, que iba a preparar un trabajo con mis amigas, por eso que estaba yendo más temprano...Me llevó hasta la Academia y me dijo que ella pasaba de regreso a su casa por ahí y que si coincidíamos tal vez podría llevarme a mi casa... Eso era muy díficil, nunca la volvería a ver, pero no fue así... El asunto es que yo ingresé a la Academia, entregué mi trabajo (la parte que me correspondía) y mis amigas me dijeron que lo llevarían a procesar para poder presentarlo y así obtener la nota que nos faltaba por un examen que habíamos desaprobado. Bien, salí a comprar un cigarrillo, que fumaba a escondidas de mis padres (pues ellos no sabían que yo fumaba desde los 14 años) y... allí estaba ella..., no se fue cuando ýo pensaba que me había "jalado" hasta mi centro de estudios...y que se iría a su destino. Me acerqué sonriendo y adivinándole el pensamiento le pregunté: "¿Que pasó...? ¿A quién esperas...? Me contestó, muy osadamente: "A tí, mi amor..." Yo no lo dudé un instante... me monté en su auto y me llevó hasta su apartamento. En el camino yo la miraba mucho y ella sonreía, cuando lo hacía retiraba su mano derecha del timón y tocaba mi pierna, intentando subirla hasta mi sexo, pero yo la retiraba con mucha gracia y jugamos a los toqueteos, yo retiraba su mano e intentaba tocar una de sus riquísimas tetas..., ella se hacía la que no quería, hasta que deje que me tocara, abriendo las piernas lo más que pude, retiró mi truza a un costado y con una sola mano abrió los labios de mi vagina afeitadita y colocó un dedo en mi clítoris frotándolo muy suavemente en forma circular, yo dí un pequeño quejido y cerré las piernas deseando retener aquella mano en el lugar, levanté mi vestidito y retiré mi truza con el fin de que le fuera más fácil manipular aquella conchita que estaba ávida por ser tocada, ella siguió tocándome mientras conducía y me tapaba cuando nos parábamos por alguna luz roja u otra razón. En una de esas paradas me tocó a mi gozar de aquel cuerpo maravilloso, toqué sus piernas suaves al tacto y firmes en su musculatura, le masajeé el lado interno de sus muslos y ella suspiraba de gozo..., metí una mano (con mucha incomodidad) en su blusa, y toqué uno de sus senos duros y con los pezones turgentes, pellizqué suavemente uno de ellos y ella lo disfrutó, casi arrodillada y con la mano izquierda, porque la otra estaba ocupada manoseando esa teta riquísima, me toqué el pubis y deslicé el dedo medio dentro, tan sólo un poquito, y toqué y froté mi clítoris, me llevé la mano a la boca y la ensalivé y nuevamente la metí en mi vagina introduciendo dos dedos dentro de ella y moviéndola una y otra vez en muchas direcciones con mucha desesperación... Ella me calmó y me dijo: "Espera linda... ya vamos a llegar... tranquila..."
Pues llegamos a aquel lugar, ella abrió el garage con un controlador y nos metimos dentro, estaba muy oscuro, apago el auto y me miro, se me acercó y me besó, fue un beso apasionado pero muy dulce y delicado, me emocioné mucho y me respondí con mucha pasión también. Ella mientras me besaba, me llevaba el cabello hacia atrás y luego acariciaba mis hombros, mi espalda, mis caderas (masajeaba suavemente) y luego la parte interior de mis muslos de uno y otro lado sin tocar mi sexo, que estaba ansioso de ser tocado, luego cogió con toda su mano mi conchita como queriendo quitarla del lugar y uno de sus dedos se metió dentro, muy graciosamente lo metía y lo sacaba y yo me humedecía con tal movimiento, le pedí que frotara mi clitorís y separó con aquella prodigiosa mano mis labios vaginales y con la puntita de su dedo le hacía como cosquillitas, haciendome delirar de placer, le rogué que no parara que me besara y me tocara... y me hiciera lo que le venga en gana... que yo era suya...!
Todas despeinadas, bajamos del auto, el asunto ya no daba para hacer cositas ahí y ella me dijo, que subieramos a su apartamento, ella vivía sola y nadie nos molestaría, saco una botella de vino de la "guantera" y subimos riéndonos, yo delante de ella y ella soplándome el culito tratando de apartar mi vestido como si el aire fuese el atrevido.
Era un apartamento muy bello y lujoso, no había cama, solo alfombra color perla y cojines por todos lados, un precioso equipo de sonido, un kitchenet muy bien equipado y el baño era lo más sorprendente, tenía el jacuzzi más bello que había visto, en forma de corazón y con dos mangueritas que salían por los laterales, ante tanta belleza, le dije: "Me quiero bañar... contigo...", pues la respuesta fue inmediata, primero tomamos una copa de vino y al agua patitas..., ella dejò que me desvistiera y me miraba muy indiscretamente, se colocó delante de mi con una copa en la mano izquierda y la botella de vino en la otra, yo retiré hacia arriba mi vestidito y cuando aún no había terminado de hacerlo, ella con las manos ocupadas ya se había agachado para chupar una de mis tetas, primero le pasó la lengua a una luego a la otra, después empezo a succionar una de ellas, succionando y lamiendo, succionando y lamiendo..., luego paso la lengua entre mis dos tetas y bajo lamiendo sin descuidar un centímetro de piel, yo seguía con los brazos en alto aún sujetando mi vestido como si me hubiera quedado inmovilizada en esa acción, metió su lengua en mi ombliguito y comenzo a lamer mi vientre con gran avidez, separé mis piernas y ella bajo hasta mi pubis lamiéndolo como una gatita amorosa, metió la puntita de su lengua en mi cosita, así cerradita como estaba y empezó a lamer y lamer hasta que yo le pedí aún más. Dejó la copa y la botella sobre una mesita y yo jadeando de placer, tiré el vestido sobre la alfombra y me apuré a acomodar unos cojines, cuando estaba arrodillada mostrándole el culito, ella se desvistió rápidamente y empezó a mordérmelo aprovechando la posición (como un perrito) que había adoptado para poder acomodar aquellos cojines. Me volteé y la ví... allí estaba esa diosa... completamente desnudita y bella... me eché sobre mi espalda y ella vino sobre mí, agarré sus senos con ambas manos y los movía y masajeaba circularmente gozando del tamaño de los mismos, sus pezones estaban duritos, humedecí con saliva mis dedos y los empecé a pellizcar... mientras lo estaba haciendo ella en una arranque de pasíón, tocó abruptamente mi conchita y le metió un dedo... y luego dos y con el pulgar frotaba... frotaba... frotaba... y frotaba sin cesar mi clítoris y yo gemía y gemía hasta que sentí desfallecer y decidí hacerla feliz con una de mis caricias, yo no tenía experiencia e hicé lo que me hubiera gustado a mi que me hicieran, la tumbé en su espalda y le pedí que abriera los brazos y las piernas lo más que pudiera. Mi intención era verla de esta manera..., regalada para mí..., dispuesta a lo que yo quisiera hacer con aquella anatomía y me metí entre sus piernas, sin preámbulos, abrí su vagina con mis dos manos y pasé mi lengua, primero la puntita, de arriba hacia abajo de su clítoris, que por cierto era muy grande y delicioso, yo quería eso...luego lo chupé mucho... muchísimo y ella pedía más... y ... más..., luego lo succioné y no lo soltaba, aspiraba y aspiraba, abriendo mi boca lo más que podía traté de chupar toda aquella jugosa concha, rica, cachona... y resbalosa por los jugos deliciosos que de ella emanaba, la abré chupado y metido la lengua por espacio de una hora... yo no descansaba y ella desfallecía de placer..., hasta que sentí como se orinaba en mi cara..., inicialmente me preguntaba si yo estaba haciéndola gozar realmente..., pero creo que la respuesta no fue más clara...seguimos luego de descansar..., pero quiero saber que tanto te gusta este cuento, ver mi votación y seguir narrando cuando ingresé con ella al jacuzzi y todo lo que me pasó hasta la edad que ahora tengo y vivo...
MMMMMMm chiquita este relato me dejo mas que exitada. Quisiera que me lo hicieras ahorita mismo...... Me estoy tocando imaginando que eres tu. Quiero mas