Mi hermana y yo fuimos inseparables desde pequeñas, fuimos al mismo colegio primario y luego a la misma preparatoria, salíamos juntas a todas partes, nos conocíamos los secretos mas íntimos, pero siempre intuí que esa sombra en sus ojos provenía de un secreto jamás revelado y con el correr del tiempo comprobé que mi intuición no me había fallado
Mariana era hija de una relación fortuita de mi padre, pues a él jamás le conocí mujer alguna, por otra parte sabía que mi madre había muerto al darme a luz. Si bien el no era el típico viudo deprimido, jamás volvió a casarse. Así que mi padre pronto se encontró solo y con dos hijas que criar de diferentes madres.
Como teníamos prácticamente la misma edad, a medida que fuimos creciendo compartimos el colegio y el grupo de amigos, nos criamos como dos chicas sanas y bonitas. Ella morocha, ojos y cabellos negro azabache, yo castaña ojos marrones y tez blanca. Teníamos ambas ese físico adolescente que gustaba a todos, pechos firmes y piernas bien torneadas, no teníamos queja al respecto y éramos muy felices.
Una noche papá avisó que se quedaría en casa a trabajar y nos pidió silencio. Nos acostamos temprano, tratando de hacer el menor ruido posible
y nos quedamos dormidas rápidamente.
En medio de la noche desperté con sed, me dispuse a bajar a la cocina, noté que la cama de mi hermana se encontraba vacía, no me extrañó, pues pensé que habría tenido mis mismas necesidades. Iba camino de la escalera y al pasar frente al cuarto de nuestro padre, me llamó la atención, una serie de suspiros femeninos, poco habituales en esa parte de la casa. Me detuve junto a la puerta y los suspiros se convirtieron en gemidos de intenso placer. La puerta estaba cerrada y mi curiosidad en aumento, decidí entonces salir por la ventana del cuarto de servicio, para poder espiar por la terraza contigua. Como las cortinas no estaban bajas la visión que tuve fue increíble.
Como describir la sensación al ver a mi hermana desnuda, a merced de los dedos y la lengua de nuestro padre.
De repente me dieron ganas de salir corriendo, sentí asco y una parte de mí quería desaparecer de la vida de ambos, por otro lado algo innato me retuvo.
Mariana, espléndida en su desnudez, estaba tendida en la cama de papá, con las piernas abiertas, con una mano le atraía la cabeza hacia su vulva y con la otra se apretaba el seno derecho con una fuerza increíble, lo estrujaba sin control y no cesaba de gemir. La boca de papá parecía querer devorar esa preciosa chocha y los jugos que de ella manaban, su lengua se arrastraba de adelante hacia atrás, sin dejar centímetro por recorrer, esparciendo el flujo espeso por todos lados sin descanso, mientras mi hermana lo ayudaba arqueando sus caderas, para que quedaran justo a la altura de su boca.
- Un dedo...Quiero un dedo, gimió desesperadamente mi hermana.
Sin mas, papá colocó su dedo mayor dentro del agujerito, lo metió y sacó varias veces, lo mojó por completo y luego se lo puso en la boca. Mariana lo lamió en forma sensual, mirándolo directamente a los ojos. La boca de papá chupó sus pechos, su lengua lamió sus pezones, para después morderlos y estirarlos hasta que quedaron rojos y erectos.
Papá – Mamámelos.
Así lo hizo él, como si de ellos pudiera extraer leche, chupándolos desesperadamente. Por entre las piernas de ella podía ver las dimensiones de la tremenda erección de nuestro padre.
En ese instante me di cuenta de mi tremenda excitación, de la humedad que sentía entre mis piernas y de la dureza de mis pezones.
Papá bajaba con su boca por el cuerpo de su hija con una maestría, con un conocimiento del terreno y de los deseos de ella, que me dieron la pauta que esto no estaba ocurriendo por primera vez.
- Muerde el clítoris papi... Sii así quiero gozarte
- Eres tan rica hijita, como me gusta tu sabor
- Chupamela mas papi...Mas...Mas... Suspiraba totalmente descontrolada.
Papá siguió un rato mas hasta que levantando su cara y mirándola a los ojos le dijo: - Ahora papi te va a dar su pedacito
- Sii, quiero que me folles, - damelo!!!
Acto seguido, mientras ella se abría los labios de su vulva que brillaba empapada, papá la penetró lenta, pero firme y su verga completa fue engullida por la vagina de su hija, empezando ambos, una danza de caderas y embestidas que me quitaron el aliento.
Las manos de Mariana se asían fuertemente a los barrotes de la cabecera de la cama, cada vez que papá empujaba mas y mas dentro de ella.
- Lo quiero entero!!!- Repetía con voz ronca
- Lo tienes entero!!!- Ahora muévete niña, muévete...Gózalo asi!!!
Yo no podía mas, estaba completamente excitada y muerta de envidia, quería esa verga dentro de mí, esas manos empujando de mis caderas, pero no podía interrumpirlos y no me podía mover; paralizada.
- Te gusta verdad, le preguntó papá
- Sii, me encanta, quiero mas!! - Hazme lo que quieras!!!
Oyendo esto papá llevó su verga desde la vulva de mi hermana hasta la abertura del culo, Estando ella de rodillas y en cuatro estirándose el clítoris para estimularse hasta el paroxismo.
- Pedime lo que quieras, -
- ¿A donde le gusta a la nena bonita de papi?
- Damelo por atrás papi; - follame el culo!!
Sin hacerse esperar papá acerco su verga hasta el agujero de su nena, lo refregó un poquito, dejó caer un hilo de saliva, para que se deslizara suavemente y con sus manos comenzó a embocarle la puntita.
- Más, quiero más!!! - No me dejes así papi!!!
Esto pareció estimular más a nuestro padre, que de un empellón se la enterró por completo.
- Que hermoso se siente!!! - Dale metela y sacala papi!!
Y las manos de papá acercaban y alejaban las caderas de su nena, logrando que su verga la atravesara una y mil veces, que entrara y saliera con facilidad asombrosa, de ese pequeño agujerito, ahora totalmente dilatado.
Mis manos a esta altura de los acontecimientos, no hacán mas que restregar mi cosita por encima de la camisa de dormir.
Después de un buen rato de empellones, mi hermana le dijo a papá:
- Quiero leche papi; dame toda tu lechita!!!
Papá obediente, saco la verga del culo de su hija y se la colocó en la boca.
- Dale duro mi amor , que la lechita ya viene!!!
Mi hermana aceleró el ritmo de la chupada, hasta que un chorro de semen le inundó la boca, con la lengua lo saboreó y lo desparramó por toda su cara, terminando ambos con un beso de lengua, húmedo y sabroso.
Tratando de recobrar mi compostura, me moví presurosamente hacia la cocina, estaba en eso cuando llego mi hermana con la vista aún nublada, por lo vivido; me pregunto que hacía allí a esas horas de la noche, y pícaramente me dijo: - A mi también me dan ganas de tomar un poco de leche a la madrugada.
Después de esa noche, comprendí muchas cosas mas de la vida de ambos, Mi hermana se sirvió un vaso de leche y se fue a la cama, yo por mi parte, desde la cocina me fui al baño, porque había quedado terriblemente excitada, me senté en el borde de la bañera y me dispuse a saciar mis ansias.
Mi ilusión después de haber presenciado aquello, era estar con papá, así que sentada recurrí a mis manos y a mi imaginación, lentamente abrí mis piernas, tome la esponja y con ella comencé a rozarme los labios de mi vulva, adentrándome con los dedos dentro de mi vagina. La esponja acarició mi clitoris en forma circular, repetidas veces. Durante todo el tiempo en que me masturbé no pude dejar de pensar en papá, en sus manos sobre mi hermana, en su lengua recorriéndola y en su verga enorme desfondándola, quedando grabados en mi mente los gemidos, y a medida que estos se reproducían en mí, mis dedos exploraban mas en lo profundo y mis caderas se elevaban mas y mas. Logre un orgasmo increíble, prolongado, uno de los mas placenteros de mi vida.
Después, me fui a la cama y me quedé profundamente dormida.
Al día siguiente nos levantamos, como de costumbre, alrededor de media mañana, estudiamos, hasta que llegó papá y luego más tarde la empleada nos sirvió el almuerzo en la sala.
El comportamiento de ambos fue irreprochable, poro como yo estaba alerta hasta el mas mínimo detalle, esto tampoco pasó desapercibido para ellos; papá aprovechando un momento de distensión, me preguntó cuando le presentaría un novio, me sonrojé, le respondí que eso no estaba en mis planes. – Entonces aún eres virgen, inquirió, a lo que respondí rápidamente y sin pudor alguno que eso era cierto.
Mi hermana se levantó y se fue rápidamente a nuestro cuarto y yo la seguí mas tarde.
Cuando estábamos escuchando música y sin que mediara palabra, se dio vuelta y me dijo: - Ahora que lo sabes, ¿Qué piensas hacer?.
- Nada hermana, que quieres que haga, solo decirte que estoy dispuesta a escucharte si deseas contarme. Comenzó diciendo que esto ocurría desde hace mucho tiempo, antes que pudiera manejarlo, sentía culpa y vergüenza, pero luego aprendió a disfrutarlo, me confesó que en mas de una oportunidad, era ella quién lo había buscado. Quiso saber que sensación había tenido al verlos, le respondí que al principio sentí asco, pero luego no había resistido a la tentación de quedarme a ver.
Llegó la noche, cenamos los tres y al terminar, papá se aprestó a salir.
Dormimos mas de cuatro horas, cuando sonó en forma insistente el teléfono, bajé semidormida a atender. Era una llamada para papá y el señor que hablaba insistió que anotara el recado. Cuando me disponía a subir, se abrió la puerta, era papá que regresaba, me preguntó que hacía allí a esas horas, le respondí con un beso en la mejilla y entregándole el mensaje. Luego de leerlo atentamente, sus ojos se deslizaron en mi, bajando lentamente por mi cuerpo, me dio la sensación que mi pijama se había vuelto trasparente. Me quede allí tiesa como paralizada, una mano de él se acerco a mí y comenzó a recorrer el escote de mi pijama, estirándolo levemente hasta rozar el nacimiento de mis pezones. Mi reacción no se hizo esperar y estos se pusieron duros y erectos, mientras que mi respiración comenzó a agitarse.
- ¿Así que anoche nos estuviste espiando? Musitó papá a mi oído.
- Si, respondí con un hilo de voz.
- Te excitó mucho, ¿verdad?
- Si, mucho...
- ¿Quieres saber lo que se siente? Preguntó mientras seguía con sus caricias.
- Me encantaría...
- ¿Tu hermana no te contó lo que se siente? Prosiguió preguntándome.
- Algo me comentó, pero quisiera experimentarlo yo misma...
Siguió explorando mi cuerpo y yo retrocediendo hasta la escalera, allí una de sus manos acarició mi pecho y la otra se bajó hacia mi vientre, sobre la tela de mi pijama. Me di cuenta que sin querer había abierto las piernas, facilitando su exploración, hacia el sitio donde yo quería que fuera.
Ven vamos a mi habitación, me dijo, así fue como me tomó de la mano y me llevó escaleras arriba a su cuarto.
Allí al borde de la cama, besó lentamente mi cuello, dejó deslizar su lengua por el, la metió en mis orejas, y mordisqueó sus lóbulos, sus manos acercaron nuestras caderas para que pudiera palpar su excitación, la dureza de esa enorme verga.
- ¡Que bonito cuerpo tienes! Me encantan tus tetas
- ¡Muérdemelas papi!!! Me escuche decir sin poder creerlo
- ¿Eres tan sabrosa como tu hermanita? Quiero saborearte, ¿Me dejas?
- Si, puedes... Respondí con un hilo de voz.
-¡Estas muy mojadita!!!, Con gran delicadeza me abrió mas las piernas, enterró su cara entre mis piernas, lamiéndome los labios suavemente. Yo no podía creer que tanto placer fuera posible.
-Tienes una preciosa chochita hija, apenas con una leve pelusita, como me gusta a mí...
- Pruébala papi, ¡verás que tiernita!, Lo alenté entusiasmada.
- Que rico olor a hembra en celo, me estas poniendo a mil nenita !!! - Seguí, seguí papi no te detengas, supliqué
- Te voy a enseñar igual que a tu hermanita, ¿Quieres?
- Sii, enséñame papi, le pedí muerta de calentura
- Ahora quiero comerte esa rica almejita virgen, así que quédate quietita. Su lengua empezó a transportarme al paraíso, sentía sus rugosidades dentro de mi agujerito, entraba y salía, llenándose de flujo, lamió mi clítoris haciendo círculos a su alrededor, haciéndome saltar de gozo y lujuria.
- Tienes un sabor delicioso!!! Igual al de tu hermanita
Mi placer llegó al máximo cuando papá, metió su dedo grueso en mi agujerito y comenzó a moverlo en redondo, apoyándolo en las paredes de mi vagina, arrastrando hacia fuera, esparciendo el flujo por los labios de mi chochita. Levantó mis caderas para tener una visión total de mis dos orificios, uno dilatado, el otro virgen y palpitante. Su lengua ahora recorría los dos caminos, al tiempo que con su dedo mojado hacia círculos en mi culito, haciendo el trabajo inverso yendo y viniendo.
- Ahora te toca a ti nena a darme algo de placer, me dijo con voz ronca.
Se paró frente a mi desprendió su pantalón, y salió de su encierro esa imponente verga.
- Tómala con tus manos y llévatela a tu boca, susurró
Recordé lo que había visto la noche anterior, comencé a recorrerlo de arriba hacia abajo, mientras lo sentía crecer al paso de mi lengua, abrí mi boca, engullendo su cabeza, y la deje allí dentro, dejando que mi lengua lo lamiera como un helado de crema, Los gemidos de papá, ahora se hicieron intensos y sus manos empujaban mi cabeza hacia su ingle, metiendo y sacando su verga de mi boca, en un inequívoco gesto de follarme de esa manera, cosa que lo enloqueció totalmente.
Cuando se sintió venir se apartó de mí bruscamente diciéndome:
- ahora te voy a follar como lo hice con tu hermana anoche.
Con sumo cuidado poyo su polla en mi agujerito y comenzó a presionar.
- Que estrecha eres!!! - Ábrete un poco más amor, dame un resquicio!
Y de un solo empellón la metió completa, cortándome el aliento.
- ¡Ahora si muévete conmigo y goza!!!
- Que grande es papi, dame mas lo quiero todo adentro!!! Sentía que sus caderas galopaban con las mías, sus manos no paraban de estrujar mis pechos, sentí en ese instante que mi cuerpo era una llama encendida. Inmensamente feliz con esa verga que me estaba partiendo, con la fricción que de cada mete y saca.
- Más adentro, papi, por favor !!! – Metela bien adentro, suplicaba
Papa, haciendo caso de mis ruegos me tomó de las piernas, las puso sobre sus hombros y siguió empujando.
- Me estas partiendo papi, me encanta!!!! Chillé
Así como estábamos, me levantó, hizo un giro dándole la espalda a la cama y se recostó en ella conmigo ensartada, llevé las manos de papá hacia mis pechos, le pedí que los estrujara y como una yegua en celo lo cabalgué desenfrenada.
- ¿ Te gusta así papi? – Te gusta que sea muy puta!!!
- Papá solo gemía, apretando mis pechos descontrolado, cuando sentí que una oleada de calor intenso me estaba recorriendo, me separé de él rápidamente, alcancé a colocar mi boca en la cabeza de su verga al tiempo que esta explotaba.
- Dame toda la leche papá, la misma que le diste ayer a mi hermana! Rogué
Entre lamida y lamida, pude saborear al principio, esa leche tibia y sentir ese bramido gutural cuando descargó toda su carga dentro de mi boca.
- Eres sensacional hija, mucho mas de lo que esperaba!!!
Después de esa increíble experiencia, me di una ducha, me acosté y dormí placidamente.
La mañana siguiente me desperté con la preocupación de enfrentar a mi hermana, enseguida me trajo el desayuno la mucama, quien me dijo que mi hermana había salido de compras con papá, con lo que supuse que el le habría comentado. Ellos llegaron después del mediodía y mi hermana no hizo ningún comentario al respecto.
Transcurridos algunos días de los acontecimientos, papá nos invitó a pasar unos días en la playa, pensé que él vendría con nosotras, pero una vez mas me equivoqué, en el aeropuerto nos enteramos que el vendría luego, así que una vez mas, solas nos fuimos a Mar del Plata. Dos horas después, ya instaladas en la casa, salimos a comprar alimentos, alquilamos dos películas y nos dispusimos a ver el anochecer desde la terraza. Cenamos comida rápida, vimos una de las películas y cuando nos acostábamos mi hermana me encaró sin rodeos.
- ¿Como la pasaste con papá?
- Estuvo sensacional, fue la mejor manera de iniciarme en el sexo, respondí entusiasmada.
Con total desenfado me respondió, que se encontraba muy complacida y que de aquí en más no habría ningún problema en compartirlo. A medida que me hablaba no podía dejar de admirarla, sentía que otra persona se estaba revelando ante mi. Nos Fuimos a dormir al dormitorio de papá que tenía una sola cama, mientras estaba leyendo un libro, me toco la espalda y me dijo:
- durante todo estos años nunca tuviste la fantasía de estar conmigo,
- la verdad que si, le respondí
- ¿conmigo a solas o con los dos? Quiso saber
- Ambas cosas, le dije a secas
- ¿No es hora que hagamos realidad nuestras fantasías? Me dijo, acariciando suavemente mi cabello; mis manos, instintivamente se cerraron sobre los pechos de mi hermana, ella respondió pellizcando mis pezones uno a uno hasta que se pusieron erectos y muy colorados.
- Esto es delicioso, ¿como perdimos tanto tiempo? Susurró a mis oídos
- Como me calentás hermanita quiero comerte entera, ¿Puedo?
- Cómemelos, quiero que me comas entera. Así lo hice, mordisqueando esos pezones morados y erectos, mientras ella enterraba mi cara en su pecho. Nuestros cuerpos se acercaron tanto que nuestras vulvas se pegaron una a la otra haciéndonos enloquecer de calentura, las manos de mi hermana mas expertas que las mías, bajaron rápidamente hacia mi entrepierna y con gran destreza y con una sola mano abrazó mi vulva por completo, oprimiéndola con una firmeza impresionante. Las mías bajaron por su espalda, llegaron a sus nalgas y la pegaron a mí.
- Déjame meterte un dedo, quiero sentir tu calor y tu sabor, le dije, mientras hurgaba los labios de su chocha. Ella no se quedó atrás he hizo lo mismo, metió su dedo hasta el fondo, luego lo saco, llevándoselo a su boca saboreándolo, lo cual me puso a mil.
- ¡Como me gusta tu sabor hermana, como perdimos tanto tiempo!!! Luego se coloco un dedo en lo profundo de su ser y me lo dio a probar.
- Quiero comerte toda, le dije completamente excitada
- Soy toda tuya, me respondió abriendo sus piernas frente a mi cara. Mis dedos abrieron con sumo cuidado sus labios, dejando al descubierto un interior rosado, que remataba en un clítoris puntiagudo que invitaba al mordisco, así lo hice, haciéndola retorcer de placer, luego saqué mi dedo e introduje mi boca, llevándola al orgasmo tan deseado.
Descontrolada me suplicacó:
- No me abandones, muérdeme el clítoris, chúpame completa, hazme gozar!!!
Se contorsionaba y levantaba sus caderas ofreciéndome el camino bien abierto, para que pudiera recorrerla sin problemas, hacia allí fue mi lengua, directo a su agujero como si de un pene erecto se tratara, comenzó a entrar y salir, siguiendo los movimientos de su cadera.
- Follame con tu lengua bastarda!!! Gritaba sin poder controlarse
Levanté aún mas sus caderas para dejar su culito a mi merced, hice el trabajo de apertura con mi lengua, penetrándola luego con dos dedos, notando como sus músculos se contraían y se cerraban sobre mis dedos, fui y vine tantas veces como ella me suplicó, acelerando el ritmo, hasta que un torrente de flujo bajo por su vulva, mientras un grito inundó su garganta:
- Ay!!! Me estoy corriendo, Aaaaaaaaaaaaaggggggggg que rico!!! Supe que había logrado su segundo orgasmo y ahora se dedicaría a mí. Me tendió de espaldas sobre la cama, lamiendo cada pliegue de mi chocha, esparciendo y llevando los jugos hacia mi culito.
- ¡Que hermosa eres!!! - Que chocha divina, querida hermanita
- ¿Te gusta? Es tuya!!! -Cómela toda la noche, si quieres.
Así comenzó el delirio, la lengua de mi hermana no paraba de entrar y salir de un agujerito al otro.
- Ahora vas a saber lo que es gozar cariño. Dicho lo cual me introdujo dos dedos, uno en la vagina, otro en el culo, al mismo tiempo y juntándolos por dentro, presionando ambas paredes, como queriendo atravesarlas para unir ambos dedos.
- No dejes de moverte adentro!!! Le supliqué a media voz
- ¿Rico el candadito??? Y sus dedos entraban y salían acompasadamente en cada uno de mis agujeros, mis caderas subían y bajaban sin control y mi vientre se sacudía ante cada embestida.
Acto seguido me colocó un exquisito vibrador, alternándolo en cada agujerito, variando su intensidad, dejando una sensación de temblor interno que anticipaba un orgasmo descomunal.
- Déjame comerte también a mi querida hermana!!! - quiero acabar con mi lengua dentro de ti!!!
Las dos nos colocamos en posición para un sesenta y nueve impresionante, nos follamos con nuestras lenguas sin piedad hasta estallar en el tan ansiado orgasmo.
El orgasmo sobrevino para ambas en forma intensa, como un terremoto interior, que dejó nuestras piernas y cuerpos temblorosos y las bocas llenas de crema y flujo con sabor a sexo.
Ese fin de semana con mi hermana fue magnifico y sirvió para reforzar aún mas mi relación con ella. Ahora en la soledad de mi cuarto, comencé a pensar en la fantasía incumplida. Estar los tres juntos, iba a ser la más difícil, pero adiviné que sería la experiencia más excitante jamás imaginada.
( continuará )
martamarques
MIRA PARA LA PROXIMA FIJATE BIEN QUE RELATO TE VAS A COPIAR, PORQ HABRA PERSONAS QUE NO SE DAN CUENTA PERO CONMIGO NO ES ASI, DEBERIAS CAMBIAR EL TITULO Y PONERLE "COMO ME COPIO EL RELATO TITULADO: "EL PAPA DE ALDANA!!" TEN INGENIO CREATIVIDAD Y NO TE COPIES LO DE LOS DEMAS..... JAJAJA