Hace tiempo que caí en la rutina con mi novio, pues el trabajo nos impide estarmucho timepo disponibles.
Por eso me he dedicado a masturrbarme todas las noche despues de que se va Eduardo. Me pongo ropa muy sexy, y empiezo a tocarme, poco a poco me despojo de ella. Me acuesto sobre el sillon con las piernas bien abiertas y me humedezco la concha.
Poco a poco me siento más deseosa, deseosa de ser penetrada por dos hombres, pero es imposible, solo tengo junto a mi dos consoladores de buen tamaño, para que me llenen bien los hollos hambrientos.
Me abro las nalgas y me embarró en el anito un poco de vaselina, para lubrircar, coloco el consolador más grueso en la entrada de mi ano, y me siento en el. Entra rapido, como me gusta, entra casí todo, y enseguida me levanto a caminar con él entre mis nalgas.
Me acerco a la ventana con la intención de que algun curioso se de cuanta de mi hazaña. Despues regreso al sillon pero ahora ya me siento totalemte en él, lo que termina por meterlo hasta el fondo de mi ano.
Ahora pongo el otro consolador en la entrada de mi vagina, que esta inundada de liquidos, y empiezo a clavarmelo tambien, empiezo a sentirme saciada. Hasta que entra por completo. Y de nuevo me levanto a caminar, apretando bien esos ollos para que los penes de plasticos co se salgan ni un centimetro de sus cuevas.
Y asì me paso un buen rato, hasta que ya no puedo más, y me acuesto de nuevo, y empiezo a mover mis caderas, mientras mis dedos masajean mi clitoris. Y asi poco a poco, intensificando los movimientos llego a mi orgasmo intenso. Pero eso sí, los penes se quedan dentro de mi, otro tiempo más.
Despues de disfrutarlos un rato, poco a poco sacó el de mi vagina, y el de mi ano, se queda alli, hasta la siguiente mañana, que despierto deseosa de otra masturbación.
pues la verdad como quisiera estar con tigo para alludarte y que no tengas necesidad de heso