Yo invento una mentirita blanca que siempre me la creen en los almacenes donde adquiero las botas italianas de punta negras de tacón bajo, para que las vendedoras se las pongan al lucírmelas igualmente caminarlas, al dejarme que se las toque y vea como se les amolda a sus pies como tobillos al decirles y recomendarles que se hagan un regalito ya que se les ve muy bien y va con todo tipo de atuendo que visten las mujeres, excusándome que recientemente se las regalé a una amiga pero como no ha tenido el tiempo para reunirnos y mostrármelas me complacen las vendedoras al imaginarme momentáneamente soñando con la mirada que son las mujeres a quién e frecuentado y estado que me las caminan desnudas como Dios las trajo a este mundo, dándose las vueltas como fueran modelos de pasarela internacional al mostrarme cada una de sus piernas que la hacen brillantes a mis gustos como fantasías eróticas y lujuriosas también como deslizan sus manos por lo largo y ancho de sus contornos anatómicos en pleno pasillo del almacén de calzados sin nadie que nos moleste ni nos interrumpa para anda el firmamento que estoy evocando como soñando despierto, volviendo concretamente a la realidad dándoles el agradecimiento a estas vendedoras que se han tomado el tiempo para ponérselas y caminarlas al ver como les luce con una bendita excusa que las regale recientemente pero no han tenido el tiempo ni el chance de mostrármelas mis queridas amigas…