Yessenia confesandose siempre a la predileción como a petición del sacerdote no lo hacen dentro del confesionario sino en la sacristia a solas encenrrados que nadie los interrumpa ni tampoco los moleste para nada. El sacerdote le dice puedes decirme todos tus pecados no importa que tamaño tengan y la gravedad que sea, de rodilla Yessenia el sacerdote le abre sus piernas al dejarse desabrocharse la correa con el pantallon y el zipper de este se lo baja y se lo quita dejandolo solamente con el habito puesto de la cinutra para arriba, metiendose Yessenia en que le toca con su mano la bendición del miembro viril de la polla del sacerdote, que esta gigantesco como duro y enorme como fuera una cabeza de proyectil, en que se acaricia igualmente le palpa hasta se los toca los testiculos que están perfecto y grandotes al parecer de la misma Yessenia muy alegre viendo que este sacerdote no se viene con cuento y no anda por las rama quiere lo quiere cercano.
Con la lengua juguetona y traviesa de Yessenia con lam era punta se lo pasa superficial, leve y suavemente por la misma cabeza de la polla de sacerdote con las dos manos puestas en todas las rodillas del propio sacerdote que esta exhortado y entretenido como relajado e inclusive, concentrado hasta deleitado como colosal finalmente bendito por la presencia grata de Yessenia en la oficina de la iglesia a solas con este. Adentrandose más a profundidad al meterse la cabeza y parte del cuello de este en la boca al chuparselo y mamarselo euforica y dominantemente en que pone a gemir y gadear con ta locura premeditada al sacerdote que exclama ay. uy. varias veces, con las dos manos puestas en la cabeza de Yesseia que se la mantiena baja mirando a su pené diciendole no pares hija siguele que estas haciendo la penitencia conmigo y estas pidiendo tu redención ante los ojos específicamente de nuestro Señor que esta observandote desde su reino alla en el cielo en su inmencidad piadosa.
Transcurrido más de tres horas se viene el padre al masturbarse con la mano derecha fuertemente la polla al dispararle masivamente en grandes cantidades industrializadas todo el semén que le embarra en la cara de Yessenia y parte de su cuello con su lengua lamiendose el lamio Yessenia se lo limpia con toda la boca al tragarse y beber del caliz del polvo que tuvo con el sacerdote encerrado en la misma sacristia. Despidiendose Yessenia del sacerdote acordandole te toca el mes que viene venir a confesarte conmigo aqui en la sacristia al sonreirle saliendo de la oficina de este adsuelta de todo los pecados cometidos y confesados por la viva voz de Yessenia.