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Categoría: No Consentido

Y asi fue...

Recuerdo que una vez le dije a mi pareja:
-Jorge, me gustaría alguna vez que juguemos a que soy una prostituta-
....y él se me quedó mirando con ojos de huevo duro, como si no me comprendiese.
-Sí,- agregué- me gustaría que alguna vez me llames al celular; que hagas de cuenta que sos otra persona y que me preguntes cuanto cobro; que me cites en un hotel, y que yo vaya entonces al mismo, golpee la puerta, y que juguemos a que me pagas; y que hagas conmigo y de mí todo lo que quieras....-
-Yo me vestiría bien sexy como una puta, con la ropa interior apropiada, medias caladitas, portaligas....-

Jorge se me quedó mirando, con cara una de incomprensión, que se convirtió lentamente en cara de complicidad absoluta, y una suave y perversa sonrisa fue amaneciendo en sus labios.
En realidad, todos sabemos que se trata de “una de las fantasías clásicas...”, pero parecía que él, (jorge) no lo sabía. Cuan confundida estaba...

A la semana siguiente me llamó a las tres de la tarde haciéndose el desconocido y adulterando su voz, (tal cual yo le había sugerido). Me dijo que se llamaba Carlos, y
me preguntó cuanto valía mi servicio. Pese a que le pasé un “precio modesto”, me dijo que era mucho, y me ofreció la mitad. (se lo estaba tomando muy en serio Jorge).
Yo negocié también, y arreglamos rápidamente en un valor intermedio, habida cuenta que yo ya estaba totalmente mojada.
En la recepción del hotel Intercontinental –decía él- el conserje me daría un sobre con el dinero y el número de habitación. Efectivamente sucedió así y me dieron un sobre, que contenía dos billetes, y el número 999.
Subí sin problemas al noveno piso, y golpeé la puerta de la habitación 999.
Grande fue mi sorpresa al ver que quién abría la puerta....no era Jorge. Inmediatamente me disculpé, y al mirar el papel, y caí en cuenta que el número en realidad podría haber sido también el 666.
Me disponía a irme, cuando el apuesto hombre que me había abierto la puerta me tomó del brazo, me introdujo delicada pero decididamente en la habitación y me dijo, -por favor pasa tranquila, Jorge te quiere hablar, yo soy Carlos soy su amigo-.

Fue ese instante de indecisión, y las ganas de insultar a Jorge por esa inesperada “sorpresa” las que me hicieron entrar para encontrarme con que Jorge me quería hablar pero por teléfono!!

Cuando tomé el auricular, su cálida voz me dijo –espero sepas disfrutar....y hagas honor a la profesión de puta-...... y la comunicación se interrumpió.
Detrás de mí ese “desconocido” intentaba besarme el cuello mientras algo duro empujaba mi falda como queriendo colocarse entre mis piernas. Quise apartarlo y al girar me encontré con eso que surgía gigante y amenazante desde la abertura del pantalón, que había sido deliberadamente abierta a tal efecto....

Comencé a negarme e intenté apartarme, pero sus fuertes brazos me lo impidieron. Quise gritar, pero solamente salían de mis labios, breves y contradictorias exclamaciones mezcla de negativa y placer extremo.
Una de sus manos alzó mi falda, y haciendo a un lado mi tanguita, introdujo en mi abertura un dedo, mientras yo decía insistentemente que no, que quería que se apartase; pero él ya había percibido la intensa humedad que reinaba ahí dentro, y mientras yo me negaba, introdujo otro dedo, y luego un tercer dedo.

Yo insistía en apartarlo y alejarme mientras en forma entrecortada y entre gemido y gemido le decía que no quería que siguiese adelante con lo que estaba haciendo, pero continuando con mis contradicciones, iba acomodándome para facilitarle la faena.

Su mano libre intentaba desesperadamente desabotonar mi camisa, con movimientos tan torpes, que al final opté por ayudarlo para evitar que me rompiese la misma. Sus labios me besaron y su lengua invadió mi boca pese a mi resistencia, que dejó de ser tal, cuando a los tres dedos que me penetraban, se agregó el cuarto que se abrió paso por mi otro agujero.

Yo seguía diciendo insistentemente que no, que se fuese, que me dejase, y aparentemente -para mi desesperante desolación-, me estaba haciendo caso, se estaba alejando,..... pero me sentí aliviada al ver que se alejaba simplemente para arrastrarme a la cama.

Él se acostó dejando expuesta en su enormidad, ese glande delicioso, que el muy maldito me “obligó” a meter en mi boca, y que comencé a chupar lentamente, aplicando toda mi experiencia para hacer feliz al desalmado violador....
Finalmente y cuando estaba punto de pedírselo yo, él me colocó sobre su cuerpo, y sentí toda esa carne penetrarme hasta el fondo en toda su extensión.
Mi sorpresa fue cuando mi espalda comenzó a ser acariciada por las suaves manos de Jorge, que surgió imprevistamente, hablándome al oído y diciéndome todas esas cosas sucias que él sabía me gustaba escuchar, mientras una de sus manos dirigía su previamente encremada verga a mi agujerito trasero, que estaba libre y a la espera de ser invadido.

Y fue así como -contra mi voluntad-.....queridas amigas....comencé con Jorge a llevarle placer a varios de sus amigos.....y en especial, a sus amigas!!
Datos del Relato
  • Autor: Arlequin
  • Código: 11060
  • Fecha: 28-09-2004
  • Categoría: No Consentido
  • Media: 5.63
  • Votos: 43
  • Envios: 2
  • Lecturas: 4098
  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Nan
invitado-Nan 29-09-2004 00:00:00

Creativo relato, relato o hay algo de experiencia en ello? Felicidades, logró excitarme.

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