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"Una cita que se tuerce y lleva a una situacion embarazosa. ¿o no?"
No me gustaba conducir de noche, y menos por estos caminos de tierra pero bueno, era por una buena razón. Desde que había dejado la carretera tenía que recorrer 4 kilómetros hasta el desvío, había puesto a cero el cuentakilómetros y avanzaba despacio, los baches me hacían botar en mi asiento, miré el reloj y vi que iba muy justa de tiempo, pero tenía miedo de destrozar el coche si apuraba un poco más.
Volví a leer el wassap,
“A los 4 kilómetros, aparece un desvío, coge el camino de la izquierda”
Aquí estaba el desvío, perfecto paré un segundo para leer las siguientes instrucciones.
“Avanza hasta la primera curva, hay un lugar para aparcar. Apaga las luces y llámame”
Avancé lentamente. Al girar la curva observé que la pista se ancheaba un poco, dejando efectivamente un margen para poder aparcar. Lo hice. Al apagar las luces me di cuenta de donde estaba. En mitad de un monte, rodeada de arboles que solo dejaban entrever las estrellas por el hueco que dejaba la pista.
Debo reconocer que empecé a asustarme, no se como me metí en estas historias. Por mi cabeza empezó a pasar la idea de arrancar y darme media vuelta. La verdad no se por que no lo hice. Cogí el teléfono y busqué el número para llamar.
Con el teléfono en la mano, noté un gran foco de luz que apareció a mi izquierda, casi me hago pis del susto, al mirar hacia él su intensidad no me dejaba ver, una linterna parecía, pero jamás había visto una linterna con esa potencia, al apartar la vista de ella mis ojos quedaban casi ciegos.
Una voz de mujer salió de detrás de la luz:
-Señora. Por favor. Quédese quieta. Somos la Guardia Civil.
Joder, estaba cagada de miedo. Bueno si era la guardia civil no tenía nada que ocultar, pero y si no?. Estaba como a 15 metros de mi podía arrancar y salir a toda velocidad. No se como le sentaría esto a la guardia civil. Pero…y si me quedaba ahí esperando a que me robaran? o yo que se, bueno era una mujer supongo que no me violaría, pero y si no estaba sola?
Dios, dios, en que puto lio me he metido.
Esperé. La verdad es que con el tembleque de mis manos y piernas dudo que hubiera podido controlar el coche. La luz se acercaba. Empecé a tranquilizarme cuando la luz se desvió un poco y distinguí solo una figura de mujer. Me tranquilicé mas cuando vi el uniforme verde.
-Buenas noches Señora.
La agente me saludó militarmente.
-Buenas noches.
-Disculpe por haberla asustado.
-No no pasa nada.
-Es normal. Señora me puede explicar que hace por aquí a estas horas.
-Ehh, si, vengo a ver a una amiga.
-Aquí?
-Bueno un poquito mas adelante, ella me ha dicho que vive al final de este camino. Precisamente la iba a llamar ahora.
-Señora creo que está Usted equivocada. Al final de este camino no vive nadie.
Vaya. Debí equivocarme en algún desvío, pero estaba convencida de que había seguido las instrucciones al pie de la letra.
-Seguro agente?. Mire tengo aquí las instrucciones y el google maps. Me marca este camino.
-Seguro señora. Por favor dígame algo mas creíble. Me está tomando por tonta?.
-Nooo. Que va. Le digo que es cierto.
-Mire, esto me parece muy sospechoso. Está Usted a un kilómetro de una playa donde se producen descargas de droga. Con las luces apagadas y un móvil que señala exactamente la playa.
-Por favor. Que le digo que es cierto. Que he quedado aquí con una amiga.
-A ver Señora. Y me puede decir cómo se llama esa amiga?
-Si. Se llama Lucia. Mire tengo su teléfono. La podemos llamar por el manos libres del coche.
-A ver si nos puede aclarar algo si no tendrá usted un gran problema.
Nerviosamente busqué el número en el teléfono. Por los altavoces del coche oímos:
“Información Movistar el teléfono marcado…”
Lo intenté de nuevo y lo mismo.
-Señora, me parece que su amiga no quiere saber nada de Usted.
-Joder!!. Le digo que es verdad que he quedado con ella aquí. Por favor mire los wassaaps.
Le entregué el teléfono a la agente para que viera mis conversaciones con Lucia.
-Señora, esto está muy bien, si alguien se lee esto parece que efectivamente ha quedado usted con esa tal…como se llame. Pero ni siquiera pone que sea mujer. O acaso se inventan esta cita por que saben que pueden tener los teléfonos pinchados.
-Que no. Por favor. Que le digo la verdad que he quedado con esta chica.
-A ver. Pues dígame algo mas de ella. Tiene un teléfono fijo?. Donde trabaja?
-No sé. La verdad es que no sé.
-Que no sabe? Señora. Me está tomando por tonta. O sea que queda Usted con alguien en el medio del monte y no sabe nada más?
-Nooo. Le digo que no. La conocí por internet.
-Ahhh. Por internet. Me está empezando a enfadar. Por favor. Muy lentamente deme su documentación.
Dios Mío. En que lio me estaba metiendo. Joder. Lo cierto es que no sabía nada de ella. Solo nos habíamos pasado unas fotos y hablado alguna vez. Claro que podían ser unos narcos. O yo que sé.
La muy puta me había metido en un lío.
Busqué la documentación en mi bolso, colocado en el asiento del acompañante. La agente me apuntaba con la linterna mientras mantenía su mano sobre la cartuchera de la pistola. Le entregué mi DNI y ella lo leyó en voz alta.
-Sra. Dolores Garcia Pérez. Por favor enséñeme la documentación del coche. Donde la tiene?.
-En la guantera.
-Vale, pues igual que antes. Muy lentamente deme la documentación.
Igual que antes la ojeó, contrató los datos del vehículo con mi carnet. Todo tenía que estar bien. Joder. No me iba a pasar nada. Esto era un malentendido y punto.
-Sra. Garcia. Esto parece que está bien. Pero por favor baje del coche. Tengo que registrar su maletero.
Lentamente, joder tenía una pistola, me saqué el cinturón y abrí la puerta para salir del coche.
-Por favor apóyese en el coche, tengo que cachearla. Apoye las manos en el techo del vehículo por favor. Abra las piernas.
Sus manos empezaron a palpar mis hombros. Desde detrás bajó por mis pechos, los tocó intensamente los apretó hasta el límite que me hizo soltar un grito de dolor. Continuó hacia abajo sobó mi culo, y después mi entrepierna. Oh Dios. No me había puesto bragas. Eran las instrucciones de Lucia…
La agente, se dio cuenta de la ausencia de bragas, me metió mano, me sobó el coño e introdujo un dedo en él.
-Ehh… que hace. Por Dios. Como se atreve.
La agente me agarró de los pelos, haciéndome casi saltar las lágrimas. Note el frio del cañón de la pistola en mi mejilla.
-Señora. Aquí la que manda soy yo. Déjese cachear.
Estando agarrada por los pelos intenté escaparme. Ella, con fuerza me empujó haciéndome caer al suelo.
-Señora. Me está obligando a hacer esto.
Sacó sus esposas del cinturón y me obligó a colocar los brazos a la espalda. Me esposó y me hizo ponerme de nuevo de pie. Me agarró y me hizo moverme hacia el maletero del coche. Al abrirlo vio unas cuantas bolsas de comida.
-Y esto que es Señora?
-Que va a ser comida no lo ve?
--Plasssss---No me esperaba la bofetada. Me pilló tan de sorpresa que aun me dolió más.
-Señora. Está de broma. Esto es muy serio. No me toque los huevos!!!
Empecé a llorar. No solo por el dolor. La impotencia. El miedo.
-Es comida..Es comida para casa…
-Para casa? Señora? Aquí hay comida para un regimiento.
Yo balbuceaba. Intenté ordenar mi cabeza.
-Es para pasar una semana. Iba a pasar una semana con Lucia. Me encargó que comprara comida…
La agente me miró. Y rápida, sin una mueca, movió otra vez su mano dándome otra bofetada que me hizo girar la cara. La fuerza unida a tener las manos esposadas a la espalda me hizo caer de nuevo.
-Señora. Le voy a decir lo que pasa. Usted forma parte del soporte logístico de una banda de narcos. Seguramente esta comida es para algún narcosubmarino o para una planeadora que está esperando para meter droga en la playa.
-Pero que dice. Esta usted loca!. Yo no sé nada de submarinos ni de narcos…
-Ya. Sí, eso se lo tendrá que explicar usted al juez.
Me agarró por los pelos de nuevo y me hizo levantarme. Me dolía el cuerpo de las caídas, la cara.
-Vamos a ver me voy a creer que Usted conoce a alguien por internet, Y digo alguien, porque ni lo ha visto. Compra comida para pasar una semana en su casa y se planta a medianoche en medio del monte…señora, por favor…
Me llevó de nuevo hacia el coche y me empujó sobre él.
-Señora voy a registrar su bolso, vamos a ver que tiene usted aquí.
Tiró el contenido del bolso sobre el asiento, allí desperdigado con las llaves, los kinnexx, maquillajes, cayó mi consolador con arnés que guardaba para mi cita, la agente lo cogió.
-Vaya vaya, así que la Señora Garcia Pérez, doña Maria Dolores es un poquito pervertida.
Yo lloraba desconsoladamente, mientras ella me agarraba por la mejilla y me hacia mirar hacia el consolador.
-Vamos a volver a empezar. Así que Usted ha quedado aquí con esa tal Lucia, que no sabemos si existe, y a la que no conoce, para pasar una semana en una casa que no existe. Y se trae esto?
Mientras lo decía, blandía el consolador en alto.
-Si.
Dije llorando.
-O sea que debo pensar que es usted una bollera de mierda? Me dice que usted quedó aquí con esa mujer para fallársela. Maldita guarra degenerada.
Me volvió a pegar, esta vez del revés en cada mejilla. Me ardía la cara. El dolor era insoportable.
-Dígame. Señora García, es esa su versión? Cuando llegue el juicio va a reconocer que es usted una puta lesbiana?. Delante de todos. De su familia? De sus amigos?
- Si es verdad. Es verdad. He quedado aquí con una mujer para estar con ella. Joder. Si.
-Así que si. Así que es usted una bollera de mierda, una puta guarra que viene sin bragas a encontrase con otra bollera de mierda. Sabe una cosa?
-Queee? Qué coño me quiere decir?
-Sabe que le pasa a las guarras como Usted en las cárceles? Ummm allí lo pasará usted bien. Allí hay muchas bolleras que la harán muy feliz.
No sabía lo que pretendía, se empezó a sacar sus pantalón, con dificultad lo consiguió dejando se las botas militares puestas.
-Así que a la señora Garcia le gusta follarse mujeres. No será quizá una violadora?
-Joderrrr, que coño dice, usted si que es una degenerada!! Esta usted loca.
Volvió a pegarme, una, dos o hasta tres veces. No podía ya contar las veces que lo había hecho.
Me llevó hacia el capó delantero del coche y me hizo tirarme sobre él. Apoyé mi pecho mientras ella levantaba mi falda desde detrás. Sus dedos buscaron mi coño. Empezó a juguetear con él. Ohh. Dios. La muy puta me estaba excitando.
-Ohhh..La señora se está poniendo caliente. Vamos a ver así que le gusta follar a las mujeres.
Jugueteó un rato entre mis pliegues, al final la oí chupetear sus dedos empapados en mis jugos.
-Ummm. No me diga que le gusta. Está mojada Señora García.
En un instante, supongo que el tiempo que le llevó colocarse el arnés. Noté la punta del mismo empujar sobre mi coño, a pesar de la lubricación le costó un poco entrar. Finalmente de un empujón me lo introdujo por completo. Agarrándome por el pelo me hizo incorporarme, y empezó a moverse en mi interior, oía el golpeteo de su pubis. El seco Chop, chop. Del falo en mi coño.
-Esto le gusta Señora Garcia?. Le gusta?
-Siiii…me gusta…ohhhh..Dios
La excitación iba en aumento, la muy zorra me azotaba el culo al tiempo que metía y sacaba el dildo de mi interior.
-Si Agente. Zorra se dice si agente.
-Si agente, me gusta…ohh Dios por favor…ohhh
-Así te van a dar en la cárcel bollera de mierda, vas a ser feliz.
-Ahhhh…por favor…ahhh.
El orgasmo fue como una corriente eléctrica que me recorrió el cuerpo, desde mi coño llegó hasta cada punto de mi cuerpo, temblé, lloré de placer, la muy zorra seguía dándome, supliqué que parase, no podía aguantar más. Finalmente ella soltó mi pelo. Extrajo el consolador de mi coño y pasó los dedos por él.
-Puta zorra. Te has corrido como nunca. Todas las bolleras sois iguales, lo que queréis es polla. Verdad?. A quien ibas a follar tu pequeña puta?
Con los dedos mojados, empezó a juguetear con mi ano, introdujo uno, realizó movimientos en círculos en su interior, dos, tres, ahí me empezó a doler.
-Nooo, por favor, por ahí no.
-Noo? Pero quien da las órdenes aquí.
Me empezó a dar azotes en el culo, otra vez el dolor era inaguantable. Finalmente acercó su boca a mi culo e introdujo su lengua. Realizó movimientos circulares en mi ano, para volver a introducir los dedos lubricados en mis propios jugos.
Posicionó el consolador a la entrada, noté que entraba un poquito, me dolió. Poco a poco, empezó a meter y sacar, primero un poquito, un poco mas, cada vez que lo sacaba la siguiente vez entraba un pelín mas, de vez en cuando lo sacaba para lubricarlo con su saliva.
Me dolía. Me daba miedo gritar o decir algo. Sabía que si lo hacía me daría mas azotes. Y tampoco me evitaría el que siguiera haciéndolo.
La maniobra duró unos minutos, mi ano fue poco a poco aceptando a su inquilino, el último empujón hizo que notara el cuero del arnés en mi culo…
-Así, Puta. Bien empalada. Vamos a ver como está este agujero.
Empezó un mete saca mas lento que antes, el dolor era horrible, las lágrimas me caían por las mejillas sobre el capó del coche. Ella seguía.
-Te gusta por aquí zorra?...Vaya culito. No serias virgen? Ehhh? Ya te lo preparo yo para tus amigas bolleras…vas a ser la mas querida de la cárcel.
Poco a poco, empecé a sentir algo de placer, mi ano se dilató y las embestidas me provocaban una suerte de placer mezclado con dolor. Los azotes seguían. Los insultos. Todo junto me estaba ocasionando placer, no lo podía comprender. Noté que mi coño volvía a chorrear.
Al tiempo que empujaba, su mano bajó a mi coño y empezó a apretarlo, sin miramientos, empezó a estrujar mi clítoris, y otra vez, los espasmos de placer volvieron, no pude aguantar mas…
-ohhh dios…por favor…ahhhh…
-Te gusta puta?
-Ahhh…no puedo…ahhhhh
El segundo orgasmo, casi fue mas fuerte que el primero. Temblé de placer. Al sacar el consolador de mi culo me note vacía, este expulsó algo de aire en forma de pequeños y ruidosas flatulencias…
-Serás guarra.
Y me volvió a azotar. Al mismo tiempo, agarrándome de la cintura y con una pierna consiguió hacerme caer al suelo, de rodillas, quede a la altura de su dildo, que ella empezó a sacar, junto con sus bragas. Sus manos me volvieron a agarrar del pelo y me enterraron en su coño peludísimo y húmedo. Nunca había saboreado un coño tan húmedo, con la cara enterrada en él, empecé a chuparle el clítoris, a mordisquear sus labios, introduje mi lengua tanto como pude en su interior.
Ahora era ella la que gemía.
-Ahí. Puta. Diosss…asi…come…come…ahhhh
Noté que se ponía rígida, que empujaba su pubis hacia mi al tiempo que mi cabeza hacia ella.
-Ahhhhh Diosssss….que buena mamona….ahhhhh.
Y se apartó de mí.
Me retiré de su coño mientras me chorreaba por la barbilla una mezcla de liquidos y saliba, me sentía humillada, sucia, dolorida. Entonces ella me agarró de los brazos ayudándome a levantarme, del bolsillo de su camisa sacó la llave de las esposas y me las sacó.
A continuación me besó en la boca, introdujo su lengua mientras me abrazaba con fuerza recorriendo con sus manos mi espalda, levantando mi falda acarició mi culo, y me dio otro azote en él.
-Que tal?
-Joder Lucia…ha sido espectacular, ese disfraz acojona de verdad.
-No es un disfraz cielo, soy guardia civil de verdad.
-Joder, eso no me lo dijiste zorra.
-No querias una situación excitante y morbosa?
-Si, aun estoy chorreando.
-Eso tiene arreglo, Loli, vamos a casa, creo que esta semana lo vamos a pasar muy bien.
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