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Virgen por delante

~~Mi
 historia empezó hace unos años, cuando mi prima Erica
 vino a estudiar a Huelva, y se quedó en mi casa con mi familia,
 ella estaba empezando la carrera, tenía 17 años, era rubia,
 llevaba gafas intelectuales, era linda, tenía un aparato de ortodoncia,
 de pecho esta servida normal y el culo era llamativo.
 Un día, decidimos ir a la piscina municipal, al entrar le indiqué
 dónde estaban los vestuarios, y que nos veríamos en la
 piscina, cuando salió me quedé prendado, se había
 quitado las gafas y lucía un bikini negro que tapaba lo justo,
 bajo la fina tela se advertía su coñito, y sus pechos
 parecían querer salir de su opresión. Pasamos el día
 jugando en la piscina, yo aprovechaba la ocasión y tocaba su
 cuerpo sin que se diese cuenta, sus pezones estaban muy duros, y aquello
 me estaba poniendo muy cachondo, por lo que le dije que tenía
 que ir al servicio, salí de la piscina intentando disimular mi
 erección, y una vez allí tuve que masturbarme, no podía
 creerlo lo había hecho pensando en mi prima, al rato nos fuimos.
 Al día siguiente nos fuimos al pantano a pescar y bañarnos,
 cuando llegamos preparamos los artilugios, y cuando el sol fue saliendo,
 nos pusimos en bañador, ella con sus gafas y yo con las de sol
 para poder mirarla sin ser descubierto, esta vez tenía un bikini
 amarillo. Cuando el sol apretaba, me dijo que le untara crema protectora,
 yo me fui hacia ella, se la puse por la espalda, y después se
 puso boca abajo y empecé a untarle la crema, se la puse por toda
 la parte delantera, y entonces le dije que si se la ponía en
 las tetas, que se le iban a quedar blancas, que allí no iba casi
 nadie, ella lo pensó, y seguidamente se soltó el nudo
 y ante mi cara aparecieron sus pechos en forma de pera, eran medianos
 pero muy bien formados para su edad, me cogió el bote, y se puso
 la crema en sus pechos. El día pasó sin más, y
 pescamos unos cuantos de peces.
 Al llegar a casa, no había nadie, habían salido a cenar,
 me dijo que se iba a duchar, se fue al baño, pero al poco de
 entrar me llamó para ayudarla, pues la lazada del bikini se le
 hizo un nudo y no podía quitárselo, dudé pero me
 dijo que no pasaba nada que éramos primos, le hice caso y la
 ayudé, quedó la espalda descubierta, y ella se quitó
 la parte de arriba entera, quedó con los pantalones, aquella
 situación la excitó, ella me dijo que le quitase los pantalones
 que le costaban trabajo, así lo hice, y al quitarle el pantalón
 noté la humedad en la parte inferior del bikini, estaba húmeda
 como una perra, estaba de espaldas, y su culo se veía maravilloso,
 después me dijo que le quitase la braguita, se la quité
 y quedó desnuda, a continuación se giró, y pude
 ver su coñito con muy poco vello y sus tetas, que me miraban
 a la cara desafiantes, esta vez no pude evitar tocarlos e incluso los
 besé, después me propuso ducharnos juntos, sin dudar me
 desnudé y vio mi pene, estaba duro, se agachó y se lo
 llevó a la boca, todavía llevaba el aparato de ortodoncia,
 me la chupó, estuvo jugando con mi pene, le daba mordisquitos,
 el roce con el hierro frío era algo total, nos metimos en la
 ducha y la hice sentarse, abrí sus piernas y metí mi lengua
 en su coño, ella gemía mientras me sobaba el pene.
 Después le dije que iba a penetrarla, y Erica me dijo que la
 penetrase por detrás, que tenía que guardar su virginidad,
 puse cara de sorpresa, y ella me dijo que no me asustara, que no iba
 a ser el primero que la follase por el culo, que por ahí no le
 importaba, pero el coñito tenía que seguir virgen, tras
 esto, la giré de espaldas, la puse un poco en cuclillas y de
 un golpe seco se la metí hasta que mis testículos tocaban
 sus cachetes, se estremecía de placer, su culo se tragaba mi
 polla como si nada, ella gritaba de dolor y a la vez de placer, hasta
 que la penetración dio paso a un jadeo constante, cada vez empujaba
 más profundo y rápido, iba a muerte, mis testículos
 golpeando su coñito, ella me decía que siguiera, me incitaba
 a que no parase, mientras me la tiraba, con las manos pellizcaba sus
 pezones, ella se estremecía de placer, se la sacaba entera y
 se la volvía a meter, ella con una mano la tenía en la
 pared, para aguantarse y no caerse, con la otra se empezó a masturbar,
 se acariciaba su rajita, se manoseaba su clítoris, así
 estuvimos durante un rato, hasta que ella empezó a gemir más
 rápido, hasta que le llegó un espectacular orgasmo, cerró
 su culo, noté como me apretaba mi polla, esto hizo que estuviera
 a punto, al momento se la saqué, se giró y abrió
 su boca para acoger mi corrida, descargué dentro y ello me miró
 riendo mientras se le escapaba la leche entre sus labios, después
 nos lavamos y fuimos a cenar.

Datos del Relato
  • Categoría: Varios
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