~~Les platicaré una historia que sucedió cuando estaba en tercero de secundaria. He de decir que nunca fui bueno para eso de la escuela y que llegué a reprobar un año por lo que al llegar a dicho período yo contaba con 16 años mientras que mis compañeros tenían entre 15 y 14 años. Yo era el más burro ero el mejor en los deportes.
 Lo que les voy a contar ocurrió por el mes de mayo, un mes antes de que se terminara secundaria. Yo estaba enamorado de una chiquilla llamada Jackie, era delgada pero muy bonita y para su delgadez pues sus formas estaba muy bien proporcionadas, era la más inteligente del salón y para mí la más bonita, siempre usaba el suéter del uniforme, rara vez se veía sin él, la falda a la altura de la rodilla, pero me interesa hablarles de una amiga suya, su nombre, Sonia.
 Sonia era guapa, era más bajita que Jackie, y al lado de ella pues nunca me había detenido a ponerle tanta atención (a Sonia), usaba la falda un poco arriba de la rodilla, tenía unas hermosa piernas, ella casi siempre se quitaba el suéter, tenía un estómago casi plano, una piel morena natural y sus pechos eran geniales para una niña de su edad, mi atención en ella se centró hasta cierto día.
 Que previamente he dicho, era mayo, yo ya estaba resignado a no ser nada de Jackie por lo que me pasaba todo el recreo en las cascaritas y fue por eso que un día llegué tarde a Historia, pues resulta que estaban trabajando en equipo y por llegar tarde me mandaron a un equipo incompleto en el cual estaba Sonia, me senté frente a ella y me dijeron qué hacer, la miré, me sonrió. Saqué mis cosas y seme cayó el lápiz y me agaché a recogerlo, miré, tenía las piernas entre abiertas, “bendita falda” pensé, vi esas hermosas piernas me levanté a tiempo para que nadie se diera cuenta. Las imágenes de su hermosura me siguieron todo el día.
 Los días siguientes ya no pensaba en ir a las cascaritas, buscaba a Sonia y me dedicaba a espiarla, alguna vez cruzó las piernas pude ver un poco más de lo que se le alcanzaba a ver de frente. Los días pasaron, se me antojaba un chorro y no había en mi mente más sitio que para fantasías con ella.
 Llegó junio y los chavos organizaron una lunada, puros chavos, un cuate con varo iba aprestar la casa, pues estaba muy bien para que nos pusiéramos jarras sin que alguien nos regañara. Ya estaba todo pero resultó que siempre no y muchos ya no quisieron, al final Sonia ofreció su casa, también sin adultos por dos días y aceptamos ir unos 13.
 Llegó la tarde esperada y yo llegué con una botella de tequila oculta en mi mochila, llevaba una cámara por si había qué grabar algún acontecimiento bueno. Dentro ya se encontraban unos siete chavos y chavas, Sonia y Jackie salieron a abrirme la puerta, se veían muy bien, Sonia llevaba una minifalda y una camiseta por lo que se alcanzaba a distinguir su bien formado cuerpo, Jackie un pantalón de mezclilla y una playera corta, pero también se veía muy bien.
 Ya por la tarde encendieron la música y nos pusimos a tomar y a fumar, después de rato algunos ya estaban ebrios por lo que Sonia nos dijo que las chicas podían usar las recámaras que eran cuatro y que los chavos pues en la sala, ni modo, además que sólo éramos cuatro, al día siguiente sus papás estarían de vuelta a las 5:00 pm por lo que tendríamos tiempo suficiente de recoger todo.
 Jugábamos a la botella hasta que a mi amigo Fidel se le ocurrió poner de castigo a otro de los chavos darle una nalgada a una chica. Se formaron los grupos de amigos íntimos, había tres chicas junto a un chavo igualmente ebrio que parecían dormitar, Sonia y Jackie estaban con una chica platicando sabe qué cosa, las otras cuatro chicas se marearon, primerizas para tomar y se fueron supuestamente a dormir, yo, con Fidel y otro chavo tomando, cuando de repente éste saca una pastilla y se la toma, ya teníamos idea de que andaba con las drogas porque pasaba más tiempo en la dirección que yo. Nos dio lo demás a Fidel y a mí, se derrumbó, parecía mareado, en eso se acercaron Sonia y sus acompañantes
-¿qué traen?-preguntó una de ellas
-Nada-dije yo pues no quería que vieran esas pastillas, yo podía ser lo que quisiera pero eso ya no, otro nivel, las traté de guardar, pero Sonia me las quitó.
-Ah-dijo-se están drogando
-No-le contesté-fue él-señalé a nuestro amigo que sepa qué andaría alucinando. Fidel y yo intercambiamos miradas.
-Probemos-dijo una chica. Yo estaba en mis cinco sentidos pues no era la primer vez que tomaba, ellos se veía, era la primera vez y n sabían qué diablos hacían.
-Vale- contestó Fidel y nos dispusimos a tomarlas. El tipo que yacía en el suelo se veía muy chistoso, por lo que quise regodearme a ver a todos en su estado, se las tomaron, Fidel y las chicas lo hicieron al instante, hice como que me la tomé pero no. Fidel ya estaba muy tomado así que se acostó sobre la alfombra, Jackie y la otra chica se veían muy mal y se fueron juntas al baño, me volteé a ver a Sonia que en ese momento tambaleó y por el mareo se quiso sostener de mí, traté de detenerla con las manos por las axilas, con una logré mi cometido, con la otra la detuve por un pecho… a pesar de la excitación, la miré al a cara pues temí que se enfadara, pero cómo se iba a enfadar estaba fuera de sí, la mantuve así por unos segundos, se recargó en mi hombro y me dijo:
-Beto, me siento muy mal, ayúdame a ir a mi recámara
 Yo no me moví de inmediato porque estaba muy feliz, miré al lado y vi a Fidel que me miraba con esa vista perdida, me incomodó a pesar de que sabía que no se daba cuenta. Me puse al lado de Sonia y pasé uno de sus brazos por encima de mi cuello para ayudarla a caminar, con la mano libre de su brazo la tomé por la cintura, me dirigí a los escalones pues las recámara estaban en la planta alta, sería difícil ella apenas y podía caminar, miré alrededor buscando ayuda, todos estaban dormidos, qué bien, nadie se daba cuenta de nada, le tomé con suavidad las nalgas, la acaricié por encima de la falda.
-Beto, tengo sueño- le oí decir y subimos las escaleras.
 Me dijo que su recámara era la del final, mientras caminábamos agachaba la vista y alcanzaba a ver algo de sus pezones, uf, qué bonitos, llegamos a la puerta y nos detuvimos, quedó frente a mí recargada, agaché la vista, un trasero muy bueno, abrí la puerta y entramos, no se oía nada en toda la casa. Ya estaba, me moría de ganas de acariciarle el cuerpo entero y quizá de hacer algo más, puse seguro a la puerta, llegamos a la orilla de la puerta ella frente a mí y se me derrumbó encima, estaba dormida. Me la quité de encima y me paré, la miré. Recargada de lado, con las piernas flexionadas, con una minifalda y una camiseta. El cuarto, ella y yo.
 Me le acerqué, se alcanzaban a ver sus calzones si me agachaba, negros, medio cubrían unas nalgas deliciosas, ella estaba profundamente dormida, ¡No había nada qué perder! Le quité las zapatillas, y me acerqué a su vientre, respiraba lento, como pude le quieté la camiseta, después el sostén y comencé a besar esos lindos pezones, entonces, me desnudé, la ropa me estorbaría. Metí mis manos bajo la falda, tomé sus calzones, y con sumo cuidado, al fin y al cabo tenía mucho tiempo, se los retiré, le acaricié las nalgas y los muslos que tenía una piel muy suave, le alcé la falda y ya no m pude contener, metí mi pene en su vagina, poco a poco y hasta el fondo, empecé un mete-saca lento, mientras mis manos acercaban su cuerpo agarrándolo por las nalgas por momentos la cintura, saqué mi ene y le retiré la pequeña falda, ahora podía admirar todo su cuerpo desnudo, me derrumbé sobre ella con suavidad, bajé la cabeza y chupé sus pechos, jugué con ellos un rato y después volví a introducir mi miembro por entre sus piernas, mete-saca, mete-saca, luego empecé a aumentar el ritmo pues estaba a punto de llegar al orgasmo, tomaba sus senos, le besaba la cara, los labios entre abiertos, la besaba, posteriormente llegué al orgasmo y derramé mi semen dentro de ella, ya estaba, la había violado, totalmente satisfecho y ella nunca sabría que yo me había robado su virginidad.
 Recordé que llevaba la cámara y que estaba en la cocina, Sonia había llevado mi mochila a ese lugar, me vestí y salí, no fuera ser que me descubrieran, pero los que se habían quedado en la sala estaban dormidos, tomé la cámara y me fui a l cuarto de nuevo, quise volver a poseerla, pero temí que despertara, limpié el semen que tenía por entre las piernas con unos klínex, le tomé algunas imágenes, me quité la ropa, me acosté a su lado, detrás de ella, pasé por su amo mi mano, supuse que era el momento de irme, así que quise darle un beso, se lo di, la miré sus labios entreabiertos, le pasé mi miembro erecto por los labios, me volví a encender pero tuve miedo a que despertara si la volvía penetrar, me acosté a su lado y me masturbé tratando de no mover mucho la cama, eyaculé sobre ella, por su vientre, le acaricié por en medio de las piernas, su vagina, la limpié y me limpié. Le puse los calzones y el sostén, le tomé otra grabación, le puse la camiseta y la minifalda y la tomé por todos los ángulos posibles, Ya era momento de dejarla e paz, me dirigí a la puerta y me quedé helado estaba un poquito abierta, salí, no había nadie ni se oyó el menor ruido. Baje aliviado, el sillón individual estaba desocupado así que ahí dormiría, de las tres chicas que estaban tendidas en la sala, una estaba muy bien, la manoseé, vi alas otra dos, una no estaba mal, también le tocó lo suyo, volteé para ver si era seguro disfrutarlas un ratito, me quedé helado, arriba al final de las escaleras la chica que había ido al baño con Jackie, me miraba sin expresión alguna….