Haciendo de las suyas completamente en vivo y a todo color Yessenia. Siendo vigilada también espiada adicionalmente observada asimismo desenmascarada en vivo y a todo color siempre por el queridísimo esposo; encontrándose diariamente a diferentes hombres, que los mete y fornica adúlteramente en su propia cama como habitación matrimonial que tiene hoy por hoy estando casados.

Yessenia es toda una glotona igualmente a tragantona especialmente desquiciada por los polvos sexuales que les pide reiteradas veces hartona sobretodo hambriento a pero adulterina y mucho más. Se tira encima de todos estos se pasa montándoselos y vaciándoselos a tutiplén por el buen sexo alocándose, deleitándose, deseándose, fascinándose, excitándose, seduciéndose, provocándose, cautivándose, calentándose, atrayéndose, coqueteándose, conquistándose, apasionándose, incitándose, insinuándose, etcétera.

Dejándose y complaciéndose hasta entregándose de ahí satisfaciéndose obviamente amansándose y por supuesto preguntándoles ya te viniste de tanto que los presiona sobre todo explota sexualmente Yessenia al dejarlos hechos todos unas piltrafas y agotados siendo toda una pantera brava, bestial, ruda, salvaje, brutal, violenta, etcétera ante las propias narices a través del propio circuito cerrado de la mini cámara instaladas en su casa lo primera que hace al llegar todas las mañanas al trabajo enciende la computadora sin perderse nada de nada de las propias escenas cuando se despierta Yessenia hasta vestirse con los atuendos que los bellacos hombres le compran al aceptarlos y lucírselos incluso vestírselos para los momentos de intimidad, privacidad, amoríos, infidelidades, meterlos a la casa por la lavandería, en fin en plena acción que no tiene la remota idea que su queridísimo esposo la descubrió al reunir bastantes pruebas para enfrentarla al careo cuando decida entablarle de una buena vez la demanda del divorcio a la propia Yessenia para dejarla en la calle completamente sin darle un centavo a ella de pensión por ley al ser toda una fornicadora y mucho más hoy por hoy cuando no está en casa el queridísimo esposo engañado, traicionado, incauto, etcétera imaginándoselo y además creyéndoselo fidedignamente en persona por la misma Yessenia que se ríe y burlándosele de la boca para fuera la verdadera prostituta que no le gusta y se enfada cuando le hablan, dicen, y llaman así en vivo y a todo color siempre en sus propias narices.