En un viaje de negocios a la ciudad de Atlanta, Georgia. Entrando a su suite junto al botones que abre las puertas de la misma suite dejando el equipaje en la recamara principal, donde la abogada penalista abre su cartera al darle propina en la mano al mismo agradeciéndole toda la amabilidad y a su vez, el botones despidiéndose al darle la bienvenida a nuestro hotel especialmente a la ciudad de Atlanta, Georgia; desempaca la abogada su equipaje comienza a revisar su agenda además de telefonear a sus clientes que ya llego a la ciudad y que si desean podemos reunirlos para comenzar a discutir nuestras estrategias para la reunión de pasado mañana con la cámara de comercio de Atlanta, Georgia.

Efectivamente se reúne ese día con tres clientes importantes que representa la misma abogada penalista, recibiendo muy buenas referencias de lo que le informo el socio mayorista de la firma quién es la representante legal ante estos clientes empresarios, llegando las 8 y 35 de la noche en que termina con su ultimo cliente en que dice vamos a cenar porque nos está gruñendo nuestros estómagos por el hambre, en que la abogada ve hacia su reloj de pulso al exclamar que barbaridad muchas horas trabajando sino fuera por usted, no paro me hubiera ido así en flay hasta irme a dormir con el estomago completamente vacío; déjeme ponerme ropa de calle y en un segundo estoy con usted amablemente se para al irse a su recamara y cierra la puerta efectivamente al segundo con falda cuerina con botas negras más arriba de la rodilla con un corsét del mismo color que la falda y una chamarra de manga larga del mismo color con su cartera salen de la suite saliendo del mismo hotel que lo lleva a un restaurante de comida italiana en el centro de la misma ciudad de Georgia.

Brindando mucho por haberse conocido le pregunta que le ha parecido nuestra ciudad, entonces la abogada penalista le habla sinceramente muy maravillosa especialmente en las noches la vida nocturna es espectacular y romántica; el cliente le pregunta personalmente es casada o divorciada le informa sonriéndole para nada soltera y sin compromiso alguno está noche, que el acaricia con las yemas de los dedos los nudillos y la mano sonriéndole que lo mira lujuriosa como caliente hasta coqueta adicionalmente emocionada; salen del restaurante yéndose a la suite en que hacen el amor como el sexo se escuchar por todos los rincones de la suite sonoramente los jadeos asimismo gemidos fuertes como animosos y ganadores por parte de la misma abogada penalista quién es follada, cogida, hurgada, mamada, cabalgada, chupada y lamida de los senos por el cliente que no la deja descansar ni tomar aire ni tampoco relajarse continuamente dándole parejo y profundo como bombeando múltiples orgasmos como clímax desbordantes e inundándola con mucha incitación y deleite asimismo deseos candentes por toda la noche y madrugada despertándose abrazados en la cama sonriéndole al despertarse muy buenos días que cabrón estuviste conmigo no sabía que tenias una vergota que destrampa y me desvirgo todita la vagina como mi culo pero que zaceado te vuelves con las abogadas yo no soy la primera ni la ultima pienso yo sonriéndole toda despeinada y desnuda debajo de las sabanas de la misma cama al lado del cliente que se despertó y le sonríe al besarle en su hombro que le dice coño que mujerzona eres toda una puta legal que sabe todas las leyes como penas capitales y lleva al culpable directamente a la cárcel sin titubearse.