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Categoría: Lésbicos

Viaje a la Capital

Esa noche tenia que viajar a la capital. Vivo en un pueblo apartado, en la frontera con Brasil, soy Morena, alta, de labios gruesos, pelo liso, y un cuerpo interesante, aun cuando mis senos comparados con mis caderas (grandes) y con mi estatura son pequeños pero firmes. Tengo un niño de unos 9 años de edad, siempre viajo con el, pero en esta ocasión, por la urgencia del caso tenia que viajar sola. El Bus que sale de ese pueblito es muy moderno y el aire acondicionado bastante fuerte, que siempre hay que viajar bien abrigado y llevar de vez en cuando una cobija, asi lo hago cuando viajo con mi niño.



A las siete de la noche compre el pasaje y me quede esperando que saliera el Bus, que estaba programado para las 8 de la noche. A la hora prevista se encendieron los motores hice mi cola y entre entre las primeras a ocupar un asiento, me gustaba siempre sentarme en la parte de atrás, alli viajaba mas comodo y podia dormir. El viaje duraba unas 10 horas.



Fui a la parte de atrás del vehículo y me senté en el asiento del lado de la ventana, y rogaba que nadie viniera  a ocupar el otro asiento para estar sola. El bus comenzó a llenarse de pasajeros, se ocuparon tácitamente todos los asientos y yo seguia sola. Faltando solo unos minutos para que el autobús iniciara el viaje entró una mujer, me pareció brasilera, Tan alta como yo y vestida con una falda larga de tela sedosa muy colorida y una blusa casi transparente, llevaba en el brazo un swetter amarillo, pero observé que era un poco delgado. En un portoñol ( mitad portugués, mitad español) un poco comprensible me dijo que si estaba solo el asiento, yo asentí con la cabeza. Ella se sentó, se colocó el abrigo que traía y lo abotonó hasta la altura de su pecho. No intercambiamos palabras. El frio ya se sentía bastante intenso, yo me había colocado una chaqueta de algodón gruesa, pero había tomado la previsión de traer una cobija brasilera de algodón como del tamaño de una cama matrimonial, la cual había colocado en la parte de arriba en una bolsa.



El colector del vehículo se asomó a la puerta y dijo: -señoras y señores, en estos momentos el autobús va a salir, se les agradece permanecer sentados y no estar caminando por los pasillos. dicho esto, el bus se empezó a mover y comenzó su desplazamiento por la carretera, las luces interiores iban encendidas, pero como a los cinco minutos fueron apagadas. Todo quedó en la oscuridad absoluta, y se fueron apagando las voces hasta que todo quedo en silencio.



Mi compañera de viaje estaba sentada erguida, la vi en la penumbra como rígida, el frio comenzó a hacerse mas evidente, le pedí permiso, me puse de pie y metí las manos en el maletero superior y tome la bolsa con la cobija, la abrí con suma delicadeza y me la eche encima arropándome con ella. Trate de ubicarme en una posición cómoda y me puse de medio lado, de frente a la compañera de viaje. La tuve frente a mí y así podía en la penumbra ver el perfil de su cara. Noté, eso si, que ella se movía inquieta como tratando de abrigarse porque sentía frio, y me lo imagino, esa falda abierta que traía de esa tela tan delgada y ese abrigo también tan fino no servían para proteger mucho de ese tremendo frio que estaba haciendo, sentí pena por ella y estuve tentada a ofrecerle cobijo, pero me dio pena hacerlo. Pasaron otros minutos y la sentía demasiado inquieta, entonces le dije – si quieres un poco de cobija – Ella me respondió: - tanto te lo agradezco – entonces extendí la cobija que era bastante grande y le di para que ella se arropara. Quedamos un poco mas cerca que cuando ella se monto en el bus. Imagínense, dos mujeres con caderas bien anchas que no cabían en sus respectivos asientos. Estuve mas relajada y me acomodé en el asiento, me estiré y crucé los brazos, ella hizo un tanto igual y los codos quedaron tocándose. Debo decirles que yo estaba vestida también con una falda de tela suave, pero un poco corta que se abría en la parte de adelante. Al sentarme y acomodarme la falda se me subió un poco, digamos a unos 10 cm de la rodilla, creo, porque sentí el calor de la pierna de la brasilera que ella se había echado la falda a un lado dejando al descubierto la parte de sus extremidades que estaban a mi lado.



Yo estaba pendiente de la primera parada del Bus que siempre la hacia a unos 60 km. Digamos a una hora de camino, allí había una alcabala donde revisaban los documentos de los pasajeros y el equipaje. El Bus hizo la consabida parada, nos bajamos del vehículo y pasamos la revisión, volvimos de nuevo al interior del mismo y nos sentamos. Yo afloje un poco mi falda y la deje abierta para sentarme mas cómoda, vi claramente que ella hizo otro tanto, se abrió la falda y la echó a los lados de sus dos piernas. Tome la cobija me la puse encima y la compartí con ella, nos abrigamos. Ya con la cobija encima la temperatura se hacia mas agradable y opté por sacarme el abrigo para usarlo de almohada para recostarme, vi que ella hizo lo mismo…saco suavemente su suéter y se lo colocó en el cuello. Nuestros brazos quedaron desnudos. En las curvas la fuerza centrífuga nos aproximaba y se pegaban nuestros brazos y se rozaban las piernas. Empezó a dormitar, y la compañera de viaje dejó caer sus brazos sobre sus piernas y en una curva se movieron y quedaron pegados a las mías, lo sentí pero no me causó ningún temor, yo llevaba mis manos metidas entre mis piernas para mantenerlas calientes. En una de esas curvas, moví mis brazos y se descubrieron mas mis piernas y rocé las manos de ella, que comenzaron a hacer contacto con las mias, sentí alguna presión en mi pierna y algo me impulsó a mover con sumo cuidado mis dedos. Ella movió un poco más arriba sus brazos y manos y las mías hicieron contacto con sus piernas. Estábamos dormidas o así creía yo. Fingía que dormía y pensaba que ella también lo estaba.



Sentí mas presión en mis manos con sus piernas y yo también presioné y sentí que desplazó sus manos hasta tocarme en un gesto de inocencia . Ella se movió y trató de acomodarse virando hacia el lado opuesto al mío, dándome la espalda. Sus nalgas quedaron pegadas a mis piernas y mi mano cerca de ella. La Falda en el movimiento que hizo se le abrió mas. Imagine que dejaba al aire sus blúmeres, acerque mis manos y la toque en el borde de la elástica de las piernas, todo era un suave movimiento, apenas imperceptible. Yo por dentro estaba que ardía, en la oscuridad había imaginado al principio que estaba un hombre a mi lado. Hasta ese momento era hetero sexual, solo había tenido relaciones sexuales con mi esposo y con un enamorado antes de casarme. Sentia como se me humedecía la vulva, a veces pensaba que los fluidos me estaban inundando toda. Mi respiración se hacia cada vez mas intensa.



Puse mis manos en los muslos de la amiga y las deslice hasta tocar la otra pierna, ella se movió un poco como para permitirme que el movimiento fuera lo mas natural posible. Le roce el pubis y retire la mano a su posición original. Como no la vi reaccionar como esperaba, cambie de posición, también me puse de medio lado en sentido contrario a ella, pero en el movimiento mi falda se abrió mas, ella se enderezó, se puso boca arriba en el asiento y coloco de nuevo las manos a los costados, me toco la nalga en un gesto (inconsciente), y comenzó como a apretar sus manos y yo sentía el movimiento, eso me excitaba más todavía. En eso, ella abrió la mano y la colocó completa sobre mi carne y la dejó así tranquila unos instantes, a lo mejor esperando que yo la retirara.



Me quedé quieta, y allí después de unos minutos la mano comenzó a deslizarse en mi muslo tal cual yo lo había hecho, y se colocó casi en mi entrepierna, apenas rozaba mi monte de venus. Sus dedos se movieron y trataron de meterse debajo de mis pantaletas, yo no me movia…luego pasaron por encima de mi vulva ( que siempre la llevaba afeitadita ) y se aferraron al extremo opuesto de la pantaleta como tratando de abrirla. Retiró su mano suavemente y comenzó a meterla debajo de mi blusa ( yo no había llevado sostenes puestos, mis tetas pequeñas pero firmes no me entusiasmaban para que los usara). Tanteó mis senos en la parte inferior, los toco los dos como tratando de medirlos y luego con mucha delicadeza deslizo primero el dedo índice en el pezón de mi seno derecho y luego hizo otro tanto con mi seno izquierdo. Retiro sus manos y comenzó a bajarlas de nuevo, esta vez llegó al borde de la falda y me la soltó dejándome solo en pantaletas. En ese momento hice un movimiento y me coloque con el cuerpo hacia arriba, dejaba al descubierto todo mi frente.



Ella metió sus mano izquierda debajo de mi bluma y con su dedo índice comenzó a deslizarlo por la hendidura de mi vulva que estaba hinchada de excitación. Ya en esa posición estire mi mano derecha y la coloque en su vulva encima de la pantaleta y deslice mis dedos por los bordes, le toque los pelitos ( creo que no se afeitaba) toque con mi mano toda su vulva por encima como queriendo descubrir como la tenia. Subí la mano ( repitiendo lo mismo que ella había hecho) hasta sus senos, tampoco tenia sostén pero sus senos eran grandes, mucho mas grandes que los mios y unos pezones bastante grandes, que estaban erectos. Se los manosee con cariño y se ponían mas duros. Baje luego mi mano hasta el borde de la bluma y comencé a bajársela, ella hizo un gesto, levantó las nalgas y se las quitó, puse toda mi mano en ese manojo de pelos, que al contacto con mi palma me hacia sentir cosas inimaginables.



Ella hacia algo parecido en mi vulva, solo que la mia era carente de pelos, pero completamente lisa y suave. Hizo un gesto de quitarme la bluma, levanté los glúteos y yo completé la faena, también me quite la bluma. Ella dejo descansar su mano en mi vulva ahora con mas libertad y yo en la de ella, nuestros dedos medios se introducían en nuestras vaginas, se hundían, se mojaban y luego salian a recorrer los bordes tocando los labios vaginales. Los míos eran delgados , los de ellos eran henchidos, cargados, gruesos…le pasaba y me pasaba el dedo humedeciendo el clítoris…el mio un tanto pequeño pero demasiado sensible, el de ella era grande como del tamaño de la ultima falange del dedo meñique. Ella se estiró un poco mas, sacó los pies hacia el pasillo se escondió debajo de la cobija y se echó sobre mi, puso su cabeza en mi pubis, la voltió y su lengua comenzó a recorrerme toda la hendidura, me lamia con avidez y me metió la lengua completa en la vagina…sentí una sensación fuerte, había logrado un orgasmo…entre tanto con mis manos había logrado que ella alcanzara otro.



Estábamos prácticamente desnudas debajo de la cobija, nos acariciamos los senos, de nuevo nuestras vulvas y después me toco a mi descansar sobre su pubis y deleitarme con el sabor de sus fluidos. El Autobús llegó en la mañana a su destino, antes de llegar, nos acomodamos , nos vestimos y luego cada una de nosotras bajo del vehículo. No recuerdo su cara, creo que ella tampoco recuerda la mía. Fue mi primera experiencia lésbica. Me gustaría repetirla…



Escríbanme para entusiasmarme a escribir otras cosas que llevo dentro


Datos del Relato
  • Categoría: Lésbicos
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