El martes debia entregar una camiseta que me pidieron que estampara. Por curiosidad revisé su contacto en Twitter, un hombre mayor, muy cotizado, un hombre que curiosamente me conversaba en mis publicaciones. Por interno me escribe -Pero vienes y tomamos un cafe… y hablamos un rato-. Emocionado me imagino todo tipo de cosas, cosas que me excitaban, cosas que yo queria, en fin… deseaba que fuera martes. Al llegar ese dia me voy un poco deprimido porque posiblemente todo lo que me exitaba fuera imaginación mía. Llego a la estación, lo llamo, escucho su voz… en el semaforo direccion izquierda. Lo veo, un hombre que parece un semental, un hombre al que me le entregaria con tal de verlo satisfecho. Él me saluda, vamos a tomar un cafe, un cigarrillo, una charla amigable, un tipo interesante que concluye con necesito orinar acompañame al apartamento.
En el apartamento le entrego la camiseta y le digo que la mire, lo hace y me dice que se la ponga, sonrio y él se acerca. -Primero me debes quitar esta- me dijo mirándome a los ojos, mirada que despierta a mi pene. -¿No tenias que orinar?- le pregunto. Me mira en silencio, yo le pongo mi mano sobre la erección que se veia en su pantalon, lo golpeo un poco fuerte, quiero que se enfurezca un poco y me enseñe lo que busco, qué es estar con un hombre maduro. Le quito la camiseta con la mano izquierda y le beso las tetillas. Él me toma del pelo, tira de mí y pone mi rostro sobre una mesa. Me baja el pantalón y me nalguea, mira mi ano, lo escupe y vuelve y me nalguea. Con su dedo untado de una crema me juega en el culo y sin previo aviso mete un dedo hasta el fondo y me lastima y gimo. Él me toma del pelo y me besa, lambe mi lengua y me lleva a su verga. Una verga firme, de buen tamaño, peluda y gruesa entra a mi boca, rosa a mi lengua y la saboreo en mi garganta. Verga de un hombre mayor… al fin…