A Sandokán.
Me despierto con ganas de salir. Me baño, me arreglo, tengo ganas de estar guapa. Me pongo una falda muy elegante, de estas ceñidas que parecen de traje, que se abre con una cierre situado atrás. Me llega a medio muslo y tiene una abertura a la izquierda. Con esto me pongo una camiseta negra de tirantes que se me pega al cuerpo. A la hora de elegir la ropa interior estoy indecisa. Al final decido no llevar ni el tanga. Me pongo unas sandalias negras de una sola tira adelante y tacón mediano y me llevo un bolsito, negro también.Y así muy guapa y sexy decido dirigirme al centro comercial.
Tengo ganas de ir de compras y en este centro hay muchas tiendas de ropa de todo tipo.
Cuando me bajo del coche, noto una sensación de frescor entre mis piernas. Me encanta, me siento como si estuviera en mi casa paseándome desnuda. El único inconveniente de esta mini falda es que tiene tendencia a subirse y debo de estar constantemente bajándola para no quedarme con el culo al aire.
Cuando entro en el centro comercial esta lleno de gente por todas partes. Claro, es sábado. Noto como muchas personas se fijan en mi.
¡Y eso que no saben que no llevo más de lo que ven!Es que me he puesto guapa hoy; cuando paso delante de un espejo me gusto. Hay días que una se siente así, una sensación muy agradable.
Ahí, en el medio de toda esta gente me doy cuenta de todas las posibilidades que tiene estar aquí en este momento. Tanta gente que es imposible que ninguno no se fije en mi culo, por ejemplo, pero también tanta gente como para pasar desapercibida pase lo que pase.
Me siento en una terraza, interior, claro, estoy en un centro comercial, todavía no he desayunado. Al sentarme recuerdo que con esta falda generalmente me es imposible no enseñar de vez en cuando el color de mis bragas.
Así que hoy...Tomándome el desayuno, veo a la gente pasando delante de mí. Algunos me miran fijamente.
Me doy cuenta también que dos chicos que no tienen mas de 17 o 18 años sentados una mesa mas allá, enfrente de mi no cesan de mirarme y de sonreír. Uno deja caer algo al suelo y se agacha para recogerlo, pero en realidad es una tonta maniobra para ver el color de mis bragas.Su tentativa resulta ser un fracaso, no logra ver nada, claro. Entonces decido echarle una mano separando un poco mis piernas. Le dejo contemplar lo bien arregladito que llevo mi coño.
Se quedan estupefactos. Sentir como disfrutan de mí, viéndome, hace que sienta una pequeña oleada de calor entre mis piernas. Las cruzo un par de veces para alegrarles más el día y me levanto ajustándome la falda.
Quiero ir de compras. Para ello tengo que bajar por una de esas rampas mecánicas que te llevan de una planta a otra.
Mmmmm de repente me doy cuenta de que cualquier persona que este abajo y fijándose me descubrirá.
Entro en una tienda, elijo un par de vestidos, un suéter, dos faldas, una chaqueta y entro en un probador.
Es uno de estos probadores tan de moda con una cortina y nada más. Cierro la cortina y, claro, me desnudo para poder probarme lo elegido. No obstante cuando me quito la camiseta y luego la falda me veo en el espejo, desnuda con tan solo mis zapatos de tacón.
Me acaricio un poco los senos pensando en todo el alboroto que hay a mí alrededor, pero nadie puede verme.
Me pongo el primer vestido, y salgo del probador para ver mejor en el espejo como me queda. No me convence.Al entrar otra vez en el probador decido no cerrar del todo bien la cortina. Me pongo de espaldas a la abertura y me quito el vestido. Cualquiera que mirase ahora me vería. La abertura no es muy grande, pero suficiente como para ver mi cuerpo. No me doy la vuelta, me pruebo el otro vestido, me lo quito pensando que quizás alguien me este viendo y eso hace que mi entrepierna se humedezca.Me excita la idea de que una chica o quizás el novio de una chica pasando por ahí y viéndome. Repito la operación con las dos faldas y el suéter. Luego salgo.
No parece que alguien se haya fijado.Voy a otra tienda. Ahí también elijo unas prendas y entro en el probador. Es igual que el de antes. Esta vez dejo una ligera abertura y me coloco frente a ella. Me quito la camiseta, la falda y me quedas en tacones, me empiezo a probar la ropa cuando oigo que en el probador contiguo un chico acompaña a su novia.Se queda fuera. Al quitarme el vestido que me había probado me doy la vuelta y veo como él me esta mirando, no obstante se da la vuelta cuando se cree descubierto.
Ni caso, sigo quitándome el vestido sin mirar hacia él pensando que no podrá evitar echar un vistazo y verme. Mi excitación sube cada vez más. Cuando me vuelvo a colocar mi ropa noto al ajustarme la falda como él me esta mirando, pero quizás sea solo mi imaginación. ¿Me ha visto?.... Estoy ya con una excitación difícilmente aguantable.Voy a otra tienda. Y a otra, y en todas hago lo mismo.
En la quinta o sexta tienda la música, como en muchas es ensordecedora, hay muchísimas chicas, mujeres, novios y maridos. Elijo unas prendas, principalmente faldas y un vestido blanco casi transparente, de tirantes finos y muy vaporoso que tiene un gran escote en V y más aun detrás, ajustado y de mucho vuelo.
Cuando entro en el último de los probadores compruebo que este también tiene una cortina, un taburete, y un espejo en cada pared. Esta vez también dejo entreabierta la cortina. Nada exagerado, pero lo suficiente para que se me vea con claridad desde cerca.
Me fijo que al lado hay un hombre paseando.
Me quito mi falda y me pruebo las faldas, primero una, luego otra, y otra.
En un espejo noto como el hombre me esta mirando cada vez con más atención.
Estoy muy, muy, muy excitada. Ese hombre desconocido me ha visto toda desnuda y lo sigue haciendo.
Cada vez que me quito una falda sé que él me esta mirando.
Seguramente que no se perderá ningún detalle de mi anatomía vista la cantidad de espejos.
Cuanto más me exhibo a ese hombre más sube mi excitación y cuanto más sube mi excitación mas ganas tengo de exhibirme.
Ahora me tengo que probar un vestido, para ello me tengo que despojar de toda mi ropa y una vez más quedarme totalmente desnuda.
Tengo muchísimas ganas de tocarme así, desnuda, de forma que al bajar mi vestido me rozo los labios, mmmmmmm.
En ese momento me mira.Veo que me estas mirando. Creo que sabes que te he descubierto, pero me da igual. Al fin y al cabo nadie me impide cerrar esa cortina.
El vestido me queda fantástico, el escote es muy pronunciado, separa mis pechos y al final muestra mi ombligo.
Al girarme y ser de vuelo el vestido sube y se abre mostrando mis piernas acabadas en dos fantásticas sandalias de tacón alto.
Estoy fantástica, tú estas a mil y más cuando ves como me queda el vestido blanco, es muy corto y ajustado y su gran escote deja casi la totalidad de mis pechos al aire.
Mis tetas en el escote se ven muy libres y tiesas.
Me miro en el espejo, Me giro para verme por detrás, me ajusto el vestido a la piel, y tu me miras con ojos de deseo.
Me agacho para acomodarme la sandalia, y al hacer esto me puedes ver perfectamente el culo debajo del vestido.Eso te calienta. Estando agachada me giro y eso te calienta aun más ya que se me ha salido un pecho por encima del escote y te muestro mi pezón grande y erecto y de paso también te sigues deleitando con la hermosa vista de mi trasero al aire en el espejo.
Me incorporo y te sonrío metiéndome el pecho dentro del escote y bajándome el vestido que se me había subido.El vestido es sencillo pero elegante, me gusta. Al quitármelo me doy la vuelta de manera que mientras mi rostro esta cubierto por el vestido mis senos, mi coño se encuentre frente a ti.
La humedad entre mis piernas es ya evidente. Tus miradas son cada vez más descaradas. No puedo más y decido rozar mis labios con tus dedos, quiero más.
Me empiezo a acariciar los senos con una mano mientras que con la otra empiezo a jugar con mis labios y mi clítoris.
Estoy ahí de pie, desnuda a menos de un metro de ti pero sé que tan solo puedes mirar.
Ahora me siento, frente a ti, en la esquina opuesta. Estoy en un estado en el cual ya he perdido una parte de mi control.Sé que estoy haciendo ruidos más que sospechosos, pero por suerte está la música alta. Abro las piernas todo lo que puedo y te ofrezco el espectáculo de mi coño abierto, mojado. Con una mano separo mis labios y con la otra me empiezo a acariciar. No tardo en introducir un dedo en mi coño.Verte mirando de reojo pero fijamente, verme a mi misma reflejada en los espejos, todo ello me transporta.
¡Nadie puede imaginar lo excitada que estoy!
Luego apoyo mis sandalias en el taburete en el cual estoy sentada y abro todavía mas si cabe mis piernas.
Te sonrío a la vez que me introduzco un dedo en el coño, luego lo saco y me lo meto en el ano, luego otra vez en el primer orificio, de vez en cuando en la boca, así varias veces.A la vez me acaricio los senos, juego con mis pezones.
Decido meterme dos dedos en el coño, luego tres, jadeo cada vez más deprisa, ¡bendita música!
Dejo de acariciarme los senos y decido utilizar esa mano para forzar mi ano con un dedo a la vez que no dejo de mover los otros tres dedos y de acariciar mi clítoris.
Estoy ya tan mojada que se deslizan mis jugos por mis nalgas. Me muevo cada vez más deprisa, ya me voy a correr, lo sé, falta poco.
Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm empiezo a convulsionarme pero no saco los dedos del coño, los sigo moviendo, poco, mientras rozo mi botoncito, eso sí, mí otra mano libera mi ano y va a tapar mi boca.
Para reducir la violencia de mis gemidos me muerdo el puño. ¡Qué gozada!
Me recupero poco a poco. No te veo. No sé si te has perdido el final. Estoy sentada en el suelo, empapada, oliendo fuerte a mis jugos. Sigo disfrutando del orgasmo que he tenido gracias a ti. Consigo cerrar la cortina.
Ahora no me gustaría ser molestada.
Después de unos minutos me levanto, me limpio un poco con un pañuelo, me visto, y salgo de ahí, con la sensación que cualquiera que se cruza conmigo tiene que darse cuenta de lo que acabo de tener, huelo demasiado.
De repente siento como alguien esta cerca de mí... pero, quién?Entonces te veo. Has estado mirándome todo el tiempo, sin perder detalle.
El miedo ante lo desconocido me envuelve y hace que mi corazón se acelere.
Te acercas a mí y me dices "Hace tiempo que buscaba a una mujer especial, pero ya la he encontrado"
En cuestión de segundos es como si tu tejieras una tela de araña en la que atrapar mi voluntad y dudo entre dejarme llevar o alejarme.No esperaba que nadie me abordara, pero la llamada de lo desconocido, provoca en mi la curiosidad y en ese momento, toda esa sensación me invade, acelerando los latidos de mi corazón, oprimiendo mi pecho... no dejándome pensar con claridad.
Me dices: "Ven conmigo, tu yo vamos a realizar nuestras más profundas fantasías, el uno con el otro"
Volviendo en mi y motivada por la curiosidad, te observo y presiento que no me voy a dejar envolver por la tela de araña fácilmente.
Te has situado junto a mí, casi sin mediar palabra, pero tus ojos lo dicen todo.... En el fondo de mi alma, creo saber lo que buscas en mi, algo que yo siempre he deseado, pero siento miedo a precipitarme, a dejarme llevar.
Con valentía alzo la cara y te miro a los ojos que me transmiten tranquilidad, sosiego... el color de tu mirada me conmueve provocándome paz, sintiendo como mi corazón vuelve a latir pausado... Siento el deseo y la necesidad de confiar en ti y dejarme llevar hasta donde quieras llevarme.
Me dices: "ven, vayámonos de compras" ....