Acabe de llegar al aeropuerto de la ciudad de Miami en el jet privado de la Señora Gosset, salimos en una Hummer 3 que es la limosina que me recogió al llevarme hacia Tampa que soy buscado y llamado por la misma Señora Gosset; retroceso y adelanto varias veces a mí casete preguntándome una y otra vez, de donde me la conozco asimismo la relación sea laboral, personal o bien de otra índole pero caigo siempre en un hueco sin fondo de donde conozco yo a la Señora Gosset hoy día.

Deslumbradisimo inclusive impresionadísimo obvió anonadisimo al ver la mansión donde vive en Tampa de estilo de arquitectura de la década de los años ’20 en fin con fuentes y una entrada de ambos lados de entrada como salida con muchos garajes y vista hacia el mismo océano en fin; me abren la puerta al esperarme igualmente recibirme personalmente un mayordomo muy respingón  hasta muy mirón hacia el cielo abierto que tuviera tortícolis, me acompaña al entrar y abrirse unas grandes puertas de estudio que me informa dentro de poco vendrá y bajara la Señora Gosset tomo asiento que mira y ubica frente a una gran chimenea con una copa de vino frío.

De ahí, escuchándose de viva voz, unos andares de tacones de botas bien firmes y aferran tés al mismo piso que camina y llegan al entrar al sentirse las puertas corredizas abrirse del mismo estudio donde estoy yo. Y puedo observar por reflejo de una puerta de vidriera de los libreros la silueta de una mujer pequeña al mismo tiempo con una copa en la mano lo mueve y agita un poco el vino de pie detrás del mismo sillón donde estoy precisamente yo sentado; me habla por fin has llegado la espera vino como anillo al dedo, no sabía tu paradero todos estos años en que pensaba de ahí soñé inclusive propicie este encuentro entre tú y yo después de estos 10 años de la última ocasión que estuvimos tú y yo juntos como asolas. Yo me desempeñaba sobre todo trabajaba como chica colombiana en un prostíbulo donde frecuentemente ibas al pagar 1 o 2 horas de venidas conmigo; la escucho pero no puedo identificar ni siquiera saber efectivamente de quién se trata solo escucho de la misma Señora Gosset.

Volteándome sentado en el mismo sillón plasmándoseme ante mis propios ojos una elegancia, esplendorosa, prestigiosa, distinguida, flamante, hermosa, preciosa, alcurnia, entre mucho más mujer desde la cabeza hacia los pies con cabello peinada con cola con trenzas y risos viste tanto un conjunto de chaqueta mediana con falda corta lápiz de polipiel y piel con cremallera azul oscuro con botas de piel de cocodrilo de tacón alto brillosas con la luz sonriéndome quedo asombrando e inmóvil como mudo pero sorprendido al descubrir que es nada menos Andry que brinda con su copa en alto bienvenido a Miami como estuvo tu vuelo hasta acá espero que divino y fantástico en fin se me aproxima al sentarse a mi lado en uno de los brazos del propio sillón.

Andrea me confirma y presente formalmente como la Señora Gosset, me mira con sus piernas cruzadas y juntas me habla cómo de la noche a la mañana y viceversa pase de ser prostituta colombiana a ser una señora distinguida, millonaria, acaudalada, refinada, sociedad norteamericana, entre mucho más; explicándose sinceramente que al irse a Curazao, en uno de los prostíbulos turísticos una noche llego un prospecto de caballero norteamericano que precisamente es oriundo de Miami bueno pago bastantes horas para estar conmigo en la habitación del hotel, hicimos el amor como el sexo erótico que tú me infringías y hacia que te lo escenificaba siempre ahí, coge y coge tras coge que me dio plomo y bala toda la santa noche a mí. Me enamore desde esa noche con el abandone la prostitución fuimos novios por 2 años nos casamos y vinimos a erradicarnos al establecernos acá a Tampa en Miami precisamente por los negocios emprendidos y que tenía de inmobiliarias residenciales, rascacielos, comerciales, recreativos, institucionales en fin, también me pulió y refino mucho más hasta termine mis estudios universitarios por él, se le sale lagrimas  al ponerse de repente triste le pregunto porque se te pones así me dice hoy hace dos años enviude al fallecer y morirse en un accidente aéreo no tuvimos hijos para nada; ahí es donde tu entras necesito un consejero y hombre de confianza también representante a mí nombre finalmente alguien que ocupe este vacío que me dejo el mismísimo, queridísimo, difunto y fascinadisimo Señor Gosset.

Andrea me besa y manosea todo se calienta como encapricha sobre todo domina, yo no aguanto al tomármela y abrazármela sobre todo pegármela contra mí lo que algo inmediatamente la dobla de pie ambos le subo su falda al bajarle el hilo dental cachetero coge y coge al bombeármela como culeármela a gorgotones y por supuesto aguerridamente alzándose y elevándose igualmente apasionándose especialmente deleitándose sobre todo entre nosotros claramente incitándose pero gozándose de ahí goloseándose propiamente jactándose dejándose jadearse principalmente gemirse Andrea que me responde ¡uy,..!  qué rico siento eso por ahí papi me dice cariñosamente a mí me vengo a tutiplén en paja me masturba al dispararle largamente bastante leche embarrándomela y pringándomela me sonríe eres el mismo animal sexual y erótico que siempre querías coger y coger pero solo te lo permitía por delante una vez intentas enseñarme y entrenarme poco a poco lo hacías hasta que el difunto e inolvidable Señor Gosset termino de entrenarme y ampliármelo el coño sexual mío cogíamos y cogíamos fascinantemente se venía a grandes cantidades industrializadas arrechas de polvo todas las noches de domingo a domingo al hacerme la prostituta colombiana que soy y seguiré siendo hasta mis días y nunca deje de pensar en ti estoy perdidamente enamorada de ti y solo de ti hasta estas alturas de los 10 años de la última vez que nos vimos y pasamos juntos se besan y abrazan y pegados zurrándose la polla en todo el culo a la Señora Gosset que es mí chica colombiana prostituta Andrea en vivo y a todo color como en persona.