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Categoría: Incestos

Vacaciones de sexo (Chochi y Dinora)

Cuando se durmieron los nenes, Florencia llegó a mi habitación, bajo su camisón no llevaba ropa. Nos besamos como locos, ella tenía mi pija dentro de su boca y yo trabajaba con la mía en su panocha. Empezamos a coger de lo lindo, ese día le rompí su culito virgen, no sé hasta que hora cogimos, al despertar ella no estaba a mi lado fuí a la habitación donde estaban los nenes, ya se habían marchado. Ese día ella regresaba con su marido después de la separación de casi dos años. Estaban sonando las doce campanadas del antañón reloj de la municipalidad, cuando ella apareció por uno de los patios, cargando las cortinas planchadas y un poco de ropa mía que por la mañana se había llevado a lavar y planchar. Le dije que ya la hacía en casa con su marido, me explicó que su papá les había pedido almorzar con ellos antes de irse, y que me mandaban a invitar al almuerzo, le dije que inventara cualquier pretexto, por lo incómodo de estar allí después de todo lo sucedido. Entró a mi habitación para acomodar mi ropa, estaba de espaldas a mi, su pantalón de mezclilla apretado a su cuerpo, marcando se delicioso culo redondo, su cintura estrechita, y su blusa pegada, dejaba adivinar su vientre plano y sus chichotas ricas. La tomé de la cintura, ella se volvió buscando ansiosa mi boca, nos fundimos en un tierno y apasionado beso,en segundos estábamos desnudos en la cama en un sensacional 69, teníamos poco tiempo por lo que sentó sobre mi para meterse despacio la verga al fondo. Aceleró sus movimientos apretó sus oiernas a mi cintura y el ohahsioh, quedó tendida sobre mi pecho, mientra yo movía en circulos mis caderas entrando y saliendo para echar mi leche. Cuando empezé a gemir de placer, ella me dijo que cambiaría de posición, se puso de perrito y me dijo que le echara la leche en el culo, que se la metiera todita, ya que la anoche anterior solo se dejó meter entre 3 o 4 pulgadas por el grosor. Me llené de gel y la penetré despacito hasta toparla, dos puyones más y la llené de leche. A ella le excitó sentirse topada por el culo, fué al baño a ducharse el culo con el Bidet, yo lavé la pija, y empezó mamarla, al estar dura se la ensarté en la chocha, y con movimientos endiablados. Empezamos con el mete y saca, estabamos empapados de sudor, solo el oía el choc, choc, choc, de nuestros vientres, y el ship ship,m shisp,m choc,choc, de mi pija en su cuca, se vino en dos orgasmos continuos y me me pedía la leche. Besaba sus pechos su boca, su cuello, estaba corriendose de nuevo cuando exploté, corriendo se ducho y ni se despidió de ni cuando salió apresurada de la casa. Arminda llegó el siguiente día, quería saber si había cogido a su hija, nunca supo la verdad. Ella volvía con su marido y punto. Me dijo que a Panchito, su marido, se le había parado la pija en la mañana despues de varios años, que se la había metido, pero se había corrido rápido y la había dejado caliente. Yo estaba tanbién con ganas y la verdad que era tan guapa como su hija, deliciosa en la cama por lo que terminé cogiendola. Ya era mucho sexo para los días que estaba en casa, pero aún seguía más, y ésta vez con dos primas. Las concí dos años atrás, era la feria patronal del pueblo y Eduardo, un amigo de infancia y compañero del bachillerato, me invitó a su casa, llegamos por la tarde y mientras mos arreglabamos para ir al baile de coronoción de la reina. me comentó que tenía una novia del lugar, y la tenía como para no aburrirse cuando llegaba. Era de un rostro hermoso,pero algo llenita sin llegar a gorda, y que ya la estaba cogiendo, y que había llegado de un pueblo vecino su prima, que por cierto era un bomboncito. Esa noche bailamos hasta que finbalizó la fiesta, Guayo me pidió que caminara despacio con la prima de la novia, que el iba a echarle un polvo de gallo a Chochi, que así le decía a la novia. Con Dinora, la prima caminamos hasta legar a un árbol de tamarindo, nos sentamis en ls raíces del árbol, y empezamos a besarnos, cosa que ya hacíamos desde el salón. Besé su cuello y le tomé sus pechos, hubo resistencia al inicio pero minutos después ya se los estaba mamando, y uno de mis dedos ya acariciaba su raja de arriba abajo, machucaba su clítoris. En medio de quejidos de placer, ya empezaba a laner su vagina por la orilla de su calzón, cuando ella vió la silueta de nuestros acompañantes que se acercaban, quedando inconclusa la posible relación sexual. Caminamos un poco más, pasando por el frente de la casa de los abuelos. Llegamos a la esquina siguiente, y allí nos despedimos. Yo sabía que esa casa era de nuestra propiedad, y que las chicas eran definitivamente familia de las personas que trabajabam para la familia, pero ni Eduardo ni yo dijimos ni una palabar quedando en el aire quién realmente era yo. El asunto es que al entrar a media mañana, al final del corredor, sobre unos ventanales que dan a la calle, sobre una escalera de dos bandas estaba Chochi, colocando las cortinas, inmediatamente la reconocí, ella se sorprendió al verme y me preguntó que si estaba con Eduardo en su casa de visita, y le dije que no y le expliqué que estaba en el pueblo porque estaba encargado de arreglar la casa, que había sido de los abuelos. Su sorpresa fué grande al saber quien era, nos pusimos a platicar, y me comentó que Guayo se había casado hacía dos meses en la capital, y que ella lo supo apenas hacía una semana, y que estaba embarazada de él y que ya tenía mes y medio, que Guayo la despreciaba ya que supo que ella tenía un flirteo con un muchacho del pueblo y debido a que ya tenían relaciones sexuales, el pensó que lo mismo había sucedido con el otro, y que la última vez que lo vió quedó embarazada y que Guayo le había dicho que era de el otro. Chochi realmente tenía un rostro hermoso, era gruesesita, pero no ogorda, sin panza alta, de piernas y pantorillas gruesas, firmes y tenían algo especial que excitaban. prchos grandes que se veían duros, caderas anchas y de culo redondo. Esa tarde volvió a llegar a casa, les ayudé a colocar las demás cortinas, y luego fuimos a tomar un refresco, estaba molesta con la boda de Guayo, a pesar que sabía que sólo fué desague de él, estaba decepcionada y el problema más grande el bebé que esperaba. Al llegar a casa sentí un brillo especial en sus ojos, me miraba fijamente, escudriñaba mi cuerpo o al menis así lo sentía, jugueteaba con su lengua en los labios, se chupaba un dedo, me tenís nervioso, me acerqué a ella, y le dije que tenía una lengua grande y gruesa, y que me gustaría chuparsela, me acerqué la besé y me metió su lengua. Yo le metí la mía, y empezó el juego peligroso, subí su falda hasta ka cintura, sauqé su tanga, la cargué para sentarla sobre una mesa domnde quedaba justo frente a mi polla, barrí sus piernas y lamí su concha super peluda, con los dedos tuve que hacerlos un lado para apretar su clítoris, estab super mojada, me bajé el pantalón hasta ka rodilla y puse el glande en su entrada, empezé a penetrarla lentamente en un mete y saca, se la clavé todita, me decía que sentía super abierta su panochay que le topaba adentro, subí su blusa y mamé sus esplendidas chiches, si Florencia las tenía grandes, las de lla era mas aún, ella tenía sus piernas rodeando mi cintura, al cvabo de uns minutos su respiración se agitó mucho, ginió y se estaba corriendo, la soqué todita, y reventé dentro de ella, cuando se la saqué, vió mi pija y no daba crédito de lo que se había tragado, nos fuimnos a la habitación y al cabo de unos minutos la volvía a tener clavada. Después de la ducha respectiva mientras preparábamos algo de comer, le pregunté por Dinora su prima, me comentó que en una oportunidad Guayo se metió por una ventana para coger con ella, sin importarles que estaba ella, y lo mismo sucedió varias veces, hasta llegar al extremo que formaron trío, y que Guayo había desvirgado a la prima. Le dije que me gustaría volverla a ver, y me dijo que a llevaría dentro de dos días porque estaba con su período. Pasaron los dos días y no llegaron, no ví ni Chochi, pero el tercer día apareció por la casa Dinora, su pelo suelto liso color castaño claro, sus ojos avellanados, con un vestido corto celeste, se veía preciosa, cintura fina y piernas maravillosas, pechos medianos, la sorpresa fué de ambos, nos saluidamos con un beso de piquito en la boca, y sonriendo me dice que Chochi e había dicho que tenía una sorpresa para ella, pero no se imaginaba volver a verme, le comenté lo que hacía en el pueblo, y recordamos la noche del baile y luego le dije que me gustaría terminar lo iniciado esa vez y que fuimos interrumpidos en lo mejor. Ella me dijo que sí, pero había una gran diferencia, entre lo de esa noche y esa tarde, porque aquella noche ella era virgen. Fuimos a la habitación tiernamnete nos besamos, y acariciaba centimetro a centimetro su piel que iba quedando descubierta, la desnudé completamente y le empezé a chupar su almejita, de labios rosaditos y clítoris chiquitillo, temblaba de placer, y su vagina inundada de liquidos, besé sus pies y recorrí su cuerpo hasta la cabeza, chupé sus de liciosos pezones rosaditos, sabía perfectamente que cuando la cogiron nunca la habían hecho vibrar como ahora, me desvestí después de su orgasmos, y le dí mi pija en la boca, ella estaba encantada de tener en sus manos y en la boca mi pija dura, tieza, con las venas hinchadas, me lanía torpemente y chupaba pero por ser su prinera chupada, me lastimaba con su dientes, hasta que aprendió a hacerlo riquísimo, le dije que iba a terminar y que si quería tragarlo, asintí con la cabeza, y me corrí, el semen sal´pia por sus comisuras, ya vaciado, empez{e de nuevo a lamer su concha y sus chiches, su cuerpo erizo, sus labis besaban lo que tenía cerca, la acomodé con sus piernas abiertas, sentí estrecha su cavidad al meter dos de mis dedos, me apliqué gel, y empezé a meterle la pija, sus paredes estrechas, se empezaron abrir para darle paso a mi pene, al llegaron un poco más dela mitad, se quejó y me dijo que la sacar un poquito, la saqué toda, y empezamos de nuevo de penetrarla, ahora con un mete y saca lento, ella me abrazaba y buscaba mi boca, recibía mi lengua y yo la de ella, me decía que tantas noches se imaginaba lo que pudo haber pasado el día que nos conocimos, y lo único que lamentaba era no haber llegado virgen a ese encuentro, la topé todita, le dí vuelta sin sacarsela, para quedar de lado y de frente, besando susu chiches, y con una pierna sobre mi cintura y entrnado y saliendo en su totalidad la verga nos venimos casi al mismo tiempo. Cuando aún nos recuperábamos para echar el otro polvo, frente a nosotros estaba Chochi que empezaba a quitarse al ropa, y con sonrisa sarcástica le dijo a Dinora que ahora le tocaba a ella compartir su macho, entre las dos me chuparon la verga, una mamaba los huevos y la otra la pija, senté en mi boca a Dinora para chuparle su vagina mientras Chochi se clavaba la pija, cabakgando como loca, hasta correrse, se vistió y nos dijo que siguieramos disfrutándo. Esa noche no se fué Dinora se quedó conmigo, al día siguiente la fuí a dejar a casa, entramos juntos y la tía no dijo nada, se tragó la rabia de ver que iba conmigo, sabía que ese día se marchaba y que había sido una gran suerte que coincidiera su visita con mi estancia en el pueblo, pero debía una explicación a la tía, y le dije que Dinora y yo teníamos una relación de dos años, y que por ser mayores de edad íbamos a resolver nuestros asuntos de la forma que mejor nos pareciera, no quería que las reprimendas de sus fanmiliares le afectaran, afortunadamente la señora entendió que era asuntos de nosotros y ya, aunque no volvieramos a vernos. Chochi llegó un par de tardes más pero cortanos por la sano esa relación que no tenía sentido. Le comenté a la tía Carolina que la casa estaba lista, no se había entersdo de los días que había estado por el pueblo, y que mi madre estaba por llegar en dos días, para quedarse dos o tres meses de vacaciones y que la casa se había arreglado para celebrar los 50 años de edad de ambas, que los cumplían el mismo día, ya que mi tía era mayor que mi madre 5 minutos. Le dije que todo estaba listo sólo faltaba la aspirada de los muebles, quedando ella de enviar el día siguiente a una persona que se encargara de eso, y otro incesto, pero eso ya es otro relato.
Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
  • Media: 5.5
  • Votos: 30
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