Me levanté al mediodía, el dolor de cabeza era intenso, la cruda me estaba apretando, Florencia me preparó una sopa levantamuertos fabulosa, y empecé a prepararme unos sueritos con el licor que me había pasado dejando el caporal. Florencia bromeaba conmigo que me iba a consentir y cosas que me iban poniendo cachondo. Ella terminó de tender las cortinas y regresó a su salón de belleza. Había recibido cursos intensivos de cultora de belleza y tenía un saloncito cerca de la casa. Llegaba por ratos a verme como seguía, sabía que era mi primera cruda,y llegaba a consentirme, cariñosamente me besaba en la mejía y yo me recostaba en su regazo, tenía puesto un short cortísimo que le lucía muy bién por su cuerpecito finito y bién formado, tenía pensado hacerle el tiro cuando llegara al atardecer, pero le acompañaba una chica que le ayudaba en el salón, que por lo visto no la iba a dejar sola, por lo que opté dejar las intenciones para otro día,pero con la necesidad y el deseo de coger, y era más seguro tirarme a la madre, con quién había estado el día anterior, por lo que al momento de retirarse le dije que por favor le dijera a Arminda que si podía llegar que le iba a hacer una lista de cosas que necesitaba del mercado, y si no podía pués yo se la dejaba al día siguiente. Me metí a la ducha y cuando salí ella ya estaba esperando,le pedí que entrara a la recámara, se sentó en la cama, y de inmediato me quité la toalla que tenía al rededor de la cintura colocando mi verga dura en su boca, y empezó a darme una mamada estupenda, me dijo que se la metiera porque tenía que regresar a darle cena a Panchito. Se desnudó y me apliqué gel lubricante y empezé a penetrarla, me corrí rápido al sentir su panochita caliente estrecha y humeda, sentí super delicioso, pero la pija no se aguardó, siguió durísima y seguía bombeándola, boca arriba, de perrito, de lado, sentada sobre mi, ya de último estaba de lado, dándome la espalda y me pidió que por atrás no porque le había dolido mucho y aún sentía abierto el culo,le subí una pierna y la clavé hasta venirnos los dos. Nos tumbamos en la cama, ella recostada sobre mí, me comentó que cuando llegué por vez primera a la casa, tenía dos meses y Florencia 4, que mi madre enfermó de paludismo, y por la fiebre no podía amamantarme, por lo que mi abuela la mandó a llamar y ella me había amamantado por una semana,compartiendo sus pechos con Florencia, y luego dijo: Y mire pués ahora me está devolviendo la leche haciendo que me venga siempre que siento sus chorros dentro de mí, a todo esto ella jugueteaba con mi verga y yo con sus pechos, me la puso dura y volví a clavarla, me encantaba su panochita chiquita, con pocos vellos, estrechita y sus jugos dulzones y espesos, suavemente entraba y salía, ella gemía de placer, se vino ahogando sus grititos en mi pecho, y cuando yo estaba por terminar me dijo que se lo diera en la boca, con ternura me chupaba, le avisé que me corría y empezó a tragar. Mientra se vestía me dijo que era la última vez que lo hacíamos, porque se sentía mal con Panchito. Luego me volvió a pedir que cogiera a su hija, que se sentía muy sola y triste, que el marido la había dejado al llevarse otra mujer, que para colmo de males le ponía los cuernos a cada rato, y que él ya la había dejado y que estaba insistiendo para que Florencia volviera con él, que iba ir a traerla por el vienestarde los dos niños,pero que antes se vengará y que yo le ayudara, para que su hija probara una verga hermosa. Yo sabía que Florencia se sentía atraída por mi, y que me deseaba como yo a ella, nos tratábamos de tú desde hacía mucho tiempo, nos abrazábamos y nos dábamos besos en la mejílla desde niños, la mañana siguiente pasó a dejarme pan, y le dije que necesitaba un corte de cabello y que iría a su salón ella me dijo, que al cerrar pasaba por casa y me lo cortaba, cuando me estaba cortando el pelo yo jugaba con sus piernas ella no protestaba, al contrario se pegaba más a mí, luego nos empezamos a besar, y chupé sus deliciosas chichotas, no las tenía duras, duras por haber amamantado a dos ninños, pero si eran esbeltas y paradas, esa noche la hubiera cogido, pero llegó el capatáz de la hacienda con unos papeles, ella tuvo que irse, al salir a encaminarla, le dije que como ya otro día era domingo, y aprovechando que había llegado al pueblo un circo, lleváramos a los niños, luego que nos bañaramos en la piscina que para entonces estaría pintada y llena y almorzaramos en casa. El domingo los niños estuvieron felices, como a las cinco cansados se durmieron en una hamaca, y cargados los lleve a una habitación, los acomodamos en una cama, ella me dijo que se quería ducharse para quitarse el traje de baño y vestirse, la tomé entre mis brazos y nos empezamos a besar. Quedamos completamente desnudos en al cama, besé sus pechos enormes, y bajé a chuparle su chocha era una belleza, larguita y gordita, depilada, de labios grandes y clítoris igual, le hice venirse rápido, estaba super caliente. Luego ella empezó a chuparme la verga, casi no le cabía en la boca, me lo estaba haciendo riquísimo, y no tarde en llenarle la boca de leche, ella no paró de mamarme y quedamos en un 69, al cabo de unos minutos estábamos listos para la acción, me lubriqué con gel y me pidió que la penetrara despacito por el largo y el grosor. Cogimos delicioso en mete saca despacito, hasta que ella aceleró sus movientos de cadera, no se la había metido toda, fué ella con sus movientos que terminó de ensartársela, los ojos los tenía como en blanco estaba gozando mi pija, se vino dos veces seguida, cuando yo estaba por venirme me iba a salir, ella me aprisionó con sus piernas y me dijo echamelo adentro estoy operada, y la llené. Nos duchamos y vestimos y salimos al corredor a platicar, ella me dijo que después del nacimiento del segundo hijo se vieron muy mal, y que el Dr, recomendó la esterilización porque otro embarazo sería fatal. Hablamos de muchas cosas, de nosotros cuando chicos, de que siempre había deseado ser mía, que se masturbaba pensando en mí, que en dos ocaciones me había espiado y que sabía que mi pito era enorme. Luego con seriedad me dijo que su marido venía en tres días por ella, que había meditado regresar por salud mental de los nenes,pero que esos días que faltaban queria pasarlos conmigo, dormir esas noches en la casa, y que así estaría más tranquila por haberse vengado del marido, y con él hombre a quién ella siempre estuvo enamorada. Instantes después llegó Arminda y preguntó por lo nenes, los fué a ver dormiditos y quisieron llevarselos, los niños adormitados no querían irse, deseaban quedarse a dormir conmigo, les dije que los dejaran, y que Florencia se quedara en la otra cama. que al fín y al cabo yo estaba durmiendo en el dormitorio principal. les pusieron las pijamas que Arminda llevaba y se volvieron a dormir, mientras Florencia los cambió Arminda me preguntó si ya, le dije que no, porque no quería intimidad con madre e hija. Ya cuando se marchaba, nos dijo, Ustedes ya tienen 21 años y saben lo que hacen, se que se gustan y si tienen ahora la oportunidad de estar juntos aprovechenla, porque será muy difícil que un día puedan pasar una situación igual. No pasamos sólo esa noche juntos, sino que la siguiente, y como despedida toda la mañana del día que ella se iría, pero me dejó un grato recuerdo, la virginidad de su culito. Pero la mayor sorpresa me la llevé después, pero eso ya es otro relato.