Que bien, por fin llego el verano!!!
Todo el año trabajando, y creo que me había ganado unas pequeñas vacaciones. Lo tenía ya todo preparado para irme con mis amigos a la playa. Un piso, los coches, la hora de partida....
El viaje estuvo muy bien, muchas risas, con alguna parada en el camino para reponer fuerzas. Y por fín, después de unas horitas de viaje que no me importaban, llegamos a nuestro destino.
No estaba nada mal el apartamento que habíamos alquilado!! Con piscina dentro de la urbanización a la que pertenecía, cerca de la playa, una terraza con buenas vistas..... lo ideal para 15 días de desmadre!!!
Nos disponiamos a pasarlo lo mejor posible, sin importarnos nada en esos días de autentica locura, nos no mereciamos tras un año agotador y bastante malo por cierto.
Bajamos a la playa nada más llegar, sin tiempo a deshacer las maletas. Luego la cerveza en el chiringuito y a casa a cenar para salir por la noche.
Esa rutina la seguimos varios dias, con noches de fiesta de por medio hasta que nos acostabamos con la luz del sol entrando por las ventanas de nuestro apartamento.
Uno de esos días conocimos a un grupo de chicas, bastante simpaticas y guapas. Nos presentamos, tomamos alguna copa que otra juntos y bailamos. No estaba mal esa situación, tampoco queríamos nada más, solo disfrutar de las vacaciones. Lo pasabamos bien juntos. Aunque lo podríamos pasar mejor.
Pasó nuestra primera semana allí y cada vez nos veíamos más con ellas. Comíamos juntos, pasabamos el día en la playa y después de cenar nos volviamos a juntar.
A mí había una que me caía mejor que las demás, y pasaba más tiempo con ella. Una noche, tras alguna que otra copa y más de un baile nos fuimos, decidimos ir todos a nuestro piso a desayunar. Yo me quedé un poco mas retrasado con ella hablando, hasta que sin darnos cuenta los demás habían desaparecido de nuestra vista.
Parecía que los dos queriamos lo mismo pues pronto empezamos a abrazarnos y nos dimos nuestro primer beso, timido, como con miedo de que el otro lo pudiera rechazar. Pero no fue así y el siguiente fue más grande, más apasionado.
Decidimos que preferiamos estar un rato solos en vez de ir a desayunar con el resto de nuestros amigos. La playa no nos quedaba muy lejos así que decidimos ir allí. Paseamos un rato y nos tumbamos en la arena.
Comenzamos a besarnos, a acariciarnos. Noté como sus manos me recorrían la espalda hasta llegar a mi culo que apretaba fuertemente, a lo cuál lo decidí corresponder con caricias en sus pechos. Me quitó la camiseta, se tumbó encima mía y se comenzó a besar con más pasión.
Sin pensarmelo, la comenzé a desnudar yo tambíen, dejandola desnuda de cintura para arriba. Tenía unas tetas pequeñas pero no demasiado, con la aureola que rodeaba sus duros pezones de un color rosáceo. No pude evitarlo y me lancé a lamerlos como un poseso. Eso la gustaba. La mordisqueaba y lamía sus pezones mientras mis manos los sobaban y agarraban fuertemente.
- Relajate, dejame a mi un poco - me dijo a la vez que me echaba hacia la arena y me dejaba tumbado enfrente suya.
Comenzó a recorrerme con su lengua, por todo mi cuerpo, empezando por el cuello, bajando hasta mis pechos, hasta que llegó a donde yo deseaba. Me desabrochó el pantalón, me lo bajó lentamente, el calzón también y dejó mi pene al descubierto, erecto como el estandarte de una bandera. Me sonrió de una forma picara y comenzó a pasar mi lengua suavemente por mi polla, hasta bajar a los huevos y lamerlos tambíen, se los metío en la boca y comenzó a subir hasta mi glande, jugando un rato con su lengua con el hasta que se la metío en la boca y empezó a chuparmela. Que placer!!!! Que gusto!!!!
Me encantaba como lo hacía, pero no quería correrme en su boca, así que antes de hacerlo la aparte y la tumbé, ahora era mi turno.
Llevaba una falda amplía, así que se la levanté y casí la arranqué el tanga que llevaba. Estaba ansioso por dejar su sexo delante mía y hacerla sentir placer. Una vez que lo tuve delante mía, empezé a chuparle su coño, a meter mi lengua dentro de su ser, a jugar con su clítoris..... era mía, no podía hacer nada para evitarlo. Sentía como temblaban sus piernas y eso cada vez me excitaba más. No quería hacerla esperar más y me incorporé un poco.
La levanté un poco las piernas y pudo sentir todo mi sexo dentro de ella. Al sentirlo ella soltó un fuerte gemido y su mirada me pedía más, mucho más. No me andé con rodeos y se lo hacía más y más rapido. Me bajé un poco y ella me abrazó y me acercó a ella. Cada vez mis acometidas eran mas fuertes y rápidas. Podía sentir sus uñas en mi espalda.
Aún no quería acabar, así que bajé el ritmo de mis metidas, ahora eran más despacio pero mas profundas. Cada vez que se la metía fuertemente ella jadeaba, su respiración era rápida y entrecortada. Decidió que quería dominar un poco la situación así que me apartó y me tumbó, sentandose encima de mi pene.
Comenzó a galopar encima mía despacito, mirándome y sonriéndome. Comenzó a acelerar, cada vez más y más rapido.
Yo no podía aguantar y así se lo hice saber, pero la daba igual, quería seguir más y más. Comenzé a sentir como mi semen recorrida mi polla, estaba a punto de estallar, la abrazé fuerte y dentro de ella, me corrí. Fue como una explosión de placer, pero ella seguía, no quería parar hasta que no mucho despúes ella también lo hizo, también se corrió.
Tras un rato en la arena, besándonos, decidimos irnos a casa, el sol comenzaba a salir y era hora de dormir, aunque al llegar al piso, decidimos darnos una ducha y seguir con lo que habíamos empezado en la playa.
El resto de lo que quedaba de vacaciones os lo podeis imaginar!!!