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Unos vecinos me violaron

Unos vecinos me violaron

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Hola: Mi nombre es Marycruz y encantada les cuento esto que me ocurrió hace poco.

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Cuando algo me despertó en el momento en que tenía un sueño erótico, me quedé paralizada al ver a un negro empujandome bien duro el huevo, lo mas que podía dentro de la cuca; me bombeaba con aquel palo, me lo metía y sacaba continuamente, duro y rápido. A su izquierda había otro hombre negro desnudo, bembón -labios gruesos- de cuerpo bien proporcionado, pero eso si: un huevo increíble. Este palo se extendía hasta llegar a unas 14 pulgadas de largo; se me hacía la boca agua solo con el pensamiento de tenerlo en mi boca.

Sentí miedo y emoción a la vez, y la situación ya era un conflicto dentro de mi, porque me gustaba lo que me hacían, pero a la vez debía recharzarlos. Mas pudo el miedo y les dije que se fueran, salieran de la habitación o sino llamaría a la policía. El hombre que me lo tenía todo metido se dio cuenta de que yo lo estaba disfrutando y dijo: -¿Está segura que quieres que nos vayamos, nena? Te hemos estado observando cuando te metes esos juguetes, dildos, consoladores, como les llamen, y parece que lo que necesitas en realidad son huevos de verdad que te llenen esa cuca, sin fantasías, y quedes satisfecha. Estamos muy dispuestos a ayudarte.

Siguió explicándome que ellos también tenían habitaciones en el condominio, vivían juntos en el mismo cuarto, y todos los días me veían a través de unos binoculares haciéndome la paja. Siempre lo hacían varias veces al día. Me habían visto masturbándome con mi vibrador de huevo especial para encontrar el punto "G", dándome placer sobre la cama. Y hasta habían hecho la paja mucha veces acariciándose el huevo y acababan cuando lo hacían. Esta confesión me dejó muy sorprendida, estupefacta.

Esa noche iban camino a su casa y decidieron pasar por mi apartamento. Vieron que había dejado mi ventana abierta para que entrara el fresco de la noche y aprovecharon para llenar sus fantasías, también satisfacer las mías.
Como me había acostado muy cansada me había quedado dormida con la ventana abierta. Me dio rabia conmigo misma por mi descuido aunque en mi interior yo estaba contenta por ser tan negligente.

Estaba decidiendo que hacer en ese momento tan difícil, y no podía negar que mi cuca estaba disfrutando este huevo de 10 pulgadas de largo, porque los gemidos me delataban y por esto me descubrían los tipos. Cuando el negro comenzó a follarme mas rápido mis gritos de éxtasis llegaron a niveles mas altos. No se necesitaban palabras, él sabía que deseaba que se quedaran para llenarme bien esa cuca con sus tremendos palos.

El amigo del que me lo tenía metido, de nombre Estéban, comenzó a lamerme las tetas, primero suavemente y luego haciendo mayor presión. Les ponía las manos encima para taparlas y comenzó a mamarme los bien erectos pezones, comenzando por uno, después el otro. Le dijo al que me follaba, llamado Pedro: -¿Y cuando me toca a mi follarmela? ¿Cuándo me voy a coger esa cuca que por tanto tiempo he visto y admirado?
Pedro simplemente respondió: -Estoy acabando, nena. ¡Yaaaaaaaaaaa!!!!!

Pude sentir su caliente leche que me llenaba y mis músculos comenzaron a contraerse sin ningún control. Una ola me invadió, de la más intensa que alguna vez haya experimentado. Yo quería que siguieran y no me preocupé por mas nada: para mi esto no terminaría nunca, porque quería mas.

Pedro se bajo de encima de mi y vi que estaba escurriendo semen de mi cuca. Esteban quería ver esto, tal vez deseaba tragarse hasta la última gota que me salía de la cuchara, porque me veía la cuca con ojos morbosos, con lujuria. Luego me abrió las piernas lo mas que pudo y se colocó en cierta posición para comerme la hinchada cuca junto con mis jugos. Su lengua se metía adentro de mi enclave mojado, probando y buscando desesperadamente por todas partes.

Mi reacción fue inmediata, me produjo mucho placer. No se molestó cuando sintió que su cara estaba toda mojada con mis jugos al yo acabar. Se acercó a mi cara y en ese memento le lamí me todos los jugos.

Al besamos ocurrió algo diferente. Yo nunca había sentido la boca de un hombre en la mía en esa forma. Nuestras lenguas su unieron y se sentía como si bailaran entre si al ritmo de una orquesta sinfónica que tenía a la audiencia aturdida, atontada, pasmada. Cuando intentamos separarnos, no fue cosa fácil para ninguno de los dos, porque su huevo estaba chorreando.
Mi lengua hacía círculos juguetonamente alrededor de mis labios por el deseo, y le agarré ese dildo de carne a aquel negro, de 10 pulgadas, y comencé a acariciarlo incansablemente lamiéndoselo y luego chupándoselo.

-¿Qué te parece este huevo tan duro, nena?
Le contesté: -Házmelo ya!!

¿Quien se iba a resistir a meterse el huevo tan enorme de un negro? Yo ya no aguantaba.
Mi mojada lengua comenzó el largo viaje hasta su huevo endurecido, y una vez en la base del palo se movió lentamente, a lo largo del poste de electricidad, hambrienta, hasta llegar a la cabeza. Al llegar allí, miré los profundos ojos negros del hombre. Esto me puso mas que nunca deseosa de su herramienta.

Cuando mi mojada lengua lamió alrededor de su hueco suavemente él comenzó a gemir, al principio suavemente. Mis lamidas fueron mas rápidas y sus gemidos mas duros: -Ay, nena!! -repetía.

Sus bolas eran lo mas grande que yo haya visto, que hacían juego con la grandeza del huevo. Mi mano comenzó a hacerle la paja y luego se lo apreté. Yo tenía que mamármelo. El deseo era tan inaguantable, necesitaba quedar satisfecha.
Mi tibia boca se abrió bien, porque estas bolas no eran como cualquier otra que yo haya tenido el placer de meterme dentro de la boca. Así que iba a disfrutar este desafío, MUCHO, INMENSAMENTE. Intenté meterme las bolas dentro de la boca y sus gemidos de placer y satisfacción sonaban como música a mis oídos. Con mi otra mano restregaba su palo hacia arriba y hacia abajo al mismo tiempo. –Mamalo, mamamelo, nena- decía.

No esperé a que me lo pidieran dos veces. Mi boca deseosa bajó para meterse su magnífico huevo mas y mas hondo, mientras le acariciaba las bolas con mis dedos.

-Coño, voy a acabar!! - dijo el tipo.

No pude evitar tragarme toda su leche caliente.
-MMMMMMMMMM, -gemí. Yo estaba loca por probar aquel semen en mi boca.

-Acaba, acaba, por favor, acaba ya!!! -yo le rogaba.

De repente, hubo un ruido: Era la alarma del despertador que había sonado y tuve que levantarme para comenzar un nuevo día e irme a trabajar. Ojalá que otra vez mañana yo tenga este mismo sueño, pensé

FIN

Ravishing Neighbours
Woman wakes up to find 2 black men in her bedroom

As I awakened from an erotic dream I was startled to find a black man thrusting deep inside my pussy, his cock pumping in and out hard and fast. To his left was another black man, naked, 6'3 with thick full lips and proportional weight, but his cock was anything but. His prick extended a good 14 inches and I salivated at the thought of having it in my mouth.

Terror and excitement filled me as I told them to leave, I would call the police. Seeing my obvious arousal the man that was deep inside me said, "Are you sure you want us to leave babe? We have been watching you as you play with your sex toys and you seem to need cocks filling you. We are happy to help out."

He went on to explain that they were roommates in the condo near my house and with his binoculars had seen me play daily, usually many times a day. They had watched me masturbate using my vibrating egg and g spot vibrator, satisfying myself on my bed. Both had stroked their cocks and came many times doing this. I was shocked at the revelation.

Tonight, they were on their way home and passed by my house. They saw I left my window opened for some night air and took the opportunity to fulfill their fantasies and fill me. Tired last night, I had fallen asleep with the window opened. I was angry at myself for my carelessness yet a part of me was grateful I had been so negligent.

I was deciding what to do but couldn't deny that my pussy was enjoying his thick 10 inch prick, my moans gave me away. As he started fucking me faster my screams of ecstasy reached new heights. No words were needed, he knew I wanted them to stay and fill me completely.

His friend, Steve, started licking my tits, first gently and then with more pressure. Cupping them in his hands, he began sucking my now very erect hard pink nipples, first one nipple then the other. Steve said to his friend Peter, "When do I get to have her? When do I get to eat the pussy I have wanted for so long?"

Peter responded simply, "I'm cumming babe. NOOOOOOOOOW." I could feel his hot cum filling me up and my muscles began contracting uncontrollably. A wave washed over me, more intense than I had ever experienced before. I didn't want this to end. I didn't have to worry, this was far from over.

Peter got off of me and our cum was oozing out of my pussy. Steve wanted to have every drop and he viewed my pussy with lustful eyes. Then he spread my legs open as wide as it ever was and positioned himself to engorge himself of my pussy juices. His tongue plunging inside my wet enclave, tasting and probing everywhere fervently.

My reaction was swift and pleasurable. He was not disappointed as he felt his face soaked with my cum. He came over to my face and I licked my cum off him as did he.

When we kissed it was like no other. Never had I felt a man's mouth take mine in as he did. Our tongues merging felt like we were dancing with an orchestra playing, fully attuned to its audience. When we managed to pull apart, not an easy thing for either of us, his cock was stirring.

My tongue playfully circled my lips and I grabbed my 10 inch dildo and began teasing him by licking it then sucking it. "How about my stiff cock Baby? Do that to me." Who could resist his huge black dick? I couldn't.

My wet tongue began the long journey up his hardening cock, starting with the lower part of his shaft and moving slowly and hungrily up his long pole. Reaching the head of his cock and looking at his deep dark eyes made me want his prick all the more.

As my wet tongue licked around his hole gently he began moaning softly at first. My licks became swifter as his moans grew louder. "Oh baby," he kept saying, his new mantra.

His balls were the biggest I had ever seen, fitting for a cock of such grandeur. My hand began stroking it and then squeezing it. I had to suck it. The desire to do so was unyielding and needed to be satisfied.

My warm wet mouth opened wide, as this would not be like any other balls I had ever had the pleasure of taking inside my mouth. I would enjoy the challenge, IMMENSELY. I managed to get his balls in my mouth and his moans of contentment was music to my ears.

My other hand was rubbing his shaft up and down at the same time. "Suck my cock baby," he said. I didn't have to be asked twice. My wanting mouth went down on his magnificent cock, deeper and deeper, while my fingers tickled his balls.

"Fuck I am going to cummmmmmmmmmm!" and I couldn't wait to swallow his hot cum.

"MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM," I moaned. I wanted to taste him badly. "Cum baby, please cum!" I begged.

Suddenly, there was a noise and I had to regain my composure. The alarm rang and I had to get up to start the day anew. Hope I can have this dream again tomorrow, I thought.

THE END
Datos del Relato
  • Categoría: Masturbación
  • Media: 4.64
  • Votos: 42
  • Envios: 4
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