Hola, mi nombre es Juan y os voy a relatar una experiencia que tuve con una chica de 17 años.
Yo era el encargado de una urbanización pequeñita de chalets y apartamentos en la Costa del Sol española, y con este trabajo pues copnocia a muchisimas personas , tanto españolas como extranjeras y tengo por esta misma razón mucho relatosa que os iré contanto poco a poco.Este de hoy se trata de una amiga mia, ya mayor, pues tendría unos 60 años, había sido propietaria de un apartamento de los que yo administraba, su marido cayó enfermo de una enfermedad grave, muy penosa y larga, durante este el tiempo que el marido vivió, le ayudaron muchos dos personas, una asistenta llamada Ana y una joven, Aracelí, que contrató como enfermera o ayudante para poder llevar la enfermedad del marido con más atención y dedicación, mi amiga Teresa, que así se llamaba, era una personas explendida, lo siempre la recuerdo por su simpatía, su generosidad y su gran experiencia y conocimiento de la vida, yo pasaba con ella unas veladas maravillosas, cuando estaba en el apartamento, su conversación y saber estar, tanto de ella como del marido, me tenia embaucado, llegué apreciaros mucho a ambos.
Cuendo el marido murió, despues de tres años de penosa enfermdad ella le había prometido a sus dos magnificas ayudantes unas vacaciones pagadas en la Costa del Sol de un mes, por lo que mi amiga Teresa me escribío una carta indicándome todo esto para que yo le reservará un chaet o apartamentos, ya que ella ya había vendido el suyo hacía unos años. Llegaron un mes de junio y las acomodé en una casa en segunda fila de la playa, por lo tanto, muy serca y despues de instalarses me vinieron a buscar a mi oficina para invitarme a una copa, que yo acepté de muy buen grado, nos fuimos a un bar sercano y me fueron presentadas las dos ayudantes, Ana era morena, bajita, muy buen cuerpo y una cara entre agraciada y guapa y Araceli, era peliroja, con un pelo casi en la espalda, una melena maravillosa y una cara más guapa que graciosa, era pecosa y las dos eran bastante simpaticas, la verdad que me atrajo más desde el primer momento Aracelí, mucho más atractiva y joven, solo tenia 17 años, mientras que Ana deberia estar en los 25 o algo mas. despues de aquel día las veia todos los días, me dí cuenta que se ponian a tomar el sol, despues de comer en bañador en la terraza de la casa y me dedique a i todas las tarde y me fumaba unos cigarritos con ellas y charlabamos, asi fuimos haciendo amistad y quedamos en salir una noche a tomar unas copas con las dos, lo pasamos bien bebimos y bailamos y me sirvió para decidir que la que me interesaba era Aracelí, y desde ese día fuí directo a por ella. al dia siguiente nos fiomos los dos a cenar a un chiringuito de la playa, estuvimo despues de la cena tomando unas copas allí mismo, pues se estaba de ensueño al borde del mar y una de esas noches de luna llena, que parecen que te ayudan en estas cosas del amor. Sobre las dos de la mañana no volvimos andando por un gran paseo maritimo que existe al borde de la playa y cuando fuimos llegando a la altura de la urbanización, no sentamos un poco en la orilla del mar, observando aquella luna que se reflejaba en el mar, era un cuadro inolvidable, alli le dí mi primer beso y ella me respondió dulcemente, nos abrazamos y siguimos besando, nuestras lengua se encontraron y jugeteaban entre ellas y nuestras manos acariciaba todo nuestro cuerpo, Araceli tenía unos pecho pequeñitos, pero lindo de verdad, que yo empecé a acariciar y cuando los besé, crei volverme loco, mis manos buscarón sus muslos y acarcviandolos con suavidad mi mano fué subiendo por su entrepierna y cuando empecé a nota la humedad de su vagina, la mano de Araceli me detuvo la mano rogandome parara por favor, pues era virgen y solo tenía 17 años, (debe tenerse en cuenta que esta Historia pasó ya hace 25 años y entonces las cosas no estaban como hoy), y costandome mucho trabajo deje de profundizar y dandole unos besos no levantamos y nos fuimos para la casa, esta estaba situada bastante serca de mi oficina, y cuando llegamos y tenía la intención de desèdirme de ella hasta el día siguiente, me sosprendió Araceli que besandome me digo que me queria y que deseaba con toda su alma que fuera yo el primer hombre de su vida, aquello me suibio el morbo y todo lo que habia que subir y nos fuimos a mi oficina, donde yo tenia un cuarto interior con un dormitorio muy coqueto preparado para estas ocasiones, que no eran pocas. Cuando desnudé aquel cuerpo, Araceli me parecia una diosa, su larga cabellera de un pelo castaño y ondulado le tapaban sus pechos dejando entrever sus pezones, duros y punzantes, comencé a besar aquel cuerpo y ella acarciaba torpemente el mio y se lamentaba de su falta de exxperiencia, yo la besaba y le dicia que no se preocupara que la experiencia la aportaba yo y ella la belleza y la juventud, nuestros cuerpo estaban entrelazados, nos revolcabamos por la cama, dando vueltas y mi pene estaba que se clavaba entre sus muslos , cuando empezé a besarle los pezones se retorcía como una serpiente y cuando mi boca llego a su bulba dió un grito y se extremeció, yo la acaricie diciendole al oido no tengas miendo preciosa que voy a tener mucho cuidado con tu chochito, ya sé que es primerizo y voy a procurar que no te duela, la besé en la vagina mi lengggua entraba y salia de ella succionando su clitoris y ella se extremecia y gritaba de placer, con mi dedos fuí provando y su coñito se pueso chorreando de jugos y ya no podiamos más, ella estaba enloquecida y me pedia que se la metierea y yo estaba deseando hacerlo, le introduje la cabeza de mi polla poquito a poco y noté que habiamos llegado a su virginidad, y sujetandola con mi dos manos en sus gluteos, le dije muy dulcemente, cielo ahora te va a doler un poquito, pero solo cuando te la meta, a continuación vas a disfrutar, y efectivamente con un movimiento seco le introduje mi polla y ssu vagina membrana cedió y la pollla entro hasta el fondo, Araceli grito y su cuerpo se dobló como un junco que yo sujetaba y besandola dulcemente aguanté para que su vagina se acoplara con mi polla que es bastante gordita, y cuando vi que estaba tranquila empezé un lijero bombeo con un mete y saca que notaba como Araceli arqueaba su cuerpo y gemia, pero ahora de placer, se retorcia y me besaba, yo intentaba girar mis caderas y cada vez que metia, ella era de locura sus expresión, sus ojos, todo ella me volvía loco y me corrí dentro de coño, cosa que no hubiera querido hacer, pero ella me tenía cogido con sus piernas en mi espalda y seguimos asi por lo menos diez minutos más, cada vez que miraba su cuerpo temblaba y tenía la sensación de estar adorando a una diosa, nunca olvidaré aquel cuerpo de diosa, ni aquel pelo y mucho menos aquella expresión de su cara, de niña traviesa pero satifescha y con una dulcura inolvidable, cuando fuimos a la casa la despedí con un beso y un hasta mañana.
Pasamos algunas noches más juntos, que contaré en otro relato y sobre todo un viaje mio a Madrid, que fuí a visitarla y que creo digno para recordar y contar.
Si os gusta espero me escribais diciendome vuestro parecer, yo os prometo contestar a todos