Iba a bañarme y abrí el agua mientras me desvestía. Estaba pensando cosas calientes, y sentí como mi coño se mojaba. Se me ocurrió hacer algo diferente, fui hasta el comedor y busqué una zanahoria. La dejé a mano.
Me metí en la ducha y puse el chorro del agua fuertemente hacia mi coñito, y en segundos tuve un orgasmo que hizo que me arqueara. Era muy poco para mi coñito ardiente.
Salí de la ducha y me sequé. Puse la toalla sobre el suelo y me senté sobre ella. Agarré entonces la zanahoria y le eché crema, para que fuese como un lubricante.
Comencé a tocarme con los dedos y después introduje la zanahoria, que al principio me costó pero después fue muy rico. Se sentía dura y entraba y salía con facilidad, aunque sentía un poco de dolor, que me excitaba mucho.
Saqué la zanahoria y me empecé a masturbar como siempre: tocando mi clitoris y mi vagina muy húmeda. Sentía como mis jugos mojaban por completo mis dedos. Pronto alcancé un orgasmo.
Ahora sé porque dicen que las frutas y las verduras hacen bien. Oh sí, mucho bien...