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Una verga enloquecedora

Quedé enloquecido con la pija de Ezequiel. Quedé de la cabeza.



Estuve unos pocos dias en la gran ciudad por unos tramites y en cada pagina de Internet que miraba, soñaba con tragarme una de esas tremendas porongas que se ofrecen en las paginas de hombres. Me parecía que me iba a costar carísimo y asi fue. Hable a tres de ellas y no bajaban de cien dólares ninguno de los machos de mis sueños. Pero no solo eso, ninguno aceptó mi propuesta de que me hagan el orto sin condón. Andan cagados de miedo. Las mismas pijas –si las querís sin forro- se ofrecían solamente para chuparlas, a unos doscientos pesos.



Entonces busqué un diario y bajé mis pretensiones. Hablé por teléfono a una de esas casas donde se ofrece un desfile de jóvenes modelos masculinos en bolas donde uno elige la pija que quiere comerse. Los pendejos son una locura, te los querés tragar a todos juntos, pero cuesta un dineral. Me atendió Kevin por teléfono y me dijo los aranceles y los servicios. Fui en el acto, toqué el timbre y bajó a abrirme un pendejo increíblemente bello  que hacía también de manager. Bien formado, no muy alto, muy simpático. Lo saludé y puse la  cara para un beso formal, pero juntó suavemente sus labios con los mios apretándome bien la mano, como macho y como puto. Divino, fue impactante, de solo entrar.



Pagué los cien pesos del arancel mínimo y me llevaron a una pieza perfumada, confortable. Había un plasma enorme donde una mina se comía dos pijas negras extraordinariamente grandes. El culo se me mojó de entrada y la pija la tenia a mil, antes de ver la primera de las porongas semiparadas que llegaron a la pieza. Tocaron a mi puerta y fueron desfilando siete pendejos de no más de 25 años, uno mas hermoso que el otro: bien plantados, unos rubios y otros morochos, altos, ningun  negro – lo que indudablemente lamenté- . Límpisimos, olían a agua de colonia fina, en bolas totalmente. Muy respetuosos, me dijeron dos de ellos que eran también pasivos, es decir podian chuparme la pija y dejar que me los coja, pero la cosa costaría un poco más cara.. Los cien pesos eran solamente para que me hagan el culo después de chuparles la poronga un rato, y hasta que yo mismo acabe.



Les pregunté a los últimos tres si podrían acabarme en la boca, pero me dijeron que ellos trataban por todos los medios de no acabar, para poder cogerse a más putos como yo en una noche. Necesitaban guita para vivir, vestirse, mandar dinero a sus familias, etc. Un puto como yo era su comida diaria, pero dos polvos o tres, los ayudaban a ganar un monton de plata.



La pija del tercer pibe que pasó, era de otro planeta. Se llamaba Ezequiel y me dejó pasmado. Fui viendo a los demas chicos solamente por respeto a su trabajo, por cortesía, pero cuando termino el desfile, llame a Kevin y le pedí que me mandara a Ezequiel a la habitación.



Entró el muchacho, altísimo, muy respetuoso y me dejó mirarlo un rato los ojos, la boca, luego bajé en silencio la mirada hasta la pija que la tenia semidura y era gruesísima. Unos 5 centímetros de diámetro  Ya estaba desesperado por tragármela pero tenía al menos media hora que valían los cien pesos.



Me preguntó porqué lo elegí, le mentí. Le dije que era por su apostura, su distinguida figura casi extranjera y me reconoció que tenia ascendencia escandinava, pero se dio cuenta que yo estaba fascinado con su maravillosa verga. Me puso de la cabeza cuando me contó que una vez un árabe quedo tan enloquecido con su pija, que le pagó un viaje a Dubai donde se lo cojió en presencia de varios árabes putos millonarios. De ese viaje le quedó un departamento al pendejo. Y yo no podia creer que por cien mangos me comería esa belleza



-El se dio cuenta, a los tres minutos le tenia agarrando la poronga desesperado.



Me preguntó: Te gusta mucho la pija…



-Muchísimo, querido Ezequiel, le dije. Pero en el pueblo donde vivo no me puedo hacer culiar con nadie porque todos nos conocemos . Hay un solo cine para miles de putos y dos alojamientos que te quemas si te ven entrar. Sobre todo si llevás a un macho para que te coja. Te marcan y tal vez te extorsionan con la familia y esas cosas de pueblo. Hay más putos que machos, pero nadie quiere reconocerlo públicamente.



-Qué te gusta hacer, me preguntó, como preguntan las prostitutas profesionales.



-Me gusta chuparla un rato y que me acabes la boca.



-No podré, por que para eso tenés que pagar el triple; es que pierdo la noche de otros clientes, se disculpó.



-No importa querido.



-Y que más querés que te haga.



-Bueno, tratarée de aguantarte con el orto porque veo que la tenés muy grande, mucho más de veinte. No me imagino como será cuando esté parada.



-Son casi 32 centímetros, pero solo cuando estoy muy caliente…Pero, tranquilo, yo voy a ayudarte a que la recibas entera y la disfrutes, me aseguroó Vas a quedar muy feliz de haberme pagado este servicio que te doy por primera vez. Voy a mimarte, a besarte y a ponerte mucho gel para que no te duela nada, confiá en mi, primero vas a recibir la cabeza y la vamos a tener adentro un buen rato, mientras te hago el amor, relajate y dejame trabajar a mi. Te daré un masaje en la espalda y en los hombros mientras te tengo la cabeza de la pija adentro, en el borde del ano, porque es muy gruesa pero te va a encantar. No te asustes por que te voy a tratar muy bien y despacio.



Siguió con el detalle de cómo me cogería, en realidad me fascinaba la forma en que lo hacía…



- A cada centímetro que te vaya entrando la pija (me dijo) será con una buena cantidad de gel, y una crema anestésica pero te iré ayudando con un dedo mientras te voy haciendo a la vez, la paja. Después te haré caricias en la cabeza, en la cara, te meteré los dedos en la boca para que me los chupes y te vayas calentando. Y poco a poco vos mismo irás empujando como haciendo caca para que te entre la poronga. No te asustes, son 32 centimetros, pero con veinte bien adentro serás el hombre mas feliz del mundo. Yo no quisiera meterte los otros 8 centimetros porque ya me pasó que algunos putos se me desmayan cuando los cojo completamente, solamente voy a clavartela si vos me la pides entera. Yo me iré dando cuenta a la vez, la manera como vas respirando y si te vas quejando o no,  tambien estaré controlando la dilatación del orto y veré que no te salga sangre como les pasa a muchos que no tiene experiencia aunque creo vos la tienes de sobra. Ya te cogieron con una pija así.?



-No por supuesto que no, le dije… Siempre culié con una pija mas chica, pero me metí consoladores grandes.



-Bueno, ahora la vas a sentir en plenitud, porque a mi la pija no se me despara cuando estoy relajado y veo contento al cliente, yo me voy motivando, me dijo. Me encanta cogerlos a ustedes los putos viejos, cuando veo que la están disfrutando.



Era muy educado. No veo la hora de volver a culiar con él. Fue muy importante que me haya expicado la manera como me iba a coger. Me tranquilizó y empecé a desear que me la meta al fondo los 28, aunque no sabia el terremoto que me desataria en mi cabeza, en el ano en el recto y en todas las visceras que al final se me arrugaron dentro al punto que la pija ocuparia todo el lugar. Yo lo soñaba que podría ser excepcional, pero no me imaginaba la felicidad que me aprestaba a disfrutar.



Empecé a chuparle la pija y apenas podia tragarle la cabeza y unos seis o siete  centímetros. Se desvaneció mi sueño de tragarme totalmente una poronga hasta la traquea para oler de cerca los pelos y mirarme en el gran espejo con la pija adentro totalmente. Sacarme una foto de recuerdo con la garganta ocupada y tal vez los ojos desorbitados. No pude lograrlo pues era impresionante el grosor de la poronga de mi amado Ezequiel. De cualquier forma me gustó verme de rodillas mamando la verga del pendejo por la mitad mientras él me tocaba el culo y la espalda tratándome como a una mina. Me abría el culo con gel, con dos dedos de cada mano, mientras le mamaba las inmensas bolas rosadas. Estábamos en un 69 divino y yo rogaba que me meta la lengua en el hoyo, pero  me había advertido que el no era puto y que no me chuparía el ano. Cada tanto me agarraba la poronga y me pajeaba y cuando yo estaba por acabar, el se daba cuenta y me soltaba y seguía atendiéndome el culo. Después parece que se compadeció de mi calentura y me puso un forro en la pija y empezó a chupármela, hermoso..  



Creo que le chupé la chota unos diez o quince minutos, de toda las maneras posibles. Quería que el me chupara el orto, pero me repitió que el no era pasivo y yo elegí así, de modo que empecé a hacerme la paja. Increíblemente, mi pija se habia caído. Estaba extasiado en chuparme ese garrote rosado y limpio  pero olvidé la existencia de mi propia verga. Nunca me había pasado.



Pocas veces he disfrutado una pija como esa,. Casi rosada, la cabeza perfectamente redonda, en total debió haber tenidos mas de los 28 centímetros que me anuncio. Cada rato, sacaba mi boca y me quedaba fascinado mirándola.



Ezequiel me decía: Estas maravillado…



-Claro querido, es divina, es divina…super bella…  Cómo me gustaría –le confesé- que mi mujer se deje coger con vos y ver como te chupa la pija. Y también que me cojas delante de ella  Quedó intrigado.



-Cómo es eso, vos hacés que la culien a tu mujer.



-Todavía no, en realidad, le vengo rogando hace tiempo que quisiera ver cómo se la cogen pero se opone. 



-Entonces no es muy puta tu mujer.



-La verdad que no, a ella le gusta la pija pero no es zafada. Igual, yo sé que ella coge con un par de amigos. Por que ya vés, la mia es muy chica y yo acepté hacerla culiar de vez en cuando para que sea feliz.



-Pero, te gustan mucho los cuernos, entonces.



-La verdad que me adapté a la situación de llevar mis cuernos desde hace mucho tiempo, desde cierta vez que la encontré cogiendo con un hermano mío en el baño de la casa de mis padres, durante un almuerzo familiar. 



-Cómo fue eso, me preguntó. Resulta que a mitad de la tarde, luego de una larga sobremesa, casi todos estábamos jugando al croquet sobre el jardin y me intrigó por qué demoraba mi mujer que había ido al baño. Y fui a buscarla, pero mi libidinosidad apareció de golpe, sin que me dolieran los cuernos, cuando entré de golpe al baño y Jacinto la tenía ensartada por el orto dando la espalda a la puerta. Mi mujer miraba adonde yo estaba y en el momento que entre vi su mirada desesperada, pero no de susto porque yo llegué. Me miró rogándome que la dejara seguir culiando porque estaba disfrutando muchísimo. Sus ojos lo decian todo, como reclamándome o explicándome, que se hacia coger por que yo, justamente lo que no hacía bien era cogérmela. Jacinto estaba tan concentrando haciéndole el culo y comiéndole el cuello, que nunca miró para atrás. Entonces le hice señas con un dedo en mi boca y me senté a mirarlos largo rato. Ella miraba al cielo cuando más le entraba la verga de mi hermano que la tiene bastante grande, no tanto como la tuya, pero si grande. Creo que son unos 22 centimetros y gruesos. Ella se lo tragó fácilmente.



Ya habia pasado la media hora que yo habia pagado y todavía Ezequiel no me habia cogido, por eso cuando Kevin golpeó la puerta le dije que seguiría otra media hora y pagaría después el saldo. No nos molestaron más. Mi bello Ezequiel siguió intrigado con el relato. En tanto, yo le hacia la paja, le chupaba las bolas, le miraba los ojos verdes. Era un Dios. Estaba enamorado del muchacho. Segui con el relato.



Cuando  mi hermano Jacinto aceleró la cogida con mi mujer y empezó con los ronquidos de la acabada, me salí del baño y antes me despedi con un beso silencioso que mi mujer agradeció con una caída de ojos. Pareció decirme que la pija era de película, que la había encontrado al fín y que la disfrutaría para siempre, si yo no hacia lío, claro. Por supuesto, no quise jamás hacer quilombo a mi hermano y arruinarle el matrimonio. De cualquier modo, los cuernos ya estaban metidos y  me había encantado ver como la culiaban a mi mujer, con delicadeza, mucho respeto y protegida de habladurías. .



Cuando llegamos a casa, mi mujer me preguntó si no estaba disgustado y le dije que para nada. Solo que me hubiera gustado no enterarme nunca que me metia los cuernos. .Solamente te pediré que me digas una verdad. Cuántas veces me corneaste antes. Me dijo que solamente tres veces. Una con su propio hermano que la culiaba muy de jovencita creo que desde los 14 años; y que luego de nuestro matrimonio la siguió cogiendo mucho tiempo, hasta que ella misma paró porque su cuñada sospechaba algo. Otra vez con su padre cuando le dijo que sabia lo del hermano y que le haría la vida imposible si no se dejaba culiar con él. Con el padre no fue feliz, porque la trataba como una puta apretándola y casi asfixiándola, le mordía el cuello y las orejas en el momento que acababa. Pero ella dice que tenia la pija mas grande que alguien se hubiera imaginado. Cuando el padre no estaba en copas, le disfrutaba la verga hermosamente hasta que enfermó y dejó de cogérsela. Cuando superó un problema cardiaco, el padre juntó a la familia, dijo que se habia vuelto puto y drogadicto y se fue a vivir a otra provincia con un pendejo de 30 años. Ella siguió culiando con el hermano y conmigo sin saberlo yo.



A todo esto, Ezequiel me dijo si no queria sentarme en la pija. Le dije que si. Se la chupé hermoso hasta que logré ponérsela durísima y se colocó un condón. A mi me pareció que el relato lo habia calentado un poco. Fui un estúpido en no darme cuenta que yo tendría que haberle puesto el forro. Porque ocurrió que al ponérselo él solo, la pija se le ablandó insólitamente. Lo miré decepcionado.



-Qué te pasa Ezequiel, quiero disfrutarte la poronga, le dije.



-Tranquilo, ya se va a parar, me dijo. Se sacó el condón y me lo dio a mamar otra vez. Me acarició la cara, los ojos, la sacó dos o tres veces de la boca y me la clavó  en el fondo de la garganta tomándome de la nuca. En segundos estuvo divina. Tomamos otro condón y esta vez se lo puse con la boca, la pija le quedó a mil y me di vueltas rápidamente. Pero al final, no hizo nada de lo que me habia prometido hacer para que no me doliera el orto. Solamente fue una manera experta de hacerme entrar en clima y que no le tuviera miedo a su descomunal pija. Me la clavó tan fuerte, pero tan fuerte, que casi me desmayo del dolor. Y eso que antes de ir, me había hecho una paja en el hotel, me había clavado un paraguas envuelto en una toalla para ponerle bien gruesa la punta y con un condon lubricado, me abrí mucho el hoyo. Llegue a punto para la pija mágica de Ezequiel. Con todo, casi me mató. Primero de dolor, luego de felicidad. El calor de la verga cubriéndome todo el recto y la punta chocando con  mis entrañas, me hizo estremecer en forma exquisita, me llevaba hasta las nubes. Todo de golpe. No tuve tiempo de quejarme y tampoco de darme vueltas a besarlo para agradecerle semejante verga dentro del culo. Solo me concentré en disfrutarle y decirle cosas bonitas como … qué divino como me culiás… es fantástica tu verga, dame más mi amor, enterrame la chota papito… no acabés nunca, culiame, culiame …



Mi querido Ezequiel me clavó finalmente todos sus 28 centimetros por 5 de ancho, .que los sentia en el fondo de mi alma, y no podia seguir conversando ni respirando bien por la terrible culiada que empezó a darme.



-Te gusta mucho, no?…, me dijo..



-Claro Ezequiel querido. Seguí dándomela que me fascina, no parés te lo ruego…



A mi, la verdad que la pija con forro no me gusta porque necesito sentir bien el calor de la piel y el latido de la poronga en las entrañas, pero habia sido tan hermosa en la boca que me encantaba igual, además, yo me miraba en el espejo y me sentía tan pero tan bien culiado con verdadero profesionalismo por ese mocoso divino de 23 años. Una foto para el recuerdo ver como agarraba fuertemente las sabanas y me mordía el labio, soportando los tantos centimetros de largo y de ancho, taladrándome el hoyo. MI culo lucia muy empinado y Ezequiel era un dios griego con sus hermosos rulos cayéndole sobre la frente mientras me tomaba de los hombros para ensartarme y volverme a ensartar, a su vez mordiéndose la lengua al parecer de calentura.



Mientras me cogia y me recontra cogéa entrando y sacándome la poronga, me pidió que le siga contando de mi mujer. Le dije que trataria de convencerla de hacerla culiar con él, y me dijo que me costaría unos quinientos pesos cogerse a nosotros dos. Le pregunté si cuánto costaba una fiesta con el muchacho más fornido y petiso que era también pasivo. Y calculó unos mil quinientos pesos. Pensé en el acto en el aguinaldo, a lo mejor me animo, pero no se si a mi mujer le gustará hacerse coger aquí.



-Podriamos ir a otro lado?.



-Donde ustedes quieran. Elegi un lindo telo y vamos a cogerlos las dos horas, al precio de una, me juró Ezequel.



-Cómo es eso.



Claro, si vienen aquí, solamente pueden culiar una hora por esa plata, por el uso de la habitación, entendés… pero si los atendemos nuestro dia de descanso, pagan las dos horas del telo y los cogemos las veces que ustedes quieran. De paso creo que serán clientes míos para siempre, o no.



Quedé de la cabeza, desesperado por conseguir una luca y media para ver si logro la fiesta. Aun no tengo plata. Aproveché para preguntarle a Ezequiel si me podía culiar sin forro y me dijo que no, pero me prometió encambio culiármela a mi mujer sin condón. Pregunté cuánto me costaria si me hace el orto sin condón, pero insistió en que no, pero me juró que encontraría uno de sus amigos que seguro aceptará a culiarme sin protección.



 Ezequiel continuaba taladrándome el hoyo de manera vertiginosa; hacía mucho tiempo que nadie me culiaba tan hermoso. Y en un momento dado no pude resistir y se me escapó: Que hermoso que me estás haciendo el orto, más lindo de lo que me coge mi cuñado…



-Cómo es eso, me pidió el pibe que le relate…



Mirá, fue un juego que comenzó con mi mujer cuando le dije que yo me habia portado bien y la habia dejado culiar con mi propio hermano, de modo que quería que me devuelva el favor y me dejara cogérsela a la hermana de ella, que verdaderamente era muy puta, pero estaba de viaje, de modo que ella misma ideó la joda de su hermano con una noviecita putisima e hicimos una fiesta . Hay que recordar que el hermano de mi mujer se la garchaba desde hacia unos doce o trece años. Su hermano era bisexual, y habían hecho algunas fiestas en trio con diferentes mujeres y hombres  en su casa cuando mi mujer era soltera. Luego se la siguió culiando, pero ya sin fiestas. Entonces me propuso lo de hacer una orgia entre cuatro y que yo la vea como la culiaba  el hermano, mientras me la cogia a la noviecita.



 En ese momento seguía con la verga de Ezequiel al fondo de mi orto y  empecé a acabar en mi mano y a tragarme mi leche, cuando Ezequiel me dijo que si ya estaba listo para vestirnos.



-Pero querido, me faltan diez minutos, le dije, dejame que te chupe la pija un rato.



-Como no, querido. me trató con delicadeza.



Le saqué el condon bastante mojado por liquido preseminal y después de chupar el condon, segui mamando la inmensa poronga de mi dios escandinavo. La trague todo lo que pude, pero el me dijo que podía hacerme un favor sin condón, y que le siguiera contando de mis incestos. 



-De qué se trata, le dije.



-Mirá te meto tres dedos en el orto y te cojo un rato con la mano a ver si te gusta.



-Dale probemos.



Me metio dos dedos en mi boca para mojarlo y me hizo sentar sobre tres de sus dedos que me entraron divinos, entonces con su mano izquierda me tocaba la cabeza y la cara y  con los otros dedos me orteaba divino, realmente hermoso porque los movia violentamente al punto que le rogue que me metiera cuatro dedos. Y así lo hizo, volvi a acabar como loco. Le grité que me metiera el puño pero tenia la mano tan grande que no entraba de ninguna forma. Lloré rogándole el puño, y lo trató de hacer, pero jamás pudo lograrlo. Cuatro dedos totalmente enteros, pero cada vez que cerraba el puño, no entraba, me hacia ver estrellas pero no podia seguir, el mismo temía destrozármelo y yo por miedo a meterlo en lios, le dije que parara, pues iban a tener que traer un médico si me desgarraba el ano. Nos tomamos un respito, siempre con los cuatro dedos en el hoyo.



Le conté que, mientras el hermano se la culiaba a mi mujer y yo me la cogia a su novia, alli empezó a rondarme el bicho de que me culie delante de mi esposa y cuando ella estaba a los gritos desesperada de la cogida que le daba por el culo el hermano, aproveché para gritarle que me dejara a mi también probarla un rato antes de que el muchacho acabe. Realmente se lo agradecí, porque mi bruja me cedió el lugar y le agarró la poronga para que el propio hermano me la clave en el culo. Mientras ella se hacia chupar la concha con la novia, se puso a ver cómo me cogía y fueron más de veinte minutos los que me culió el chico, furiosamente.



 Era increíble la forma como Ezequiel me seguia cogiendo con la mano cuando ya casi se cumplía la hora y tenia que irme, de modo que le rogué que me chupara un poco la pija y no quiso, pero me ofreció ponerme lubricante y darme un ultimo regalo.



-Qué me vas a hacer, le grité. Y antes de que pudiera sentir su contestación, lo que sentí fue su puño completo dentro del hoyo. – Mi Dios, que boludos, nos habiamos olvidado del lubricante en el primer intento . Grité tanto que al parecer Kevin se asustó y golpeó la puerta.



-Puedo entrar, dijo, pasa algo.



-No… está todo bien, le dijo el pibe ….



Ojo, gritó el otro. Mirá que ya faltan minutos para que salgan…



-Si ya salimos, dijo el muchacho y nos dejaron en paz.



 Ezequiel me dijo. Te estoy regalando esto que no estaba previsto, para que seas mi cliente para siempre. Te prometo que si venís a hacerte culiar un par de veces todas las semanas, bien limpio, al final te voy a culiar sin condon como tanto te gusta. Pero entendelo, tengo que cuidarme.



-Pero, le dije, si yo no me hago coger con cualquiera, tengo el hoyo sano y solo he cogido con mi  mujer ultimamente creeme por favor, no seria capaz de mentirte, no te pasará nada conmigo.



-Vamos a ver, me dijo, vamos a ver... Y me dio tantas esperanzas que me enamoré del todo, del divino pendejo.



.Le rogué entonces, Ezequiel querido mio, te ruego que me dejes pagar otra hora completa y en menos de media hora te dejo en paz, si me seguís culiando y al final me la pones un ratito sin condon. Te lo ruego, le insistí con lágrimas en los ojos. Pareció conmoverse. La pija la tenia abajo. Pero, es que ya no se me está parando, me insistió…



-Dejame que te la chupe y la haga parar, por favor….



-Mirá vamos a hacer una cosa, me propuso… Paga media hora con uno de mis amigos bisexuales que te chupen la pija y que te chupen el orto para ablandarlo totalmente y en eso yo descanso, tomo una gaseosa y me baño. En la media hora siguiente, te prometo hacerte el orto con forro un rato largo y cuando este por acabar, me saco el condón y te la entierro un poco acabo en el culo. Me imagino que vas a sentir mi chorro de leche en las entrañas porque no todos los dias vas a tener 32 centimetros de manguera regándote los intestinos.



-Divino,, extraordinario, le dije. Me abalancé para besarlo y casi se asustó. Sólo me dejó humedecer sus labios con los míos que bramaban de calentura. Realmente no era puto.



 Salió a hablar con Kevin llevándole el dinero que le habia dado, y en pocos segundos entró León, un petiso morrudo, que me había dicho que estaba dispuesto a chuparme la pija pero Ezequiel le pidió que por favor me chupara el orto para que el me pueda culiar mas tarde. A León le encantó. Era muy peludo, tenía una poronga más chica pero gruesa que por fin me di el gusto de tragar totalmente hasta la garganta. Hicimos un 69 ideal. Me mordía despacio todo el anillo del culo y me metía la lengua profundamente haciéndome ver todas las estrellas del universo. Parecía una mina como mamaba el orto. Le dije por supuesto que en pocos dias mas vendía solamente a culiar con él, si me seguía chupando de esa manera el culo. Se motivo mucho más. Le hable de hacer una fiesta con Ezequiel y mi mujer, pero me advirtió que era carisimo. Ya sé, le dije, voy a conseguir la guita antes de fin de año. Mientras, vendré a que me culiés. Volví a acabar y  León me trago toda la leche, era muy puto. Le pedí por favor que me acabe en la boca, pero no era boludo y me repitió lo de Ezequiel. No yo no acabo, porque necesito trabajar, culiarme muchos putos por noche para ganar buena plata, me dijo. Si me traes otros putos como vos y gano guita, te acabo al final de la noche y te hago descuento..



 Casi había pasado la media hora cuando Ezequiel entró en la habitación: imponente, perfumado con la verga semiparada, hermosa. Me encontró con el hoyo en la boca de León. Me puso la pija en mi boca y siguieron la fiesta entre los dos. Yo estaba en las nubes. Me había costado buena plata pero era inmensamente feliz. Una pija como la de Ezequiel en la boca no se tiene todos los dias, mientras te están chupando el orto de manera bestial. Me sentaba sobre la lengua del mulatito que la tenia muy larga y sentia como me perforaba el hoyo y la hacia girar violentamente adentro. Después me succionaba todo el ano y se lo tragaba todo lo que podia, después hacia como que soplaba y lograba que el hoyo se abriera del todo y asi metia la lengua hasta el fondo. La sensación que se siente con la lengua moviéndose muy adentro del orto es indescriptible. Mucho mejor que cualquier vibrador. En realidad hubiera  querido seguir asi hasta el final, pero las reglas son las reglas en ese prostíbulo masculino y en pocos segundos León tuvo que despedirse por orden de Kevin. Antes de irse, me saqué la boca del choto de Ezequiel y bese apasionadamente a León chocando las lenguas varias veces al punto que mi pija se subió de manera tremenda. León era una verdadera “fiera” besando y mamando, me regalo una chupada sensacional antes de marcharse, y pude finalmente acabarle en la boca por segunda vez,  y en cambio el hermoso mulato logró devolverme hasta la ultima gota que había retenido en la garganta, dejándome absolutamente listo para que Ezequiel haga de mi lo que quisiera.. León me había hecho muy feliz, realmente muy felíz.  Me quedaba media hora de pija con mi dios, Ezequiel y ni un solo centavo.



 Fue maravilloso. Primero le mamé la verga a mi adorado Ezequiel un buen rato, le llene el choto con la leche de León,  y le puse el forro. La tenia tan dura que hasta me asusté. Empezó otra vez a culiarme hermoso, me la metía entera. Los 28 centimetros al mango. Le pedi que me culiara estando yo acostado y con piernas en sus hombros. Luego me arrodillé en el piso, puse la cabeza y el cuerpo sobre la cama y el me cogió larguísimo casi de pie apoyando las rodillas en el borde de la cama. Después me le senté en la pija y empecé a chuparlo entero en la cara, los ojos, el cuello, le enredaba el pelo, saltaba sobre su pija como lo hacen las minas sobre las vergas de los negros en la tele. Trate de bailarle con el culo, pero no lo logré, eso es para expertas. Estaba  totalmente zafado. Dámela sin forro le grité, llorando. Ezequiel querido,  Ezequiel, amorcito, dámela por el orto sin el condon, dámela un momento nomás. No te va a pasar nada, culiame sin forro por favor le lloraba sobre el oído.



Ezequiel se paró, y cumplió con su palabra, me hizo que le sacara el condón y que le chupara la pija hasta tenerla totalmente dura. Me llevó hasta un sillón que estaba en una esquina de la habitación a centimetros del espejo. Me hizo poner una mano en el respaldar y la otra en un brazo, me hizo subir una sola pierna a ese mismo brazo y me dijo que mirara el espejo. Te la voy a poner despacio para que puedas verla y gozar como te entra, mi rey… me dijo. Sos el rey de la noche. Gracias por la guita porque la necesitabamos. Ahora te voy a culiar como te lo has ganado, me dijo y me mordió despacio una oreja justo en el momento que parecia desmayarme de placer y de calentura. Sentí la cabezota de la pija de Ezequiel –ya sin el condón- en la boca del hoyo enormemente florecido por la lengua de León. El sabia culiar, por eso me clavo la cabeza y se quedó quieto para que me acomode, tome aire, y no me duela nada.



-Lo tenés destrozado.



-No querido, solo te parece, lo tengo salido porque estoy muy caliente..



-Querés que te culie así, o te meto la tripa adentro, me dijo.



-Metéme la tripa adentro, por favor con los dedos mojados, porque con los pliegues para afuera, no me va a entrar toda la pija, empujalos para adentro.



Se chupó todos los dedos y comenzó a acomodarme el hoyo salido y me lo fue metiendo adentro. Me lo dejó hermoso, totalmente elástico pero recompuesto. Tomó un poco de lubricante y se lo puso en la cabeza de la pija mientras yo miraba la escena en el espejo. Era una película extraordinaria que en mi mente, como si jamás hubiera sido filmada. Yo con la espalda quebrada sacando el orto como si fuera una mina, pidiendo a gritos la poronga. Y una cabeza tremendamente grande babosa a punto de taladrarme el orto desguarnecido, reiteradamente desflorado.  Luego Ezequiel me metió tres dedos lubricados en el culo y ni los sentí.



-Queres el puño o la pija, me dijo mi dios…



 La pija, la pija, la pija… ¡ Por favor!!!!, la pija, le grité, dame la pija, dámela entera, la necesito, me lo prometiste, no puedo rogarte para toda la vida, dame la pija hasta el alma, ya pagué, quiero la pija en el fondo del orto para recordarte siempre Ezequiel querido. Y cuando terminé de rogarle, ya la tenía por la mitad…



Fantástica, era hermosísima, una pija para disfrutar horas y horas. Hirviendo. Me la comí con hambre, abría el culo lo más que podia para tragársela.



-Te duele.



-Para nada, segui culiándome mi vida, seguí cogiéndome así. No veo las horas de volver…



-Pero, quedate tranquilo, si todavía no te la calcé completamente y te voy a culiar con toda el alma para que seas muy feliz. Te lo mereces, me dijo.



Que hermoso me siguió cogiendo, es casi imposible describir la manera como me cogía el orto sin forro. Llegaba casi al final de la pija y la volvía a sacar mientras yo la veia por el espejo. Eran 32 centimetros y demoraba incontables segundos en sacármela milimetro a milimetro y me la volvia a encajar igual, asi pausadamente, para que fuera disfrutándola casi asfixiado de la excitación. Qué divino me la ponia y me la sacaba. Me agarraba de mi cabeza como si yo fuera una mina con mucha delicadeza y me metía dos de sus dedos en la boca, cada vez que la pija llegaba al final de mis entraña. Y cuando me la sacaba, bajaba sus manos y me tocaba mis tetitas o mi cintura, luego el cuello y de nuevo, cuando me estaba por culiar hasta el fondo, me  volvia a meter los dedos en la boca.  Luego bajaba los dedos y me hacia la paja. Llevaba inmediatamente mi leche hasta mi boca, mientras me tenia la pìja al maximo dentro del hoyo. Fue un ir y venir para que yo la desee y la espere, la vuelva a desear y la disfrute al punto de darme convulsiones. .



La forma de cogerme era única. Le dio un ritmo al polvo, de forma increíblemente armoniosa. Así, mi cabeza empezó matemáticamente a contar las culiadas  una por una. Fueron decenas Mientras de mis ojos caian cataratas de lagrimas de felicidad. Me cogió no menos de quince minutos con la pija sin forro, mucho mas de lo que yo le habia rogado. Parece que al final me respetó y me agradeció la plata o se encariñó conmigo porque yo apenas esperaba unos segundos de pija limpia sin el odioso preservativo.



-Te gusta… te gusta, me repetia.



-Claro, no pares, dámela con el mismo ritmo, estás culiándome como nadie lo ha hecho en mi vida, le dije en un mar de lágrimas. En el acto me acordé de mi mujer. Y le dije, cómo rogaria que ella se deje culiar con esa pija y la pueda disfrutar como yo lo estoy haciendo…



-Y bueno, convencela, me parece que es un lindo desafio el que tiene. Animate primero a contarle como te estoy cogiendo y seguramente a ella le picará la curiosidad.  Dónde querés que te acabe, me dijo.



-Por supuesto que en la boca Ezequiel querido le dije.



-Bueno, cuando quieras pedimela y te la doy.



-No puedo creertelo. Así que podes acabar cuando quieras.,



-Si estoy entrenado.



Entonces cogeme un ratito mas por favor, y dejámela ahora unos segundos adentro para que la disfrute y sacámela despacio. Volvémela a meter despacio y dejámela quieta para que yo la apriete y la recuerde y te lleve para siempre en lo mas profundo de mi memoria y de mi alma. ¡Qué pija divina tenes, amorcito…!.



En realidad, Ezequiel querido, vos no sabes lo que te perdes en no dejarte culiar con una pija asi.



-No viejo, ya me cogieron muchísimo, yo soy el que no quiero que me vuelvan a culiar. Algun dia te contaré como me cogieron en el reformatorio donde estuve. Tanto me culiaron alli, todos, hasta los curas, policias, enfermeros, cocineros, perros, y hasta un caballo, que jure nunca mas dejarme culiar. Hasta pasé por un hospital un par de veces para que me cosieran el culo.



Yo no podia creer lo que escuchaba.



-Ahora si mi amor, Ezequiel querido, ahora si cogeme muy fuerte y cuando estés por acabar, dámela en la boca, por favor, ahora estoy listo para recibirte.



Y en pocos segundos, estando yo sentado con la pija al fondo y abranzándolo muy fuerte, la sentí finalmente tan adentro que crei que me destrozaban los intestinos, la pija se le habia crecido mucho mas de los 32 centimetros. Me pareció enormemente mas gruesa que al principio. El estaba muy caliente, la cabeza del choto parecia mas grande. Me llenaba completamente las entrañas. Cuando estaba a punto de explotar, me levantó con fuerzas y se paró en el sillón para clavármela en la garganta. Fue la única vez que me tomó fuertemente del cuello y casi con violencia me violó la boca, los labios, la garganta, parecía muy caliente en ese momento. Me atragantó. Me ahogué, me llenó de leche la tráquea y el estómago en un segundo, no paraba de salirle la leche.



-Chupámela fuerte para que salga mas leche, me gritó.



Y segui mamando esa escultura que era su pija. Le tome las bolas con las dos manos.  La limpié a la pija , la trague de nuevo, le hice cariños, casi la abrace porque sabia que era la despedida. Ya no le salia una gota y jamás se cayó. Estaba totalmente parada y no tuve vergüenza en llorar. Muy fuerte. Lloré con consuelo y con dolor, por tener que despedirme de semejante pija.



Culminaba una noche inolvidable.



 Le agarré las bolas y las chupé, le bese el culo, lo toque entero, me volví a meter la pija en la boca, pero el ya estaba muy cansado. Me juró que hacia mucho tiempo no habia culiado tanto tiempo a alguien. Y me agradeció lo cariñoso que fui con el, pareció emocionarse por mi conmocionado llanto.. 



-La verdad, me encantó, para mi ya no sos un cliente, sino un amigo. Algun dia te voy a culiar gratis porque te  lo mereces me dijo.



-Ezequiel, querido, algun dia voy a pagarte el triple de lo que cobras, porque te lo mereces, le respondí y me permitió por única vez en la noche, que lo bese en la boca, sin la lengua, pero me dejo chuparle los labios, los dientes y la cara. Bese maravillado esos ojos verdes que jamás podré olvidar. Nos abrazamos fuerte, me besó la frente y se marchó, sin ver mis lagrimas que salían a borbotones y llenaban mis mejillas de felicidad y de dolor por que la fiesta habia terminado.



Una fiesta que jamas hubiera querido detener.



Cuando salí del lugar, me quedó por muchas horas la impresión de tener muy lleno todo el recto, abiertísimo el borde del ano, caminaba despacio para cerrar el culo, me imaginaba que me iba a salir la mierda y que no podria retenerla, pero solo era impresión. Me tocaba el culo y estaba cerrado por afuera, pero totalmente abierto en todo el trayecto de unos veinte centímetros muy profundos. La imagen de esa pìja me persiguió meses. La sueño cada noche, hasta creo que hablo fuerte en el sueño pidiendo mas pija y tal vez mi mujer me escucha, pero nunca me dijo nada. Me levanto agitado y mojado de transpiración, con toda la leche en mis piernas y la imagen de una pija taladrándome por todos los agujeros. A veces mi mujer me despierta para que reaccione, pero no me dice nada si algo he gritado. Debe ser muy discreta, o tal vez está atando cabos y esperando el momento en que la invite a que nos culie Ezequiel a los dos;  a que nos coja juntos una misma noche de ensueño, a que nos lleve de leche nuestras bocas mientras comemos esa escultura de carne limpia y exquisita.



Aun no pude volver, porque viajar es carísimo pero cuando lo haga, directamente llegare al hotel y llamaré a Ezequiel para venga a culiarme un dia entero. Hasta que se termine la plata que estoy juntando solamente en homenaje a la pija mas maravillosa que jamás tuve en mi boca y en mi orto.



 Joaquin. 


Datos del Relato
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