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UNA TARDE PARA SER INFIEL

"Si sorprendido me quede cuando aquella jovencita se metió en mí coche, más aun me quede cuando sin pensármelo dos veces pose mi mano sobre su muslo. No dijo nada y menos aun cuando comencé a deslizarlo por su muslo, dejándolo caer por la parte interna, notándola solamente su cuerpo temblar."

 

Bueno comenzaré. Ayer sábado me quede solo en casa, mi mujer sea había llevado a los cri@s aún cumpleaños de un compañero. Mis planes iban a ser en plan hogareño, decidiendo hacer algunas tareas en casa antes de salir a hacer la compra, tras hacer algunas tareas que no eran del hogar, decidid salir más aun viendo la hora que es, pues el reloj marcaba las tres y algo del mediodía. Antes de salir, cogí las bolsas de basura para tirarlas al contenedor, luego me dirigí hacia el coche, observando como la dueña de una pequeña tienda de alimentación daba por concluida su jornada laboral. Momento en que una chica joven se le acercaba, tras verla pensé que debía de ser familiar de ella, cosa que pude escuchar que no lo era pues la dueña de la tienda le pregunto…

  • “¿Quieres algo de la tienda antes que la cierre?”.

Está mirando a la dueña le contesto…

  • “No, no quiero nada”.

Quedándose delante de la puerta de la tienda frente a mí, pues yo tenía mi coche aparcado delante de la tienda. Mientras abría la puerta no dudaba en mirar a esta chica, me senté en el interior, coloque mi móvil en el soporte de la guantera, puse la llave en el contacto saliendo de la radio del coche la música. En todo momento no dejamos de mirarnos tanto la chica hacia mí… como yo a ella, apartaba la vista de ella simulando que estaba haciendo algo o simplemente fingía no mirarla, pero la verdad es que no perdí ojo. Llegando incluso a acercarse la dueña de la tienda hasta donde estaba yo, acabando esta por soltarme…

  • “Esta tiene más peligro que tu o que yo, debes de tener cuidado”.

Para esos momentos mi polla estaba durísima… mmm, tanto que me dolía al estar sentado. Miraba a la chiquilla que no le echaba más de diecisiete años (aunque ella no dejo de reiterarme que tenía dieciocho). Hay estaba ella de píe con sus vaqueros entallados de color negro, camiseta blanca y calzado deportivo, chica de un metro sesenta centímetros aproximadamente, cabellos largos de color negro. Algo rellenita, pechos pequeños… echándole una talla entre la ochenta y la ochenta y cinco al menos, culito respingón y boca… uuuffff!!. Natalia que así es como se llama la dueña de la tienda de alimentación, me dijo…

  • “Mira José, si te vas a ir mejor que lo hagas ya, pues de la manera que la estas mirando, me imagino tus pensamiento y más seguro como debes de estar ya”.

Cuando puse el coche en marcha, rápidamente la chica se me acerco y desde mi puerta me pregunto…

  • “Vas muy lejos”.

Contestándole…

  • “Voy a comprar, primero al Lidl y luego al Mercadona”.

Finalizando por decirle…

  • “¿Quieres que te acerque a algún sitio?”.

Rápidamente ella sin darme contestación, cogió y tras abrir la puerta cogió y se sentó dentro, cerrando la puerta tras de sí. Contestándome ahora…

  • “Puedo ir contigo, necesito comprar unas cosas y de paso que te compres preservativos”.

Se me puso cara de poema, no esperaba tal contestación, tras retroceder ante la atenta mirada de la dueña de la tienda, me pongo en marcha hacia los comercios. No conduciendo muy rápido, aprovechando por preguntarle su nombre, edad, estudios, etc. Ella me respondía…

  • “Me llamo Bea, sabes que preguntarle a una señorita su edad es de ser poco caballeroso”.

Acabando hay sus respuestas, comenzando ella ahora su turno de preguntas. Aproveche ese momento para apartar mi mano derecha de la palanca de marcha para colocarla sobre su muslo izquierdo, ella no dijo nada solo se dedicaba a responderme. Pensar que sí antes me sorprendió cuando aquella jovencita se metió en mí coche, más aun ahora al colocar mi mano sobre su muslo. Pero al ver que no decía nada, comencé por deslizarla por su muslo hacia su rodilla, volviendo a ascender hasta su muslo y dejarlo finalmente caer por la parte interna, notando solamente su cuerpo temblar. Ella simplemente separo sus muslos tomándolo yo por una invitación… uuummm!!. Comenzando ahora ella muy tranquila por preguntarme… por mi nombre, edad y ese tipo de preguntas livianas, continuando por preguntas más íntimas como…

  • “¿Cuantas veces tienes sexo con tu mujer?”.

Pregunta que de nuevo me dejo fuera de juego, pero con rapidez le conteste…

  • “Suelo hacerlo todos los días”.

Respondiéndome la chica…

  • “Venga ya… eso no se lo cree ni tú”.

Preguntándole yo…

  • “Y tú qué. ¿Cuántas veces lo haces o es que quizás eres aun virgen?”.

Ella me miro y sonrió, una sonrisa picarona con ese brillo en los ojos tan especial que les sale a las mujeres cuando van a hacer algo malo. Veo sus intenciones venir pero no sabía ni cuando y como, momento en que giro para tomar la calle que me llevaría directamente al Lidl. Momento en que ella coge y posa su mano sobre mi muslo derecho, acto que cojo y tuerzo el volante en el siguiente cruce, tomando la calle paralela a la cual accedes a las naves del polígono. Esta viendo que no decía nada y menos ponía impedimento, cogió y deslizo su mano a lo largo de mi muslo en sentido hacia mi rodilla, volviendo a ascender hasta mi entrepierna… mmm!!, llegando a notar el bulto del interior de mi muslo… bulto que no era otra cosa que mi miembro, bulto debido a mi excitación. Está se sobresaltó quizás al no esperarlo, apartando su mano levemente… no diciendo nada, pero minutos fueron los que tardo en volverla a colocar, mano que puso nuevamente sobre mi miembro… ooohhh!!.

Continuando ahora por acariciármela sobre mi pantalón… ooohhh!!, magreándola con sus dedos… uuuffff!!, mirándola y está me sonreía… uuummm!!, sonriendo coge y aparta su mano de mi bulto. Mano que la poso sobre la cremallera y tras coger el zipper, cogió y tiro de este hasta el tope, continuando por intentar introducir su mano dentro. Viendo la dificultad, intento soltar el cinturón, siendo yo finalmente quien tras dejar mi coche estacionado aun lado, continúe por ayudarla a soltar la hebilla de mi cinturón, desabotonar el botón y bajarme un poco el pantalón, baje lo justo para que no molestara los dientes de la cremallera. Acabando por sacarme mi miembro fuera… uuummm.

Viendo como la chica se me acercaba, estirando su brazo derecho hasta que con su mano derecha atrapaba mi tronco al tiempo que se inclinaba, abriendo la boca e introduciéndose mi glande dentro de su boca… ooohhh!!. Disfrutando de la habilidad de la chiquilla… uuuffff!!, mientras yo aproveche por acariciar tanto sus cabellos como espalda, nalgas y piernas. Deteniendo finalmente mi mano en sus nalgas, llegando a introducir mi mano por la cinturilla, viendo esta la imposibilidad mía, acabo por ayudarme. Incorporándose no sin estamparme antes un pikito con sabor a mi verga, comenzó ella a soltar el botón, bajarse la cremallera y acto seguido bajarse el pantalón hasta dejárselo por las rodillas, volviendo al momento a inclinarse y continuar con la mamada… uuuffff!!.

Os puedo asegurar que la chica no se podía decir que tuviera mucha experiencia pero al menos lo intentaba, yo comencé a acariciar sus nalgas, magreando con placer cada uno de sus glúteos… uuummm. Llegando a deslizar mi dedo corazón entre sus glúteos hasta su orificio vaginal, soltando esta un sonoro gemido, sintiendo como emanaba liquido de su orificio… uuummm. Pensé en que quizás haya tenido un orgasmo o quizás haya sido debido a la excitación, aun así continúe y comencé a juguetear con sus labios vaginales y su vulva mientras ella no dejaba de gemir… ooohhh!!, retorciéndose de placer… uuummm!!... uuuffff!!... aaahhh!!.

Mi intención no era detenerme, tampoco pensé la verdad en follármela allí mismo, pues solo pensaba en la mamada que me estaba proporcionando, claro está y en el placer que le estaba dando con mis dedos… uuuffff!!. Pues tras introducirle un dedo moviéndolo de manera de que estaba penetrándola, deje de que fueran uno por ser dos a los pocos minutos, acabando esta de una forma brutal en tener un orgasmo, llegando a empaparme la mano… uuuffff!! (Joder fue algo bestial). Siendo ella la que me dijo…

  • “Quiero que me folles aquí y ahora”.

Respondiéndole…

  • “No me dijiste que querías que te comprara preservativo”.

Respondiéndome ella…

  • “No creo que ambos deseemos cortar el momento por ir a comprar condones… no, fóllame a pelo y cuando te vayas a venir coges y la sacas, viniéndote donde desees más”.

Escuchándola nadie la tomaría por una angelical chiquilla, sino más bien por una curtida mujer de experiencia. Tras escucharla, cogí y le solté…

  • “Te puedo decir que soy de esos que ya no dejan embarazadas”.

Respondiéndome…

  • “Entonces para que me suelta lo de los condones, no perdamos el tiempo y fóllame ya como dios manda, venga vamos…”.

Fue acabar y comenzó por descalzarse, continuando por sacarse el pantalón, la camiseta y el sujetador, quedándose con tan solo las braguitas y los calcetines. Yo me había bajado los pantalones y calzoncillos, quedándome con la camisa, cogiendo ella y colocarse sobre mis muslos… mmm, restregándose hasta ser ella misma quien acabo por introducírsela… aaahhh!!. Comenzando a moverse… uuuffff!!, sintiendo mi polla como entraba y salía al compás que ella marcaba, sintiendo como mi glande golpeaba su pared pélvica y ella gritaba… aaahhh!!. Gemía cada vez más fuerte y rápido, apenas emitía palabra alguna… simplemente gozaba, yo me dedique a besarla, besar sus labios, cuello y hombros al tiempo que magreaba sus senos, pechos pequeños pero muy sensibles… uuummm!!. Solo de tocarlos y sus pezones se endurecían… aaahhh!!, siendo ella misma quien tras sacarla me soltó…

  • “Vámonos al asiento trasero que ahí se folla mejor”.

No dije nada y tras mirar que nadie nos veía, cogí siendo yo el primero en salir, abrí la puerta para que ella saliera, saliendo y cuando fue a entrar en la parte trasera, cogí y la tome por la cintura, quedándose ella sorprendida. Pues menos esperaba que cogiera y desde atrás se la introdujera… uuuffff!!, comenzando a embestirla con fuerza, follándola a cuatro patas al tiempo que ella gemía e incluso se dedeaba, acabando en un nuevo orgasmo… ooohhh!!. Yo continúe penetrándola una vez tras otra, siendo a veces las embestidas brutales haciendo que ella pegara algún que otro grito. Acabándola por escucharla…

  • “¿Cuándo coño te vas a correr?, no puedo más… ooohhh!!”.

Cojo y me detengo, pues la verdad no esperaba tal vocifero por parte de ella. La miró y le suelto…

  • “De verdad quieres que me venga ya, no deseas disfrutar un poco más”.

Asombrada por mi contestación, suelta un simple…

  • “Lo siento… vale, mira no estoy acostumbrada a tanta caña, mi novio son de esos que tiene mucha polla, pero precisamente lo que le falta es el aguante, cosa que tú tienes para dar y regalar”.

Sacándosela cogí y le di la vuelta, tomándola por su cintura y tirando hacia mí, dejándola al borde del asiento, me incline hasta posar mis labios a mitad de sus muslos… mmm!!. Note como se le erizaba los vellos, comencé a besar ascendiendo hacia su entrepierna, comenzándole a escuchar como gemía y suspiraba. Deslice la yema de mi lengua por su ingle y ella se convulsionaba de placer, no dejando de gemir… no dejando de suspirar. Comencé despacio a besar y lamer su vulva… uuummm!!, nuevamente empapada por la excitación, ayudándome con varios de mis dedos en dedear su vulva al tiempo que chupaba y absorbía… uuuffff!!. Ella para esos momentos elevaba su nalgas, como pidiendo que la penetrara… ooohhh!!, pero yo me dedique a chupar e introducirle dos de mis dedos… emulando la penetración… uuummm!!. No tardo mucho más en volver a tener un nuevo orgasmo… uuuffff!!, cosa que me dedique a saborear su dulce néctar… ooohhh!!.

Tras llevarme unos minutos lamiendo y absorbiendo, retire mi boca de su coñito y fui ascendiendo hasta llegar a sus pequeños senos, senos que chupe, bese e incluso mordiqué… uuuffff!!. Mordiscos que ya no me puso objeción, está tomo mi polla y tras deslizárselo hasta por dos veces por entre sus labios vaginales, acabo por introducírsela y comenzar a moverse ella sola… uuummm!!. Cambiando un par de veces de posiciones más por petición suya, pues mentaba que le dolía las rodillas en una ocasión, como en otras le molestaba tanto cuello como espalda. Acabando por sentir como me iba a venir en breve, sacándosela sin palabra alguna y aunque se quejó un poco, cogí y me corrí sobre su pubis, llegando a llegar algunos chorros a sus senos… aaahhh!!. Ella sonreía victoriosa, cosa que me dio por recoger con mi dedo mi semen, semen que cogí y se lo lleve a su boca y está chupo mi dedo. Sonreía y acabo por soltarme…

  • “Uuuffff!!... ha sido brutal. No te ha parecido, vaya amante que me he buscado, me has dejado toda desecha… mmm!!”.

Sonriente, siendo ahora ella quien recoge resto de mi corrida por sus senos, restos que se los lleva a la boca, saboreándolo como si aquello se tratara de un chupa chup. Volviéndome a decir…

  • “Sabes, aun soy muy joven y me queda mucho por aprender, quisiera aprender todo contigo. Pues aún tengo orificios a estrenar, no deseando que fuera otro quien lo usará… me entiendes verdad”.

Pude notar el cansancio en su rostro, pues comenzó a restregarse con una de sus manos los ojos, llegando a tornarse los parpados y sorprendiéndome al ver como esta se quedaba dormida (coño, quizás tuviera razón en que no estaba acostumbrada a tanta caña). Fue precisamente ella la que me pidió descansar diez minutos antes de regresar, diez minutos que tras mirar la hora le deje, minutos que aproveche tras cerciorarme como hice de vez en cuando de lo solo que estábamos. Me dio colocar mi boca sobre su coñito y comenzar a chuparlo, coñito que sabía dulce al sabor de sus orgasmos… uuummm!!. Lamia, chupaba y absorbía sus labios vaginales, gimiendo ella casi en sueños… mmm!!, dejando caer gotas de salivas por entre sus labios hacia su orificio anal, gotas que me sirvió para chupar e introducir mi lengua… uuummm!!. Ella gemía y protestaba, pero aun así no puso mucho impedimento, pero aun así cogió la muy golfa y se giró, quedando ahora dándome la espalda. Yo había notado hace unos minutos como volvía a empalmarme, sintiendo mi polla durísima, empalme que no deseaba volver a casa con él, no dejándome otra que pajearme con sus glúteos… uuummm!!.

Coloque mi tronco entre sus glúteos y comencé a moverme… ooohhh!!, deslizándome de hacia delante y hacia atrás… aaahhh!!. Sintiendo como mi polla se endurecía como hacía tiempo no lo hacía… uuuffff!!, notaba mis venas hincharse y tuve más de una torpeza al deslizar mi polla por sus nalgas, torpeza que no fue otra que mi glande golpeara su orificio anal, torpeza que a la tercera me hizo vaciarme y echando tal cantidad de leche… ooohhh!!, que la deje toda perdida tanto sus nalgas como cuerpo e incluso por su pubis… aaahhh!!. Fueron minutos fantásticos, tanto que note un gran dolor en mi pecho e incluso la falta de aire, siendo mi respiración agitada, necesitando yo mismo el sentarme unos minutos y controlar mi tensión alta. Pasado un rato que no sabría precisar, tuve que ayudarla mediante toallitas húmedas a limpiarla, no pidiendo explicación ante tanta leche por su cuerpo.

Sinceramente me encanta, aunque ella me jura y me perjura que tiene 18 años (años que dudo), chica que no deja de decirme que sea iniciado conmigo como amante profesional. Soltándome…

  • “Sabes desde el primer día que me fije en ti, sabía que debía de actuar haciendo una locura, pues viendo mi cuerpo de aparente menor… nunca te acercarías”.

No dejaba de explicarme con pelos y señales…

  • “Desde el primer momento sabía cómo ofrecerme toda esa pasión que lleva dentro, pasión que no ofrezco a mi novio, pues contigo he sentido que soy capaz de entregarme por completo y dar todo”.

Bea la veo aun así muy niña a pesar de su aparente edad, mientras se colocaba sus braguitas blancas y ese pequeño sujetador, sujetador que fije en la etiqueta del tamaño de las copas… pues marcaba la ochenta. Luego se colocó su pantalón, camiseta blanca y finalmente su calzado deportivo, chica que tras mirarse en el espejo sus cabellos largos y negros, cabellos que se peinó con sus dedos. Comentaba…

  • “Sabes siempre he pensado que para que una relación funcione y haya más pasión, cada uno de las partes debe desfogarse en algún momento con otro, pues así la pasión vuelve con más fuerza y mucho más salvaje”.

¡Ojo¡… que estoy hablando de los pensamientos de una chica que dice que tiene dieciocho años, chica que lo tiene todo… es morbosa, juguetona, encantadora y complaciente. No dejándome de decir que hará realidad todas mis fantasías, como todo aquello que le pida, pues quiere seguir aprendiendo y conocer nuevas formas de placer.

Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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