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Categoría: Maduras

Una tarde cualquiera, acaba en noche de ensueño

Esta historia la escribo a modo de fantasía.



El personaje se llama Pablo, un chico de 24 años, cuerpo normalito, bonachón y buena gente. Ha tenido un par de novias, pero nada muy constante.



Allí estaba él, corría la primavera del año 2014 y debido a que estaba trabajando para una empresa de suministros a tiendas pues pasaba el día con la furgoneta recorriéndose Madrid de arriba abajo, siempre le quedaba para el final un viejo mercado. Pablo aficionado a la liga de futbol acostumbraba a parar en la tienda de lotería antes de volver al almacén.



Semana tras semana apostaba en el mismo lugar donde trabajaba ella, Sara, la lotera, una mujer de unos 38-39 años, para Pablo una mujer muy atractiva que desprendía un halo distinto a las demás. Allí se contaban como había ido el día o como estaba la situación del país. Poco a poco para Pablo Sara se convirtió en una razón para visitar esa administración. Una tarde algo cambió, tras pedir la apuesta de siempre, detecto que el tono de ella era algo más apagado, y en un alarde de valentía poco normal en él, se aventuro a decirla:



P-      ¿Qué te pasa Sara? hoy estas más tristona.



S-      Ya, rollos con los hombres, los problemas no dejan de perseguirte aún divorciándote.



Para que habré preguntado pensó Pablo.



P-      Ah no sabía que estabas divorciada, siento haber preguntado más de la cuenta.



S- Nada no te preocupes, quizás yo he hablado más de la cuenta.



P- Bueno es normal, en estos casos viene bien hablar las cosas, no me conoces mucho, pero si algún día necesitas hablar con un amigo, sabes que tenemos un bar a dos minutos jajaja.



S-      Jajaja es de agradecer, pero donde voy a ir a mis años a tomar una caña con un chico como tú, que debes de estar pensando en discotecas.



P-      Un amigo es un amigo, y no soy tan fiestero como la media jaja.



S-      ¿Lo dices en serio?



P- Si, totalmente, lo bueno de ser soltero es que uno no rinde cuentas a nadie, y por una tarde mis colegas pueden esperar.



S- Pues hoy sería perfecta, pero no puedo porque tengo que recoger a mi hija y llevarla donde su padre, justo por eso era la discusión de hoy, que si andaba muy liado, que si tal…lo mismo de siempre, total que me toca perder la tarde a mí, entiéndeme que lo hago por mi hija, perder en el sentido que era su responsabilidad.



P- No si lo entiendo, debe ser complicado esto de los divorcios o las separaciones.



S- Lo es, pero en fin, encima como se va ella me quedo sola, y así todo el finde es más aburrido…



P- Jaja, yo si quieres te invito a cenar…eso sí, si aceptas no esperes el Ritz, que sólo soy repartidor jaja.



S- Por mi vale! No te rajes ahora jaja que así al menos paso unas horas entretenidas.



P- Totalmente, dime un sitio y una hora y te paso a buscar.



S- Mejor te lo apunto y no se te olvida.



Tras esto se despidieron. Pablo termino de arreglar las tareas pendientes en el trabajo y volvió a casa, donde se ducho y arreglo decentemente, unos vaqueros y una camisa blanca, no le gustaba ir muy arreglado, es muy de camiseta, pero tampoco quería llamar mucho la atención al lado de una mujer así.



La hora llego, y Pablo fue a buscarla a su calle, allí estaba ella con su melena rizada y su sonrisa, preciosa con una chaqueta gris, y su falda de tubo negro, al entrar al coche, dio dos besos a Pablo, y ahí el se fijo en su aroma, el perfume era perfecto, ella se veía radiante, al igual que sus piernas, Pablo se deleito unos segundos viendo cómo eran interminables hasta llegar a sus tacones.



Pablo eligió un restaurante brasileño cercano a su barrio, en el los primeros platos eran de auto elegibles para ya después pasar a la mesa donde el segundo plato, las típicas carnes son cocinadas al momento por camareros con carrito e instrumentos.



Mientras estaban en la mesa hablaban de cosas cotidianas, los gustos de cada uno, hasta que ella le pregunto:



S- ¿Cómo es que no tienes novia?



P- Pues porque la vida no es fácil para un chico tímido la verdad, se que quizás sea culpa mía pero es como soy y tengo que acarrear con ello.



S- Bueno a veces solo se necesita a alguien para sacar a la persona que llevas dentro.



P- Ya, será que no he encontrado la adecuada, jaja, y tú que, ¿por qué no estás con nadie?, he visto como te miran tus clientes, seguro que pretendientes no te faltan.



S- No si yo también los veo, a veces son super descarados!



P- Normal….



S- Oye! Jaja



P- A ver lo digo en serio, y si te vieran tan radiante como esta noche no te los despegarías en la vida, te lo aseguro.



S- Jaja que adulador, segurísimo que lo piensas, sobre todo cuando te rodearas de chiquillas jóvenes de tu edad.



P- Puedes pensar lo que quieras, pero cada cual tenéis vuestras cosas, tú tienes algo que a mí me gusta no sé lo que es, pero estoy muy a gusto contigo.



En esto aparecen las bailarinas que actúan durante la cena, y van eligiendo alguna que otra persona para bailar con ellas, y para suerte de Pablo, esta vez le toco, bailo con ella durante cinco divertidos minutos en los quedaron claro lo mal que bailaba. Con el espectáculo acabado, entre aplausos, Pablo regreso a su mesa donde Sara le esperaba con una sonrisa.



S-Menudo bailecito te has echado ¿eh?



P- Cállate, que menuda vergüenza.



S- Si ¡sí!, pero bien que se arrimaba.



P- jajaja, si eso que me llevo por que como está la brasileña.



Tras esto estuvieron tomando algo un ratillo charlando, y llego la hora de irse a casa.



P- ¿Quieres ir a tomar algo, o te dejo en casa?



S- Pues la verdad es que hoy me iba de copas de cabeza, necesito desconectar, pero ando cansada y no creo que sea adecuado.



Cuando llegaron a la puerta de su casa llego la hora de despedirse.



P- Muchas gracias por pasar un ratillo contigo, y permitirme conocerte un poco más.



S- Gracias a ti, que leñes, aparca y súbete a tomar una copa, hoy hago una excepción, pero al menos más cerquita de casa, que si no luego dará pereza.



P- Ole! Jajaja así sí, que no decaiga esto!



Ya en casa, un piso de tres habitaciones de cuando Sara estaba casada, se asentaron en el sofá.



S- Bueno ¿qué quieres tomar?



P- ¿Tienes roncito? Jaja que empiece la fiesta!



S-Uy que eso es muy fuerte para mi



P- Un día es un día



A lo que se sirvieron las copas y siguieron hablando. Ella decidió poner música,



P- Eso, eso, música, a ver como bailas, que tú ya has visto lo penoso que soy.



S- Si hombre un baile privado no te digo.



P- Bueno si quieres te acompaño, pero pareja soy muy mala jajaja



S- Bueno vale, pero sin tacones, voy a poner un poco de la música esta de ahora que escucha mi hija.



Entre risas empezaron a bailar y llego una canción de reggeaton.



P- Jajajaja está va a estar interesante, pues es para perrear.



S- ¿Tú crees?? Como es eso? Jajajaja



Pablo empezó a hacer movimientos con la pelvis mientras movía el culo, para risa y disfrute de ella.



P- Ahora Tu!



Mientras Sara se movia Pablo observo que ella tenía un culazo para sus años, quizás esa falda lo estilizaba a un más dejándolo embobado.



S- Oye! Deja de mirarme el culo, y mueve el tuyo!



P- ¿A si?



Y en estas Pablo a modo de gracia empezó a mover el culo restregándolo contra el de ella juntando sus espaldas. Entre risas volvieron al sofá.



S- Qué cansada, creo que estoy con el puntillo, pero super feliz jajajaja



P- Y yo que me alegro de haber subido aquí, eres mejor que la brasileña jajajaja



S- Ya claro.



P- Deja de negar lo que está claro, y es que eres preciosa, tienes un cuerpazo, y encima eres muy buena gente, esta noche lo he pasado genial Sara, te lo digo en serio, a ti no te voy a engañar, eres mayor para mi, si tuvieras diez años menos no duraría un momento en intentar algo serio contigo.



S- Gracias por tu sinceridad, a mi edad es difícil volver a empezar con alguien y por eso a veces me siento sola.



P- Bueno ya sabes siempre que necesites a alguien, llámame, sacare un rato e iré a verte.



S- No es ese tipo de soledad…me da vergüenza decirlo, pero una también tiene necesidades, desde que mi marido me engañaba con una clienta de su bar, no he catado ningún hombre.



Ante esto Pablo, en un acto de valentía se lanzo a su boca, esa boca que había deseado tanto tiempo, ella le recibió entre sorpresa pero gusto, y le correspondió con su lengua.



P- Que bien sabes, llevo toda la noche imaginando como seria.



S- Me has pillado por sorpresa cabrón! Jajajaja, ¿me gusta como besas, que más sabes hacer?, yo ya muestro mis cartas Pablo, me apetece follar como hace mucho tiempo que no lo hago, y es tu culpa.



P- Y tú, ¿cómo crees que me siento yo al oir eso?, tengo ganas de comerte.



Pablo tenía un bulto tremendo en el pantalón pero quería aguantar, pues no quería parecer joven en este tema, así que despacito la dio otro beso, mientras ella sonreía, la acaricio los brazos, los costados, y allí, delante del sofá se puso de rodillas y dijo:



P- ¿Puedo abrir estas piernas y ver lo que hay debajo?



Ella tiro de la cremallera del lateral hacia abajo, a lo que él entendiendo el mensaje tiro de la falda hacia abajo, ahora ella se desabrochaba la camisa y la tiraba en medio del salón, mostrando ante él la belleza de un conjunto de lencería negra.



P- Joder que bonita eres.



Empezó besando sus piernas, recreándose en sus gemelos, subiendo poco a poco hasta unos suaves muslos que recibían sus besos, mientras ella empezaba a soñar mientras el subía lentamente hasta su tesoro. El estaba disfrutando el momento, esas piernas que el admiraba en los típicos vaqueros que solía llevar ella a trabajar ahora desnudas delante de él, no se pudo contener y mordió juguetonamente uno de ellos, a lo que ella con un grito sorpresa siguió una carcajada.



El llego a la braguita negra y no pudo evitar metérsela en la boca, a modo de bocado, ella arqueo el cuerpo estaba en la gloria, a esto le siguió el momento definitivo el tiro de las bragas y las saco, su tesoro estaba totalmente depilado, y el sonrió.



S- ¿Te gusta? Me lo he depilado esta tarde, solo por si acaso, no podía ir echa un desastre.



El besaba su suave monte de Venus, lo abrió despacito mientras ella abría más las piernas, el aroma era increíble, su lengua comenzó a subir y bajar en esa rajita, el disfrutaba del manjar ella tenía sus ojos cerrados y suspiraba como hace tiempo no hacía. Sus manos en sus tersos muslos, el estaba pasándolo bien ella mejor. Su lengua en el clítoris, mientras un dedo jugueteaba dentro de la cueva, habían pasado 10 minutos, cuando ella noto una tensión en el cuerpo, el clímax, gimió sonoramente con una risa de placer mientras se corría. El veía como del hoyuelo empezaba a salir fluido y no dudo en recogerlo con su boca, era joven pero no tonto, sabiendo apreciar lo bueno. Tras esto, Pablo se puso de pie, se quito la ropa, quedando totalmente desnudo delante de ella, con su pene en versión morcillona, se puso de rodillas y continuo su trabajo, subiendo despacito por su abdomen, dando besos, le encanta besar, hasta llegar al sujetador, el cierre era delantero, así que todo fue más fácil, pronto dos bonitas tetas quedaron delante suyo, de areola ancha que,  ¡le pedían a gritos un mordisco!



Primero la izquierda en la mano, con un lametón notando la erección del pezón, estaba disfrutando mucho, luego la otra, un apretón cariñoso para ver como de “blandita” era para luego devorarla succionando lentamente.



Sara estaba como loca, disfrutando con el “jovencito”, estaba rendida a sus pies, cuando noto un beso en el cuello, seguido de un beso en la boca, la escena era increíble, los dos como vinieron al mundo enrollados en el sofá besándose, ella notaba el calor del cuerpo de su amigo y eso la reconfortaba, su polla en contacto con su pelvis la ponía cachondisima.



S- ¿Qué tal si nos vamos a un sitio más comodo?



P- ¿Me vas a enseñar tus sabanas?



S- Como has visto poco hoy…



Pablo iba por el pasillo mirándola ese culazo que se gastaba la “madurita”, y su amiguito empezaba a ponerse tenso. Al entrar ella salto encima de la cama, dejando su culo a la vista, a lo que Pablo no pudo reprimirse mas. Agarro de las piernas hacia atrás, beso uno de sus muslos por atrás, y mordió suavemente el culo.



P- Que ganas tenia de hacerlo.



A continuación abrió el culo y se lo comió, nunca lo había hecho, pero hoy estaba cachondísimo, su lengua recorrió su ano, mientras ella gemia. Un rato después Pablo la dio la vuelta, y subió a la cama, la beso desde encima, mirándola a los ojos.



S- Métemela ya por favor, lo necesito.



P- Hace falta que me ponga…



S- No, sigo tomando la píldora, no perdí la costumbre.



Con su mano derecha, Pablo puso la punta de su miembro en la entrada de la cueva, y empezó poco a poco un mete saca mientras la miraba a los ojos.



P- Que calentita estas, me encanta.



S- Siii….



Los dos se movían al compás, sudando, disfrutando de sus cuerpos, Pablo besaba el cuello de Sara, ella gemía, en un momento dado cambiaron de posición, ella encima, empezó a cabalgar sobre él, el miraba obnubilado el bamboleo de esas preciosas tetas, como el pelo de ella se movía, y la veía con sus ojos cerrados disfrutando, sus manos en la cintura de esta.



P- Me voy a correr, Sara…



S- Aguanta un poco más…



P- No sé si puedo….



S- Bueno da igual quiero sentirlo dentro de nuevo…



Un poco después las piernas de Pablo se tensaron, descargando dentro de Sara, en un grito de placer, unos segundos después, tras sentirlo ella también se corrió. Los dos en la cama tumbados, ella se abrazo a él, el sonrió y la tiro un beso.



S- Gracias.



P- Gracias a ti, yo también estaba sólo y necesitaba algo así.



S- Pues yo no tengo plan mejor…jajaja… si algún día necesitas a una mujer aburrida…



P- ¿Me estas echando ya?…



S- No ¡no!, no hemos terminado por hoy, siempre que tengas ganas claro…



P- La verdad es que esta cama es cómoda…



S- No la vas a disfrutar hasta dentro de un rato…



Y dicho esto, ella se subió encima de él y le beso, pero el resto ya es otra historia…



Espero que haya gustado leerlo, tanto como a mi escribirlo, se aceptan sugerencias pues es mi primer relato. Un saludo gente.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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