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Categoría: Maduras

Una señora de cincuenta

El ir y venir de las hormonas que suben y bajan antes durante y después de la regla es el reloj que marca la pauta de mi actividad sexual en pareja. Hace tiempo que las cosas ocurren porque toca y no porque lo busco, mucho menos porque lo busque ella. Esta fue la primera fase de la deriva, la segunda es cuando desisto de buscar porque sé que no encontraré...



En eso pensaba y debatía mas bien especulaba, porque después de todo siempre conseguía lo que quería, mojar el churro, que era lo que hacia aquella mañana en la cafetería cerca de mi trabajo mientras esperaba a que llegase mi jefe para abrir la tienda.



Levanté la vista y vi una señora de muy buen ver entrar y acercarse a la barra para pedir su café, tras mi sonrisa de vendedor y el buenos días le extendí el azúcar que tomó de buen agrado. Hasta ahí llegó la cosa porque me fui que tocaba entrar al trabajo.



Me fui pensando en la señora, caray que con los cincuenta años que le calculé que bien estaba la doña, unas tetas grandes modo globo, operadas fijo. Su pelo largo y bien cuidado, ella de cara bonita, delgada, culo pequeñito y por lo poco que hable me dio la impresión de ser colombiana, por el acento, cosa que no me extrañaría nada puesto que las colombianas suelen ser mujeres impresionantes, y esta de joven fijo que lo fue, y aun esta para darle pero bien.



Al rato de abrir la tienda la veo entrar, fui directo a ella. Esto empieza bien. Sonrisa otra vez, quiere comprar una televisión, le muestro lo que hay. Tras cerrar la venta y concertar la entrega y de camino a la puerta y al marchar me dice que tiene una televisión pequeña en su casa por aquí cerca, y de repente desaparecieron unos canales y su marido que trató de arreglarlo no fue capaz de hacerlo.



Eso te lo arreglo yo — le dije.



Fantástico. Tu dime cuando puedes, por las mañanas no esta mi marido y podría ser.



— Esas palabras tuvieron efecto directo e instantáneo en mis cuerpos cavernosos, sentí como se llenaban, hincharse de forma suave, ese cosquilleo que sientes cuando hay algo que te excita, dicho de otra forma se me estaba poniendo dura y así en ese estado de pie resultaba incómodo que se me notase, cosa de la creo ella se percató.



Me dio su dirección.



A la hora o así toqué a su puerta, me abrió y al pasar tras el saludo y la sonrisa vi que echo la llave, esto promete pensé. Me condujo a la cocina y allí dándome la espalda abrió una estantería para descubrí una tele. Yo estaba colocado a diez centímetros detrás de ella, levante mi brazo por encima para acceder a la tele y le roce la piel del brazo y con mis polla tiesa bajo el pantalón haciendo presión por salir roce sus nalgas, ella no reaccionó sino mas bien permaneció como si nada, y eso me puso aun mas caliente, me basto empujar solo un milímetro de nada para que ella se afincase de forma franca sobre mi polla y acto seguido mi boca se fue a su cuello.



— Me lancé por todas, si sale bien no me voy de aquí sin follarla, me vino a la mente otra vez eso de " …por las mañanas no esta mi marido...". A cañón fui a por todas, me pareció demasiada casualidad todo, así que no estaba dispuesto a dejar pasarla.—



Ella respondió echando su culo hacia atrás, ladeando la cabeza mostraba su cuello al que me fui directo a posar mis labios y allí abrazada de espaldas a mí alcance su boca y se iba virando procurando no despegarse de mi paquete que también yo le empujaba de forma ya deliberada metí mi mano entre sus piernas y la bese en la boca húmeda y mojada, sabía deliciosa. Estaba en el momento que sabes que si o si la vas a meter.



Las mamadas que te pueda dar una señora de cincuenta… como chupa la doña. La experiencia es un grado. Esa forma de chupar y pajear al mismo tiempo es sublime, parecía que el tiempo se había detenido y solo estábamos ella y yo de pie, sus rodillas en el suelo de la cocina de aquella casa para mi extraña en la que no llevaba mas de quince minutos …y esta pedazo de tetona me estaba comiendo la polla y encima me la comía super bien, estaba durísimo, empalmado al máximo, era el momento mas sublime para ella, cuando ve y la siente muy dura y grande gracias a sus caricias y mi deseo.



Prefirió mas rollito preámbulo cosa a la que accedí encantado, besarla, acariciar y mamar sus pezones, — atención aquí porque no a todas le gustan las mismas cosas, unas son de caricias suaves y lengua húmeda y tal y otras de mordisquear y retorcer pezones — entretenido entre sus tetas y a la vez sorprendido por lo grueso y duro de su clitoris, con el que despaché a gusto con mis dedos, que delicia y que forma de mojarse, pensé que esas edades no lubricaría tan fácil, me equivocaba.



Tuvo su primer orgasmo mientras le chupaba las tetas y metía mis dedos entre las labios de su coño, una vez que llegue a la base de su clitoris y presioné, ella saltó como si recibiera electricidad, se puso rígida y le seguí dando igual sin parar y se corrió, gimió y tembló toda, cesó como derrotada y con una sonrisa de oreja a oreja suspiró largamente



Yo seguía empalmado pero no igual que antes, solo bastó que ella se subiese a la mesa y me colocase entre sus piernas. Vi su coño abierto su raja hermosa y mi polla dura y grande apuntando a su raja, con su camisa abierta mostrando sus tetas, esa no es una postura ni una pose de una señora decente,



— Que hace usted aquí señora Carmen con las piernas abiertas, mojada, con cara de haberse corrido sobre la mesa con este caballero con su polla dura apuntando su raja? susurraba a su oído, ella mientras tomó con su mano mi polla y la dirigió hacia si, yo solo empuje suave y continuo hasta el fondo, toda mi extension a lo largo y ancho de mi dentro de ella, ahora mismo y apenas la conozco hace tres horas, he de bombearle como un campeón porque con esta repito.



Por favor que cosa mas apretada la vagina de esta mujer, es que su marido no le da o la tiene pequeña. Podía sentir cada centímetro al salir y entrar poco o mucho, una delicia apretada caliente y húmeda.



No recuerdo cuanto le empuje sobre esa mesa, pero fue mucho, baje el ritmo y cambie de postura, se volteó y poniendo su culo de frente a mi me baje esta vez yo a mamar, no hay cosa mas deliciosa de chupar que así en esa postura, ella de pie y yo detrás y agachado puedo lamer su raja desde atrás y meter mi lengua y la boca y la cara entre sus nalgas, aquello fue un festival de coño jugos saliva y culo, estaba que explotaba, super excitado.



Temí que de solo penetrarla me pudiese correr, no me importaría, estaba poseído por el deseo creo que me había controlado demasiado pero cuando la penetré supe que seria allí que yo depositaria todo mi semen y no en su culo.



En mi inocencia pensé que se lo metería en su culo, lo deseaba pero la realidad es que su coño tan caliente y mojado que me tenia preso y el espectáculo de sus nalgas y mi polla entrando y saliendo de ella era demasiado excitante como para aguantarlo y explote dentro ella con varios chorros de leche que me parecieron larguísimos, fue un orgasmo muy largo y si que eyaculé muchísimo. Mucho mas de lo habitual, se lo achaque a la novedad y a lo excitante de la situación.



Recuerdo especialmente la forma de moverse cuando me sintió correrme, balanceaba las caderas y todo su cuerpo como una bailarina, como una serpiente, era un movimiento dedicado a darme placer, a que disfrutase aun mas el momento.



Estaba claro que la tengo que ver otra vez, esto debe continuar, pensé. Tras separarme y salirme de ella mientras la besaba y languidecía sobre ella aun sin fuerza en las piernas y con la piel muy sensible, se giró y me abrazó, permaneció tranquila, quieta mientras yo estaba extasiado y así permanecimos un tiempo infinito. Aquello me hizo sentir que se había creado un nexo de union, algo especial con esta persona.



No la conocía mas que hace unas horas y había tenido con ella una experiencia de un nivel de intimidad que solo se consigue tras muchos encuentros y éste había resultado buenísimo desde el mismo principio, cosa que me parecía muy prometedora y de hecho lo fue ya que hay mas encuentros, pero eso lo dejaré para otro relato.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 3
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