~~Las orgías son algo que a todas las personas cuanto menos nos da morbo alguna vez en la vida y más de uno ha experimentado. La gente que no tiene prejuicios son los más idóneos para este tipo de sexo grupal.

Desde hacía tiempo con luis mi actual pareja, la cosa iba bien en líneas generales, pero daba la impresión que en el tema sexual nos habíamos quedado de alguna manera estancados.

“
Se apagaba la llama que teníamos a principio.

Cosas que pasan en la vida y gustan en ocasiones, como una buena orgía.

Monotonía de pareja...

Por un motivo o por otro, me pasaba mucho tiempo viendo películas porno y vídeos en general de temática erótica pornográfica, pero a decir verdad uno de los temas que más me gustaba o excitaba desde siempre y más ahora que notaba que con mi pareja iba ese tema, eran las orgías en grupo o sexo grupal.

La verdad es que me ponía muy cachonda cada vez que veía una película en internet donde veía muchas personas practicando sexo en grupo, acababa masturbándome y con deseos locos de probar esa experiencia que nunca había probado.

Un día que llegué tarde a casa por motivos laborales, me había dejado el día anterior el portátil encendido y cargadas mis webs de temática pornográfica, en concreto una de orgías e intercambio de parejas.

Cuando entré pillé a Luis mirando mi ordenador y me recriminó que no le contara esas cosas a él, que tenía derecho a saberlas y opinar ambos. Tenía toda la razón de este mundo, al fin y al cabo eramos pareja. Le dije:

“
Luis mi amor tienes razón, lo siento pero tenía corte de decírtelo.
 Vaya tontería Ana somos adultos y además pareja desde hace años.

a veces una orgía o sexo en grupo salva matrimonios.

Contenido VIP Relatos Eroticos
Estuvimos hablando de nuestras preferencias sexuales largo y tendido, sobretodo del sexo en grupo.
 Decidimos tras más de una hora de conversación, que debíamos probar una orgía ya que en esta vida hay que probarlo casi todo...

Experiencias nuevas de pareja...

Luis me dijo que casualmente había en su despacho un compañero nuevo de trabajo que le había comentado en varias ocasiones que él y su mujer eran asiduos a fiestas donde hacían intercambios de parejas y sexo grupal u orgías.

Me propuso ir a una de esas fiestas de personas liberales, que se iba a celebrar en un par de semanas, a lo cuál le dije que sí con entusiasmo.
 Era algo que podía salvar nuestra relación...

Llegó el día de la orgía, un día muy especial para mí porque iba a probar algo con lo que había estado pensando toda mi vida, tenía cosquilleos por todo el cuerpo cuál colegiala esperando a su novio en la primera cita.

Me vestí de forma normal pero elegante al mismo tiempo, algo provocativa hay que decir pero sin parecer una buscona.
 Nos dirigimos hacia el chalet donde se realizaba la fiesta.

Una vez allí tocamos a la puerta y nos abrió un matrimonio de unos cincuenta años aproximadamente pero muy atractivos los dos, y nos presentaron a casi todos los invitados de la fiesta ya que eran muchos.

Una orgía, morbo asegurado.

Una vez dentro del chalet empezamos todos a charlar unos con otros de manera amigable y a beber unas copas, entre risas y charlas yo pensaba con quién me acostaría y eso me excitaba de manera notable.
 Todo parecía más una fiesta normal de amigos que una orgía, hasta que el matrimonio anfitrión y varias parejas más nos invitaron a subir a la planta de arriba del chalet donde había una habitación acondicionada para sexo.

Era una sala grande, con luces apropiadas para el momento, música tranquila, un gran jacuzzi donde cabían varias parejas, sofás y camas de varias plazas, barra de bebidas y comidas, etc...¡Vamos, la preparación del lugar con mucho gusto y acondicionada!.

Sexo sin parar, que locura...

Yo estaba atónita de la preparación de aquel lugar para practicas sexo, no daba crédito a lo que veía.
 Me giré de repente y vi a Luis que empezaba a besarse con dos rubias explosivas y a continuación se desnudaron y metieron en el jacuzzi, me quedé sorprendida de ver a Luis en manos de otras mujeres pero al mismo tiempo me puse cachonda de verlo.

Esperaba mi turno con desesperación, alguien me puso por la espalda una venda en los ojos y comenzó a levantarme el vestido mientras me susurraba:

“
Aquí disfrutamos todos, ahora nos toca a nosotros.

Yo me dejaba hacer, mientras me acariciaba mi culo por debajo del tanga, otro hombre se acercaba por delante y me besaba desenfrenadamente pasando su lengua por mi boca, cuello y deslizándola por mis pechos erectos de la excitación.

Gemía de placer y oía gritos de placer por toda la habitación, era como una bacanal romana.
 Me quitaron la venda despacio y pude ver a todos los presentes haciendo todo tipo de juegos sexuales con quién les apetecía, hasta Luis follaba en el jacuzzi con sus nuevas amigas sin ningún tipo de remordimiento.

Al rato que mis dos amantes me besaron y lamieron todo mi cuerpo, se sacaron sus enorme penes empinados y me invitaron a que los chupara poniéndome de rodillas frente a ellos.

Mamé ambos penes al unísono con gran entusiasmo y devoción, cuál sumisa japonesa, a los pocos minutos de la mamada, uno de mis machos me puso a cuatro patas y me penetró mientras yo seguía chupándosela al amigo.

Intercambiaron posiciones y el de la mamada paso a ser mi follador, penetrándome en postura del misionero.
 Incluso me permití tener una doble penetración que me volvió loca de pasión, consiguieron que me corriera un par de veces y al final ellos se corrieron en mi boca y pechos casi al mismo tiempo.
 Fue una corrida bestial, y restregué su leche caliente por todo mi cuerpo.

“
¡Qué gozada Dios!

La fiesta continuaba, Luis no paraba de tener sexo en el jacuzzi, estaba como poseído por aquellas hembras, en un momento que cruzamos las miradas me invitó a que me metiera con ellos en el jacuzzi, a lo que accedí sin remilgos.

Una vez dentro del jacuzzi como estaba como una perra en celo, me besé con aquellas mujeres y no paré de sobarme todo mi cuerpo contra los suyos, hasta que al final cabalgué a Luis y volvimos a corrernos todos de nuevo. En aquel jacuzzi hice de todo con mi pareja aparte de sexo lésbico algo que me gustó bastante.

Aquella locura sexual duró casi toda la noche y a Luis y ami nos gustó muchísimo, por lo que hoy en día somos asiduos a este tipo de fiestas sexuales de grupo de todo tipo.