Hace ya algún tiempo que soy fiel lector de esta página, hoy, por primera vez, publico un relato.
Como se imaginarán, el escribir este relato es para mí una forma de llevar a un plano que sobrepasa el meramente onirico, el deseo de ser el protagonista de una historia como esta, desgraciadamente no tendré esa suerte puesto que mi mujer, a pesar de conocer este deseo, no esta dispuesta a llegar a hacerlo.
La esperanza es lo último que se pierde, dicen y a ello me aferro, mientras tanto tendré que consolarme con escribir. Espero que disfruteis
Marlowe.
Anoche, después de llevar mucho tiempo esperando llegó lo que tanto tiempo había soñado e imaginado, mi mujer follada por otro hombre.
Todo comenzó hace unos meses, en un cóctel al que asistimos y que organizaba la empresa donde trabaja, allí conocí al hombre que anoche estuvo follándose a mi mujer, se llama Iván y es el director financiero. Estaba con su mujer a la cual nos presentó y con la que pasé un buen rato de charla y risas, mientras hablábamos ella y yo, mi mujer hacía lo propio con él, en aquel momento me di cuenta de que le gustaba ese tipo, es más, supe, por la manera en que lo miraba y le sonreía que la ponía cachonda, estaba seguro que tendría las bragas mojadas y aclaro por qué.
El sujeto es alto, más de i,90, tiene un cuerpo atlético, el cabello castaño peinado hacia atrás con fijador, en la nuca tiene unos rizos que, unido a su figura le dan un aire de señorito andaluz, a esto hay que sumarle una conducta ligeramente chulesca que hace que trate a los demás con mal disimulada superioridad. Todas estas características, que mi mujer dice detestar en un hombre, son las que en realidad le gustan, a pesar de decir lo contrario sé que este tipo de macho la pone cachonda. Una vez me confeso que lo que más le gusta y excita cuando esta con un tío en la cama es ser complaciente y sumisa, lo que no me dijo, pero sospecho, es que también le gusta que le den caña, que la maltraten y humillen, lo que sería el complemento natural a la actitud complaciente y la sumisión.
Cuando volvimos a casa la noté, además de borracha por las copas que bebimos, excitada, para ser más exactos estaba caliente, ya en la cama, mientras follábamos se lo hice notar y me dijo que si, que estaba cachonda, le dije que sabía que era porque mientras hablaba con Iván se estuvo imaginando las cosas que le haría en la cama y también que el tío le gustaba, que no tratara de negarlo porque era evidente por la forma en que lo miraba y coqueteaba con él. Como sospechaba, me lo confirmó, me confeso que le gustó desde el primer día, además él no había dejado de mirarla desde que los presentaron y esto la ponía más cachonda, así fue como comenzó a pensar en él en todo momento, se lo imaginaba desnudo, se preguntaba cómo sería su polla, de que tamaño, como follaría etc.. etc.
Aprovechando que estaba borracha y caliente le propuse que follásemos y que se imaginara que era con él, fue un polvo brutal, como nunca lo hemos tenido. Me hizo una mamada profunda, tragando toda mi polla y dejando que el glande penetrara en su garganta, le daban arcadas y con estas una cantidad tremenda de saliva. Vi por primera vez sus pezones parados, grandes y duros, nunca, repito, nunca en las veces que hemos hecho el amor se le pusieron así, estaba muy caliente, en un momento dado cuando estaba a cuatro fallándole el coño sucedieron dos cosas que habrían de cambiar la opinión que tenía hasta ese momento de nuestras relaciones sexuales que yo creía muy buenas. La primera fue que pude ver que mi polla y los labios de su coño estaban llenos de un líquido espeso y blancuzco, era su leche, la que tantas veces me decía que me había dado y yo nunca, jamás, llegue a ver, se estaba corriendo de verdad pero pensando en otro. La segunda fue ver como se le habían puesto los pezones, ya dije antes que por primera vez se los veía duros pero ahora, mirándolos con detenimiento podía ver lo impresionantes que eran, jamás los había visto así. Estaba pensando en estos detalles cuando gira la cabeza y me dice: "Iván mi amor, métemela en el culo", se la metí toda de una vez, con violencia, soltó una mezcla de grito y gemido y luego comenzó a decirme: "así mi vida, rómpeme el culo, dame caña cabrón hijo de puta, que ganas tenía de sentirte así, que me follaras".
Al otro día, mientras desayunábamos, comentamos lo bien que nos lo pasamos, de la intensidad del polvo y convinimos en que la incorporación de Iván era la clave. Aprovechando la oportunidad le dije que se animara y que tuviera una aventura con él, me dijo que no lo tenía claro, que podría terminar afectando a nuestra relación, le conteste que para nada sería así, que si lo hacía, era, no solamente para ella, sino para los dos, que le daría a nuestro sexo un morbo añadido que revitalizaría nuestra relación.
Estuvo de acuerdo y me contó que ese día darían en la empresa una recepción al director general que venía de visita y que vería la manera de ligárselo, volvería a casa al mediodía para comer y prepararse para el evento que tendría lugar a las seis.
Llegó a las dos de la tarde, estaba feliz y excitada porque durante la mañana Iván estuvo lanzándole miradas y al ver que ella se las mantenía habían ido en aumento la excitación de ambos al punto que en un encuentro que tuvieron en un pasillo él le propuso que después de la recepción se fueran a tomar algo a un sitio que quería que ella conociera.
En la comida nos tomamos una botella de vino, en parte para celebrar lo que ocurriría esa noche y también porque mi intención era que nada fallara y sabía perfectamente el efecto que causa el alcohol en mi mujer, no solamente la excita, también la desinhibe y era fundamental que fuera decidida a llegar al final. Aproveché para preguntarle algo que me rodaba la cabeza desde el día anterior: ¿alguna vez le has mirado el paquete? "por supuesto, me respondió, una vez vino al trabajo con unos pantalones ajustadísimos, creo que el cabrón lo hizo a posta, se le marcaba todo y no veas el tamaño!". Le comenté que teniendo en cuenta que era un tío tan grande probablemente tuviese una polla tremenda, ¿si te la quiere meter en el culo qué harás?, le pregunté, "relajarme y abrirme bien para que pueda metérmela toda" me respondió, casi me corro allí mismo.
Después de comer nos duchamos, como se imaginarán mi excitación era tremenda, me dolía la polla de lo dura que la tenía, intenté meterle mano para echar un polvo, pero no quiso, me dijo: "ahora no, tú has querido que hoy me entregue a otro macho para que me folle, hoy soy de y para él, tú me ayudarás a prepararme y te portarás bien, como un buen marido cornudo".
Se fue a las cinco y media, antes de que saliera le pedí que cuando se fueran de la empresa me fuera poniendo mensajes para saber cómo se desarrollaban los acontecimientos y así la espera no sería tan larga. En el garaje, antes de subirse al coche, nos dimos un morreo largo y profundo, mientras, cogiéndome el paquete, me dijo: "esta noche a tu mujer se la va a follar un macho de verdad, me muero de ganas de comerle la polla y tragarme su leche"
Las primeras horas se me hicieron eternas, me imaginaba lo que estaría pasando en la recepción, si todo iría según lo planeamos, en fin, fueron horas largas y exasperantes.
Por fin a las 21:00 recibo un mensaje
"Ya acabó la recepción, no veíamos la hora de marcharnos, Ivan no paró de mirarme todo el rato, me comía con los ojos y yo a él! salimos por separado y lo esperé en una calle detrás de las oficinas, ahora vamos en su coche, está guapísimo!! mmmm mi amor, no sabes las ganas que tengo de que me desnude!!
El siguiente mensaje llegó a las 22:30
"Hola mi amor, Iván ha ido a pagar y como se ha encontrado con unos amigos y se ha puesto a charlar aprovecho para ponerte este mensaje y contarte lo que ha pasado, nos sentamos en un reservado que nos da bastante intimidad, este es claramente un sitio pensado para que las parejas tengan privacidad, luego de que nos trajeran unas copas nos pusimos a charlar sobre como lo habíamos pasado en la fiesta y de lo larga que se hizo la espera para poder irnos, de repente veo que acerca su cara a la mía y me dice "tengo muchas ganas de besarte" le conteste que yo también tenía ganas y nos besamos, primero suave y lentamente pero eran tantas las ganas que nos teníamos que enseguida estábamos dándonos un morreo brutal, empezó a meterme mano y como te imaginarás yo a él, tenías razón, ¡¡no sabes la polla que tiene!! es tremenda, mucho más grande que la tuya, nada más empezar a besarnos me metió la mano debajo del vestido, me apartó la braguita y empezó a meter y sacar uno de sus dedos en mi coño, no sabes cómo lo tenía, estaba muy mojada mi amor, mientras el me follaba con su dedo le bajé la cremallera y metí la mano buscando su polla, cuando la saqué casi me da algo, que verga tiene el cabrón!! me metí todo lo que pude en la boca y empecé a comérsela, me tenía cogida del pelo y me follaba la boca con fuerza, en eso siento que su dedo sale de del coño y empieza a meterse en mi culo, gemí de placer y me preguntó si me gustaba, me saqué su polla de la boca y le dije que sí, que quería que me lo follara, me la metí otra vez para seguir comiéndosela y entonces se corrió, me llenó la boca de leche mi amor, no sabes cuanta tragué, me dijo que tenía mucha más para darme, que me llenaría el coño y el culo, cuando llegue a casa quiero que me los comas, que me dejes bien limpios los dos agujeros que me va a llenar de lefa, ahora me lleva a un hotel, no sé si podré ponerte otro mensaje, te quiero.
Llegó a las 5 de la mañana, estaba preciosa con su vestido negro y ajustado que le sentaba como un guante, pero sin duda lo que más morbo me daba era ver que llevaba el anillo de boda que puse en el dedo anular de su mano derecha el día de nuestra boda, esa mano que hace unos momentos asía la descomunal polla del tío que se la folló. Mirándola mientras me saludaba me imaginaba su boca, esa misma que ahora decía "hola mi amor" llena de la verga dura y pringosa con los fluidos de su amante.
Se acercó y abrazándonos nos dimos un beso largo y profundo en el que me pareció sentir un sabor distinto al habitual, luego, mirándome a los ojos me susurró " esta noche a tu mujer le han llenado todos los agujeros de leche y quiero que me los limpies con la lengua, por fin has conseguido lo que querías pero ahora harás lo que yo te pida y quiero ver cómo te comes la lefa de Iván, la misma que me he tragado y que llevo en el coño y en el culo".
Dicho esto, se giró para darme la espalda, le bajé la cremallera del vestido que cayó a sus pies, me arrodillé y teniendo su espectacular culo a la altura de mis ojos le bajé muy despacio el tanga negro de encaje y seda transparente. Estaba totalmente impregnado de un líquido blancuzco que sería la mezcla de sus orgasmos y la leche de él, al despegarlo lentamente de los labios de su coño se formaban hilos de semen que se unían a éste con la tela del tanga.
Era tremendamente excitante y disfruté del momento y la visión, cuando terminé de quitárselo, abrió las piernas y apoyando las manos en el respaldo del sofá puso el culo en pompa, al tener el coño totalmente rasurado se podían apreciar las rojeces de los labios mayores, resultado sin duda de la fricción a la fueron sometidos.
Le comí el coño a conciencia, sabía que me tragaba, además de la leche de mi mujer, el semen del macho que se la había follado y sabía también que eso me estaba excitando más si esto podía ser, porque jamás lo había estado tanto como toda esa noche. Una vez que acabé con el coño, separé bien sus glúteos para poder lamer el agujero del culo, si el coño mostraba signos de lo que le habían metido, el culo demostraba claramente el brutal castigo que había recibido, todavía estaba dilatado y todo él mostraba un color rojizo, evidentemente le lo habían masacrado. Como si hubiese adivinado mis pensamientos me dijo:
"has visto como tengo el coño y el culo, mi amor? nunca me follaron así, sabe ser dulce y cabrón y sabe cuándo ser cada cosa, por momentos, mientras me follaba, me trataba con una dulzura y delicadeza que me volvían loca y luego, en otros me daba una caña brutal que me excitaba y que hacía que me corriera como una perra"
Como se imaginarán yo tenía una calentura tremenda, me dolía la polla de lo dura que la tenía, me puse de pie y girándola para que quedase de frente a mí apunté la cabeza de la verga directo a su coño, al sentir el contacto la cogió y apartándola me dijo:
"Hoy no me vas a follar, todavía soy de Iván, como te has portado bien y te has tragado nuestra leche ahora te voy a comer la polla y te sacaré la que has acumulado durante toda la noche".
Fue bajando lentamente mientras me daba besos en el pecho, luego siguió por el abdomen hasta llegar a mi polla, a la vez que bajaba se abrió de piernas de forma que desde arriba podía ver sus preciosas tetas con sus pezones inmensos y totalmente endurecidos y más abajo su coño completamente rasurado con sus labios todavía húmedos por mi saliva, comenzó a hacerme una paja muy lenta y mientras me miraba me dijo;
" ya te he contado que no fuiste el primero en follarme el culo, sabes que un par de tíos me lo follaron antes que tú y aunque te he dado el culo muchas veces, esta vez fue especial, nunca me habían metido una polla tan grande, lo que quiero decir es que siento que Iván ha sido el primer hombre en fallármelo, ha sido como si fuera mi primera vez, como si le hubiese dado mi culo virgen y él me lo hubiese desvirgado, fue increíble, lo hizo con suavidad, con lentitud, y solo cuando la tuve toda adentro, después de esperar con paciencia a que me relajara empezó a moverse, la sacaba muy despacio y me la metía suavemente, cuando empecé a compasar mis movimientos a los de él y a sentir un placer cada vez más grande, solo entonces comenzó a metérmela con más fuerza, gradualmente fue aumentando la velocidad y la profundidad de las penetraciones hasta que los dos estábamos gozando de la intensidad por igual, yo estaba a cuatro dándole el culo como una perra sumisa, entonces me cogió del pelo y dejó caer su cuerpo sobre mí a la vez que con sus rodillas entre mis piernas me las abrió separándomelas totalmente, entonces empezó a follarme de una manera brutal, sentía dolor y placer, en ese momento tuve un orgasmo como nunca he tenido, creí que me iba a desmayar".
Cuando terminó de hablar se metió mi polla en la boca y empezó a hacerme una mamada espectacular, lo hacía mirándome a los ojos, luego, sacándosela de la boca me dijo:
"me ha gustado mucho la experiencia y me gusta mucho Iván, quiero volver a verlo y quiero que me vuelva a follar, me vas a dejar mi amor?" le iba a contestar que sí, que por supuesto, pero no pude, cuando se metió otra vez mi polla en la boca exploté en una corrida brutal, nunca me corrí con tanta intensidad ni expulsé tanta cantidad de leche, ella se la tragó toda.
Cuando se levantó nos besamos largamente, había sido una noche larga e intensa para los dos estábamos muy cansados, me dijo:
"¿Estoy muerta, me voy a la cama, vienes mi amor?"