Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Confesiones

Una Noche en un Motel de Lujo (4/4)

Me encantaba verla cabalgar, como se movía mientras mordisqueaba sus pezones, Así empezó a hacer movimientos rápidos y pude ver como llego al orgasmo, en un grito de júbilo y apretando sus manos contra mi pecho mirando al techo que tenía un espejo.

Estaba sudando, yo no había terminado, pero me sentía satisfecho al verla así, saboreándose, con rabia y placer, con odio y amor, pasión y lujuria. Ella estaba sobre mí y seguí moviéndome, ella dijo quédate quieto,  pero no la deje descansar, seguí moviendo mis caderas y con mis manos en su cintura logre ponerla de nuevo más excitada y sensible que antes, y terminó nuevamente, expulsando un chorro cristalino, te odio, me decía y se hizo a un lado agitada gimiendo, con el cabello sobre su rostro, Y me regañaba si la tocaba, estaba muy sensible, yo aún no había terminado, y sobre su espalda me acomode  la penetre y continúe buscando mi placer,  mordiendo su cuello, su orejas, introduciendo mi lengua en su oído, y eso la desesperaba, acariciando sus senos contra la sábana y ahí en ese instante, explote.

- Ahhh ahhh, Exclamé. y ella hábilmente con su vagina apretó los músculos y me escurrió, se sintió demasiado bien y caí a su lado también agotado, con una cara de satisfacción de haber estado con esa mujer, en principio ella me alejo, pero luego puso su cabeza sobre mi pecho, me abrazo con su brazo derecho y con la misma pierna, nos besamos, una y otra vez, y sonreíamos, acariciaba su cabello y mordía sus labios, entre tantas caricias y besos, ya estaba listo para el segundo round, pero esta vez las ganas ya habían sido satisfechas, ella se recogió el cabello, me dejo boca arriba y puso su sexo sobre mi cara, me puse a mil, solo escuche lo que decía, mi lengua y más manos estaban bastante ocupadas.

- Vamos Marc, házmelo rico, ¿te gusta estar allí, mmmm?, me tienes los pezones duros, tócamelos, mírame, mírame a mi Marc - Has estado en una cita odontológica, y el odontólogo empieza hacerse el sociable y empieza preguntarte cosas- te diré que solo pude levantar mis pulgares y ella soltó una carcajada, pero siguió gimiendo en su sitio, girando su cuerpo y ahora viendo su sexy trasero mientras me daba una mamada, no me podía concentrar, estaba muy excitado, -soy un hombre de culos, me declaro culpable-.

Pero ahora ya venirme no iba a ser tan fácil,  le dije que quería penetrarla nuevamente, que quería ver ese rico trasero, y en palabras coloquiales, “le di como a rata” acomodándola en cuatro, esta vez no estábamos haciendo el amor, estábamos follando, cogiendo duro y con ganas, le daba nalgadas y eso la excitaba mucho más, la tome del cabello, y me gritaba dime cosas cabrón, que rico hijueputa, -eso saco la bestia en mí, como dicen en la literatura, un lenguaje de marinero, que uff, no hizo más que ponerme a mil-, la levante, sin que mi miembro se saliera de la su vagina y la recosté sobre el sillón del amor, mi amor, me encantas, tú eres mi puta le preguntaba?

Me respondía, si soy tu puta, dame más, gritaba y gemía, y con maldad también acariciaba su clítoris con mi mano, para hacerle perder el ritmo y descontrolarla, ella se retorcía y decía que no, pero a mí me parecía que sí, y fue allí cuando llego de nuevo y soltó un chorro cristalino que empapó el suelo y mi mano, fue una experiencia increíble, la tome poniendo su espalda contra mi pecho y la bese mientras mis manos acariciaban su sexo, sus senos y su cintura.

Con cara de emocionado, le dije eres de esas chicas que se chorrea, el famoso squirt, jajaja, que afortunado, alguna vez lo debes hacer en mi rostro, -salió el pervertido fetichista en mi-.

Ella con cara de excitada y rara, pregunto en serio, te gustaría.

Yo le respondí que si, en internet he leído de cosas muchísimo más grotescas.

Ella solo se rio y me besó una vez más. y pidió un tiempo fuera, 

- ¡STOP, STOP, STOP, TAPO!, necesito agua.

Fue al pequeño refrigerador y sacó una botella de agua, la bebió como si hubiese estado en un desierto, le dije me das un poco y me miró, con cara de saber que hacer, bebió el agua, me sentó, se subió encima de mí, tomo mi cara y depósito el agua en mi boca directamente desde la suya, yo tenía mis manos en su cintura, y bebí poco a poco el agua, eso fue impresionante, le pedí más agua por favor.

- Claro que sí, Respondió y enseguida preguntó.

- ¿Te gusta?, respondí sí, mucho, que era la mejor agua que había bebido en mi vida, y la miré con maldad, pero me falta probar del grifo de agua que tienes entre las piernas, mientras reía.

Me miró con desprecio, maldito pervertido me decía, mientras me ahorcaba en la cama, y luego solo me dio un beso y descanso a mi lado en un superarrunchis. Nos quedamos en silencio por un momento.

- Fue una buena noche, me dijo ella.

Le bese la frente y le dije que fue una maravillosa noche y que ojalá se repitiera.

Ella Suspiro, no me quiero enamorar.

Le dije que así no funcionaba, nadie quiere sufrir por amor, yo he sufrido mucho desde la última vez, y por lo que dices también parece que lo pasaste mal.

Si es cierto, los finales siempre son dolorosos, tenía muchas ilusiones, era un gran tipo, pero al final su éxito, jugó en mi contra, pues deseaba más, otras mujeres, experiencias, no fui suficiente, no me mal entiendas, fueron 6 años maravillosos, suspiro.

Le dije que quería saber esa historia luego, y que no se hiciera muchas ilusiones, le dije en broma para levantar su ánimo, que me viera como un trozo de carne, y luego me tiras, así no te enamoras y yo tampoco me ilusiono mucho porque yo también no di la talla y luego te me apareces así, la vida es rara, solo bésame ahora, bésame en esta madrugada, y si te llamo más tarde si quieres no me contestas, le guiñe el ojo.

-Tonto, si me llamas estaré feliz de contestar.

La mire y sonreí, pero en mi mente -Esta chica sabía decir las palabras correctas, eran como puñales, no quisiera ser objeto de su desprecio, mi alma no lo soportaría. -

- nos queda una hora, ¿qué quieres hacer? – le dije.

Me responde con un revés prodigioso de tenista profesional, que hay en el menú, Monsieur.

- Jummm, Touche, -haber cerebro maldito, lo veo papi, lo veo, piensa piensa-.

-Este Ammm, ok, ok, ok, a tu izquierda hay un jacuzzi con una gran decoración de cucaracha patas arriba, digna de motel cinco estrellas luxury, asumiré mi rol de hombre macho peludo, quitaré la decoración de allí y llamaré valientemente a la recepción con voz varonil a que llenen esa bañera.

Y ella, haciendo gestos de estar pensando, dice: mmmm, suena bien y que más, quiero estar segura, de tomar la mejor opción.

- Está la otra opción, una ducha caliente, jabón, yo me encargo de todo de dejarte limpia reluciente.

- Ah sí, contestó ella.

-Incluso tengo la herramienta para lavar orificios delicados y de difícil acceso.

- Me miró con cara de con qué ira a salir, me interesa ver la herramienta, Monsieur.

- Desde luego madame, le presentó a La nimbus 200 para zonas delicadas y de difícil acceso, garantizada, y al contrario que la nimbus 2000 que vuela por arte magia, esta tiene un mecanismo de hélice, mira. y empecé a girar mi miembro como cuando despega un helicóptero.

- Ella no pudo más que reír, se rio tan duro y con tantas ganas, que era agradable verla desternillarse de risa, pero bueno verla reír de esa forma después de las lágrimas derramadas hace un rato por su historia fallida, estas eran lágrimas de felicidad.

Después de esa escena me dijo: dale me gusta la segunda, quiero sentir el lavado a fondo.

Yo solo pude adoptar la posición de servidor, por acá madame, y fui corriendo por las toallas como alma que lleva el diablo.

Tuve que negociar con ella la temperatura del agua, como soportan de caliente el agua, son unas brujas, pero bajo el agua, los cuerpos enjabonados, volvimos hacer el amor, con ternura, con besos y mimos, y finalmente salimos, de esa reconfortante ducha, recogimos la ropa y nos vestimos nuevamente, le paso sus joyas y pido la cuenta mientras ella termina de vestirse.

En eso salimos de la habitación y que crees, adivinen a quien me encontré en el ascensor con cara de recién cogidos, la misma pareja con quienes subimos inicialmente, ella dijo en voz baja, esto es un cliché, yo puse una sonrisa grande y saludé amigo, que tal como les fue, a las mujeres se les subieron los colores, y el tipo soltó la carcajada y respondió, de uno a 10, 11.

- Jajajaja, maravillosa jugada. y llegamos a la recepción del lugar y pague.

Caminamos a la zona de parqueo, estaba haciendo mucho frío, su chaqueta de jean no calentaba mucho, así que le pasé la mía, le dije que yo tenía mucho calor con la ducha caliente.

- Pero Marco, no, está haciendo frío, me replico.

Le dije, hey no pasa nada, por solo un rato, apenas te deje en tu casa ya me pondré mi chaqueta, me dio un beso y se puso mi chaqueta sobre la suya, nos montamos en la motocicleta y llegamos el trayecto son unos 20 o 15 min a esa hora de la mañana, se  fue abrazada, a mi espalda, sin ninguna intención más allá de sentirse segura., y yo escurriendo mocos por el frío del viento y con los dientes rechinando, apenas sorbia, pero era un precio que podía pagar, y finalmente llegamos a su apartamento.

La ayudé a bajar de la moto, me quite el casco y ella el suyo, me beso y enseguida me regaño.

- ¡Estas mocoso!, me reclamo, 

- Vez que tenía razón, te vas a resfriar.

Le dije que no iba a pasar nada, se puso en modo mandona, ponte tu chaqueta, y entremos a mi apartamento te preparo algo caliente. 

- Solo respondí ok, porque la verdad no quería irme.

- Ya estas acá quédate, mi apto no tiene las comodidades de ese motel lujo y sus espantosas decoraciones del jacuzzi, y empecé a notar que cuando hacía esas bromas entrecerró los ojos, no solo eran sus besos pequeños, porque de esos besos grandes y apasionados se volvieron pequeños nuevamente.

No quería irme a ningún otro lugar en ese momento, tal vez luego, pero no ahora, me llevó a su habitación, ella se desvistió, se puso una bata sexy de flores, la verdad era normal, pero la veía sexy. jejeje

Yo me quité mis pantalones y nos acostamos, sin tener sexo ni nada, solo dormir, porque ambos estábamos cansados, pero del mañanero no se salvó, fue exquisito, me toco preparar el desayuno, porque ella me decía que solo a punta de pipi, no se podía, la bromas iban y venían, y así fue de ahí en adelante…

Veremos qué pasa en el futuro, por lo pronto tengo el teléfono de la chica del teatro y aunque no ha pasado nada, estamos charlando y no me meto en las cosas de Jess una o dos veces por semana no vemos y estamos bien… como prometí la cerveza se acabó y en el bar no solo se cuentan historias tristes, animo, y deséame suerte, pero no tanta, la chica del teatro solo habla de reggaeton y música popular...
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 0
  • Votos: 0
  • Envios: 0
  • Lecturas: 892
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.145.97.235

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 38.523
»Autores Activos: 2.283
»Total Comentarios: 11.907
»Total Votos: 512.104
»Total Envios 21.927
»Total Lecturas 106.079.833