Después de haberme dado ese beso jugoso, comenzamos a charlar… decidimos tomar un poco mas de vino, así que el bajo desnudo de la camioneta por las copas que habían quedado tiradas en la arena. También cogió la blusa negra de la que me despojó cuando iniciamos esa noche de amor.

Volvió a la camioneta y nos servimos un poco más de vino… chocamos las copas y bebimos tan solo la mitad de ellas. Me pidió que me pusiera aquella blusa transparente pero ahora quedarían al descubierto mis senos, le encantaba mirarlos a través de ella, asi que me la puse sin pensarlo, me encantaba verlo deseándome a cada instante, ver su mirada que se desviaba de mis ojos a mi pecho… y luego a mis labios, queriendo beber las pequeñas gotas de vino que quedaban sobre ellos y que a punto de escurrirse mi lengua rescataba para humedecer mi boca…

Entonces fui ahora yo la que quedo sentada en el asiento trasero cuando el jugueteando se monto sobre mi y me abrazo fuertemente con sus piernas. Yo no paraba de reír, estaba un poco ebria y todavía caliente de el hermoso acto de amor que minutos antes había terminado. Entonces el me dio vino de su copa, yo quise tomarla con mi mano pero el no me dejo, así que bebí al ritmo con el que el inclinaba la copa pero fue inútil retener todo el vino en mi boca, el intencionalmente había derramado este suculento liquido sobre mi blusa, embriagando mi barbilla, mi cuello… cada seno… y hasta parte de mi vagina.

El último trago de vino lo bebió él y lo guardo en su boca, entonces se acerco a mí y en un beso lleno la mía… yo me deleite suculentamente con sus travesuras. Se apresuro a lamer mi cuello, mientras con pequeños besos volvía a mis labios; entonces comenzó a desabrochar cada botón de la blusa nuevamente pero ahora con sus dientes, embriagándose con la mezcla de la esencia del vino y mi piel… bajando poco a poco de mi y estrujando mis piernas con sus manos… estaba muy excitada.

Cuando el estaba casi hincado frente a mi y yo sentada, y ya con la blusa desabrochada… con las piernas entreabiertas… decidí ser yo ahora la que diera el vino de mi copa en su boca, pero la retiraba un poco para que cayera tan suculenta bebida sobre mis piernas y mi vagina, estaba empapado y lo suficientemente candente para lamer los restos en mi piel.

Deje la copa a un lado y tome su cabeza para guiar el que sería su recorrido. Su lengua dejo huella en cada parte de mi, estaba secando cada gota de bebida derramada hasta que llego a mi sexo, uff!!! Estaba a punto de tener un orgasmo de tan solo sentir como chupaba cada gota: de vino… de mis jugos… no sabia que era realmente lo que estaba lamiendo con tanta insistencia allá abajo pero era riquísimo sentir además la humedad de su boca y su calientísima respiración agitada y entrecortada.

Paso su lengua muy despacio… primero por mi ingle, después por mi clítoris y hacia abajo, metiendo tan solo un parte en mi vagina; subía y bajaba; jugueteaba y abría un poco mas mis labios inferiores con sus manos para poder explorar cada parte intima de mi y entonces medido el terreno me lamia, hacia abajo, llegando al entronque mi vagina y el ano; hacia arriba, hasta la gloria.

Estaba a punto de terminar, el lo notaba en el incremento de intensidad con la que empecé a mover mi cadera hacia el, oprimiendo su cabeza sobre mi vagina, y apretándola con las piernas, entonces me dijo: -termina Mami… termina!!!, quiero beberte completa!, quiero que termines en mi boca- empecé a gemir tanto que me excitaba a mi misma oírme así, no podía saber si estaba entre la vida y la muerte pero esos segundos eran los más intensos que había vivido en los últimos años, era delicioso… y no aguante más!!! Termine con un orgasmo intenso, empape su boca con una gran cantidad de jugos y el no dejo ni rastro de ellos…

Continuará…