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Categoría: Orgías

Una noche de verano

Esto sucedió hace ya unos cuantos veranos en Mazagón, un fin de semana de los calurosos, estaba toda la pandilla de amigos en una terraza de un bar tomando unas copas, esta estaba cerca de nuestras casas y habíamos ido andando, estuvimos jugando a diversas cosas, era una excusa perfecta para hacer beber al perdedor.



Cuando el ambiente estaba ya cargado, y todos íbamos con una copa de más, comenzamos a jugar a pasarnos el chivato del paquete de tabaco de una boca a otra, pasaba de la mía a Diana, de esta a Isa, de ella a David, de este a Carmen, de esta a Eva, y de ésta a mí, Carlos, el novio de Eva no jugaba, y me miraba con una cara de cabreo bastante pronunciada, los demás no teníamos pareja y era bastante el cachondeo. A quien se le caía perdía, y tenía que beber.



Entre las copas, que ya eran unas cuantas, y la calentura que estábamos cogiendo todos, tuvimos que dejar de jugar, entonces David y Carmen se fueron y poco después Carlos y Eva también. Nos quedamos tan solo Isa, Diana y yo, así que nos acabamos la copa y nos fuimos para casa, primeros decidimos acompañar a Isa, y después Diana y yo nos íbamos a nuestras casas que estaban muy próximas. Al llegar a casa de Isa nos invitó a subir a tomarnos la penúltima copa de la noche, eran ya las seis de la madrugada, pero aceptamos los dos, subimos y preparó las copas y mientras bebíamos se le ocurrió un juego diferente, sentar a Diana en una silla y taparle los ojos con una venda, y que tuviese que adivinar quién de los dos la besaba, Diana riéndose acepto el juego. Isa se acercó a mi oído y me dijo que la besase yo primero, me acerqué a sus labios y apenas hubo un pequeño contacto, Isa preguntó que quién había sido, ella dijo que yo, e Isa le dijo que bien, que había acertado.



Como habíamos perdido nos tocó beber, pero ahora un chupito a palo seco, el cual nos entró de muy mala manera, seguimos jugando y ahora fue ella quien se acercó, yo pensé que le daría un beso igual que el mío, pero me equivoque, empezó muy lenta y suavemente, hasta convertirse en un largo y profundo beso, Diana no se cortó y siguió con el beso, yo me excité muchísimo al ver aquello. Tras esto, Isa preguntó otra vez por quien había sido, y ella me volvió a decir a mí, por lo que Isa le dijo que se había equivocado, Diana sonrió medio extrañada, e Isa cogió la botella y le dijo que abriera la boca, ella la abrió y le introdujo la botella, no podía casi tragar, pero bebió bastante.



Ya teníamos bastante alcohol en el cuerpo y la excitación subía, en estas se me ocurrió a mí otro juego, saqué un hielo de la cubitera, y dije que había que pasárselo por todo el cuerpo, y si te mueves has perdido y en vez de beber, te quitarás una prenda, ambas aceptaron de muy buen grado este nuevo juego, e Isa cogió su hielo y comenzamos a pasárselo por el cuerpo de Diana, llevaba una camisa de tirantes color blanca bien ajustada al cuerpo con lo que se apreciaba a la vista sus dos enormes pechos, tenía una boca con grandes labios, Diana sacaba la lengua para atrapar el hielo, momento que aproveche para besar su lengua, ella abrió su boca y nos dimos un beso, mientras Isa le metía el hielo por debajo de los tirantes haciéndole la forma del sujetador, no tardaron mucho en ponerse sus pezones erectos, seguí rozándola por fuera de la camisa haciéndola círculos en su pezón, Isa hacia lo mismo en el otro, Diana no se movía, estaba quieta, tan solo su cara y sobre todo sus suspiros. Cada vez que uno de los dos se acercaba al pezón, suspiraba profundamente, hasta que no pudo aguantar más y en uno de esos roces, se estremeció hacia atrás, entonces gritamos que había perdido, y rápidamente Isa le dijo que se tenía que quitar algo.



Diana se puso de pie y por detrás se quitó el sujetador, como la camisa estaba mojada, se la apreciaba más si cabe sus pechos duros. Se volvió a sentar, e Isa rozaba con su hielo por las tetas, mientras yo volví a sus labios, esta vez tardo bastante menos en moverse, esta vez se puso en pie y se quitó la minifalda, quedándose con un tanga negro muy pequeño. Cambiamos de hielos, y continuamos, Diana era una chica bastante alta y tenía unas piernas preciosas, yo pasaba mi hielo desde el tobillo a la rodilla, de la rodilla al muslo, y del muslo a la cacha, cada vez me acercaba más a su coño, pero sin tocarlo. Isa estaba entre los labios y los pechos.



Era tal el punto de calentura que teníamos los tres, que dejamos las reglas del juego a un lado para dejarnos llevar por aquel intensísimo momento, me senté en el suelo y le separé las piernas, le rozaba por fuera del tanga sin tocar su coñito, hasta que en una de las pasadas lo toqué suavemente con mi mano y noté que estaba bastante húmeda. Isabel ya le había quitado la camiseta quedando al aire sus pechos, eran grandes y redondos, tenía unas tetas preciosas, e Isa la besaba mientras con las manos le acariciaba los pechos. Yo también aproveché aquella situación para tocarle los senos, Diana seguía con la venda puesta y dejándose hacer por nosotros, después le quité el tanga, quedando completamente desnuda, le volví a separar las piernas y con el hielo la rocé por el coño, desde el culo hasta el clítoris, a cada paso se oía un gemido suyo, yo de vez en cuando chupaba el hielo que estaba lleno de sus jugos.



En una de esas, dejé el hielo en la boca y decidí chuparle el coño, Diana me cogió de la cabeza y me apretó contra ella, solté el hielo y comencé a comerme su rajita, con mi lengua en su botón mientras mis dedos buscaban su agujero. Isabel no dejaba de besarla y chuparle los pezones, pero a la vez, se quitó el vestido que llevaba, no llevaba sujetador, tan solo un minúsculo tanga, y a continuación le puso un pecho en la boca y Diana comenzó a chuparlo y besarlo. Las tetas de Isa no eran tan grandes, pero tenía una areola grande respecto a su pecho, yo con la otra mano le quite el tanga a ella y acariciaba sus piernas sin tocar su coño.



Me puse de pie para quitarme la ropa, y en ese momento Isa se sentó sobre las piernas de Diana, de tal manera que la dos estaban sentadas una encima de la otra y de frente, rozando sus rajitas. Se miraron y se dieron un beso mientras se acariciaban todo el cuerpo experimentando unas sensaciones hasta el momento desconocidas para ellas.



Una vez que quedé desnudo, Diana me llamó para que fuera hacia ellas, me acerqué con mi polla tiesa e Isa me la agarró primero, la acarició un rato, pero después Diana apartó a un lado a Isa y agarro con sus manos mi polla y se la metió muy despacito a la boca, y me la mamó un ratito. Después, me retiré para atrás, y me tumbé en el suelo, Isa al ver mi polla tan sola, aprovechó el momento y se sentó encima de ella de en tirón, Diana se levantó y se sentó sobre mi cara.



Mientras una no dejaba de follarme la otra no paraba de pasar su coñito por mi cara, para que mi lengua recorriera toda su extensión, mis manos acariciaban las tetas de ambas. Noté varias veces como Diana se corría en mi cara, además todo su cuerpo se estremecía y me apretaba tanto que me dejaba sin respiración, y mientras, Isa se movía cada vez más y más rápido, no aguanté más y acabe corriéndome dentro de Isa, ella paró y se levantó.



En ese momento, Diana se tumbó hacia mí, haciendo un sesenta y nueve, por lo que no tardó mucho mi polla en ponerse nuevamente tiesa, entonces cogí a Diana y la puse de pie, la agarré de la mano y la puse encima de la mesa boca abajo, con la punta de mi polla rozaba su coño, después llegó Isa por detrás y me restregaba con sus tetas mi espalda.



Posteriormente Isa se puso al lado nuestra, y empezó a escupir sobre la rajita de Diana, lubricaba con saliva desde el culo hasta el clítoris, yo aproveché e introduje mi verga en su vagina, y empecé con movimientos suaves a penetrarla, mientras, Isa seguía lubricando la zona, se veía hermosa la penetración, más aún al observar ese culito tan cerrado de Diana. Tras un pequeño rato de penetración, Isa cogió mi polla, y empezó a manosearla, introduciéndola a veces en el coño de su amiga, después se puso a mi espalda y siguió haciendo lo mismo, hasta que, en una de esas introducciones, Isa tomó otro camino, y penetró el culo virgen de Diana, Isa me empujaba, por lo que yo no podía salir de Diana, la cabeza de mi polla estaba dentro de su cándido culo. Ante esto, Diana reaccionó, empezó a gritar que le dolía, pero Isa le decía que se callase, yo me iba a retirar hacia atrás, pero de nuevo Isabel me empujó hacia diana, y esta vez se la metí entera, ella gritó, hasta que al poco tiempo comenzó a moverse, pues la agarré por la cintura y Diana seguía el movimiento, al principio muy despacito, pero con el tiempo, las embestidas mías inducidas por Isa eran cada vez más rápidas y fuertes.



Después Isa se subió a la mesa, y puso su coño en la cara de Diana, y la cogió de la cabeza para que empezara de una vez a comerle su coño, a cada embestida mía Diana se acercaba y lamía, hasta que sentí que me iba, las avisé y se pusieron las dos de rodillas esperando el chorro, el primero entró directamente en la boca de Diana, que se apresuró a tragar para no perder nada, después Isa se abalanzó sobre mi polla y se la metió entera tragando las sacudidas posteriores, hasta que cuando ya no salía nada, se acercó a Diana y se besaron compartiendo el semen que tenían en la boca.



Posteriormente, ellas se tumbaron en el suelo, se abrazaron y se quedaron dormidas, yo me vestí y me fui a mi casa, dejándolas allí a las dos agarradas como dos amantes.


Datos del Relato
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