Hola, contaré algo hermoso que me está pasando. Verán, llevo un par de días que me estoy a costando con una mujer sudamericana. La conocí en la parada donde tomo todos los días el autobús. Un día la invité a salir y ella aceptó, yo soy un tipo feo Indio pero con mucha suerte y la mujer de quien les hablo es una mujer de rasgos finos, piel Blanca, ojos verdes, nalgona y de buenas tetas y de pezones pequenitos y su areola demasiodo grande de color casi Rosa. Salimos a comer varias veces y un dia nos fuimos de rumba según ella. Después de bailar y pasarlo bien con unos tequilas de demás, la llevé a su apartamento sin pensar que ella me invitara a pasar. Eran como las tres de la mañana cuando llegamos. Ella me empezó a besar y yo seguí con los besos y las caricias. La empecé a desvestir y solo de verla es una hermosura, sus tetas bien formadas, las nalgas perfectamente formadas, simplemente hermosa. Me saqué el pene y lo empezó a chupar como si fuera un helado, la dejé que chupara un rato, después me tocó sacarle esas diminutas bragas, me arrodillé y al ver su vagina pequeñita y con sus pelitos rubios, bese su Monte de Venus, tal vez unas diez veces. Empecé a
meter mi lengua y sentí una cosa durita y pensé que mierda es esto, claro he mamado vaginas anteriormente pero ninguna asi. La tendí sobre la cama y al abrirle sus piernas he visto un enorme clítoris. Me quedé viendo esa raja con un gusano adentro, le empeze a pasar la lengua de abajo hacia arriba y el clítoris se puso durito y ella empezó a gemir con una fuerza loca: "ahí papi, ahí papi". Lo seguí lambiendo y sabía que al tocar ese clítoris ella se iba a volver loca. Después de un rato, sentí su amargos jugos. Estaba fascinado de ver a esa mujer como gritaba y se movía de tanto placer, empecé a introducir mi pene negro y gordo en esa raja de color rosa. Ella gritaba y yo no quería que gritara por la gente del edificio que iba a escuchar, pero ella gritaba más. Le metía los dedos un su boca para que callara pero no tuve éxito, esa mujer seguía gritando, le tallé la raja Como unos tres a cuatro minutos y volví a meter mi lengua en esa húmeda cueva como dos a tres minutos y volví a meter mi pene en su rica raja. Repetí lo mismo unas cinco o seis veces más, después la voltie a cuatro patas, esas nalgas blancas y hermosas eran mías, las tenía yo. Introducí mi pene una vez más en su raja y puse un poco de saliva en mi dedo para empezar a tocar su ano y la mujer se puso loca, no dejaba de gritar. Volví a mamar su raja un par de veces más, como lo había hecho anteriormente pero sin dejar de masajear el ano. Finalmente escupí en su ano unas tres veces y empecé a meter un dedo en esa pequeña y apretada entrada, vi que le gustaba y empecé a meter otro dedo más. Puse un dedo encima del otro y a meterle los dos dedos pero con suavidad y bastante saliva mientras que mis testículos chocaban con su vagina. Después de un rato vi que había aguantado los dos dedos, la puse de lado y lenta y suavemente empujaba mi pene en su ano. Escuché un "ay", finalmente había entrado una parte de mi pene, espere un min y seguí empujando mi pene hasta que final mente le entró todo, se lo talle con suavidad por un buen rato. Yo no se que paso ese día, tal vez fue el tequila pero había aguantado sin eyacular casi unos treinta a cuarenta minutos. En mi vida había aguantado tanto tiempo. La volví a poner sobre la orilla de la cama casi con las nalgas colgando y yo de pie le tallaba con mi pene un rato por delante, después se lo metía por detrás, así pasé una linda y espectacular noche.