Mi prima Gladys tenía cinco meses de embarazo, tenía muchos deseos de follarla con su panzita, que a estas alturas era grande porque esperaba gemelos, nadie sabía que eran mis hijos los que esperaba, salí hacia la finca con el deseo de verla y hacerle el amor, pero ella no estaba nos habíamos cruzado, ya que ella había salido hacia la capital con el mismo propósito, estar juntos.
Esa tarde salimos con la tía a hacer unas visitas, y regresamos un poco tarde, ella se sentía cansada y su fué a dormir, yo hice lo mismo, estaba lloviendo a cantaros, y el cielo se iluminaba con los relámpagos, y los estrepitosos truenos, a pesar de la lluvia el calor era intenso, no podía dormir, me fuí a la cocina por un vaso de agua, y había luz, era mi tía con un baby doll, que apenas le cubría las nalgas, no tenía ni brassiere ni calzón, estaba descalza. su magnifico cuerpo me empezó a excitar, a sus 50 años era toda una soberbia hembra, me acerqué a ella, la abrazé por atrás, y le besé las orejas y el cuello, mis manos se posaron en sus deliciosas chiches, y me pegué a su culo para que sintiera mi verga parada, ella se apretó a mi pecho, y muy quedo me dijo que estuviera quieto porque la iba a calentar y había mucho calor para sudar cogiendo. La abrazé de la cintura, y mi mano se fué directamente a su vagina, sobando con mis dedos, su canal y su clítoris, mientras besaba su cuello, con chuponcitos suaves y húmedos, su vagina empezó a segregar líquidos, baje el pantalón de mi pijama, la recosté sobre la mesa, quedando sus pechos sobre la misma, y tomando mi pija se la acerqué a su ranura, frotanola a lo largo, y con la punta masajeaba su clítoris, la cabeza empezó a deslizarse en su vagina, se fué toda, ella gemía y me pedía que le diera más ràpido, mis manos jugaban con sus pezones, se arquió, gimió fuerte y senti la humedad de su panocha para venirse en un orgasmo, me fuí al tope y casi no salíaa de su vagina, sacaba poco y la penetraba al fondo, y luego me corrí en ella, que polvo tan maravilloso, nos fuimos a su alcoba a seguir cogiendo más cómodos, nos dimos duro, y ya de madrugada exaustos nos dormimos.
Bonita narracion, te felicito, no dejes de satisfacer a la tia, Dios te lo va a agradecer por hacer que feliz a una de sus hijas