Dejé de ver a Cecilia cuando teníamos 18 años, era una ilusión de ambos ser novios, no se dió, ahora la volvía a ver cuatro años después, más linda que numca, con cuatro meses de embarazo y separada del conviviente en unión de hecho, que se había peleado con ella por el embarazo, no quería hijos. Salía con ella, nos besabamos tuiermna,emte. pero sin llegar a tener sexo, tuvo du hijo y dos meses después de nacido enuna reunióm iba aser nuestra primera vez,pero llegó el padre del nimño y se fustró. pero ese día cogí s ls masdre y la tía, toda una tarde y u7ns noche. Un mes después en ausemcia de la Cristina la madre de Cecilia, y en complicidad de Eva Luz lña tísa, me quedé a dormir con ella, no sin antes el chantaje de eva Luz, que me dejaba quedrme easa noche con su sobrina, pero que se repitiera la cogida que le había dado un mes antes. El día siguiente después de los gemidos y bramidos que dió Cecilia la noche anterior en los orgasmos que tenía, y ante la ,olestaderras de su tía, que había escuchado todo, le dijo que la noche anterior se había comida una verga enorme, y previendo que Eva no fuera a contar nada, la invitó a probar, claro sdesconociendo lo pasado entre nosotros. Habían pasado dos meses y no nos veíamos, hasta una tarde lluviosa que llegué a su apartamentito, durmió al nene, y luego empezé a desvestir ese cuerpo precioso, blanco, de chichotas grndes por la leche, su cintura fina y sus hermosas caderas, con culo parado y piernas esbeltas, besé todo su cuerpo, y llegué a su cuca, hermosa, chiquita, rojita y abultada, cubierta de vellos finos rubios casi dorados, su rajita roja, y su clitoris rosadito, estaba a punto de venirse, pero me dijo que me chuparía ella, romó el pene de la base, y se engullo lo que pudo, su boca tibia y humeda recibía y sacaba el tronco, suavemente me pidió la leche en su boca, y no tardé en dárdela, luego busqué su cuca y la lamí y mamé por unos minutos, la sentí venirse gimiendo de placer,la pija la tenía de nuevo duríusima, ella misma la llevó a su entrada, y sentí como su vaginita se iba abrienso al paso de la mole de carne, a un ritmodesenfrenado nos bombeamospor rato, hasta venirnos los dos, ella primero y cuando estaba en sus estartazos de placer, la llené de semen caliente, a partir de esa fecha lo hacíamos todos los sábados hasta el cansancio. El padre del niño supo que su exmujer cogía con otro, y empezó a indagar supo que era yo, quizo reclanar pero lo mandé a la mierda, y lo peor del caso es que en una reunión de exalumnos del colegio, que fué en una finca, fuimos a un río y a propósito me vestí casi junto a él, perio que viera la tremenda verga que se estaba tragando cecilia. Con Eva Luz, tenía encuentros casuales, me encantaba su cuerpo, su chocha depilada, y sus pechos grandes y duros, y sobre todo las sacadas de leche que ne daba en las mamadas estupendas, y me gustaba ensartarle de un sólo lal verga hasta el fondo. con Cristina, no nolcí a coger, desde el día que hicimos trío con su hermaqna, pero fué más por las cervecitas de más que se habían tomado, pero dentía el deseo de volver a cogerla, por supuesto no sabía que con su hija teníamos ya más de un año de tener sexo. Me dió un impulso de conquistarla, le enviaba rosas, y le hablaba por teléfono, salimos un par de veces al cine, sólo besos, no se animaba de nuevo a coger conmigo, decía que to tenía 23 años y ella ya 56. Una tarde llegué de improviso a su consultorio,(Ella era ginecóloga), terminó con sus pacientes, y estuvo hablando de sexo con un de ellas y estaba un poco cachonda, se lo noté rápido por el beso de kujuria con el que me recibió, empezamos a besarnos, era tl grado de excitación que me bajó los pantalñones a la rodilla, y sentada sobre la silla, tomó mi verga y la empezó a chupar y me decía que no había día qque no recordar ,i pija adentro de ella haciemdola gozar, le bajé su calzón y sobre el escritorio empezé a chupar su vagina deliciosa, se resotó en la camilla, puso sus pies en los estribos de la camilla enla cual revisaba a sus opacientes, su cuylo casi en la orilla, sus piernas flexionadas hacia arriba y abiertas, y me pidió que le hiciera un papanicolau con mi verga, lentamente le penetré, hasta el fonso y con ritmo cadencioso, entraba y salía ella con sus ojos cerrados y su rostro de placer, me dijo que se venía, y aceleré mi ritmo, dentí su concha más caliente y húmeda, apretó sus paredes vaginales, sientienso una sensación ,uy especial de sentir como su vagina quería extrangular mi pene, gimió y se quedé inmovil, yo seguía entrando y saliendo, sentí cuando mi pene se hinchó y vomitó leche e su interior, me quedé adentro de su vagina, nos besamos por largo rato, nurestras miradas se perdían en nuestro ojos, si aquellos ojos que e decían lo mucho que había disfrutado con mi verga en su inetrior, empezó de nuevo a apretarme con sus paredes y mi pene a crecer en sus entrañas, cogimos de nuevo y una y otra vez, al sacar mi verga su hoyo abierto empezó a expulsar semen, ella se lo regaba en sus piernas blancas y duras, llegué tres tarde más en esa semana. Luego ella supo que salía con su hija, acompañandola a sus mandados,le preguntó a su hija si había relación entre nosotros, ella le dijo que no pero lo deseaba, luego hablío conmigo y me dijo que no la buscara pués su hija estaba enamorada de mi desde niña, y no quería que algún día se enterara de lo nuestro, prohibiendole a su hermana volver a verme a solas, con el tiempo sólo sonreía cuando su hija le comentaba lo felíz que la hacía en la cama, y le hablaba de que había medido ya las ocho pulgadas que se comía.