El apartamento, ubicado a casi 3 km y medio de la autopista hacia Cuernavaca era espacioso, lujoso, con un olor a carmín, despedido de un aromatizante que Yahir solía adquirir cada dos meses en un sams club que estaba cerca de su domicilio, cada vez que organizaba sus compras domingueras.
El aire era suave al tacto, pero pequeño y con un estilo algo artístico, pintoresco. El apartamento no estaba solo, habían dos hombres. Se trataba de un joven moreno, Rafael y Yahir. El joven había llegado al departamento de este hacia solo 45 minutos. Yahir lo recibió como si fuera un compañero que apenas conocía en el trabajo, pues consideró guardar las apariencias al principio a ojos de los vecinos. Rafael venia mas serenado que la vez que indagaron el asunto. Así, Rafael fue el primero en hablar, esta vez utilizando el tuteo, un principio que el decidió dejar en la relación como si fuera un tratado:
- Bueno, creo que debemos empezar ya. pero me gustaría saber que haremos luego de consumar el acto.
- Ah, veo que eres impaciente.- dijo algo jovial Yahir-. Bueno, quizás te invite a tomar en un bar, o cenemos juntos.- Así, charlaron un poco para ablandar el ambiente durante media hora. Luego, Yahir le propuso ir a la suite, donde se hallaba su lecho. Rafael, levantándose su melena medio corta, que Yahir le pidiera trasquilar cuando aun eran solo compañeros de trabajo formales le siguió sumiso. Así, ambos se desnudaron. Así, de bienvenida Yahir le dio un beso en la boca profundo, leal y esplendido. que duro solo 35 minutos.
Yahir se puso por detrás de este, y el se puso en posición de gateo, o en términos coloquiales "de perrito". mientras Yahir, al fin excitado le penetraba con su pene alrededor del ano. Rafael solo se limitaba a dar gemidos y aullidos de gozo, pasion y soltura. Yahir sacaba y hundía su pene varias veces. Después, le toco a Rafael. luego, ambos se vieron de cara a cara, desnudos y en pleno éxtasis. Para Rafael era un hombre blanco, caucásico, algo malicioso, casi un niño para sus múltiples desenvolturas y tácticas en la cama. mas aun así deseaba probar su carne blanca y viciada. mas esperando salir librado una vez que este fulminado ya su capricho y desdén (que el pareció notar al comienzo) le botara de su vida así sin mas. mientras que para Yahir, un hombre algo rustico, joven si cabía admitirlo. pero con un cuerpo digno de ser admirado y bastante sagaz, muy cultivado en el trato para ser solo un hombre clase mediero y muy mexicano. Después de estas perspectivas y contemplaciones reciprocas, ambos siguieron unos momentos mas. Ahora se acariciaban su pene de forma reciproca, y ambos se escurrían con su erección. El acto se lleno de risas, gemidos y gozos. "Dame tu piel!!" era la frase que Yahir repetía tras los gemidos ardidos de Rafael. al fin, terminaron de consumar su acto sexual con un beso pero largo y profundo esta vez, casi femenino por parte de Yahir.
Al fin, cuando terminaron eran casi las 12 pm ya, Rafael tenia un poco de pendiente pues no sabia sin aun había transporte publico circulando por el sur de mexico; Yahir, como medida de cortesía y habiendo pasado lo sucedido llamo a un sitio de taxis que conocía cerraba hasta las 3 am. Mientras llegaba el taxi, acto que Rafael agradeció de momento. los hombres tomaron una breve cena, a petición de su anfitrión Yahir.
A base de aperitivos y un Bacardi que Yahir guardaba en su cantina casera solo para reuniones familiares y visitas poco ordinarias. cuando llego el taxi, a eso de las 2:35 am. Ambos hombres se despidieron de forma cordial pero con algo despecho. este era, ¿el comienzo de una relación fuera de los convencionalismos sociales, con mira a ser duradera? o solo un capricho de un hombre de medianas influencias, que solo quería probar la carne de un modo poco convencional y con un ser semejante a el. esa cuestión sera aclarada en el próximo episodio. continuara.