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Categoría: Infidelidad

Una historia diferente y muy real

El otro día sentí la necesidad de hacer algo que sé que no está bien, porque estoy casado, pero que necesito hacer porque siento una rutina en mi vida que me está afectando negativamente y haciendo sentir que se pasa la vida y estoy perdiendo muchas cosas que deseo hacer y ahora no hago. Esa es la razón por la que decidí entrar en esta página. El deseo de tener una aventura o cuando menos poder transmitir mis deseos y hablar de ellos. Hace unos 6 años tuve bastantes relaciones esporádicas que aún recuerdo con mucho placer, aunque por aquellos años no tenía pareja.



Primero me describo para intentar dar una idea de cómo soy. Soy un chico…, bueno… por la edad 43 años… me suena ya raro decir chico, pero la verdad es que tengo una apariencia bastante juvenil… físicamente con un cuerpo atlético fruto de haber practicado atletismo y futbol a nivel semi profesional (no me daba para vivir pero era un alto nivel) y tenis a nivel amateur. De aspecto soy agradable aunque no soy lo que se estila ahora de hombre tatuado con una musculación exagerada. Tengo una buena musculación, pero no en plan voluminoso, sino definido.



Soy una persona de ciencias, vamos… ingeniero, por lo que pido disculpas si mi escritura no es todo lo buena que cabría esperar. Me considero buena persona (aunque resulte incongruente al estar casado y estar deseando tener algo con otras personas), extrovertido, muy sexual (y echo mucho de menos eso), imaginativo…



Al leer algunas cosas por aquí me apeteció compartir algo que viví hace unos años y que recuerdo con muchísimo deseo.



Esto fue lo que pasó hace unos 6 años…



Por aquel entonces estaba soltero, y alguna vez ya había quedado con alguna chica por internet con la que, tras conocernos primero un poco por este medio, empezábamos a desearnos y dábamos el paso para vernos en persona y entregarnos a lo que fuera surgiendo entre nosotros. He de decir que no recuerdo ni una sola experiencia que no me gustara, aunque en alguna ocasión no surgiera ese feeling para tener sexo.



En esta ocasión que os quería contar, creí que nunca habría la suficiente química. Conocí a Mia (así me dijo que se llamaba, aunque no sé si era su nombre real), por una página de contactos en la que había un chat en el que se podía entrar gratuitamente a pesar de no tener suscripción. Recuerdo que era un poco rollo porque había tantos chicos y tan pocas chicas que era complicadísimo encontrar a alguien que te hiciera caso, y más sin tener foto. Mia me respondió y me dijo si le podía mandar una foto por correo. Le dije que sí, pero solo de mi cuerpo sin mi cara (no confío en estos medios y menos en mostrarme así enseñando mi cara), que ella decidiera como y yo me la haría para ella. Me dijo que quería verme sin ropa, que no hacía falta que enseñara todo, pero que ella pudiese ver si podía desear mi cuerpo. Así lo hice… se lo mandé a su correo y ella me respondió enseguida y con fotos de ella similares.



He de decir que no me atrajo en absoluto, (no era mi tipo de chica) pero seguimos mandándonos mensajes un tiempo en el que nos contábamos deseos y cosas que nos gustaría hacer, hasta que llegamos a sentir tanta coincidencia en los deseos que no pude resistirme a pedirle que quedáramos para vernos y ver si podía surgir la química para hacer algunas de las cosas que habíamos deseado. Ella era bajita y rellenita, eso si con una cara muy agradable. Piel morena y rasgos algo asiáticos. Me dijo que sus padres eran de indonesia, aunque ella había nacido aquí.



Quedamos en mi casa. Es un chalet adosado por lo que tengo la privacidad de entrar, salir y hacer lo que quiera sin que nadie sepa nada de mi vida y sin que nadie me escuche, ya que hay veces que el sexo se hace algo más sonoro jjj. La fui a recoger, entramos al garaje y ya desde allí fuimos deseando llegar cuanto antes arriba para desnudarnos y disfrutar, y vaya si lo hicimos… Ella se trajo sus juguetes sexuales para ir explorando todas las posibilidades. Como dije, nos lo pasamos genial, pero nada comparado con lo que pasaría más adelante, que era lo que quería contaros…



Después de ese día, quedamos algunos días más y después estuvimos un tiempo sin vernos, hasta que un día, como un mes o dos después del último encuentro, el destino quiso que casualmente nos viéramos en el metro. Ella llevaba unas gafas y estaba leyendo un libro (nunca la había visto con gafas y me resultó aún más sexy). Levantó la mirada y al verme sonrió. Yo no me acerqué antes porque ella estaba casada y temí que pudiera ponerla en un compromiso. Se levantó y me dijo que echaba de menos esos encuentros que teníamos y que había estado pensando en algo que quería hacer conmigo. Llegó su parada y nos bajamos los dos para seguir hablando de ello. ¿Puedes confiar en mí y dejarte llevar? Yo respondí afirmativamente, confiaba plenamente en ella. Me dijo…Te pido que desde este mismo momento y hasta que entremos por la puerta de tu casa hagas todo lo que yo te pida, y si lo haces, una vez entremos por la puerta de tu casa prometo someterme a ti para que hagas todo lo que desees conmigo. Yo me comprometí a ello y ella se fue sin decir nada más.



Era como un sueño hecho realidad…



Nos separamos y esperé su correo. No nos llamábamos o escribíamos al teléfono para respetar su intimidad, ya que como he dicho estaba casada y una norma prioritaria era la privacidad.



Me mandó un correo en el que me decía: “estas son tus primeras instrucciones…”…



Quiero que vengas a recogerme el martes a las 6 de la tarde a la dirección… Ven con algo en la ventanilla del conductor y del acompañante de manera que no se vea mucho lo que pasa dentro del coche. También quiero que vengas desnudo de cintura para abajo. Así lo hice… puse unas cortinillas de coche de esas que se pegan que a pesar de ser muy transparentes, quitaban algo el sol y la visión de dentro a través esas ventanillas. Fui a recogerla. La verdad es que fue bastante inquietante pensar que me pudiera parar la policía y verme desnudo de cintura para abajo…, pero es lo que me ordenó y quise hacerlo para cumplir mi parte del trato.



Al recogerla me sonrió con aceptación (sonreía poco, pero cuando lo hacía tenía una sonrisa muy bonita) viendo que había cumplido mi parte y me dijo… voy a cumplir un deseo (lo que no sabía era que yo desearía todo lo que iba a pasar más que ella…). Primero, para darle aún más emoción, quiero que nos apostemos algo (tanto ella como yo tenemos una situación económica buena por lo que no fue por dinero sino por el morbo de ver quien conseguía llevárselo) a que antes de que lleguemos a tu casa consigo que te corras sin tocar tu pene con mis manos, pero tienes que prometerme que pararas si ves que no puedes mantener perfectamente la atención en la carretera y que irás despacio. Apostamos y sinceramente creí que sería hasta fácil poder llegar a casa y ganar esa apuesta, ya que a pesar que me gusta muchísimo que me hagan una mamada, nadie había hecho que me corriera solo usando la boca sin que yo pudiera evitarlo o contenerme. En cuanto arranqué, sin perder un segundo empezó a chuparme mi pene muy sensualmente. Yo estaba completamente empalmado desde antes de que empezara ya que para eso no hace falta mucho. Yo seguía atento a la carretera e incluso utilizaba eso para evitar excitarme y llegar un punto en el que estuviera a su merced, pero llego un momento en que tuve que parar en el arcén porque empezaba a sentir que aquello empezaba a írseme de las manos y a sentir espasmos como si fuera a correrme. Paré en el arcén y recliné un poco mi asiento. Siguió chupándome mi pene hasta que tuve que advertirla de que no podía aguantar mucho más, para que cogiera algún Kleenex para no manchar de semen todo el asiento. Le dije…, coge algún pañuelo… a lo que ella me respondió… no hace falta…



Se mojó el dedo y empezó a acariciarme el ano mientras seguía chupando mi pene. Me daban espasmos. Empezó a introducir su dedo en mi culo y no pude aguantar más. Mientras me corría ella seguía chupando mi pene aún con más fuerza y metiendo su dedo en mi culo más dentro. Sentía mareos del placer y gritaba y jadeaba como no recuerdo haberlo hecho nunca. Es indescriptible hasta qué punto perdí el control de mi cuerpo… Cuando paró me dijo… Me gusta tu semen. Uff que placer… En otras ocasiones ya había dejado que me corriera mientras me lo chupaba pero no se había tragado todo. Esta vez siguió chupándomelo hasta un rato después de que terminara, provocándome espasmos y sintiendo que no podía hacer nada, ya que le dije que ella era mi dueña hasta que llegásemos a mi casa. Sentí hasta algo de dolor, ya que al estar mi pene tan sensible después de correrme, sientes escalofríos con el mero hecho de tocarlo… cuanto más si lo sigue chupando con fuerza y te siguen violando el culo.



Tuve que estar allí un rato hasta que pude recuperarme para conducir y esos momentos solo pensaba lo maravillosa que era y en que podría hacer para compensarla cuando llegáramos a casa. Como hacerla disfrutar tanto como me había hecho disfrutar a mi. Y tenía ideas, ya que las otras veces que quedamos me sugirió algunas cosas que ella deseaba y que a mi también me ponían a cien, pero que hasta entonces no habíamos hecho.



Llegamos a mi casa y entramos. Primero nos tomamos algo, charlamos lo cual me vino genial para recuperarme bien para el segundo round. Después nos duchamos, aprovechando esa ducha para empezar a jugar. Enjabone lentamente su cuerpo acariciando y masajeando sus pechos, sus pezones que estaban completamente hinchados. Me puse de rodillas para comer su coño mientras el agua que caía resbalaba por mi cara. Estuvimos un rato, pero no quería que la ducha fuera su sorpresa… así que bajamos al sótano donde tengo un pequeño gimnasio y donde había pensado que pasará todo.



Ella estaba completamente sumisa, pendiente de que le diera órdenes tal y como prometió y yo la estaba deseando más que nunca después de lo que habíamos vivido antes.



Me dispuse a darle órdenes y a tratarla como una verdadera esclava sexual.



Mia desnúdate!



Así lo hizo.



Como no es muy alta puse una especie de altillo debajo de una barra que tengo para hacer gimnasia, le ordené que se subiera ahí y la até con unas gomas por las muñecas a la barra y por los tobillos a unos ganchos que tengo en el gimnasio en el suelo. Cuando abrió las piernas para que le atara los tobillos vi que su coño estaba muy muy húmedo por lo que no pude resistirme a lamérselo y beberme todos sus flujos, lo que hizo que le flojearan las piernas por un momento.



Una vez atada acordamos una palabra para que si algo le molestaba o no quería seguir, me la dijera y pararíamos inmediatamente. Le puse una venda en los ojos para que se concentrase solo en el placer.



Me quedé mirándola y me dije… no hay prisa, solo tú y ella, disfrutando. No hay otra cosa en el mundo.



Yo también estaba completamente desnudo y completamente empalmado (una de mis exnovia que era enfermera me dijo una vez que parecía que tenía priapismo por lo fácil que me empalmaba y lo mucho que duraba incluso después de correrme). Empecé a acariciarla por detrás desde los tobillos a los glúteos y después por delante. Evitando el coño y partes que reservaba para que ella fuese deseándolo tanto que estuviese como loca de deseo. Puse algo de lubricante sobre su cuerpo para que las caricias fuesen aún más agradables. No podía evitar de vez en cuando beberme lo que iba humedeciéndose en su coño y comerle su culo. Me encantaba su sabor y ver cómo le temblaban las piernas cuando lo hacía.



Me detenía en sus pechos para acariciarlos, lamerlos y apretar sus pezones hasta que gemía fuerte. Cuando ya estaba muy excitada empecé a comerle mas continuamente coño. Yo estaba de rodillas, debajo de sus piernas abiertas comiéndole el coño y sujetándome en sus nalgas, metiendo mi lengua hasta donde podía, bebiéndome todos sus flujos, sintiendo como doblaba sus piernas porque perdía el control de su cuerpo y quedaba prácticamente colgada por las comas de sus muñecas que sujetaba también con sus manos para sujetarse hasta que se reponía. Empecé a meterle dos dedos rítmicamente parando solo para beberme los líquidos de su coño cuando veía que estaba completamente empapado. En uno de los momentos en que tenía mis dedos dentro empezó a soltar todo su líquido, que salió a borbotones muy fuertes sobre mi cara mientras se corría y gritaba de placer.



Tuve que secarme un poco la cara, ya que no podía ni abrir bien los ojos. Después la desaté y empecé a jugar con su culo usando algo del lubricante que aún tenía en su coño. Mi dedo entraba fácilmente en su culo con tanto lubricante por lo que se agacho sobre uno de los aparatos de gimnasia, até sus manos en él y empecé a meterle mi pene en su coño a la vez que jugaba con su culo, con uno de los juguetes que se había traído y que según me dijo usaba para jugar en esa parte del cuerpo (pensé… yo que no estoy acostumbrado no sé si ella hubiese podido metérmelo en el choche). Me movía rítmicamente metiendo me pene en su coño y su pequeño dildo en su culo y se volvió a correr y con sus contracciones casi hace que yo también volviera a hacerlo, de hecho algo salió pero pude contenerme. Deseaba disfrutar de usar su culo aunque no sabía si ella estaría dispuesta a que le metiera mi pene (hasta ahora nunca habíamos hecho eso). Saque mi pene de su coño y empecé a meterlo en su culo, muy poco a poco, ya que no entraba tan fácilmente como por delante. Ella me pedía que por favor no parara y lo metiera todo, pero yo iba con cautela al principio para evitar hacerle daño. Una vez que estaba todo dentro era ella la que se golpeaba contra mi y gritaba de placer. Chocaba contra mí y gritaba jadeando como si me estuviese violando. Me corrí sin poder aguantar más, pero ella siguió exprimiéndome mas y mas, con su culo lleno de mi semen y yo notando toda esa humedad que hacia que todo entrara mu fácilmente. Me pedía que por favor no parase mientras yo intentaba usar también mis manos para alcanzar su coño mientras tanto hasta que volvió a correrse y a gritar tanto que a pesar de que es casi imposible que oiga algún vecino, en esta ocasión, no dudo que nos pudieran oír.



Estábamos los dos exhaustos y es algo que no creo que pueda olvidar nunca. Después nos metimos en una bañera yacuzzi que tengo en el baño para relajarnos. La besé y sentía mucho amor por ella. Era mi diosa del sexo y creo que el secreto es solo dejarse llevar. Cenamos y llevé a casa.



Quedamos algunas veces más y la verdad es que era maravilloso el sexo con ella, e incluso llegue a enamorarme. Después lo dejamos un tiempo porque yo no quería una relación mas seria en aquel momento y que dejara su relación por algo que no sabía si tendría futuro. Ella intentó recuperar la relación con su marido y supongo que lo hizo, ya que un día la escribí por si le apetecía quedar y estaba esperando un pequeñín.



Bueno, espero que os haya resultado interesante. Yo es algo que no olvidaré. Me encantaría vivir algo parecido de nuevo porque quizá estoy en un punto en el que necesito algo especial, entregarme a algo así de nuevo, aunque mi situación ahora es la que Mia tenía en su momento.



Espero que me escriba alguien y me diga si le ha gustado. Si es una mujer mejor que mejor.


Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
Nerkys
invitado-Nerkys 23-03-2020 03:00:34

Wuaooo me encanto, yo deseo vivir algo así también .

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