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Llego el mes de mayo, y con él los exámenes y el calor. Con todo el lio que teníamos casi no sacábamos tiempo mi hermana melliza y yo para follar. En algún rato que encontrábamos nos hacíamos una paja o un oral, pero no teníamos tiempo para follar de verdad. Lo peor es que cuando si encontrábamos tiempo siempre aparecían nuestros padres y nos cortaban el rollo.
Y por si fuera poco siempre andaba con un calentón que hacía que mi polla estuviese erecta con ganas de probar el coño de Mery. Mi hermana Roció no ayudaba mucho en ese aspecto. Desde que hicimos un trio no me ha vuelto a pedir que follásemos, pero se me insinuaba cada vez que nos cruzábamos poniéndome sus tetas en la espalda, enseñándome su coño mientras se subía la falda y chupando los polos mientras me miraba.
Esto tenía que terminar. Y, como si fuese un milagro la solución apareció. Mis padres querían aprovechar el puente de mayo para pasar tiempo juntos. Normalmente, durante ese puente, nos vamos toda la familia a la casa de mi tía Maite; pero mis padres querían cambiar. Era perfecto. Ya solo me tendría que librar de mi hermano pequeño para poder dar rienda suelta al sexo después de semanas. Y la suerte me volvió a sonreír cuando mi hermano Nico dijo que se iba todo el puente a una acampada. No podía creérmelo todo me salía genial, era un sueño. Pero mi sueño acabó. Mery se tenía que ir con una amiga para hacer un trabajo todo el puente. Mi mundo se derrumbó. Cuando por fin encontrábamos un momento para disfrutar del placer del sexo nos pasa esto.
Cuando llego el puente todos se fueron y yo me quede solo en casa con mi hermana mayor. Como no teníamos nada mejor que hacer nos pusimos una película en la tele grande del salón y pedimos unas pizzas. Cuando vino el repartidor mi hermana fue a recibirle y casi se le salen los ojos. Mi hermana llevaba un pijama corto, por el calor que hacía, que eran básicamente una camiseta de tirantes que solo le cubría el pecho y unos shorts ajustados. Gracias a eso la pizza nos salió gratis. Cuando el pizzero se iba vi cómo se tocaba la entrepierna para ajustarse la polla de nuevo.
Nos sentamos en el sofá y empezó la película. Era un rollo romántico de las que le gustan a mi hermana, y eso que de romántica no tiene nada. Por lo que yo sé solo usa a los tíos para follar y que le paguen las cosas. A mitad de la película yo casi me estaba durmiendo y mi hermana se había acomodado encima de mis piernas. Estaba a punto de levantarme cuando en la película apareció una escena de sexo. El protagonista cogió a su amada y la empezó a follar en la cocina tirándolo todo al suelo. Se veían muy pocas cosas de sexo, pero me empezó a excitar. Intente controlar a mi amigo disimulando la pequeña erección que estaba sufriendo. Baje la mirada y mi hermana seguía viendo la peli ignorando mi problema. Mis ojos se posaron en su escote, algo sudado por el calor que hacía y podía distinguir un rosado pezón que asomaba. Esa imagen no ayudaba mucho, al contrario, hacía que mi erección fuese en aumento. La escena ya paso y me empecé a relajar hasta que mi hermana se giró:
- Esta escena me ha puesto súper cachonda -dijo mientras se metía una mano en su coño y la sacaba mojada- Porque no follamos un rato para que se me pase el calentón.
- No deberíamos follar si no está Mery -le dije nervioso.
- Oh vamos a Mery no le va a importar y, además -me agarró la polla- llevas así mucho tiempo y te puede hacer daño.
- Pero… no deberíamos.
- Que te preocupa ya hemos follado antes y estuvo genial.
- Ya…
- Ah ya veo, crees que estarías traicionando a nuestra hermana si tú follas y ella no.
- Si, siento como si la traicionara.
- Eso tiene fácil solución -cogió su móvil de la mesa- voy a llamarla.
No quería que lo hiciese, pero ya era tarde.
- Mery -dijo mi hermana- soy Rocío. Oye que estamos Álvaro y yo con un calentón muy fuerte y quiero follarmelo, pero él no quiere porque no estás tú. Espera que te lo paso.
- ¿S-sí? -dije nervioso mientras Roció se iba a la cocina.
- ¿Qué pasa Álvaro?
Le conté la razón por la que me sentía mal liberarme de mi presión sexual y que ella no pudiese hacerlo, era como traicionarla.
- Tranquilo -me dijo al final de mi explicación- no me voy a enfadar porque folles con otras personas y yo no intervenga. Yo también voy a follar hoy con unos chicos que acabamos de conocer, es normal, y prefiero que sea con nuestra hermana.
- Está bien. – Me sentí aliviado al oírle decir eso- pero que sepas que tú eres la que más me gusta.
Cuando colgué deje el teléfono en la mesa y me dirigí a la cocina. En ella encontré a Roció totalmente desnuda apoyada contra el lavabo incitándome a acercarme. No la hice esperar. Me quite la ropa rápidamente dejando libre mi polla erecta y me acerque a ella. La introduje entre sus mulos, mi pecho se juntó con su espala y la empecé a besar por el cuello. Su cuerpo temblaba, sus manos masajeaban su clítoris y la punta de mi polla que salía. Como sus jugos vaginales ya salían de su coño sus muslos estaban mojados, lo que le permitía a mi polla moverse con mayor facilidad. Mis manos agarraron sus grandes pechos:
- ¿No quieres comértela? -le susurre sensualmente al oído.
- Si, lo estoy deseando.
Me apoye en la encimera donde desayunábamos. Mi hermana se agacho hasta ponerse de cuclillas y agarro mi polla con una mano mientras con la otra seguía frotando su coño. Primero empezó a olerla, después su lengua se posó en el agujero de la punta y fue bajando lentamente hasta llegar a mis bolas. Sentí un escalofrió por todo el cuerpo. Era increíble. La untó toda con saliva para poder metérsela en la boca más fácilmente. La cogí del pelo para ayudarla a tragarla hasta el fondo:
- Tanto tiempo sin sentir en mi boca esta terrible polla. Me estaba volviendo loca sin poder follarte.
- Ahh a mí me ponías cachondo ahhh cuando te veía provocarme por casa.
- Lo hacía para poder ver tu polla dura en los pantalones.
Siguió chupando con más fuerza:
- Roció estoy a punto. Me corrooooo
Le solté la cabeza para que pudiese sacársela de la boca, pero, para mi sorpresa, siguió chupando. No aguante más con la excitación y todo el semen que había acumulado las últimas semanas se derramo en la boca de mi hermana. Ni siquiera ella podía con todos los chorros de mi leche y tuvo que soltar unos pocos, el resto se lo trago.
- Tu semen sabe delicioso.
Una fuerza interna se apodero de mí, agarre a mi hermana de los brazos para levantarla. Vi su cara de sorpresa ante mi reacción y la tumbé sobre la encimera. A continuación, le abrí las piernas para ver su coño húmedo reclamar mi atención:
- Para darte las gracias te voy a ayudar ahora a ti.
Le abrí el coño y empecé a lamer todo lo rápido que mi lengua me permitía:
- Ohhh Alvaro se siente genial. Veo que te gusta el sabor de la vagina de tu hermana mayor.
- Sí, es de los mejores sabores que hay en el mundo junto con los fluidos de Mery.
- Ahh no hables ahh sigue comiéndome el coño lo haces genial.
- Deja salir todos tus fluidos hermana -dije mientras introducía un par de dedos dentro.
- Ya no aguanto más ahh me quiero correr.
No tardó mucho en hacerlo. Unos cuantos fluidos vaginales empaparon toda mi cara. Se tumbó derrotada por el fuerte orgasmo que le había causado, pero yo no quería parar y mi polla volvía a estar erecta. Con la cantidad de fluidos que había soltado, la vagina de Rocío estaba muy empapada y de una estocada le metí toda mi polla. Soltamos ambos un fuerte gemido. Un segundo más tarde vi como la cara de mi hermana cambiaba de sorpresa a satisfacción cuando empecé a penetrarla.
- No me das ni un respiro Álvaro.
- Vas a ver como mejora tu hermano y hace que te corras de nuevo.
- Mmmmm esto promete. Haz que mis gemidos se escuchen por toda la casa.
Mi ritmo fue en aumento. No sé por qué sería, pero mis caderas la embestían con fuerza y mis manos agarraban fuertemente los pechos que rebotaban de mi hermana y sus pezones. Se incorporó, paso sus piernas por mi cintura agarrándome con fuerza y empezó a besarme con una gran intensidad, al igual que hacía yo. La excitación era incontrolable:
- Tu interior es increíble -le dije mientras me mordisqueaba el cuello- es como una lengua alrededor de mi polla.
- Ahhh que buena polla tienes hermanito ahhh. Haces que chille de placer.
- Noto como tu coño está latiendo y me aprieta con más intensidad. Estas a punto de correrte verdad.
- Sí, estoy llegando a mi limite quiero tu semen en mi coño.
- Eso es ahh pídemelo, di que quiere mi semen inundando tu coño.
- Si hermano inunda mi coño ahhh esto es delicioso.
- ¿Más? ¿Quiere que te dé más?
- Sii ahhh dámelo todoooooo
- Diooooos me estoy corriendoooo.
- Sii ahhhh ya lo notooooo. Inúndame el coñooooo.
Sin poder parar volví a soltar chorros de semen en el coño de Roció. Caímos los dos exhaustos sobre la encimera. Mi polla salía lentamente del coño de mi hermana mientras escapaba un hilillo de semen de su coño. Sentíamos nuestra respiración acelerada.
- Álvaro ha sido increíble, mejor que la última vez.
- Me ha encantado hermana.
- Quiero que sepas que entiendo lo que sientes por Mery y lo respeto. Pero si necesitas aliviarte y ella no puede ayudarte me tienes a mí y a mi coño a tu disposición.
- Lo mismo te digo -le di un beso en los labios- lo que Mery y yo tenemos es algo especial, pero contigo también siento algo.
- Vaya hermanos estamos hechos propagando el incesto.
- Solo falta que se nos una Nico -dije entre risas.
- Sigue virgen el pobre.
De pronto me miró fijamente a los ojos:
- Y porque no lo incluimos en nuestro secreto.
- ¿Estás loca? -le dije asombrado- es nuestro hermano, pero no es como nosotros.
- Yo creo que sí. Alguna vez le he visto masturbarse con mis bragas y espiarnos a Mery y a mí en la ducha.
- Pero eso es porque esta salido y vosotras estáis muy buenas.
- Pues yo creo que deberíamos intentarlo. -nos quedamos unos segundos en silencio antes de continuar- Bueno voy a ducharme que estoy pegajosa.
Se dirigió a las escaleras y yo la seguí con la mirada; se giró me lanzo una sonrisa pícara y subió al baño. No pude evitarlo y la seguí. Seguimos follando durante todo el puente hasta tal punto que no llevamos ropa ningún día.
Continuará.
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