Acababa de empezar el día era viernes y tenía todo el día libre, mi madre, Pilar se había levantado antes que yo, y me dijo que iba a hacer un poco de yoga, así que se puso los pantalones de yoga y se fue al salón a hacerlo. Nada mas ponerse los pantalones, me di cuenta de que se le marcaba la vagina, lo cual me excitaba a límites insospechados, durante una hora estuve observando tranquilamente a mi madre como hacía yoga. Pasada la hora de yoga, me fui a mi habitación y mi madre se fue a ducharse, y a organizar un poco la casa. 

Por la tarde, mi madre y yo comimos juntos como un día cualquiera, pero yo no dejaba de pensar en la erección y como había estado mi madre, lo sexy que estaba. Nos fuimos a preparar la comida, y nada mas entrar en la cocina, mi madre entró detrás de mí con un vestido trasparente que se le transparentaba todo, y casualmente en ese momento, no llevaba sujetador puesto, lo cual me ponía aún mas excitado. 

Por la tarde, sobre las seis mientras estabamos viendo la tele no se me ocurrió otra cosa que delante de mi madre, ponerme a masturbarme debido a la excitación que llevaba durante todo el día. Entonces, mi madre me dijo:

Pilar: (mientras soltaba una carcajada) cariño, no sabía que estabas tan excitado, tienes el pene super erecto

Raúl: (avergonzado) si jijiji

Entonces, mi madre me quitó toda la ropa y se puso de rodillas frente a mí y comenzó a masturbarme, mientras que yo me acercaba a ella y observaba como lo hacía a la vez que le tocaba los pechos suavemente. 

A continuación, una vez terminó de lamerme el pene, se quitó el vestido y acto seguido se tumbó en el sofá y le hice una mamada en la vagina de las antológicas mientras escuchaba como mi madre gemía cada vez más fuerte. Luego le metí el pene por la vagina suavemente mientras me decía "cariño, lo estas haciendo muy bien", poco a poco subí mas la intensidad hasta que no podía más, pasado un pequeño periodo de tiempo, saqué el pene de la vagina y le hice un dedo, mientras mi madre gemía, consiguiendo así una eyaculacion de mi madre, soltando un grito bastante fuerte. 

Al terminar de eyacular mi madre, se puso en cuclillas y le volví a meter cuatro dedos de mi mano derecha en la vagina y masturbándole todo lo fuerte posible para que volviera a eyacularse mientras observaba el rostro de mi madre que estaba casi llorando del esfuerzo.