Yo tenía aproximadamente 18 años, cuando a mi vecindario llegó a vivir una familia Alemana, Natalia la señora, tenía 40 años y su esposo un poco mayor que ella, tenían un hijo como de 16 años, que estuvo por poco tiempo con sus padres ya que regresó a Alemanis para proseguir sus estudios, como tres semanas de haber llegado al señor no se le vió mas por el vecindario. después me enteré que cuando llegaron estaban en trámites de divorcio. Una mañana fuí al supermercado a comprar unas cosas, y me encontré con Natalia a la salida del super, y me ofrecí a ayudarle a acomodar sus cosas en el baúl de su vehículo, y casi siempre que ella iba al super le acompañaba, pués me encantaba ver su hermoso trasero, cuando se agachaba para acomodar las cosas, era un culo perfecto, nalgas redondas y firmes, sus piernas eran hermosísimas, blancas y torneadas, dos melones estupendos, y cintura fina, era una señora que le paraba la verga a cualquiera, una de esas veces me pilló apreciando su culo, y sonriendo me dijo: deja de estar viendo mi trasero y mis piernas, respétame un poco, timidamente le contesté que era difícil dejar de apreciar a una mujer tan hermosa como ella, agradeció el cumplido, y sonrió un poco perturbada, sus ojos celestes eran lindos, y su boca muy sensual. En una oportunidad iba caminando por una de las calles del vecindario, y llevaba una mochila, ella detuvo su coche y me preguntó que si podía encaminarme a algún lugar,le dije que iba a tomar un colectivo extraurbano, porque iba fuera de la ciudad a un turicentro al que siempre asistía los viernes, para nadar un poco y aprovechar un sauna natural que había en el lugar, y le expliqué que en ese lugar había nacimientos de agua hirviendo, A ella le interesó conocer el lugar y me pidió que le acompañara a su casa `para traer su traje de baño. Al llegar al lugar nos metimos a una piscina a nadar un rato, y luego me preguntó que donde quedaba la sala del sauna para damas, le explique que el sauna era grande y se podían meter hasta diez personas indistintamente del sexo, ya que se entraba con el traje de baño. Nos encaminamos hacia el lugar ella se acostó sobre la banca de madera, y yo hice lo mismo en la banca de enfrente. Ella tenía un traje de baño de una sola pieza, su cuerpo precioso estaba frente a mí, ella cerró sus ojos, y de repente abrió sus piernas, y yo estaba maravillado del espectáculo, sus finos vellos rubios salían por una orilla de su calzoneta, mi verga empezó a crecer, tenía una pantaloneta grande, me llegaba de largo a las rodillas, pero como no tenía abajo calzoncillo, la verga se marcaba de sobremanera, como una carpa de circo, ella entreabrió los ojos, y disimuladamente observaba mi pene erecto, se sentó y me dijo: que tienes , porqué estás así?, y acercandose dice: Que bàrbaro, tienes un pene inmenso, déjame verlo, y me bajó la pantaloneta y abrió los ojos como platos, para decirme que era largo y grueso, lo tomó con una de sus manos y me lo apretó, ya estaba cachonda, y se lo llevó a la boca dándome una mamada exquisita, yo estaba super y no tardé mucho en venirme en su boca, me dió un beso y nuestras lenguas empezaron a enredarse, se bajó la parte superior de su calzoneta, ofreciendome sus pechos duros y grandes, sentí lo salado del sudor, y sus pezones exquisitos empezarona crecer en mi boca, saqué el resto de su traje de baño, y se acosto sobre la banca de madera y hundí mi boca en su vagina, sus labios eran delgados y rosaditos, lamí con deleite su concha y su clítoris, tenía dos años de no tener sexo, por lo que no tardó en venirse, luego acerqué mi verga a su entrada, porque ya estaba de nuevo durísima, ella me pidió que se la metiera con cuidado, ya que era demasiado grande y gruesa, y sólo lo había hecho con su marido y la polla de él era muy chica. Estaba supermojada, la verga empezó a deslizarse por su canal, despacio la penetraba y salía, hasta que entró todita, fué un suspiro de placer al sentire topada, me balbuciaba al oído, las noches que se masturbaba pensando en mí, que me adoraba, que siempre me había deseado, y que suerte tenía de estar gozando una verga enorme, entre gemidos y pujidos, se corrió nuevamente, la puse en cuatro y empezé a darle rápido y al fondo, la saqué para acercarla a ese culo que me había arrancao suspiros, y lentamente se la metí, me decía que terminara rápido porque no aguantaba su culito, que adelante deseaba que fuera grande pero por atrás estaba arrepentida, poco a poco fué acostumbrandose a mi verga, y con su mano se estaba frotando el clítoris, casi al mismo tiempo nos corrimos. Salimos del sauna, y nos fuimos de nuevo a una de las piscinas, la poca gente que había en el turicentro ni por enterada, cuando veníamos de regreso nos metimos a un camino de terracería, y me pidió nuevamente que la cogiera, estaba fascinada, después de ese día me pedía que la acompañara a casi todos lados, luego buscaba un hotelito y follabamos. Una tarde oí cuando una vecina la dijo a mi madre, que la Alemana, últimamente andaba muy radiante y sonriente, y todo gracias a tu hijo,mi madre pensando que yo no estaba en casa, y para cortar con el comentario de mal gusto de la vecina, le respondió que tenía el derecho de tener sexo, no tenía compromisos, que era una buena persona y además debe estar loca con el pene de mi hijo, porque vaya si no está bién dotado, a mí nunca me preguntó nada, ni me hizo comentarios, sólo sonreía cuando le decía que ina a acompañar a Natalia. Pero a la vecina el comentario de mi verga le gustó, me seguía a veces y la verdad que no estaba nada mal, pero esa ya es otra historia.