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Categoría: Confesiones

Una de las cosas más especiales de mi vida

En relatos anteriores les comenté mi noviazgo con Paulina, y las experiencias que tuve con Raquel y con Marta Julia, quienes vivían en la misma casa en época estudiantil, en la ciudad de Quetzaltenango, segunda ciudad en importancia en Guatemala.

Con mi familia vivíamos en un lugarcito cerca de Quetzaltenengo, muy pintoresco y chico, pero cuando ya empecé estudios Universitarios, tuve la necesidad de vivir en una casa que era de nuestra propiedad, y generalmente almorzaba con mi madre, ya que su consultorio de ginecóloga lo tenía en esta casa, y lo atendía por las tardes al salir de laborar del hospital regional, y me dejaba algo para cenar, ya que de la Universidad salía a las 8 de la noche, y mi ingreso era las 3 de la tarde. Una de las personas que vivían en la casa de huéspedes que les mencionaba anteriormente, era Olga Marina, prima hermana de Marta Julia, claro era mayor porque si cuando yo tuve la relación con Marta Julia, ella tenía 23 años y yo 19. Olga estaba terminando su carrera de Administración de Empresas a los 25 años, y en el momento que sucedió lo que les estoy relatando yo ya tenía 20 años, cerca de los 21 y por lo que Olga andaba en los 27 ó 28 años.

Yo era estudiante de Ingeniería Industrial, y ya cursaba el sexto semestre de la carrera, pero llegó el momento de meterme en mi carrera y apliqué a una plaza en una importante industria en Quetzaltenango. Al momento de tomar posesión fue directamente con Olga, gerente administrativa de la empresa, yo ya tenía tiempo de no verla, por lo que ambos nos saludamos afectuosamente, a pesar de que no tuvimos mucha relación ya que por múltiples circunstancias rara vez nos encontrábamos. En ese tiempo que les hablo ella andaba con un novio mayor que ella, que según supe después se puso a vivir con él, siendo casado, e importante ejecutivo de esa empresa, hijo de uno de los dueños, por lo que la protegió bien dándole empleo muy bien remunerado en la institución, pero la relación cada vez más debilitada, ya que ella no pudo darle un hijo, y aparte de eso los encuentro eran muy limitados para cubrir apariencias, ya que el estaba casado también con una hija del socio.

A mi llegada, Sergio, que era la pareja de Olga, me dijo que era bueno él estar allí Olga tuviera una persona conocida como apoyo, y que aparte de eso regresáramos juntos de la Universidad con ella, quién laboraba como catedrática en uan facultadas adjunta, mayor ventaja para él, cubrir esa salida nocturna de su casa. Por razones de trabajo con Olga teníamos a diario una reunión de unos 45 minutos, cada día iba apreciando en ella muchas cosas tanto intelectuales cono físicas, su saludo siempre fue muy cariñoso, y sus comentarios muy halagadores, como por ejemplo lo que me dijo una tarde tomando café en la Universidad: Fíjate que cuando tu empezaste la relación con Paulina, yo comenté que Paulina era atractiva para los hombres por los inmensos senos, y el espectacular cuerpo, pero que no tenía en si una belleza de rostro, y que tú eras dotado de un buen físico, alto y especialmente guapo,por tus rasgos físicos y tus hermosos ojos verdes, por lo que la pareja exacta para ti y engendrar un hijo tenía que ser mi prima Marta Julia, y sería un bebé de catálogo. Inmediatamente yo sentí la cara que me ardía, ella se disculpó diciéndome que no era su intención apenarme, pero sería bueno que yo le expresara algo sobre ella. Que podía decirle si lo tenía todo, alta de un metro 78, delgada. pechos medianos puntudosse veían rígidos y apuntando al cielo, cintura< fina, vientre plano, piernas sumamente privilegiados, largas torneadas, blancas y lisas, un culo soberbio, que cpn el taco alto del calzado era una visión celestial, culito bien oparado y nalgas exquisitamente redonditas, y un movimiento de caderas que sacaba suspiros por doquier, hermosos ojos color miel, y nariz respingada, era una mujer que no podía pasar desapercibida en ningún lugar. Se sintí muy halagada por lo que le dije, pero el mismo tiempo ambos entendimos que teníamos que alejarnos un poco, pues nuestro comentarios entre nosotros mismos era una declaración de nuestras atracciones del uno para el otro. Yo me incomodaba cuando la veía junto a su pareja, y ella no disimulaba su molestia al verme hablando con cualquier chica en la U., e incluso en una oportunidad ne dijo que con la chica que me vio esa tarde era promiscua, y ni siquiera la conocía, es más era primera vez que la veía. Con ella me volví fetichista, en una oportunidad llegó con un vestido azul con lunares blancos, el largo era abajo de la rodilla, zapatos tipo sandalia de taco alto color blanco, y se apreciaban una hermosas pantorrillas, y unos deliciosos y hermosos pies, bien cuidados, increíble solo fue viéndolos y la pija se fue arriba, sentía que me iba a reventar, me pulsaba y la sentía super dura, por las noches se me venía la imagen de sus pies y terminaba masturbándome. Me hice a la idea de que tenía que darle un masaje a sus pies, y fantaseaba con besarlos, y se me dio la oportunidad, era un día festivo en un lugar de la costa sur y la empresa tenía un stand en el pabellón de exposiciones, la pareja de ella estaba de viaje, y recibí un memorándum de la gerencia general en la cual me pedían acompañar a Olga a esa actividad, esa misma tarde coordinando el viaje, ella comentó al aire, que no sabía que ropa llevar par ponerse después de la exposición, inmediatamente le dije que me gustaría su vestido de lunares y sus sandalias blancas de taco alto, agregando de inmediato, porque tienes unos pies hermosos y delicados y es un placer a los ojos masculinos el poder apreciarlos. La respuesta fue tajante: Estás loco, voy a trabajar no a complacerte. Sentí como una bofetada la respuesta, sólo atiné a decir con permiso y salí. Se suponía que saldríamos con otros tres trabajadores en un vehículo de la empresa, yo decidí irme en el nío y más temprano, rato después llegó el vehículo y los tres trabajadores, ella no los acompañaba, y llegó con una hora de retraso. A la reunión informal que se hizo por la noche sólo asistimos los dos, yo con un grupo por un lado y ella con otro grupo de caballeros con sus esposas, pero sorpresa, llevaba la ropa sugerida pero yo sintiéndome mal por la respuesta que me había dado y con actitud infantil me sentía ofendido. Cerca de las 11 de la noche nos fueron a dejar al hotel donde nos habían reservado, y caminando hacia nuestros respectivas bungalos, su tacón se atoró entre la grama y el cemento y se dobló el tobillo, y estuve listo a sujetarla por la cintura para evitar una caída que hubiese sido aparatosa ´por el cierto grado de desnivel del andén. No podía caminar por lo que la cargué en brazos hasta su cama, y masculló: a quien se le ocurre hacer caso a tus sugerencias de calzado, de buen gana reí, ella furiosa, pero terminó celebrando la ocurrencia, al momento de retirarme me pidió que por favor que me quedara un momento más. Busqué algo de beber y había una botella de vino, serví dos copas y le dije que quitaría sus sandalias, de nuevo la experiencia con los pies, la verga super parada, había un depósito de agua, con dos temperaturas por lo que vacié un poco en una palangana, y metí su pié lastimado y luego con una crema empecé a masajear su pie suavemente luego el otro, y ella recostada sobre la cama con los ojos cerrados y envuelta en la sensación de placer, yo sentía que ya eyaculaba, estaba acariciando aquellos pies hermosos que me habían llevado hasta la masturbación, mientras masajeaba observada las piernas hermosas semi abiertas que mostraban si bikini blanco, y unos bellitos que afortunadamente se escaparon por una de las orillas. No pude más y empeze a besar su tobillo lastimado y a sucionarlo con los labios y lamerlo suavemente, no tuvo ninguna reacción negativa a mi intento, besé todo el pié y chupe sus dedos, luego el otro pie y ella sólo dijo -sigue siento una sensación rara. Fui poco a poco subiendo por sus pantorrillas y rodillas, las mordisqueaba y ella empezó a gemir, subí por los muslos hasta su entrepierna, abrió del todo sus piernas y se sacó el bikini, quedando a mi vusta una vagina grande, hinchada, con los labios brillantes de líquidos vaginales, lenguetié su raja y su clítoris ella se retorcía de placer. se incorporó para quitarse toda la ropa y yo hice lo mismo ya super excitada, me pidió que le acercara la pija a la boca, sus ojos lo decían todo al verme la verga parada, blanca, de glande rojo, hinchada y llena de venas, con muco liquido en la punta, dijo es realmente un pene hermoso y grande, y empezó a mamarme con delicadeza, y me dijo que no pararía hasta hacerme terminar, y tardó mucho, me lamió de huevos a glande , la chupeteaba, y mamaba suavemente, y luego en un 69 la hice venirme, le chupaba sus labios largos y el clítoris inmenso, cuando la sentí convulsionar y pegarse a mi boca y ahogar sus gemidos con mi verga dentro de su boca, me corrí a torrentes, saboreé sus jugos, los sentí como el manjar más delicioso, luego nis fundimos en un beso largo y lujurioso, ne vio a los ojos tiernamente, y me dijo repongamomos un poco y luego la metes todita, quiero que explote tu hermosa verga hasta el fondo de mis entrañas.
Datos del Relato
  • Autor: Guicho
  • Código: 25155
  • Fecha: 20-01-2012
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 3.57
  • Votos: 21
  • Envios: 0
  • Lecturas: 4641
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