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Categoría: Maduras

Una clienta diferente a las demás

Soy un chico normal de 21 años, 175 cm pelo castaño, ojos verdes y vivo en España... Mi madre es lo que se dice empleada del hogar, pero a la vez realizaba trabajos de sastrería casera que le permitía ganarse unos saneados salarios, y yo era el que se encargaba de realizar los encargos, lo normal, ir a tal casa recoger, volver a llevar, cobrar, etc.... Normalmente yo no me solía fijar en sus clientas dado que eran señoras mayores pero había una que me resultaba realmente agradable, era un señora de unos 45 años, morena, delgada y casa. Yo solía hacerle los encargos a mi madre, y esta señora siempre me trató muy bien así que la tenía en gran estima. Bueno pues un día llegó a mis oídos que esa señora se había divorciado de su marido por problemas de adicción al alcohol de su cónyuge, con lo que la primera vez que la vi tras lo sucedido, le pregunté por su estado poniéndome al corriente de todo.



A los pocos días de verla llegó a mi casa para que mi madre le arreglase unos pantalones, tras lo cual yo procedí ipso facto a llevar a su casa, que distaba pocos metros de la mía. Como llegaba tarde a la facultad le notifiqué a mi madre que el importe del arreglo se lo daría cuando volviera de clase pues iba muy pillado de tiempo.



Llegué a su casa y llamé por el interfono me identifiqué y me abrió. Llegué al rellano del piso y toque con los nudillos en la puerta, acto seguido apareció ella, llevaba una camiseta verde que le llegaba poco más abajo de la cintura, ante esto pude asombrarme por sus magníficas piernas, ella me miró y me pregunto sonriendo que cuanto era, y yo como estaba en Babia no me enteré hasta que me repitió la pregunta, le notifiqué el importe, fue a buscar el bolso dándome una visón espléndida de su culo, y regresó contando el dinero que tenía en el bolso, pero cuando iba a pagarme se le cayeron varias monedas al suelo, que se dispuso a buscar, con tan mala suerte (para ella), que varias se alojaron debajo del recibidor, las cuales me ofrecí a recuperar, ella me lo agradeció y me invitó a pasar, cerró la puerta tras de sí y yo para no quedarme tonto me puse a buscar. Ella se agachó también y recogí las monedas pero cuando me volví me la encontré culo en pompa hacia mí buscando otra moneda, ahí si que me quedé embobado, ella sin verme me dijo que si le podía ayudar que con sus brazos no llegaba debajo del armario, pero yo no la oía sólo me fijaba en su monumental culo, ella sin saber yo porqué, se echo hacia atrás y me puso el culo a 10 cm de mi cara, así que yo ya no me contuve y le pasé la mano por la vagina, y ella respondió con un ligero gemido, estaba visto lo que yo quería y ella no ofrecía resistencia, así que me dispuse al ataque con toda la artillería. La agarré por las bragas y de un tirón se las bajé, y apareció ante mi un coño parcialmente rasurado del que rápidamente me adueñé, le separé con los dedos los labios y me puse a lamer como un descosido, cuanto más rápido lo hacía ella más gemía, hasta que de pronto gimió ahogadamente y me llenó la cara de sus jugos, los cuales bebí con gran entusiasmo, acto seguido se dio la vuelta, y me dio un beso de película y aprovechó para tomar los jugos que quedaba por mi cara.



Visto que todavía estábamos en el recibidor, me agarró de la mano y se levantó, nos dirigimos a su habitación mientras yo le sobaba bien las tetas, y al llegar me tiró en la cama, se puso enfrente de mí y me empezó a desnudar, cuando llegó al bóxer vio que me había producido una erección del carajo, se arrodilló ante mí, y de un tirón me los quitó, quedando completamente desnudo, entonces me agarró el miembro, me retrajo el prepucio, y se dispuso a mamar, al principio lo hacía de forma suave, rítmica, subía y bajaba metiéndose mi pene en su boca, no es que sea muy grande pero sus 20 cm tiene, de modo que se lo tragaba entero, llegó un momento en el que empezó a acelerar y aquello parecía una ventosa, ¡qué manera de mamar!, parecía que me iba a meter la sábana por el culo, pues aspiraba con tal vehemencia que me dejó impresionado. Cuando noté que me corría se lo hice saber, pero ella me la agarró con más firmeza y de nuevo se la introdujo toda en la boca al tiempo que yo eyaculaba, y aunque intentó tragarselo todo y abundantes ríos de esperma brotaron por las comisuras de su boca y descendieron por mi miembro, pero ella volvió a meterselo todo en la boca tragando golosamente los restos, estaba claro que era una viciosa de cuidado, pero al momento yo ya estaba empalmado de nuevo, así que me puso sus tetas en mi cara, se las empecé a lamer, y ella de repente se dejó caer sobre mi pene, provocándome tal placer que instintivamente le mordí un pezón, algo que debió dolerle, pero debido al placer de la penetración no se molestó en decirme, le agarré fuertemente el culo y empezó a cabalgar, primero de una modo suave, para después hacer frenéticamente, cambiamos varias veces de posición hasta que al rato le dije que estaba a punto de correrme, tras lo cial ella se desacopló rápidamente y se dispuso de nuevo a tragárselo todo, como al fin hizo mientras le practicaba un facial impresionante, los restos que bajaron por sus pechos hasta su ombligo, los rebañó hábilmente y se introdujo dos dedos en la boca degustando el manjar tan preciado para ella.



Tras unos minutos en los que me recuperé lamiéndola entera sus pechos y almeja, me dispuse nuevamente a penetrarla, así que la puse a 4 patas, le pasé varios segundos la punta de mi pija por la entrada y cuando note que ya estaba muy húmeda se la metí de un tiró provocando nuevas oleadas de placer que no se contuvo de mostrar, al rato empecé a hurgarle con el dedo pulgar en el culo, pero ella me dijo que por ahí no, yo le insistí en que por lo menos me dejara sobárselo un poco, a lo que ella accedió. Mientras se la metía frenéticamente, le metí el dedo entero, y ella me dijo que de momento no le dolía, a lo que yo hábilmente de desacoplé, y de un tirón se la metí por aquel maravilloso culo. Ella empezó a gemir diciéndome que le dolía pero yo le dije que dentro de nada iba a empezar a vibrar, la culee con furia, y al rato ella me pedía mas, yo sentía como su culo abrasaba mi nabo, hasta que al fin no corrimos ambos en un espectacular orgasmo, mientras ella miraba hacia mi cara con los ojos en blanco, saque mi miembro aun semieréctil, y me dediqué a esparcir los restos por su grupa, pero ella me dijo que no lo desperdiciara, así que nuevamente se metió mi polla en la boca y empezó a lamer, dejándomela completamente limpia. Yo me quedé extasiado mirándola, y entonces empezamos a hablar, me dijo que estaba muy sola, a lo que yo le dije que podría acompañarla todas las tardes de 3 a 9 sin interrupción, puesto que yo teóricamente debería estar en clase, ella me lo agradeció nuevamente y me dijo que era su salvador puesto que estaba muy necesitada, yo le dije que era un placer, mientras que nuevamente me acerqué a su almeja y se la empecé a lamer despacito, pero muy despacito, sin prisa, eran las 6, y debería estar en casa a las 9 así que aun podía ponerme las botas un buen rato.



Ella empezó a gritarme que le diera más placer, así que apoyé sus muslos en mis hombros y nuevamente nos pusimos en postura, yo se la metía y sacaba, pero solo el glande, pero ella en un arrebato de deseo me apretó con fuerza con las piernas haciendo que nuevamente la penetrara. Comencé a bombear suavemente otra vez, hasta que ella me dijo que me tumbara sobre la cama, acto seguido ella se subió y se puso a cabalgar, estuvimos un gran rato, a mí cada vez me gustaba mas aquel manjar que tenía por coño, hasta que en un nuevo arrebato de placer empezó a bombear con tal furia que no lo pude evitar y me corrí en su interior, cosa que ella me reprochó, pues me dijo que el semen no se podía desaprovechar y era mejor catarlo, así me la limpió por enésima vez.



Yo estaba ya que no podía ni un asalto más y se lo notifiqué, pero ella me dijo que para entonces ya había tenido bastante, y me lo agradeció con un beso de película mientras acariciábamos nuestros cuerpos desnudos.



Cuando me incorporé y vi que eran las 8:45, le hice saber que me debía ir, mientras me vestía seguimos hablando de todo un poco, y nos despedimos, y mientras nos besábamos en la puerta, introdujo su mano por mi pantalón y me dijo:"dile a tu amiga que mañana por la tarde se ha de portar como hoy", a lo que le contesté."veremos que se puede hacer".



Pero lo que pasó esa tarde será la segunda historia que les cuente.



Espero que les haya gustado.



(CONTINUARÁ...)


Datos del Relato
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