Un sábado por la tarde, a punto de salir del trabajo, quise ver si me llego algún correo, estaba revisándolo cuando una amiga entro al MSN, le pregunte.
--Que andas haciendo. —
--Trabajando en la casa. —
Contesto ella por el MSN, y sin pensarlo le pregunte.
--quieres que te ayude. —
No sé si ella lo pensó pero me contesto.
--Claro ven, te espero con ansias. —
--Esta segura. —
Le volvía preguntar, pero no me contesto solo me escribió la dirección, la anote, apague todo, llame a casa para que no me esperaran.
Salí rápido, como pude llegué, toque la puerta, dos, tres veces y no salían, creí que me había equivocado pero revise la dirección, luego pensé que me había jugado una broma, ya me iba a dar la vuelta para irme, cundo la puerta se abrió, y apareció ella, no puedo decir que era una modelo, pero tampoco era un adefesio, está bastante bien y no le pide nada a una niña de 18 o 20 años, me saludo animadamente, ella se encontraba trabajando en la computadora junto a la cual un paquete de papeles, en verdad no se dé que se trata su trabajo solo sé que trabaja en una universidad.
--Disculpa pero estoy muy entretenida en la compu. —
Me dijo y yo le dije de inmediato.
--Está bien que no te preocupes, pero recuerda que vine ayudarte, entonces ¿en qué quieres en que te ayude?—
Hasta ese momento fue cuando me di cuenta cómo estaba vestida, solamente con una playera larga, calcetas, y su sencilla ropa interior; hice como que no la veía, pero en verdad estaba muy sensual.
--La verdad solo quiero que hagas compañía.--
Contesto, vi como estaba trabajando y la hora que era, cuando le pregunte
--Ya comiste algo. —
Me dijo, moviendo la cabeza que no, y sin planearlo le dije.
--Te preparo algo o quieres que pida para que lo traigan. —
--m ¿enserio sabes cocinar?—
Me pregunto, y caminando a la cocina, hoy que dijo.
--Bueno busca lo que quieras hacer. —
Así que le prepare algo sencillo, lo serví y se lo lleve a la sala, donde estaba trabajando, en la mesa de centro, ella hizo a un lado su trabajo para comer, me senté en una posición privilegiada, cuya posición, podía ver un poco mas de ella, la cual no la cambiaría por nada, ella no se daba cuenta, comía sin decir nada, yo solamente jugaba la comida, cuando estaba por terminar, se dio cuenta que la veía y con una sonrisa de niña me pregunto.
--Si abra postre, verdad. —
Me tarde en contestar ya que no podía apartar la mirada.
--Lo que yo quiero de postre va estar difícil. —
Le dije con una sonrisa de maldad, y me contesto
--Podría ser pero si también me toca postre, es mas tu preparaste la comida a mi me corresponde preparar el postre. —
Abrió un poco más las piernas y sola mente izo a un lado su panti para contemplar mejor su rico pubis y más abajo, me acomode en el suelo y comenzó a pasar mi lengua por aquel lugar exquisito, iba de a delante hacia atrás, disfrutando toda su miel, se quito la playera, descubrí unos lindos senos, después comprobé que no cabían en mi mano, entre jadeos me fue desvistiendo, sé que no soy un modelo, pero me gusta complacer a las mujeres en lo que pueda, tengo un poco de pancita, pero lo que importa es como lo haces; apenas me quito el pantalón se abalanzo, hacia mí y se metió mi pene erecto en la boca, haciendo maravillas y tomando ritmo ambos, después se acostó y abriendo las piernas me dijo.
--Ponte sobre mí. —
Muy despacio fui entrando y al mismo tiempo le besaba los senos y mordía sus pezones, me encontraba en el paraíso, empecé a moverme con un ritmo constante, hasta tomar mayor rapidez en momentos me detenía para que disfrutar aun mas, tome una de sus pierna, para acercarme a su pie, le quite la calceta y uno por uno bese sus dedos, dejo de jadear y empezó a gritar, lo cual me excitó mas, baje su pierna, gire sobre ella, contrariándola, pero las metidas fueron más profundas, y ya no protesto, en esta posición no solo le besaba un pie, eran los dos, estuvimos así un par de minutos cuando de un golpe me salí, por lo cual ella protesto, pero sin darle tiempo para decir algo la puse de espaldas, apoyada con piernas y manos, y metiendo mi miembro despacio para que sintiera placer, con mis manos sentí el movimiento de sus senos, volvió a gemir por las envestidas, que cada vez era más vertiginosas, con una mano, jugueteé en su entrada pequeña, pensé que se molestaría, pero su reacción fue de empujarse hacia mi mano, para que entrara lo mas que se posible, al inclinarse un poco más, empezó a temblar toda, sentía como me apretaba, comprendí lo que pasaba, empujando con más fuerza, atacándola sin compasión hasta que la complací, estaba apunto de venirme, imprevistamente me salí y todo el liquido, quedo en su espalda, ella quedo en esa posición un momento, y eso me permito ver lo húmedo que estaba, después se levanto, todavía temblando la comencé a limpiar, se sentó en el sofá, respiro profundo le serví un poco de agua, dio un fuerte suspiro y volvió a su trabajo.
--Gracias por esto. —
Lo dijo de repente, y solo le conteste
--Estoy para lo que desees, mandes y pidas. —
Se sonrío y se le subieron los colores a su rostro, me dirigí a la cocina para realizar una fantasía que tenia, encontré un delantal, me lo puse y era lo único que traía puesto, tome los platos y me puse a lavarlos, es algo que no me gusta, pero era excitante estar en una casa que no es tuya y hacerlo, y mas así como me encontraba, a mis espalda sentía la mirada de ella, sin saber que pasaba por su mente, pero se le veía que los colores le subían y bajaban, su mirada no se despegaba de mi y comenzó a mecerse.
Lo que paso el resto de la noche fue aun mejor que lo había sucedido, ya que no se nos olvidara por las locuras que realizamos.
Al día siguiente la desperté con el desayuno en la cama, con una linda sonrisa y con los ojos radiantes, me dijo.
--Tengo bástate hambre, ¿habrá un rico postre o quieres el mismo de ayer?—
Yo simplemente le conteste.
--Estoy a tus órdenes, a tus deseos y caprichos.--
NO RECORDABNA QUE HABIA SUBIDO ESTE CUENTO, OJALA ME PIDIERAN MAS CUENTOS