Una aventura cálida en la fría ciudad donde vivo.

En la noche anterior no pude tener sexo, me desperté con un hueco en el estomago con una sensación de ansiedad, llegue a mi trabajo y en lo único que pensaba era en su gran miembro lleno de calor y vida, el paso por mi al trabajo para ir a comer, al subir al coche y ver sus piernas abiertas parecían que me incitaban a bajarle los pantalones para descubrir lo que tenia en medio de sus muslos y chupármelo, con gran control de mis emociones tuve que despejar mi mente de esos pensamientos, pues el iba acompañado de mi cuñado, mientras comíamos en la mesa acompañados del resto de la gente y cuando el me miraba, hablaba o servía en mi vaso parecía que me decía yo también quiero penetrarte y sentirte, deseaba que me desvistiera en esos momentos para hacerlo, llegó la hora de regresar a trabajar y yo seguía con esa necesidad de que tocara mi clítoris, de sentir su lengua cálida, camino al trabajo no pude resistir mas y le pedí que me besará, al sentir sus lengua me estremecí tanto y me desabroche el pantalón y puse sus manos en medio de mis piernas basto con solo un roce de sus manos para que sintiera la gloria, el quería retirar su mano porque íbamos circulando en una de las principales avenidas de la ciudad, yo le decía que continuara que no se detuviera el me hizo caso y siguió acariciándome estaba tan excitada que sentía que iba a explotar el también estaba muy excitado queríamos ir a una calle trasera para que pudiera por lo menos chapárselo pero yo no quise por que no me iba a conformar, así que con pesar mío tuve que regresar a mi oficina el me acompaño para atender otros asuntos en el mismo lugar un poco después paso a despedirse parecía que estaba controlada pero no fue así, fue mucho peor por que el tenerlo cerca me provoco más, no podía aguantar las ganas de tocar su viril miembro y lo hacía cada que podía furtivamente, estaba a punto de decirle que nos fuéramos al baño para hacerlo cuando el muy decentemente se despidió de mi.

Cuando por fin salí del trabajo yo seguía con mi deseo incontrolable de poder tenerlo en medio de mis muslos, al subir al auto le pedí rápidamente que buscara un lugar donde poder dar rienda suelta a mis deseos pues no aguantaría a llegar a casa, mientras la noche nos cubría y llovía a nuestro alrededor y el buscaba un lugar donde estacionarse comencé a quitarme la ropa ya no podía aguantar mas estaba húmeda y súper excitada, cuando por fin se estaciono me dijo quiero chuparte yo abrí las piernas y lo deje mientras acariciaba su cabeza en medio de mis piernas al sentir su lengua calida sentí el mas grande éxtasis, tuve un orgasmo, y después le correspondí de igual manera tenia su pene muy apetitoso grande, caliente, vibrante como un dulce su aroma embriagador empecé a comérmelo muy despacio y mientras hacia esto sentía yo otro orgasmo , pero ya lo quería sentir dentro de mi, con desesperación se lo dije el se acomodo en el asiento del auto y su vez me sentó de espaldas sobre el , con su mano guió su miembro para introducírmelo, tenia la necesidad de moverme, con trabajos dentro del auto subía y bajaba una y otra vez sobre su pene mientras el acariciaba mis glúteos y afuera la lluvia ahogaba nuestros gemidos, empecé a explotar en un mar de emociones dando gracias de que por fin pude satisfacer y desahogar todas mis emociones y deseos.

Símilxe y Alcidix