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Categoría: Maduras

Un viajecito de aupa

A causa de su trabajo, mi suegro ha de viajar costantemente de una ciudad a otra, dejando a mi suegra, una señora de 59 años sola en casa, sus otros hijos estan, como su hija, mi mujer, casasaos e independizados. Por casualidades de la vida, fuimos a vivir justo en el portal de enfrente de casa de mis suegros, por lo que era normal que comiesemos con ellos dia si y dia también. Una tarde de noviembre, mi mujer, me llamó al trabajo, ella y su padre, trabajan juntos, debian salir una hora después hacia otra ciudad, normalmente mi mujer nunca le acompañaba, pero esta vez debiean quedarse tres dias allá y su padre necesitaba una secretaria. Asi pues tras llamar a mi suegra le comenté que podiamos cenar juntos esa noche, ya que nos quedabamos solos, a lo que ella accedió encantada.
Aquella noche, llovio muchísimo, y yo, al cruzar la calle de camino a su casa, me empapé de arriba a abajo, mi suegra, que me vio des de la ventana, me abrió la puerta.
- pasa, pas, que vienes empapado.
-no se si ir a casa a buscar otra ropa- le dije.
- no te preocupes, ya te dejo yo algo de Juan, su marido.
-Quitate eso tan mojado y ponte esto, dijo sacando unos pantalones cortos y una camiseta. En casa de mis suegros hay calefacción central.
Ella, a su vez solo llevaba un camisoncito corto de raso negro con tirantes.
-me gusta ir cómoda por casa- decia siempre.
- además, quien va a mirar a un vejestorio como yo- solia repetir riendo.
Nada más alejado de la realidad, mi suegra, como ya he dicho tiene unos 59, es bajita y entrada en carnes, pero es de esas mujeres que tienen un no se qué, un aire a hembra, que a pesar de la edad y las arrugas, hacen que un hombre desee poseerla.
Cenamos en la sala, como soliamos hacer, y seguia lloviendo.
-quedate a dormir, sabes que no me gustan las tormentas- me dijo.
Acepte encantado y empalmado, durate toda la cena no habia podido dejar de mirar sus muslos, carnosos y su escote, que dejaba adivinar lo que antes, en otro tiempo habian sido un par de teatas espectaculares, y ahora ya más caidas seguian levantando la libído de los hombres que saben apreciar a una buena hembra.
Varias veces habia podido contemplar las bragas blancas de encaje que llevaba, las conocia bien, ya que en repetidas ocasiones, llevado por la lujuria, me habia masturbado en su baño, sacándolas de la cesta de la ropa sucia y oliendo la parte donde adivinaba se posaba su conchita. Siempre me sorprendió el olor dulzón de sus bragas, aun hoy, despés de tanto tiempo, lo llevo clavado en mi nariz y solo pensarlo me excita como nada lo hace en este mundo.
Varias veces la vi ruborizrse, cuando me pillaba mirando su escote sus piernas o su culo, carnoso y grande.
-Te preparo un cojín y una sábana para dormir.
-Gracias- conteste - mejor así, pues yo duermo desnudo y me podre tapar-
- A media noche, me di cuenta que llevaba una erecció de caballo, pense que mi suegra se habria cambiado para dormir, y que me podria masturbar con sus bragas. Encamine mis pasos hacia el baño y comproe que allí no habia nada, estaba tan excitado que se me ocurrió una idea descabellada, fui a su habitación pensando que dormiria, allí cojeria sus bragas, me pajearia y las volveria a dejar. Efectivamente, las brafgas estaban en el suelo y en su lugar, mi suegra llevaba una negras muy pequeñas y cedidas, de esas de ir comoda peró sexy, trasparentes por delante y de tiras largas. Allí, abierta de piernas y con las tetas grandes y caidas sobre su torso, la erección casi se combierte en explosión, coji las bragas y me tumbé en el sofa, agarré mi polla y empece a machacarla con frenesi, cuando llegaba a lo mejor senti una voz que me dejo petrificado.
- ¿No preferirias olerlas puestas?
Mi suegra con su camison delante de mi.
-tranquilo, solo quiero mirar.
Se sento en la butaca y me pido que continuara, pero más despacio.
-quiero ver tu polla- dijo-cascatela para mi.
Seguidamente, empezo a sobarse las tetas las saco por encima del camisón, grandes, blñancas con unos pezones marrones grandes y puntiagudos, como almendras, suavemente acarició sus aureolas , mojo sus dedos con la lengua y sin dejar de mirarme, empezo a apretarlos, estirarlos, sabar sus tetas, subio su camisón y estiro sus bragas hasta introducirlas en su rajo sonrosada, tenia muy poco pelo, como su hija, los labios vaginales quedaban a uno y otro lado de su braga, mientras pellizcaba su pezón se acariciba ccon los deos la raja, gimiendo y moviendo su culazo, la visión de aquellos muslazos carnosos, aquellas tetas enormes y aquella braga calada dentro de su coño,hicieron que me levantase de golpe.
-alto- dijo ella.-aun no-
-primero quiero que veas lo cachonda que me ha puesto verte oler mis bragas-
-lameme los muslos-
así lo hice.
llegue hasta su concha, lami sus bragas, dulces, gemia.
-no dejes de retorcerte los pezones- dije - me excita-
asi, asi gemia ella, estirando con dos dedos sus pezones, elevando sus tetats de su barriga, casi parecia que se los iba a arrancar.
- quitate el camisón, date la vuelta y dejame ver como metes tus editos en tu concha- le dije, y sí hizo, era un espectaculo, sus dedos entrando y saliendo, ella a cuatro patas con su culo grande y blanco y sus tetas colgando, te han de gustar las maduras opara aprecir eso, y a mi me ponen a cien.
agarré una pinzas de ropa que habia en la cocina, y le dije- vamos ajugar-
-lo que tu quieras, hazme lo que desees-
la giré, abrí sus piernas y le comi aquel chocho humedo y delicioso, hasta hacerla gritar de placer. la coji por delante y por detras apreté sus muslos, sus tetas gruesas, blancas y caidas.
la hice cabalgar sobre mi, clavandose mi polla hasta el fondo, era impresionante su cara, descompuesta, excitada, hambrienta de sexo...
coloque una pinza en cada pezón mientras ella seguia cabalgando.-estiralas- les dije.
como una posesa, empezo a estirar, a retorzer a gritar lo mucho que eso le gustaba, la tumbe hacia mi y le introduje un dedo en el culo, aqui llego su orgasmo, grito apreto, y se movio como una autentica guarra, era un espectaculo ver aquellos ojos azules desorbitados, esas tetazas bamboleandose y oir esos gritos.
se tumbo y jadeando me dijo- quiero ver como te corres sobre mi-
aparte las pinzas de sus doloridos pezones, y pude ver la cara de placer de mi suegra, seguro que lo repetiria más veces. Puse mi polla en su boca mientras acariciaba sus pezones y apretabas sus tetas caidas, notaba todos y cada uno de sus lamidas y no pude aguantar, cuando estaba a punto de correrme, se apartó y grito - en mi coño, lo quiero en mi coño- la follé de nuevo, un segundo justo antes de corrwerme dentro.
acabamos y ella se colocó sus bragas-quiero dormir empapada de ti esta noche- me dijo mientras frotaba su bragas contra su raja llena de mi leche.- vamos a la cama- dijo cojiendome de la mano. Nunca imaginé lo viciosa y guarra que podia ser mi suegra, la sola imagen de aquellas bragas pegadas a su coño con mi leche me provocaron otra erecció´- aprovechemosla- dijo mi suegra. La agrarré por las tetas y nos metimos en la habitació... esa fue solo la primera noche, solo esperaba que mi suegro y mi mujer volviesen en breve a hacer un viaje de un par de dias.
Datos del Relato
  • Autor: Jacinto
  • Código: 15563
  • Fecha: 09-09-2005
  • Categoría: Maduras
  • Media: 5.13
  • Votos: 67
  • Envios: 4
  • Lecturas: 7195
  • Valoración:
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