Este relato se lo quiero dedicar a un amigo que tengo en New York.

Mi nombre es Juan, soy Español y vivo en Andalucia, tengo 48 años, soy moreno, creo que bien parecido y muy bien formado, pues toda mi vida me he dedicado al deporte, estoy casado desde hace 20 años y debo confeasar que nunca tuve relaciones con hombres, solo con mujeres y bastantes por cierto.
Unos de los deportes que practico ahora con mas asiduidad, es el Golf, el cual me ha llenado mucho y es un deporte que engancha y con el cual te conservas bastante bien y quizas su mejor cualidad, la de hacer nuevos amigos y la relación con muchas y diferentes personas.
Fuí a Tenerife a jugar un torneo denominado Proam, esto es cuando juegan un profesional con amateur, Salimos desde el aeropuerto de Málaga un grupo de golfistas de unas veinte personas, con destino al mismo torneo, al llegar a Tenerife nos recibió un señor de la organización en el hotel donde teniamos las habitaciones reservadas, nuestra sospresa fue cuando vimos que teniamos las habitaciones dobles reservadas para dos jugadores, no pasaba nada, pero dormir con una persona que no conocias, en principio no era lo mas mas esperado, sin mas preambulo, nos instalamos en las habitaciones destinadas y yo tenía reservada la habitación 513 de la 5ª planta, con vistas al jardin del hotel, una vez instalados, nos vajamos al comedor, donde habiamos quedado para comer con el señor de la Organización, y despues marcharnos con un autobus al campo donde teniamos que jugar al día siguiente. Mi compañero de habitación resultó ser un madrileño cuyo nombre era Cesar, hombre moreno, de cuerpo atletico, mas o menos de mi edad, despues de las presentaciones, instalación y comida, nos marchamos al visitar el campo, que se encontraba a unos 6 kilometros del Hotel, calentamos tirando una bolas y dimos una vuelta para conocer el recorrido, volvimos al hotel sobre las seis de la tarde, cesar y yo nos fuimos al bar a tomar una copa y despues salimos para conocer la Ciudad, en nuestra vuelta estuvimos hablando de todo, de Madrid, de Málaga, del golf yal final de mujeres, pues nos tropezamos con varios monumentos de chicas jovenes, que era imposible dejar de mirarlas, nuestro paseo lo detuvimos sentandonos en una terraza muy bonita de una cafeteria, en una plaza de la Ciudad, alli sentado estuvimos admirando el paso de jovenes Tenerifeñas, por lo que nuestra conversación, derivó hacia el sexo, Cesar me habia comentado que era casado igual que yo y que tenia una familia, a la que amaba sobre todas las cosas, nuestra conversación llegaba a situaciones de confianza como si nos conocieramos de bastante tiempo, en eso momento reparamos en tres jovenes que se habian sentado en la mesa contigua a la nuestra, era dos chicas y un chico, de unos 25 años aproximadamente, ellas eran preciosas y el joven moreno muy bien parecido de 1,80 cms. de altura y cuerpo atletico y bien conservado, hablando de ellos, Cesar me hizo una pregunta que me sosprendió, me dijo, ¿ has tenido alguna vez deseos de estar con un hombre?, yo contesté que no y el me dijo que algunas veces en Madrid en fines de semanas, en Pub y salas de fiestas, con el efecto de las bebidas quizas, habia tenido esa fantasia, el me dijo que lo llamaba así, ya que aunque había tenido el deseo nunca lo había hecho, me dijo mira el joven de la mesa con las dos chicas, se vé un joven fuerte, muy bien parecido, y aqui que no me conoce nadie, pues no me importaria tener una relación él, yo le contesté de broma, riendome le dije, por mi no lo dejes de hacer, yo me intentare ligar a las chicas, no reimos y pagamos la cuenta y volvimos al hotel para la cena, sobre las nueve de la noche pasamos por el comedor y tomamos una cena ligera, despues fuimos al bar del hotel para tomar una copa antes de acostarnos, alli en el bar nuevamente salió la conversación de sexo que habiamos dejado en la cafetería, Cesar me dijo que los hombres casados cuando llevamos sobre 20 años casados, muchos teniamos necesidad de cambiar de mujeres y incluso con hombres que era algo normal, ya que el sexo es muy extenso y nunca se sabe hasta donde puede llegar, yo me confesé haber sido infiel algunas veces a mi mujer, pero siempre con mujeres y que me consideraba una persona liberal y no me asustaba de nada, pero hastala fecha no habia tenido ninguna relación con hombre, ni siquiera fantasias como tu me decias esta tarde, Cesar parecia estar esperando que yo dijera algo asi y me cogio una mano y me dijo, eres un tio estupendo y en el tiempo que llevamos juntos hemos hecho una gran amistad, parece que llevamos varios conociendonos, y en tono jocoso dijo, eres guapo y no me importaria convertir mi fantasia en realidad contigo, yo me quedé mirandolo y vi en sus ojos un destello de deseo, a continuación nos ehcamos a reir, llamamos al camarero, pagamos la cuenta y subimos a la habitación.
Era un día caluroso por lo que me fui al baño tomar una ducha antes de dormir y me desnudé quedandome solo con los slip, que baje al entrar en la ducha, cuando salí de ella me encocntré con Cesar totalmente desnudo, esperando su turno para tomar una ducha, me fije en su cuerpo, era bastante belludo y su figura era muy varonil, al salir de la ducha me dijo, que buena vergas tienes Juan, riendose entro y abrio el agua que empezó a caerle encima del cuerpo, yo mientras me secaba y me fijaba en el cuerpo de mi amigo, y pensando en sus incinuaciones, me dí cuenta que me verga estaba poniendose erecta, cuando Cesar salio de la ducha, yo no me había marchado del baño, estaba alli desnudo, delante de él, Cesar me miró con una sonrisa, pero sin decir nada, pasó muy serca de mi para coger su toalla y al volverse nuestras caras quedaron muy serca, me miró y sin mas me cogio por el cuello y me beso en la boca, yo no hice nada, pero me gusto mi cuerpo estaba experimentando algo nuevo, pero agradable, pues me sentia bien y notaba un cosquilleo y una excitación que me llevaron a devolver el beso, en ese momento nuestras lenguas se entrelazaron jugando entre ellas entro de nuestras bocas, nuestras vergas estaban juntas, tocandose y nuestras manos acariciando nuestras espalda y gluteos, no hacia falta más, nops cogimos de la mano y nos dirigimos a la cama, ibamos a hacer realidad la fantasia y nos esperaba una noche, posiblem0ente inolvidable, que contaré en mi próximo relato.
Este ha sido mi primer relato y me gustaría escribir algunos más, pero para ello necesito que me escriban dandome su opinión, yo les prometo contestar a todos.