Empecé a pensar y a observar. Y logré recordar aquel corto, irrepetible pero inolvidable verano. En que tu atractivo hacía soñar a todo aquel que estuviera a tu vera. Tu simpatía, gran dote y locura por la que hacías brillar el sol y que ardiera por esos pálidos seres. Y recordando todo aquello, y deseando verte y volver a estar a tu lado, apareciste tu; con esa larga pero lacia melena, y con esos andares en los que me perdía a mitad de tu cuerpo. Después de aquellos 3 meses eternos, mis ojos azul celeste pudieron volver a gaudir de tenerte a ti ante ellos. Mi persona y yo creíamos que todo sería diferente, que después de aquellos 3 meses habías cambiado, que la confianza había dado fruto a su olvido, que nuestra bella y bonita amistad ya quedaba atascada en esos extraños e inusuales parajes. Pero nada de eso ocurría, al principio todo transcurrió tal vez un poco frío y quizás algo desolado; pero poco tiempo después todo volvía a renacer como si de rosas a la primavera se tratasen, y nunca mejor dicho. Aquello alarmaba a mi ser, y le daba esperanzas de vida y alegría a la vez. No era del todo lo de antes, pero podía comprobar que nuestra amistad seguía ahí, quizás no tan apasionada y vivaz, pero yo no me atrevía a pedir más.
Su belleza seguía más radiante y soleada que nunca, su atractivo parecía ser incluso mejor y su simpatía y espontaneidad eran las mismas de siempre.
Entonces se me plantearon unas dudas, que pronto se evadieron; pues más que una amistad no iba a pedir, además quería estabilizar la cabeza por un tiempo, ya que mi corazón acababa de salir de un trágico y fatal desenlace.
Ahora que todo parece volver al pasado, no pienso esperar 3 meses más para nuestro reencuentro; no lo podría superar, o quizás si, pero con inacabables dificultades.
Sorprendente y mágico reencuentro entre ella y yo, entre una amistad que separa nuestras vidas en 2 dejando apartado el mundo real por unos momentos.
Amistad repleta de cariño, de simpatía, de momentos, incluso de pasión, en la que carece el enfado, la traición y el llanto.
Todo un mundo imaginario, en un breve pero sincero resumen: nuestra amistad.