Estamos en la sala pasando el tiempo, entreteniéndonos con música y charlas. Yo estoy como siempre con alguna manualidad, rodeado de recortes de papel, pinceles, pintura, pegamentos y cosas así. Tú, sentada en frente de mí, no muy cerca, pones un pie sobre tu asiento mientras me miras con una sonrisa picarona. Llevas puesto un pantaloncito muy cortito, así que la tirita del medio apenas puede tapar tu conchita. Irremediablemente mi pija se empieza a parar con semejante insinuación y previendo lo que se avecina.
Inmediatamente dejo todo y me arrodillo frente a tu silla, como un sirviente ante el trono de su reina (lo cual no está muy lejos de la realidad) Beso muy suavemente la cara interna de tu muslo. Te acaricio la piel con mis labios. Siento como tiembla mientras lentamente voy bajando por tu pierna hasta tu concha. Meto mi lengua por debajo de la tirita del pantalón y me encuentro con unos labios humedecidos por una excitación cada vez mayor. Muevo mi lengua para hacer espacio, tiro con los dientes de tu pantalón y consigo hacerlo a un lado. Tu hermosa concha queda expuesta ante mí en todo su esplendor. Paso mis manos por detrás tuyo para sostenerte mejor mientras te meto la lengua entera en la vagina. Siento que me aprietas la cabeza contra tu cuerpo, estás jadeando. Sigo con mas fuerza moviendo mi lengua dentro tuyo, tu vagina se siente caletita, suave, tiene un sabor exquisito, ese sabor a éxtasis.
Ahora pones ambas piernas sobre los posabrazos de tu silla, yo, para no perder tiempo, tomo unas tijeras que tengo cerquita de mi mano y directamente corto tu pantalón. ¡¡¡¡¡AAAHHHHHH!!!!! ¡¡¡Que hermosa vista!!! Tu conchita perfectamente abierta ante mí. Ya no aguanto más!!!! Urgentemente vuelvo a dedicarme a chupártela. Muerdo despacito ese clítoris durito, te estremeces y sueltas un gritito mientras te paso la lengua. Separo los labios con mis dedos y paso la puntita de la lengua por los bordes de tu agujerito Hummmmmmmm, está delicioso. Vos estás recaliente, creo que vas a acabar pronto. Le doy un beso a tu concha tan fogoso como los que te doy en la boca, te quiero meter la lengua adentro de nuevo pero me ruegas que te coja.
Me bajo el pantalón de un solo tirón. Mi verga está tremendamente dura. Arrodillado frente a vos, apoyo la cabecita encima de tu vagina pero no te penetro, te hago desear. Pelo un poquito hacia atrás la piel de mi verga para que asome la piel suave de mi cabecita y la mojo con la saliva que dejé sobre tu concha. Muevo mi verga por sobre tu conchita, juego con tu clítoris. Te veo apretarte las tetas de los nervios, te arrancas el corpiño de una vez y sacas pecho, te retuerces sobre la silla por la desesperación, me querés adentro ¡¡¡ YA !!! Así que no te hago esperar mas, te entierro la pija hasta el fondo. No sé si eso te alivia o te desespera más, pero seguro significa el final del erotismo y el comienzo del sexo.
Comienzo mi vaivén dentro de tu vagina mientras te aprieto las tetas y muerdo los pezones. Tu enredas tus dedos con mis pelos y jadeas con fuerza y muy excitada. Tengo mi verga bien dura dentro de tu cuerpito hermoso. Con mis movimientos, tus nalgas se separan un poquito y sentís como el retazo de pantalón te acaricia el ano añadiendo un condimento más a este acto.
Mi pija ya sale mojada de tu concha, estás terriblemente caliente y a punto de acabar, eso me pone los pelos de punta, me excita muchísimo y me desespero. Me muevo frenéticamente dentro de ti. De pronto, con tanto movimiento la silla se da vuelta y caemos al piso. Casi ni nos percatamos de ello y sin pausa seguimos en el piso. Te estoy cogiendo con todas mis fuerzas, tu arañas mi espalda, tienes tus ojos bien apretados, tus músculos tensos estás por estallar. Te sostengo la cabeza mientras beso tu cuello y paso mi lengua por tu oreja.
De pronto me tomas del pelo y me estampas un beso increíblemente ardiente en la boca. Siento tu vientre estremeciéndose y temblando, estás acabando. Como yo también estoy por acabar te pregunto "¿Querés?" Me cuesta muchísimo hablar, estamos muy agitados pero igualmente no hace falta decir mas que eso, vos me entiendes y solo decís que si con la cabeza.
Saco mi verga y me acuesto encima de ti pero al revés y me dedico a chupar tu hermosa concha muy caliente y mojada de sabrosa leche. Vos, por tu parte, agarras mi verga mojada en tu leche y te la metes en la boca. Empiezas a chupar con fuerza. Aún seguís acabando, sentís mi lengua dentro tuyo, mi barba haciéndote cosquillas en el clítoris, mis dedos acariciando tu ano. Mamas con fuerza pero no por mucho tiempo. Suelto un abundante chorro de leche en tu boca. Pasas tu lengua por la puntita mientras acabo sobre tu lengua. Parte de mi leche chorrea por tus mejillas. Tragas y sigues chupándome la pija un poco más.
Me doy vuelta al verte así y te estampo un beso bien caliente. Mis labios están untados con tu leche, tu cara con la mía. Quedamos abrazados y felices, besándonos durante algunas horas más.....
Sergio.